Sigo
con ejemplos de las relaciones USA-Israel y las consecuencias que han tenido
para los americanos en particular y el resto del mundo en general. Todos sabemos
que el FBI a perseguido a los espías con mejor o peor resultado y sobre todo a
los que trabajan para Rusia y antes para la Unión Soviética. Recuerdo que hace
poco, en 2010, fue arrestada la apuesta pelirroja y espía Anna Chapman y
enviada a de nuevo a Rusia. Cualquier persona interesada puede ver los
movimientos de esta espía en las cámaras de vigilancia o leer los archivos de
la contra-inteligencia del FBI. Sin embargo, esa persecución no sucede con los
excelentes e implacables espías israelíes, que tienen como objetivos la
economía americana y las infraestructuras nucleares y de defensa nacional.
Según el experto en inteligencia Jeff Stein esos espías son “sus compañeros de
siempre”. Las revelaciones del año 2010 sobre el contrabando de equipo nuclear desde
Telogy en California y el uso de información clasificada y dinero americano
para la industria aero-espacial israelí en la década 1998-2008 según Stewart
Nozette, nos revelan que mientras el espionaje israelí nunca se ha detenido,
las estrategias secretas de persecución ahora enfatizan un silencioso entramado
de las operaciones israelíes por la vía de los reguladores de la industria,
multas, penas, aislamiento o captura de los espías americanos.
Al
revés que el trato de las solicitudes de información sobre los espías rusos, el
FBI y el Departamento de Justicia han rechazado cualquier solicitud individual
al FOIA, por conocer los archivos de los espías israelíes más importantes. El
FBI ha llegado a decir que no encuentra los archivos del fallecido maestro de
espías en asuntos nucleares Abraham Hermoni, a pesar de que su nombre aparece
cruzado en muchos archivos abiertos. Y esta excusa viene de las inundaciones
del huracán Sandy que también ha permitido “no encontrar” los archivos del
espía judío Ben Ami-Kadish. Uno puede pensar que esta es una serie de
infortunados sucesos que hacen que los archivos de los espías judíos estén
fuera del alcance de los investigadores, excepto para el Departamento de
Justicia que hace poco ha emitido una sentencia prohibiendo la desclasificación
de cualquier archivo de la contra-inteligencia del FBI y el Mossad.
El
ejemplo de espía judío Jonathan J. Pollard también es paradigmático de los que
estoy diciendo. Ha sido el único espía que ha sido condenado seriamente a pena
de cárcel en USA, y todo ello a pesar del apoyo de muchos americanos y judíos
para que no lo condenasen. Y eso que Pollard dijo antes de ser condenado que
“era política establecida que el Departamento de Justicia no perseguía a
ciudadanos americano por espiar en nombre de Israel”.
Algunos en el Pentágono
creen que la sentencia de Pollard fue dura porque Israel usó la información
robada a la Inteligencia USA como “mercancía” con la Unión Soviética para
aumentar el número de emigrantes rusos-judíos a Israel. Rusia aceptaba
enviarlos allí “cobrando” con información “privilegiada” USA. Eso explicaría
porque Caspar Weinberger, judío y Secretario de Defensa USA, logró que el juez
Robinson le aplicase la cadena perpetua a Pollard... En 2010 el Departamento de
Defensa dijo que había pasado la declaración de Weinberger al juez Robinson a
la División Criminal del Departamento de Justicia. Ahora la pelota está en ese
tejado para saber qué pasó con Pollard. El FBI tampoco permite el acceso al
archivo de Pollard y aclarar este asunto.
Otro
ejemplo son las cintas grabadas en la que el AIPAC (American Israel Public
Affairs Committee), en las que presiona a USA para que entre en guerra con
Irán. Cuando los ejecutivos del AIPAC Keith Weissman y Steven J. Rosen llamaron
por teléfono en 2004 al periodista del Washington Post Glen Kessler, parecían
determinados a explicarle una información clasificada robada de la Defensa
Nacional de los USA y convertida en una historia por la cual Irán estaba
engarzada en una “guerra total” contra los USA en Irak. El FBI interceptó este
mensaje y el AIPAC despidió muy lejos a sus dos miembros, para desvincularse de
actividades a las que había dado soporte siempre. Rosen y Weissman fueron más
tarde acusados en base al “Espionage Act” USA, pero el caso quedó en nada por
el intenso trabajo de campaña de presión del lobby judío, poco después de la
llegada de Barack Hussein Obama. La pregunta es obvia a la vista de los
resultados ¿Qué le dijeron exactamente los dos ejecutivos del AIPAC al
Washington Post que parecía conducir a una guerra con Irán? Casi una década
después de los acontecimientos, el Departamento de Justicia cree que los
ciudadanos americanos no están preparados para escuchar unas cintas
comprometedoras USA-Israel, a pesar de que el AIPAC continua su agitación para
provocar más guerras.
Pero
hay más. Otro asunto muy interesante fue el del uranio del Níger. Puede ser que
el presidente Eisenhower estuviese o no muy preocupado por las implicaciones de
la “Operación Susannah”, pero el Comité de las Relaciones Exteriores del Senado
realmente sí lo estaba. Un memorandum secreto del Senado y departamento de
Justicia, desencadenó una investigación sobre la presión del lobby judío en las
que aparecían provocaciones y acciones de falsa bandera contra intereses USA en
el extranjero, que beneficiasen a Israel. La guerra de Irak prueba lo bien
fundadas que estaban esas sospechas. Por eso, muchos hemos sospechado que las
falsificaciones sobre el uranio, documentos falsos que la administración Bush
promovió para acusar a Irak de comprar uranio a África para armas nucleares,
fueron pruebas falsas que el lobby judío propagó para conseguir el pretexto que
necesitaban desesperadamente para comenzar la guerra.
Posiblemente la
investigación del FBI lo probaría. Sin embargo, a pesar de los años en que se
ha solicitado esa investigación de más de 1000 páginas y que ha colaborado con
la FOIA, de repente ahora se ha negado a hablar.
Hay
muchos más asuntos como el la presión del lobby judío para incrustarse con
éxito en los Departamentos de Justicia y del Tesoro USA, o los informes
del IDA sobre aportaciones económicas teóricamente para la caridad y que fueron
a parar al programa de armas atómicas judías. O las justificaciones del NSA
para canalizar asuntos secretos a Israel. Creo que no acabaríamos nunca. Os
dejo con todo esto y os animo a que busques más asuntos escabrosos de la
relación USA-Israel.
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