lunes, 8 de diciembre de 2014

SECRETOS ENTRE PAÍSES 2/2 (Editado originalmente el 10/11/2013)

Sigo con ejemplos de las relaciones USA-Israel y las consecuencias que han tenido para los americanos en particular y el resto del mundo en general. Todos sabemos que el FBI a perseguido a los espías con mejor o peor resultado y sobre todo a los que trabajan para Rusia y antes para la Unión Soviética. Recuerdo que hace poco, en 2010, fue arrestada la apuesta pelirroja y espía Anna Chapman y enviada a de nuevo a Rusia. Cualquier persona interesada puede ver los movimientos de esta espía en las cámaras de vigilancia o leer los archivos de la contra-inteligencia del FBI. Sin embargo, esa persecución no sucede con los excelentes e implacables espías israelíes, que tienen como objetivos la economía americana y las infraestructuras nucleares y de defensa nacional. 

Según el experto en inteligencia Jeff Stein esos espías son “sus compañeros de siempre”. Las revelaciones del año 2010 sobre el contrabando de equipo nuclear desde Telogy en California y el uso de información clasificada y dinero americano para la industria aero-espacial israelí en la década 1998-2008 según Stewart Nozette, nos revelan que mientras el espionaje israelí nunca se ha detenido, las estrategias secretas de persecución ahora enfatizan un silencioso entramado de las operaciones israelíes por la vía de los reguladores de la industria, multas, penas, aislamiento o captura de los espías americanos.

Al revés que el trato de las solicitudes de información sobre los espías rusos, el FBI y el Departamento de Justicia han rechazado cualquier solicitud individual al FOIA, por conocer los archivos de los espías israelíes más importantes. El FBI ha llegado a decir que no encuentra los archivos del fallecido maestro de espías en asuntos nucleares Abraham Hermoni, a pesar de que su nombre aparece cruzado en muchos archivos abiertos. Y esta excusa viene de las inundaciones del huracán Sandy que también ha permitido “no encontrar” los archivos del espía judío Ben Ami-Kadish. Uno puede pensar que esta es una serie de infortunados sucesos que hacen que los archivos de los espías judíos estén fuera del alcance de los investigadores, excepto para el Departamento de Justicia que hace poco ha emitido una sentencia prohibiendo la desclasificación de cualquier archivo de la contra-inteligencia del FBI y el Mossad.

El ejemplo de espía judío Jonathan J. Pollard también es paradigmático de los que estoy diciendo. Ha sido el único espía que ha sido condenado seriamente a pena de cárcel en USA, y todo ello a pesar del apoyo de muchos americanos y judíos para que no lo condenasen. Y eso que Pollard dijo antes de ser condenado que “era política establecida que el Departamento de Justicia no perseguía a ciudadanos americano por espiar en nombre de Israel”. 

Algunos en el Pentágono creen que la sentencia de Pollard fue dura porque Israel usó la información robada a la Inteligencia USA como “mercancía” con la Unión Soviética para aumentar el número de emigrantes rusos-judíos a Israel. Rusia aceptaba enviarlos allí “cobrando” con información “privilegiada” USA. Eso explicaría porque Caspar Weinberger, judío y Secretario de Defensa USA, logró que el juez Robinson le aplicase la cadena perpetua a Pollard... En 2010 el Departamento de Defensa dijo que había pasado la declaración de Weinberger al juez Robinson a la División Criminal del Departamento de Justicia. Ahora la pelota está en ese tejado para saber qué pasó con Pollard. El FBI tampoco permite el acceso al archivo de Pollard y aclarar este asunto.

Otro ejemplo son las cintas grabadas en la que el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee), en las que presiona a USA para que entre en guerra con Irán. Cuando los ejecutivos del AIPAC Keith Weissman y Steven J. Rosen llamaron por teléfono en 2004 al periodista del Washington Post Glen Kessler, parecían determinados a explicarle una información clasificada robada de la Defensa Nacional de los USA y convertida en una historia por la cual Irán estaba engarzada en una “guerra total” contra los USA en Irak. El FBI interceptó este mensaje y el AIPAC despidió muy lejos a sus dos miembros, para desvincularse de actividades a las que había dado soporte siempre. Rosen y Weissman fueron más tarde acusados en base al “Espionage Act” USA, pero el caso quedó en nada por el intenso trabajo de campaña de presión del lobby judío, poco después de la llegada de Barack Hussein Obama. La pregunta es obvia a la vista de los resultados ¿Qué le dijeron exactamente los dos ejecutivos del AIPAC al Washington Post que parecía conducir a una guerra con Irán? Casi una década después de los acontecimientos, el Departamento de Justicia cree que los ciudadanos americanos no están preparados para escuchar unas cintas comprometedoras USA-Israel, a pesar de que el AIPAC continua su agitación para provocar más guerras.

Pero hay más. Otro asunto muy interesante fue el del uranio del Níger. Puede ser que el presidente Eisenhower estuviese o no muy preocupado por las implicaciones de la “Operación Susannah”, pero el Comité de las Relaciones Exteriores del Senado realmente sí lo estaba. Un memorandum secreto del Senado y departamento de Justicia, desencadenó una investigación sobre la presión del lobby judío en las que aparecían provocaciones y acciones de falsa bandera contra intereses USA en el extranjero, que beneficiasen a Israel. La guerra de Irak prueba lo bien fundadas que estaban esas sospechas. Por eso, muchos hemos sospechado que las falsificaciones sobre el uranio, documentos falsos que la administración Bush promovió para acusar a Irak de comprar uranio a África para armas nucleares, fueron pruebas falsas que el lobby judío propagó para conseguir el pretexto que necesitaban desesperadamente para comenzar la guerra. 

Posiblemente la investigación del FBI lo probaría. Sin embargo, a pesar de los años en que se ha solicitado esa investigación de más de 1000 páginas y que ha colaborado con la FOIA, de repente ahora se ha negado a hablar.
Hay muchos más asuntos como el la presión del lobby judío para incrustarse con éxito en los Departamentos de Justicia y del Tesoro USA, o los informes  del IDA sobre aportaciones económicas teóricamente para la caridad y que fueron a parar al programa de armas atómicas judías. O las justificaciones del NSA para canalizar asuntos secretos a Israel. Creo que no acabaríamos nunca. Os dejo con todo esto y os animo a que busques más asuntos escabrosos de la relación USA-Israel.

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