Siempre he demostrado mi poca simpatía por un personaje histórico alabado por todos: Winston Spencer Churchill. Su aspecto bonachón, regordete con bombín y puro en boca, ha sido bien aceptado y vendido por la historia oficial, que han callado lo mucho que hizo Churchill por acabar con el Imperio Británico y promocionar las dos guerra mundiales.
La historia oficial ha hecho especial hincapié en la Batalla de Inglaterra de la primavera de 1940, como la gran imagen de Churchill y su firme temperamento ante la Alemania de Hitler. Pero no perdamos de vista que la carrera de Churchill no empieza en la Batalla de Inglaterra, ni acaba en ella. Hay mucho más antes y después. Creo que Churchill fue una calamidad para su país y para la civilización occidental y más que cualquier otro líder inglés, en 1914 y 1939 propició y aupó la guerra de su país en ambas contiendas convirtiéndolas en mundiales para destruir a Alemania. Se puede decir que en ambas ocasiones tuvo éxito. Se puede añadir que ambas guerras, que se llevaron por delante a casi cien millones de europeos, fueron la estocada mortal que propició la muerte de Occidente y su cultura.
Como Primer Lord del Almirantazgo, realizó un bloqueo de alimentos que violaba todas las reglas de la guerra civilizada o con normas a no traspasar, provocando la muerte de 100 veces más alemanes, que todas las víctimas belgas del Kaiser. El propósito para Churchill era claro, como él mismo dice “matar de hambre a toda la población hombres, mujeres, niños, ancianos, heridos, etc. hace que se les someta”. Cuatro meses después de la rendición alemana en la I Guerra Mundial, el bloqueo seguía y de forma exultante, Churchill dijo en el parlamento que “Estamos forzando el bloqueo con rigor y Alemania está cerca de la aniquilación”.
En 1920, como Secretario de Guerra y Aire, Churchill, enfurecido por la resistencia iraquí a el mandato colonial británico, dijo “Estoy fuertemente a favor del uso de gases venenosos contra las tribus incivilizadas, para extender el terror”. El día que se le nombró Primer Ministro en 1940 y mientras el ejército alemán atravesaba las Ardenas, Churchill no envió a sus aviones contra los tanques alemanes, sino contra las ciudades alemanas del Rin, en lo que el historiador Paul Johnson definió como “Un punto crítico en la caída de humanidad en nuestro tiempo”. Sin embargo, el bombardeo de Coventry o la Blitzkrieg fueron crímenes de guerra. Claro que hubo bombardeos alemanes de represalia por el terror aéreo iniciado por Churchill, pero ni de lejos tuvieron la repercusión, la intensidad ni el número de víctimas como los provocados por los ingleses. Y el cenit llegó con el bombardeo de Dresde en 1945.
Pero fue un gran estratega, se nos ha dicho ha través de la historia oficial. Sin embargo, la debacle más brutal de los ingleses fue en Gallipoli, en la I Guerra Mundial. Una marcha mal preparada para conquistar los Dardanelos y que costó un cuarto de millón de soldados ingleses y franceses muertos y heridos. ¿Arquitecto del desastre? El Primer Lord del Almirantazgo Británico Winston Churchill.
El mayor desastre británico de la II Guerra Mundial fue el ataque a Noruega, cuando los Royal Marines llegaron 24 horas después que los alemanes, que ya habían ocupado los puertos noruegos desde Oslo hasta Narvik. ¿Arquitecto del desastre? El Primer Lord del Almirantazgo Británico Winston Churchill.
El mayor desastre británico de la II Guerra Mundial fue el ataque a Noruega, cuando los Royal Marines llegaron 24 horas después que los alemanes, que ya habían ocupado los puertos noruegos desde Oslo hasta Narvik. ¿Arquitecto del desastre? El Primer Lord del Almirantazgo Británico Winston Churchill.
¿Y qué se puede decir de Winston Churchill como hombre de estado? En 1921, los americanos solicitaron a los ingleses que fuesen a una conferencia naval en Washington y que aprobasen la desmantelación de cientos de barcos de guerra propios y cortar una alianza de 20 años con Japón que había sido fructífera durante la I Guerra Mundial. Churchill urgió la capitulación de los americanos e Inglaterra capituló, acabó con el tratado con Japón y comenzó a desmantelar la mayor flota del mundo. El historiador británico Correlli Barnett llamó a la capitulación a las demandas americanas como “una de las mayores catástrofes de la historia de Inglaterra”
Cinco años después y como Canciller del Exchequer, Churchill dijo “No se preocupen, la guerra con Japón no es una posibilidad que un gobierno razonable considere”. En 1942, Cayó Singapur y el Imperio Británico terminó en Asia. Cuando Hitler marchó sobre el Rin en 1936, Chirchill clamó a los franceses para llevar el asunto a la Liga de Naciones. Pero la solución ideal, escribió en una columna, “sería que Hitler hiciese algo noble y se retirase de nuevo del Rin”. Parece que Hitler no leyó la columna...
En 1939, Churchill empujó a su país a luchar por Polonia. Inglaterra lo hizo. ¿Se salvó Polonia? En vez de perder únicamente Danzig y el corredor polaco, los polacos perdieron a su país en manos de rusos y alemanes, seis millones de muertos y cincuenta años de libertad. Churchill machacó a Neville Chamberlain por querer negociar con Hitler. Pero los cuatro de Churchill tratando de apaciguar a Stalin, hacen que Chamberlain en Munich parezca un titán con toda la razón. En Moscú, Teherán y Yalta, Churchill le dijo a Stalin que podía recoger todos los frutos de su pacto del diablo con Hitler, incluyendo las tres repúblicas bálticas. Accedió a la dominación comunista del este y centro de Europa, en violación flagrante del solemne compromiso de la Carta Atlántica.
Cuando regresó de Yalta en 1945, Churchill dijo en el Parlamento Británico “No conozco a otro gobierno que mantenga sus compromisos más sólidamente que el Gobierno de la Rusia Soviética”. Churchill acababa de dar su bendición al acto más bárbaro de limpieza étnica de la historia: la expulsión forzada de 13 millones de alemanes, mayoritariamente anciano, mujeres y niños de las tierras en las que habían vivido durante siglos. En el éxodo murieron más de dos millones. Al final de la II Guerra Mundial, Alemania estaba en ruinas y todas las grandes capitales europeas del centro y este de Europa, Varsovia, Berlín, Budapest, Praga y Viena, estaban ocupadas por el Ejército Rojo de Stalin. Inglaterra estaba en bancarrota y rota socialmente. El Imperio agonizaba y los americanos volvían a casa. Pero había un consuelo, sólo Haile Selassie fue repuesto en su trono en Addis Abeba.
Cuando Churchill entro en el gabinete como Primer Lord en 1911, Inglaterra era la primera nación del mundo e imponía sus leyes, como el mayor imperio desde Roma. Cuando lo dejó en 1945, Inglaterra era una isla dependiente de los Estados Unidos.
Fue un gran hombre a costa de la grandeza de su país.
Fue un gran hombre a costa de la grandeza de su país.
Era un puto judio de porqueria tipico, solo hizo su trabajo
ResponderEliminarUna de las mayores campañas de marketing de la historia.
ResponderEliminarMaldito Churchill ojala que este pudriendo en el infierno gordo asqueroso alcohólico bastardo...
ResponderEliminarLa cerezita del pastel: Esta rata imunda se dio el lujo de cometer un genocidio en la India Británica en 1943 matando de hambre a 3 millones de hindues en Bengala mientras la BBC incitaba al mundo a indignarse por el Holocausto nazi.
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