Tal como indicaba en el artículo anterior sobre “La Campana” y
basado en las investigaciones independientes del periodista militar
polaco Igor Witkowski y el británico Nick Cook, el impulso final para el
arma definitiva y por exigencias de la guerra, se aceleró a partir de
Enero de 1942 y bajo el nombre en clave de ‘Tor’ (puerta), que fue
efectivo hasta Agosto de 1943. A partir de ese momento, ‘Tor’ fue
dividido en dos sub-proyectos: ‘Kronos’ y ‘Laternenträger’. Como es
lógico, ambos se referían a la máquina base “La Campana”, pero sobre dos
áreas de interés: una era física y la otra médico-biológica. Los
nombres eran tremendamente sugerentes. ‘Tor’ y ‘Kronos’ podían
traducirse como ‘Puerta’ y ‘Tiempo’ y ‘Laternträger’ como ‘quien porta
la luz’. Ya se podía observar que tras estos nombres había un interés en
‘monitorizar el tiempo’ o una ‘ingeniería del tiempo’. Por ello, se
podía afirmar que los alemanes habían abandonado cualquier investigación
sobre la teoría de la relatividad, con su ‘espacio plano’ y habían
entrado de lleno en una hiper-relatividad donde se conjugaba la
ingeniería de la curvatura espacio-tiempo y las consecuencias prácticas
de esa ingeniería, con el objetivo de dominarlas.
Por ello, el significado de esos nombres codificados apunta a una
física totalmente diferente, radical y exótica para los estándares
habitualmente aceptados entonces y ahora. En aquel momento y con el
desarrollo alcanzado, “La Campana” tenía dos funciones operativas
militares y científicas: por un lado la posibilidad real de viajar en el
tiempo que posiblemente se llevó a cabo y por otra el desarrollo de una
nave anti-gravitacional, que permitiese vuelos espaciales sin
restricciones de ningún tipo aplicando la ‘Energía de Gravedad Cero’.
Si bien “La Campana” a primera vista podía parecer un máquina simple,
los resultados de su funcionamiento contradecían esta primera
impresión. La máquina y su forma recordaban evidentemente a una campana
con la base cerrada y sobre un pedestal, cuya altura era de unos 3
metros por 2 de diámetro en su parte baja más ancha. “La Campana”
siempre requería para su funcionamiento, una fuente de suministro
eléctrico muy potente en las proximidades.
La parte central y principal del ingenio, eran dos cilindros de metal
plateado ubicados uno sobre el otro, de aproximadamente 1 metro de
diámetro cada uno, que durante el funcionamiento giraban en sentido
opuesto el uno del otro a altísima velocidad sobre un mismo eje. Dicho
eje estaba hecho de un metal especial de alta densidad y con un diámetro
de unos 20 centímetros. El eje estaba fijado al pedestal donde
descansaba la máquina y que era de un metal pesado. Antes de cada
prueba, un contenedor de cerámica cubría la máquina y era rodeado a su
vez por una pared de plomo de un espesor de 3 centímetros. Tenía una
longitud de 1,5 metros y se rellenaba de una sustancia extraña y
metálica de un color violaceo-dorado que obligaba a que la zona donde se
operaba con la máquina se mantuviese a una temperatura constante. Esa
temperatura específica impedía que la sustancia que estaba ligeramente
coagulada, no se coagulase totalmente. La sustancia recibía la
denominación codificada de ‘IRR XERUM-525’ y contenía entre otros
elementos óxido de torio y óxido de berilio, denominados ‘Leichtmetall’.
Era fácil adivinar que este material ayudaba en la investigación sobre
las propiedades de la inercia y el vórtice del material radioactivo,
cuando se le sometía a una rotación a muy altas velocidades y los
consiguientes efectos sobre los campos de torsión. El IRR XERUM-525,
también contenía mercurio y probablemente varios isótopos pesados.
Dentro de los cilindros rotatorios había mercurio muy puro.
Antes de iniciar cada prueba experimental y para que durase más en su
uso, el mercurio era refrigerado a muy bajas temperaturas. Se usaba gas
líquido del tipo nitrógeno y oxigeno. Cuando estaba a punto para la
prueba, se cubría todo con la pieza superior en forma de campana, que
tenía en su parte superior un gancho para poder izarla y desplazarla con
una pequeña grúa. En los primeros experimentos en Ludwigsdorf sólo
participaba personal científico y militar. En aquel lugar, los
experimentos se llevaban a cabo en una especie de cámara o piscina sin
agua, preparada al efecto y bajo tierra. Dicha cámara era recubierta
totalmente de azulejos de cerámica y el suelo, además, con una plancha o
alfombra de goma muy gruesa y pesada. Tras cada prueba, la alfombra de
goma quedaba inservible y los azulejos se limpiaban con un líquido
rosado que parecía brea. Como medida de seguridad, durante los
experimentos que se llevaron a cabo en minas subterráneas inactivas, la
cámara donde se efectuaba la prueba era siempre destruida con explosivos
tras dos o tres experimentos.
Se colocaban cámaras de cine y todo tipo de aparatos de medición en
un soporte al efecto, en la misma zona donde se desarrollaba el
experimento. Dirigidas por técnicos y científicos, las primeras pruebas
se efectuaron colocando objetos y muestras de todo tipo cerca de la
‘Campana’ y se comprobaron los efectos de la energía emitida sobre los
mismos. Se hicieron pruebas sobre organismos vivos como ratas,
caracoles, lagartos, ranas, insectos y seres humanos, que provenían del
campo de internamiento cercano de Gross-Rosen. También se probaron los
efectos sobre plantas de diversos tipos y sobre una serie de sustancias
de origen orgánico como huevos, sangre, leche, carne y grasas líquidas.
Antes del cada experimento, todo el personal técnico involucrado en la
prueba, se situaba a unos 200 metros de “La Campana” debidamente
protegidos con trajes de goma gruesa y cascos con visores rojos. El
sonido de la máquina en funcionamiento recordaba al de un enjambre de
abejas dentro de un recipiente. La limpieza tras cada prueba fue
asignada a un grupo de unos 100 prisioneros del campo de internamiento
de Gross-Rosen.
Los efectos analizados en los objetos y organismos vivos eran muy
claros en el momento en que la máquina era desconectada. Por ejemplo, la
instalación de 220V sufría una sobretensión que hacía explotar las
bombillas. “La Campana” emitía una luz azulada fosforescente, que era el
resultado obvio de una radiación ionizada, y también un campo magnético
muy potente. Los participantes en los experimentos y a pesar de las
protecciones, sufrían en estos primeras pruebas problemas en su sistema
nervioso, espasmos musculares, dolores de cabeza y un regusto metálico
en la boca. También se habían observado con el paso del tiempo, que las
personas sufrían falta de sueño, problemas de equilibrio, memoria,
dolores musculares y llagas en diversas partes del cuerpo. Estos
problemas ya habían sido solucionados en pruebas posteriores.
Pero según las pruebas efectuadas entre Mayo y Junio de 1944, los
efectos sobre las muestras orgánicas eran muy peculiares, pero sobre
todo mortales. Las plantas, animales y prisioneros que fueron sometidos a
su campo de radiación sufrieron diversos tipos de daños, siendo el
principal la destrucción de los tejidos de la dermis y la transformación
en gelatina y estratificación de los líquidos, entre ellos la sangre.
Durante la primera fase, a las cinco horas de finalizada la prueba, las
plantas perdían color o se volvían grises en su totalidad, lo que
indicaba una descomposición química o una desaparición de la clorofila.
Sorprendentemente y a pesar de ello, la planta seguía viva de forma
aparentemente normal durante una semana más. Seguidamente, aparecía un
declive muy rápido, entre 8 y 12 horas, que acababa descomponiéndola en
una sustancia grasienta, como grasa rancia.
Estos efectos colaterales también los sufrieron los científicos en
estas pruebas preliminares. De un equipo de siete, cinco murieron y dos
enfermaron muy gravemente. Debido a esta trágica situación, este primer
grupo de investigadores fue disuelto por el General SS Hans Kammler,
ordenando que la máxima prioridad del proyecto fuese limitar estos
daños. Los científicos llegaron a determinar que había habido un
problema en la comprensión del vórtice, que había afectado a la
separación de los campos magnéticos del experimento.
La Dra. Elizabeth Adler, fue de la máxima ayuda en este punto de la
investigación ya que realizó matemáticamente una simulación de las
vibraciones hacia el centro de objetos esféricos y cilíndricos, con el
objetivo de lograr la solución del problema, que finalmente logró. Se
determinó que la rápida decaída del material orgánico, así como las
sensaciones físicas de los involucrados en las pruebas tenía que ver con
ondas escalares de muy alta frecuencia. Más adelante, estos resultados
de la Dra. Adler fueron ampliados y aplicados también en la
investigación de la Materia Absorbente para Radar hacia finales de 1944,
cuando los científicos alemanes descubrieron que las ondas de radar
sobre materia no lineal, producían una gran onda de presión longitudinal
y superluminal. En esa investigación particular, los científicos
germanos nuevamente rompieron los paradigmas de la física mucho más allá
de la física lineal convencional, que había sido estudiada de forma muy
básica y primitiva en los laboratorios aliados, durante el desarrollo
del llamado Proyecto Manhattan y su infructuosa y lenta búsqueda de la
bomba atómica…
¿Qué fue de “La Campana”? hay varias teorías, pero según los
investigadores Cook y Witkowski “La Campana” fue ajustada en su
funcionamiento hasta obtener resultados operativos. En qué se aplicó
exactamente todavía se discute, aunque pueden haber pruebas de viajes en
el tiempo, que ya comentaré en otro artículo más adelante. Por ahora,
¿qué se sabe de esa máquina? Los datos de los investigadores surgen de
la declaración que hizo el SS Gruppenführer Jakob Sporrenberg que desde
el 28 de Julio de 1944 estuvo al cargo del sistema de seguridad del
proyecto, ante un tribunal polaco que lo ajustició el 6 de Diciembre de
1952. Sporrenberg fue capturado por los ingleses, que lo entregaron a
los polacos. Desde luego, los ingleses nunca sospecharon hasta más tarde
el nivel del capturado y su presencia dentro del Kammlerstab. Estoy
convencido que si lo hubiesen sabido a tiempo, jamás lo hubiesen
entregado tan rápidamente.
Sporrenberg dirigió la vía de escape de todo el material científico
en Abril de 1945, ante la llegada del Ejército Rojo. También hizo
fusilar a 62 trabajadores en Ludwigsdorf, que participan en el proyecto
para que no cayesen en manos comunistas. A pesar de la brutalidad del
sistema, queda claro la importancia de “La Campana” y su salvación a
cualquier coste ante el enemigo. La vía de escape fue hacia el norte en
un avión Junkers Ju390 de 6 motores, pintado con los colores de la
neutral Suecia y que pertenecía al KG200. El avión voló hasta Opeln (hoy
Opole, en Polonia), cargó todo el material, luego voló hasta Bodo en
Noruega. Tras esta parada y tras su despegue, el general Kammler, otros
científicos y las más de 10 toneladas de material desaparecieron…
A la vista de todo ello, surgen algunas preguntas incómodas:
¿Por qué la testificación de Sporrenberg sigue clasificada 70 años después?
¿Qué pudo decir ante el tribunal polaco que hoy puede ser peligroso, sorprendente o improcedente?
¿Qué tipo de tecnología conoció Sporrenberg que no puede ser explicada a los medios hoy?
¿Hasta dónde llegó esa tecnología exótica para nuestros criterios científicos actuales?
¿Pueden cambiar principios de la historia tal como está escrita oficialmente?
¿Qué sabía Sporrenberg del destino del general Kammler y “La Campana”?
¿Por qué Patton cambió su ruta sobre Alemania y se dirigió a toda marcha hacia Checoeslovaquia?
¿Qué debía capturar antes de que cayese en manos soviéticas?
¿Por qué Patton murio en un extraño y oportuno accidente de coche a finales de 1945?
¿Qué pudo decir ante el tribunal polaco que hoy puede ser peligroso, sorprendente o improcedente?
¿Qué tipo de tecnología conoció Sporrenberg que no puede ser explicada a los medios hoy?
¿Hasta dónde llegó esa tecnología exótica para nuestros criterios científicos actuales?
¿Pueden cambiar principios de la historia tal como está escrita oficialmente?
¿Qué sabía Sporrenberg del destino del general Kammler y “La Campana”?
¿Por qué Patton cambió su ruta sobre Alemania y se dirigió a toda marcha hacia Checoeslovaquia?
¿Qué debía capturar antes de que cayese en manos soviéticas?
¿Por qué Patton murio en un extraño y oportuno accidente de coche a finales de 1945?
Y ¿usted qué opina de todo esto…?
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