lunes, 8 de diciembre de 2014

EL MARAVILLOSO MAGO DE OZ (Editado originalmente el 31/12/2010)


Los cuentos para niños siempre se han asociado a situaciones fantasiosas y países imaginarios, que servían para estimular la imaginación de los más pequeños y que siempre contenían algún tipo de enseñanza. Sin embargo, hay otros desde “Alicia en el país de las Maravillas” de Lewis Carroll, 1865, donde éste no sólo da rienda suelta a su atracción por las niñas más pequeñas, sino que es todo un tratado de matemáticas y paradojas y una burla de la sociedad victoriana de la época, hasta el “Maravilloso Mago de Oz” de Frank Baum publicado en 1900 y sus increibles personajes que ocultan una crítica al sistema monetario en los Estados Unidos y a los financieros mundialistas que manejaban y manejan los hilos del sistema. ¿Qué curioso verdad?.

Empecemos por Frank Baum. Era de origen germano (padre) y escocés (madre), de una familia bien situada económicamente y cuyo padre tuvo negocios relacionados con el petróleo en Pennsylvania. Fue un niño fantasioso que empezó a escribir a muy temprana edad. Tras varias actividades relacionadas con la imprenta y el teatro y haber vivído en Richburg y en Dakota del Sur, él, su mujer y sus cuatro hijos se trasladaron a Chicago, donde comenzó a trabajar para el Evening Post en una tarea de caracter comercial. Durante toda su vida, escribió más de 50 novelas, casi 100 relatos cortos, poemas, etc…

Frente a sesudos, incomprensibles e inoperantes tratados de economía de catedráticos y financieros, “El Maravilloso Mago de Oz” nos presenta todo un tratado de economía de forma fresca, pero profunda. Muchos de los millones de personas que conocen el texto y vieron la película de 1939, no podían sospechar lo que de verdad se ocultaba en las imaginativas situaciones, lugares y personajes que el cuento tiene. Y menos podían imaginar que los personajes del cuento están basados en personas de verdad, que tenían la respuesta a los muchos problemas financieros que tenemos incluso en la actualidad.

El primero que observó la lectura alusiva a la economía que tiene el relato fue un profesor, autor e historiador llamado Henry M. Littlefield, que en 1964 denominó al cuento como “una parábola del Populismo”, refiriendose al Partido del Pueblo que se enfrentó al monopolio de la banca a finales del siglo XIX en Estados Unidos También el economista Hugh Rockoff de la Universidad de Rutgers, lo citó en el “Journal of Political Economy” en 1990, denominando al cuento como “una alegoría monetaria”. Incluso el profesor Tim Ziaukas, de la Universidad de Pittsburgh, dijo en 1998 que “El Maravilloso Mago de Oz, fue escrito en un momento en que la sociedad norteamericana debatía intensamente sobre la ‘cuestión financiera’, y la ‘creación y circulación del dinero’. Los personajes del cuento representan a los que estaban profundamente involucrados en el debate: el espantapájaros representaba a los campesinos, el hombre de hojalata a los trabajadores de la industria, el león al abogado William Jennings Bryan y Dorothy era la arquetípica chica americana. O como dicen los americanos “a clean-cut girl”.

Siguiendo con Littlefield, el camino emprendido por Dorothy y los compañeros que va encontrando en el camino hacia la ciudad Esmeralda para pedir ayuda al Mago de Oz, estaba basada en la marcha de 1894 desde Ohio a Washington de un llamado “ejército industrial” liderado por Jacob Coxey. El objetivo de esta marcha era urgir al Congreso a regresar al sistema libre de deuda basado en los billetes denominados “Greenbacks” editados por el mismo gobierno y que venía de la época de Lincoln. Y ello para acabar con el sistema bancario, créditos y deuda que asfixiaban al pueblo llano, ya que los banqueros mundialistas habían logrado que fuese el oro y su moneda y no la del gobierno la que fuese la base de la economía. Hemos de ser conscientes de que en la década de 1890, se sufrió una crisis económica comparable con la Gran Depresión de 1929. Los agricultores eran tan ignorantes como el espantapájaros en asuntos de banca y contabilidad. En las ciudades, los desempleados de las empresas pesadas estaban tan “helados” como el hombre de hojalata, por la falta de dinero circulante libre y sin cargas abusivas para “engrasar” (como al personaje), las ruedas de la industria.

Por ello y como los populistas que arriba citamos, Dorothy y sus amigos descubren que tienen la fuerza para resolver sus propios problemas y conseguir sus sueños sin que nadie les esclavice o asuste. El espantapájaros busca un cerebro que le haga comprender las cosas, el hombre de hojalata el corazón que la mecanización y las fábricas le han hecho perder, el león la valentía que le falta al pueblo y que es lo que todos necesitan. Cuando se demuestra que la falsa magia del Mago de Oz no funciona, la bruja malvada se desvanece en manos de una chica indefensa, Dorothy y su perrito. Cuando el mago desaparece en su globo, el espantapájaros toma las riendas de Oz. El cuento muestra el llamado sueño y el espiritu americano, pero también explica un aspecto oscuro y es que hay gente que mueve los hilos a escondidas.

Y ¿qué quiere decir Oz? Cuando el poder de verdad se negó a regresar a los “Greenbacks” que pedía la marcha de Cox sobre Washington, el abogado Bryan propuso otra vía para resolver el problema de liquidez. El suministro de dinero podía ser complementado con monedas hechas de plata, un metal precioso más barato que el oro y con mayor disponibilidad. La plata era considerada como “la moneda de la Constitución”. Se buscó una valoración de la plata sobre el oro y se sugirió que 16 onzas de plata era equivalente a 1 onza de oro. La abreviatura de onza en inglés es “oz” y de ahí “Oz”. El mago de la Onza de Oro en Washington fue identificado como Marcus Hanna, el verdadero poder detrás (tras la cortina, como en el cuento), del Partido Republicano. Hanna controlaba las finanzas de la administración del presidente Mc Kinley.

Veamos de nuevo el cuento con una óptica diferente y basada en lo que hemos comentado: la historia empieza en una árida granja de Kansas, donde Dorothy vive con sus abuelos, gente muy seria y que “nunca rien” (la crisis de 1890 afectó a los granjeros y campesinos de forma brutal). Un tornado aparece, alegoria a Bryan y su aparición, y se lleva a la chica y la granja al mágico mundo de Oz o el sueño americano que podría ser… La casa cae sobre la Malvada Bruja del Este, que representa a los banqueros de Wall Street y su hombre fuerte en la época Grover Cleveland, que tiene en la esclavitud a los Munchkins, los diminutos habitantes, que representan a los granjeros y trabajadores de las fábricas convertidos en enanos por la presión de la banca mundialista y la deuda.

Por haber matado a la Malvada Bruja del Este, Dorothy recibe como premio unas zapatillas plateadas mágicas (así en el libro, pero no en la película donde se quería potenciar el technicolor), que es la solución de los Populistas, la plata y que se las entrega al Hada Buena del Norte. En aquella época el norte era la zona fuerte de los populistas. Esas zapatillas plateadas tienen el poder mágico de solucionar el dilema de Dorothy, al igual que la plata como pedía el abogado Bryan, hubiese solucionado los problemas de la clase trabajadora. Dorothy quería regresar a Kansas, pero no era consciente del poder de sus zapatillas y se dirige hacia la Ciudad Esmeralda (Washington D.C.) para pedir ayuda al Mago de Oz, como el aparentemente todo poderoso presidente de los Estados Unidos cuyas cuerdas son movidas por financieros escondidos tras unas cortinas.

Se le dice a Dorothy que la carretera a Ciudad Esmeralda está pavimentada con adoquines amarillos y que no debe perderse. Es una alegoria al oro que era el debate en aquel momento. Como la Ciudad Esmeralda o el poderoso Mago de Oz, los adoquines amarillos se volverán una ilusión, un espejismo.

Lo que devolverá a la chica a su casa serán las zapatillas plateadas. En su viaje Dorothy se encuentra con el espantapájaros que busca un cerebro, el ingenuo pero inteligente granjero al que se mantenía en la inopia sobre las políticas financieras del gobierno. Luego se encuentra con el hombre de hojalata que busca un corazón, y que es el trabajador a pie de máquina “congelado” por el desempleo y por la inhumana mecanización. La Malvada Bruja del Este que ha cortado partes del cuerpo del hombre de hojalata, representa la magia negra de los banqueros de Wall Street, cuyo “patrón oro”permite menos dinero en el sistema del que se debe colectivamente a los bancos, provocando que los activos de las clases trabajadoras fuesen devoradas sistematicamente por la deuda y procando la crisis y la pobreza.

El tercer amigo de Dorothy es el león que busca la valentía y el coraje. Este personaje representa al abogado Bryan, cuyo rugir era poderoso pero que no tenía poder político real. Se le llegó a tildar de cobarde por sus oponentes, porque era pacifista y antiimperialista ante los avances americanos en Asia. El león queda dormido en uno de los campos en los campos de la bruja, sugiriendo la tendencia de Bryan a quedarse de lado en los asuntos americanos en referencia a las Guerras del Opio en extremo oriente. Ya que Bryan dirigía el Populismo, el león también representa a la gente, que es poderosa en grupo, pero que no son conscientes de ello. En la Ciudad Esmeralda, la gente debía llevar gafas verdes con un cierre de oro, sugiriendo que el papel moneda verde quedaba unido al oro.

Para llegar a su habitación en el Palacio Esmeralda, Dorothy ha de pasar por 7 pasajes y subir por 3 escaleras, en alusión al “crimen del 73”. El Acta de 1873 cambió el sistema monetario basado en dos metales preciosos, oro y plata, hacia el oro únicamente que manejaban los bancos en exclusividad. Dorothy y sus amigos piden ayuda al Mago de Oz, que les pide que deben vencer primero a la Malvada Bruja del Oeste. Es una alegoría que representaba la facción Mc Kinley/Rockefeller en Ohio, por aquel entonces un estado considerado del oeste. Los poderes financieros en aquel momento eran las facciones Morgan/WallStreet/Cleveland en el Este (la Malvada Bruja del Este), y Ohio con Rockefeller/McKinley/Hanna y el cartel de la Standard Oil de Rockefeller (la Malvada Bruja del Oeste).

Dorothy y su grupo ven como la Malvada Bruja del Oeste ha esclavizado a los Winkies amarillos y los Monos Alados, en una alusión a los trabajadores inmigrantes chinos que trabajaban en la línea ferrea Union-Pacific, los nativos americanos expulsados de sus tierras y los filipinos a los que McKinley negaba la independencia. Dorothy destruye a la bruja con un cubo de agua, sugiriendo que la lluvia podría acabar con la sequía, igual que la liquidez económica que la solución Populista podía dar al país. Cuando Dorothy y sus amigos se pierden en el bosque, se le dice que llame a los monos alados usando un sombrero dorado que ha encontrado en el armario de la bruja. Cuando lo monos llegan, su líder dice que ellos habían sido un pueblo de gente libre y feliz, pero que ahora eran los esclavos de la propietaria del sombrero dorado, independientemente de quién sea. Otra alegoria a los banqueros y su “patrón oro”. 

Cuando el sombrero cayó en manos de la Malvada Bruja del Oeste, la bruja los esclavizó y condujo al mismo Oz desde la Tierra del Oeste. Dorothy utilizó el poder del sombrero para llevar a su amigos hasta la Ciudad Esmeralda, donde descubren que el “Mago” sólo es una ilusión de humo y espejos dirigido por un hombrecito tras una cortina. Este hombrecito de Nebraska dice ser una farsante, sin poder real. También dice que uno de sus grandes temores siempre habían sido las brujas y que mientras él no tenía poderes mágicos de verdad, vio que las brujas eran capaces de hacer cosas maravillosas.

Si el Mago y su muñeco fueron Marcus Hanna y William McKinley, ¿quienes eran las brujas a las que tanto temía? Tras los banqueros de Wall Street habían poderosos financieros británicos mundialistas, que apoyaron economicamente a los Confederados en la Guerra Civil Americana y que trataron de dividir y conquistar America durante un siglo. McKinley fue un proteccionista que favoreció unas tarifas altísimas para mantener a todos esos merodeadores ingleses fuera de juego.

Cuando fue asesinado en 1901, no se pudo probar que hubo conspiración, pero sí hubo sospechas de que la alta finanza inglesa tuvo bastante que ver.

A pesar de que el Mago no tenía poderes, demostró una capacidad psicológica enorme ya que les demostró a Dorothy y a sus amigos que tenían el poder para resolver sus propios problemas y expresar sus sueños. El espantapájaros sólo necesitó un diploma para darse cuenta de que tenía un cerebro, el hombre de hojalata un corazón de seda y para el león un elixir de la valentía. El Mago le propone a Dorothy llevarla en su globo hasta Kansas, pero ella no puede subir a bordo en el último instante.

Luego buscan al Hada Buena del Sur, Glinda, que sabían que podía ayudarla a regresar a Kansas. El sur de los Estados Unidos siempre había sido favorable a la plata. Durante el camino se enfrentan a diferentes retos incluyendo una araña gigante y que es decapitada por el león de un certero zarpazo. Al igual que el abogado Bryan hubiese podido acabar con el monopolio bancario si hubiese ganado la presidencia. Cuando el grupo encuentra a Glinda, ésta revela a Dorothy que ya tiene el poder para regresar por sí misma y son sus zapatillas plateadas. Pero primero debe destruir el sombrero dorado que es la alegoria al restrictivo “patrón oro” que los banqueros mundialistas utilizaban y utilizan para esclavizar al pueblo. Cuando Dorothy despierta en Kansas, sus zapatillas de plata han desaparecido siendo una alegoria a la desaparición de la plata a finales del siglo XIX.

¿Cual es la secuela de Oz? Los Populistas no consiguieron sus objetivos, pero demostraron que un tercer partido podría influenciar en la política nacional. A pesar de que el león Bryan falló en su intento de detener los planes de los banqueros, el prototipo de Dorothy, Jacob Coxley, siguió en su esfuerzo y llegó a presentarse a las elecciones de 1930 frente al mismísimo Franklin D. Roosevelt. No es necesario decir que Coxley perdió las elecciones, pero reclamó que su propuesta de regresar al “Greenback” era el modelo para el “New Deal” que presentaba Roosevelt en su campaña. La diferencia era que el plan de Coxley hubiese sido financiado con una moneda libre de deuda, editada por el gobierno y basada en el modelo de Lincoln. Roosevelt financió el “New Deal” con dinero prestado, endeudando al país con el monopolio bancario mundialista, que de forma mágica creó el dinero de la nada, tal como el gobierno hubiese hecho en el plan de Coxley, pero sin endeudar al país con los bancos y la alta finanza.

¿Por qué Baum escribió este supuesto cuento para niños? Es cierto que no existe ninguna referencia escrita ni prueba que indique que este escritor quisiera escribir una alegoria sobre el dinero y la situación de los Estados Unidos en esa época. Pero no por ello no quiere decir que no fuese así. Baum fue un admirador del Populismo y hay referencias sólidas de ello. No era un activista, pero fue capaz de redactar un texto simbólico sobre lo que él veía que pasaba en su país y las soluciones que él consideraba más adecuadas. En esto era totalmente coherente con el Partido del Pueblo. También había participado en marchas con antorchas en favor del abogado Bryan.

Y aquí surge la pregunta: ¿hubiese sido la solución regresar al “patrón plata” y que el propio gobierno imprimiese el papel moneda sin pedirlo a entidades bancarias y financieras privadas creando una deuda que aún tienen los Estados Unidos? Ahí queda la pregunta, pero ¿usted qué opina?

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