Los cuentos para niños siempre se han asociado a situaciones fantasiosas y países imaginarios, que servían para estimular la imaginación de los más pequeños y que siempre contenían algún tipo de enseñanza. Sin embargo, hay otros desde “Alicia en el país de las Maravillas” de Lewis Carroll, 1865, donde éste no sólo da rienda suelta a su atracción por las niñas más pequeñas, sino que es todo un tratado de matemáticas y paradojas y una burla de la sociedad victoriana de la época, hasta el “Maravilloso Mago de Oz” de Frank Baum publicado en 1900 y sus increibles personajes que ocultan una crítica al sistema monetario en los Estados Unidos y a los financieros mundialistas que manejaban y manejan los hilos del sistema. ¿Qué curioso verdad?.
Empecemos por Frank Baum. Era de origen
germano (padre) y escocés (madre), de una familia bien situada
económicamente y cuyo padre tuvo negocios relacionados con el petróleo
en Pennsylvania. Fue un niño fantasioso que empezó a escribir a muy
temprana edad. Tras varias actividades relacionadas con la imprenta y el
teatro y haber vivído en Richburg y en Dakota del Sur, él, su mujer y
sus cuatro hijos se trasladaron a Chicago, donde comenzó a trabajar para
el Evening Post en una tarea de caracter comercial. Durante toda su
vida, escribió más de 50 novelas, casi 100 relatos cortos, poemas, etc…
Frente a sesudos, incomprensibles e inoperantes tratados de economía
de catedráticos y financieros, “El Maravilloso Mago de Oz” nos presenta
todo un tratado de economía de forma fresca, pero profunda. Muchos de
los millones de personas que conocen el texto y vieron la película de
1939, no podían sospechar lo que de verdad se ocultaba en las
imaginativas situaciones, lugares y personajes que el cuento tiene. Y
menos podían imaginar que los personajes del cuento están basados en
personas de verdad, que tenían la respuesta a los muchos problemas
financieros que tenemos incluso en la actualidad.
El primero que observó la lectura alusiva a la economía que tiene el
relato fue un profesor, autor e historiador llamado Henry M.
Littlefield, que en 1964 denominó al cuento como “una parábola del
Populismo”, refiriendose al Partido del Pueblo que se enfrentó al
monopolio de la banca a finales del siglo XIX en Estados Unidos También
el economista Hugh Rockoff de la Universidad de Rutgers, lo citó en el
“Journal of Political Economy” en 1990, denominando al cuento como “una
alegoría monetaria”. Incluso el profesor Tim Ziaukas, de la Universidad
de Pittsburgh, dijo en 1998 que “El Maravilloso Mago de Oz, fue escrito
en un momento en que la sociedad norteamericana debatía intensamente
sobre la ‘cuestión financiera’, y la ‘creación y circulación del
dinero’. Los personajes del cuento representan a los que estaban
profundamente involucrados en el debate: el espantapájaros representaba a
los campesinos, el hombre de hojalata a los trabajadores de la
industria, el león al abogado William Jennings Bryan y Dorothy era la
arquetípica chica americana. O como dicen los americanos “a clean-cut girl”.
Siguiendo con Littlefield, el camino emprendido por Dorothy y los
compañeros que va encontrando en el camino hacia la ciudad Esmeralda
para pedir ayuda al Mago de Oz, estaba basada en la marcha de 1894 desde
Ohio a Washington de un llamado “ejército industrial” liderado por
Jacob Coxey. El objetivo de esta marcha era urgir al Congreso a regresar
al sistema libre de deuda basado en los billetes denominados
“Greenbacks” editados por el mismo gobierno y que venía de la época de
Lincoln. Y ello para acabar con el sistema bancario, créditos y deuda
que asfixiaban al pueblo llano, ya que los banqueros mundialistas habían
logrado que fuese el oro y su moneda y no la del gobierno la que fuese
la base de la economía. Hemos de ser conscientes de que en la década de
1890, se sufrió una crisis económica comparable con la Gran Depresión de
1929. Los agricultores eran tan ignorantes como el espantapájaros en
asuntos de banca y contabilidad. En las ciudades, los desempleados de
las empresas pesadas estaban tan “helados” como el hombre de hojalata,
por la falta de dinero circulante libre y sin cargas abusivas para
“engrasar” (como al personaje), las ruedas de la industria.
Por ello y como los populistas que arriba citamos, Dorothy y sus
amigos descubren que tienen la fuerza para resolver sus propios
problemas y conseguir sus sueños sin que nadie les esclavice o asuste.
El espantapájaros busca un cerebro que le haga comprender las cosas, el
hombre de hojalata el corazón que la mecanización y las fábricas le han
hecho perder, el león la valentía que le falta al pueblo y que es lo que
todos necesitan. Cuando se demuestra que la falsa magia del Mago de Oz
no funciona, la bruja malvada se desvanece en manos de una chica
indefensa, Dorothy y su perrito. Cuando el mago desaparece en su globo,
el espantapájaros toma las riendas de Oz. El cuento muestra el llamado
sueño y el espiritu americano, pero también explica un aspecto oscuro y
es que hay gente que mueve los hilos a escondidas.
Y ¿qué quiere decir Oz? Cuando el poder de verdad se negó a regresar a
los “Greenbacks” que pedía la marcha de Cox sobre Washington, el
abogado Bryan propuso otra vía para resolver el problema de liquidez. El
suministro de dinero podía ser complementado con monedas hechas de
plata, un metal precioso más barato que el oro y con mayor
disponibilidad. La plata era considerada como “la moneda de la
Constitución”. Se buscó una valoración de la plata sobre el oro y se
sugirió que 16 onzas de plata era equivalente a 1 onza de oro. La
abreviatura de onza en inglés es “oz” y de ahí “Oz”. El mago de la Onza
de Oro en Washington fue identificado como Marcus Hanna, el verdadero
poder detrás (tras la cortina, como en el cuento), del Partido
Republicano. Hanna controlaba las finanzas de la administración del
presidente Mc Kinley.
Veamos de nuevo el cuento con una óptica diferente y basada en lo que
hemos comentado: la historia empieza en una árida granja de Kansas,
donde Dorothy vive con sus abuelos, gente muy seria y que “nunca rien”
(la crisis de 1890 afectó a los granjeros y campesinos de forma brutal).
Un tornado aparece, alegoria a Bryan y su aparición, y se lleva a la
chica y la granja al mágico mundo de Oz o el sueño americano que podría
ser… La casa cae sobre la Malvada Bruja del Este, que representa a los
banqueros de Wall Street y su hombre fuerte en la época Grover
Cleveland, que tiene en la esclavitud a los Munchkins, los diminutos
habitantes, que representan a los granjeros y trabajadores de las
fábricas convertidos en enanos por la presión de la banca mundialista y
la deuda.
Por haber matado a la Malvada Bruja del Este, Dorothy recibe como
premio unas zapatillas plateadas mágicas (así en el libro, pero no en la
película donde se quería potenciar el technicolor), que es la solución
de los Populistas, la plata y que se las entrega al Hada Buena del
Norte. En aquella época el norte era la zona fuerte de los populistas.
Esas zapatillas plateadas tienen el poder mágico de solucionar el dilema
de Dorothy, al igual que la plata como pedía el abogado Bryan, hubiese
solucionado los problemas de la clase trabajadora. Dorothy quería
regresar a Kansas, pero no era consciente del poder de sus zapatillas y
se dirige hacia la Ciudad Esmeralda (Washington D.C.) para pedir ayuda
al Mago de Oz, como el aparentemente todo poderoso presidente de los
Estados Unidos cuyas cuerdas son movidas por financieros escondidos tras
unas cortinas.
Se le dice a Dorothy que la carretera a Ciudad Esmeralda está
pavimentada con adoquines amarillos y que no debe perderse. Es una
alegoria al oro que era el debate en aquel momento. Como la Ciudad
Esmeralda o el poderoso Mago de Oz, los adoquines amarillos se volverán
una ilusión, un espejismo.
Lo que devolverá a la chica a su casa serán
las zapatillas plateadas. En su viaje Dorothy se encuentra con el
espantapájaros que busca un cerebro, el ingenuo pero inteligente
granjero al que se mantenía en la inopia sobre las políticas financieras
del gobierno. Luego se encuentra con el hombre de hojalata que busca un
corazón, y que es el trabajador a pie de máquina “congelado” por el
desempleo y por la inhumana mecanización. La Malvada Bruja del Este que
ha cortado partes del cuerpo del hombre de hojalata, representa la magia
negra de los banqueros de Wall Street, cuyo “patrón oro”permite menos
dinero en el sistema del que se debe colectivamente a los bancos,
provocando que los activos de las clases trabajadoras fuesen devoradas
sistematicamente por la deuda y procando la crisis y la pobreza.
El tercer amigo de Dorothy es el león que busca la valentía y el
coraje. Este personaje representa al abogado Bryan, cuyo rugir era
poderoso pero que no tenía poder político real. Se le llegó a tildar de
cobarde por sus oponentes, porque era pacifista y antiimperialista ante
los avances americanos en Asia. El león queda dormido en uno de los
campos en los campos de la bruja, sugiriendo la tendencia de Bryan a
quedarse de lado en los asuntos americanos en referencia a las Guerras
del Opio en extremo oriente. Ya que Bryan dirigía el Populismo, el león
también representa a la gente, que es poderosa en grupo, pero que no son
conscientes de ello. En la Ciudad Esmeralda, la gente debía llevar
gafas verdes con un cierre de oro, sugiriendo que el papel moneda verde
quedaba unido al oro.
Para llegar a su habitación en el
Palacio Esmeralda, Dorothy ha de pasar por 7 pasajes y subir por 3
escaleras, en alusión al “crimen del 73”. El Acta de 1873 cambió el
sistema monetario basado en dos metales preciosos, oro y plata, hacia el
oro únicamente que manejaban los bancos en exclusividad. Dorothy y sus
amigos piden ayuda al Mago de Oz, que les pide que deben vencer primero a
la Malvada Bruja del Oeste. Es una alegoría que representaba la facción
Mc Kinley/Rockefeller en Ohio, por aquel entonces un estado considerado
del oeste. Los poderes financieros en aquel momento eran las facciones
Morgan/WallStreet/Cleveland en el Este (la Malvada Bruja del Este), y
Ohio con Rockefeller/McKinley/Hanna y el cartel de la Standard Oil de
Rockefeller (la Malvada Bruja del Oeste).
Dorothy y su grupo ven como la Malvada
Bruja del Oeste ha esclavizado a los Winkies amarillos y los Monos
Alados, en una alusión a los trabajadores inmigrantes chinos que
trabajaban en la línea ferrea Union-Pacific, los nativos americanos
expulsados de sus tierras y los filipinos a los que McKinley negaba la
independencia. Dorothy destruye a la bruja con un cubo de agua,
sugiriendo que la lluvia podría acabar con la sequía, igual que la
liquidez económica que la solución Populista podía dar al país. Cuando
Dorothy y sus amigos se pierden en el bosque, se le dice que llame a los
monos alados usando un sombrero dorado que ha encontrado en el armario
de la bruja. Cuando lo monos llegan, su líder dice que ellos habían sido
un pueblo de gente libre y feliz, pero que ahora eran los esclavos de
la propietaria del sombrero dorado, independientemente de quién sea.
Otra alegoria a los banqueros y su “patrón oro”.
Cuando el sombrero cayó
en manos de la Malvada Bruja del Oeste, la bruja los esclavizó y
condujo al mismo Oz desde la Tierra del Oeste. Dorothy utilizó el poder
del sombrero para llevar a su amigos hasta la Ciudad Esmeralda, donde
descubren que el “Mago” sólo es una ilusión de humo y espejos dirigido
por un hombrecito tras una cortina. Este hombrecito de Nebraska dice ser
una farsante, sin poder real. También dice que uno de sus grandes
temores siempre habían sido las brujas y que mientras él no tenía
poderes mágicos de verdad, vio que las brujas eran capaces de hacer
cosas maravillosas.
Si el Mago y su muñeco fueron Marcus Hanna y William McKinley,
¿quienes eran las brujas a las que tanto temía? Tras los banqueros de
Wall Street habían poderosos financieros británicos mundialistas, que
apoyaron economicamente a los Confederados en la Guerra Civil Americana y
que trataron de dividir y conquistar America durante un siglo. McKinley
fue un proteccionista que favoreció unas tarifas altísimas para
mantener a todos esos merodeadores ingleses fuera de juego.
Cuando fue
asesinado en 1901, no se pudo probar que hubo conspiración, pero sí hubo
sospechas de que la alta finanza inglesa tuvo bastante que ver.
A pesar de que el Mago no tenía poderes, demostró una capacidad
psicológica enorme ya que les demostró a Dorothy y a sus amigos que
tenían el poder para resolver sus propios problemas y expresar sus
sueños. El espantapájaros sólo necesitó un diploma para darse cuenta de
que tenía un cerebro, el hombre de hojalata un corazón de seda y para el
león un elixir de la valentía. El Mago le propone a Dorothy llevarla en
su globo hasta Kansas, pero ella no puede subir a bordo en el último
instante.
Luego buscan al Hada Buena del Sur, Glinda, que sabían que podía
ayudarla a regresar a Kansas. El sur de los Estados Unidos siempre había
sido favorable a la plata. Durante el camino se enfrentan a diferentes
retos incluyendo una araña gigante y que es decapitada por el león de un
certero zarpazo. Al igual que el abogado Bryan hubiese podido acabar
con el monopolio bancario si hubiese ganado la presidencia. Cuando el
grupo encuentra a Glinda, ésta revela a Dorothy que ya tiene el poder
para regresar por sí misma y son sus zapatillas plateadas. Pero primero
debe destruir el sombrero dorado que es la alegoria al restrictivo
“patrón oro” que los banqueros mundialistas utilizaban y utilizan para
esclavizar al pueblo. Cuando Dorothy despierta en Kansas, sus zapatillas
de plata han desaparecido siendo una alegoria a la desaparición de la
plata a finales del siglo XIX.
¿Cual es la secuela de Oz? Los Populistas no consiguieron sus
objetivos, pero demostraron que un tercer partido podría influenciar en
la política nacional. A pesar de que el león Bryan falló en su intento
de detener los planes de los banqueros, el prototipo de Dorothy, Jacob
Coxley, siguió en su esfuerzo y llegó a presentarse a las elecciones de
1930 frente al mismísimo Franklin D. Roosevelt. No es necesario decir
que Coxley perdió las elecciones, pero reclamó que su propuesta de
regresar al “Greenback” era el modelo para el “New Deal” que presentaba
Roosevelt en su campaña. La diferencia era que el plan de Coxley hubiese
sido financiado con una moneda libre de deuda, editada por el gobierno y
basada en el modelo de Lincoln. Roosevelt financió el “New Deal” con
dinero prestado, endeudando al país con el monopolio bancario
mundialista, que de forma mágica creó el dinero de la nada, tal como el
gobierno hubiese hecho en el plan de Coxley, pero sin endeudar al país
con los bancos y la alta finanza.
¿Por qué Baum escribió este supuesto cuento para niños? Es cierto que
no existe ninguna referencia escrita ni prueba que indique que este
escritor quisiera escribir una alegoria sobre el dinero y la situación
de los Estados Unidos en esa época. Pero no por ello no quiere decir que
no fuese así. Baum fue un admirador del Populismo y hay referencias
sólidas de ello. No era un activista, pero fue capaz de redactar un
texto simbólico sobre lo que él veía que pasaba en su país y las
soluciones que él consideraba más adecuadas. En esto era totalmente
coherente con el Partido del Pueblo. También había participado en
marchas con antorchas en favor del abogado Bryan.
Y aquí surge la
pregunta: ¿hubiese sido la solución regresar al “patrón plata” y que el
propio gobierno imprimiese el papel moneda sin pedirlo a entidades
bancarias y financieras privadas creando una deuda que aún tienen los
Estados Unidos? Ahí queda la pregunta, pero ¿usted qué opina?
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