lunes, 8 de diciembre de 2014

SECRETOS ENTRE PAÍSES 1/2 (Editado originalmente el 3/11/2013)

Ahora que se han destapado las escuchas-espías de USA sobre países aliados (nada nuevo, por otro lado, de qué nos extrañamos...), parece que el mundo ha descubierto de repente lo peligroso y poco protegidos que están nuestros mensajes verbales o escritos por el teléfono móvil o lo que escribimos y vemos en Internet. Es evidente que dejamos una huella cada vez que marcamos un número de teléfono o entramos en una página web y el rastro es seguido por todo aquel estado que lo desee.  Nunca había pasado en la historia algo así. Nunca hemos estado más desprotegidos, ni más en manos del estado-policía para el que todos somos somos sospechosos. Siempre he dicho que la tecnología avanza, nunca va hacia atrás y si un sistema de control hoy alcanza 1.000, en poco tiempo alcanzará 100.000 y poco después 1.000.000 y así hasta el infinito. No seamos pusilánimes. Lo que hemos de saber es que eso existe y defendernos frente al “Hermano Mayor”.

Todo esto viene a cuento por la noticia aparecida estos días de que tanto en Francia como en USA, Israel ha estado involucrada en este seguimiento masivo de comunicaciones entre los estados y las comunicaciones privadas entre ciudadanos. Por supuesto Israel da la callada por respuesta y la culpa cae sobre los USA y otros estados en Europa. Tampoco es nada nuevo. Israel siempre ha luchado por sus intereses pasando por encima de quien hiciese falta y sin dar explicaciones a nadie. Y si alguien se quejaba, se le tildaba de anti-semita y fin de la historia. Pero estos movimientos “bajo la mesa” entre USA e Israel, vienen de lejos y no es la primera vez que Israel deja a los USA a los pies de los caballos. Ha sido su proceder habitual con un aliado que ha hecho morir a sus hijos por ese pequeño país de Oriente Medio, cuyos ciudadanos están diseminados por todo el planeta.

Recuerdo que en 1968, Richard Helm, director de la “Central Intelligence”, escribió urgentemente al Fiscal General de los USA, Ramsey Clark y al presidente Lyndon B. Johnson, que parte del uranio altamente enriquecido que se usaba en la central nuclear israelí de Dimona, había sido robado en los  Estados Unidos. LB Johnson le contestó “No se lo diga a nadie, ni siquiera a Dean Rusk (Secretario de Estado), ni a Robert McNamara (Secretario de Defensa)". El FBI puso en marcha una profunda investigación a la inexplicable pérdida de la NUMEC (Nuclear Materials and Equipment Corporation) de Pennsylvania, y las muy sospechosas actividades y conexiones israelíes con los americanos que allí trabajaban. Se encargó a la CIA saber qué estaba pasando en Israel, y obtuvo miles de documentos sobre el incidente. Los mandos de la CIA que estaban en  una posición que les permitía saber qué había ocurrido de forma no-oficial, dijeron que durante décadas habían habido por parte de la CIA, unas maniobras de distracción que habían frustrado la desclasificación y entrega de los memorandums de Lyndon B. Johnson sobre este asunto.

En este pasado mes de Octubre, concretamente el día 18, la única agencia capaz de pasar por encima de la CIA, el ISCAP (Interagency Security Classification Appeals Panel), envió una nota diciendo que los americanos no estaban todavía preparados para conocer el contenido de esos memorandums. Esta negativa a la desclasificación pública de secretos de hace décadas sobre las relaciones secretas USA-Israel, no es única en la historia americana. A pesar de que Barack Hussein Obama y su administración prometieron una transparencia sin precedentes, han castrado la posibilidad de que los ciudadanos sean informados sobre temas clave en política interior y exterior de su propio país.

El antiguo Secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld, dijo en 2006 algo ante los periodistas que fue muy comentado durante una reunión sobre la guerra de Irak. Era un trabalenguas “Hay datos conocidos. Eso son cosas que sabemos que conocemos. Pero también hay datos conocidos desconocidos. Es decir, hay cosas que sabemos, que no sabemos. Pero también hay datos conocidos desconocidos. Hay cosas que no sabemos que no sabemos”. El que lo entienda que lo compre... El secretismo de la administración Bush y las declaraciones de Rumsfeld fracasaron en evitar que el público no se diese cuenta gradualmente que la invasión se basó en pretextos pre-fabricados. Y la debacle de Irak se podía haber evitado si los americanos hubiesen estado mejor informados. Eso nos demuestra lo bien que funciona el sistema de comunicación masiva para desinformar o hacer creer a la gente lo que no es.

Muchos oficiales y mandos que sabían lo que había sucedido se llevaron sus secretos a la tumba. Como un producto del poder y la nefasta influencia del lobby israelí, el montón de “datos conocidos desconocidos” es enorme. Muchos ciudadanos curiosos y periodistas “libres” han querido saber cual esa relación especial USA-Israel, amparándose en la FOIA (Freedom of Information Act). Pero ha resultado en vano en todos los casos ya que el manto protector del gobierno USA ha impedido entrar en ese espinoso terreno. Se pueden repasar algunos asuntos sobre estas particulares relaciones USA-Israel, donde queda claro que el poder de influencia, corrupción y chantaje del lobby israelí en los USA, es la única explicación posible de por qué siguen siendo secreto muchos asuntos de primer orden que, al final nos afectan o han afectado, a todos.

Por ejemplo, la política israelí de Henry Morgenthau hijo, relacionada con el nacimiento de Israel. Algunos investigadores dicen que el antiguo Secretario del Tesoro de Delano Roosevelt, estuvo presente en la reunión de 1945 de los Sionistas Americanos, con el director de la Agencia Judía David Ben-Gurion, para poner en marcha la red de contrabando llamada Haganah, para robar, comprar ilegalmente y aprovecharse de los sobrantes de armas de la II Guerra Mundial de los USA, para los terroristas judíos en Palestina. Este fue el primer mayor desafío del lobby judío a la soberanía USA. Pasó exitosamente por encima de la política USA de neutralidad y leyes de exportación de armas. Otros investigadores también sustentan que Morgenthau también fue pieza fundamental en la financiación ilícita para el programa clandestino de armas atómicas, en oposición directa a la política de los presidente americanos.

El polvoriento dossier de 10.000 páginas del FBI sobre Morgenthau, numerado 105-HQ-188123 (el  código 105 significa “contra-inteligencia extranjera”), que incluye documentos interceptados de Israel a Morgenthau, podría aclarar todos estos puntos citados. A pesar de que el FBI dice, tras un proceso que empezó en 2010, que había desclasificado totalmente el “archivo Morgenthau”, los censores habían “blanqueado” casi cada página con un rodillo de tinta negra. Y aquí surge la pregunta “¿Qué hacen altos mandos con fuertes lazos con Israel y su lobby, que políticamente están agregados al Departamento del Tesoro USA, burlándose de las leyes USA con su propia coordinación extranjera de movimientos políticos? Parece que el FBI y el Departamento de Justicia creen que los ciudadanos americanos no están preparados para saberlo...

Otro ejemplo, el famoso “Caso Lavon”, durante la presidencia de Eisenhower. En 1954 el gobierno israelí lanzó la llamada “Operación Susannah”, que fue el ataque terrorista de falsa bandera contra instalaciones militares USA en Egipto. Los integrantes de este operativo fueron rápidamente arrestados cuando sus explosivos estallaron antes de hora. Ese fallo abrió la crisis que he indicado más arriba bajo el nombre de “Caso Lavon”. El presidente Eisenhower, rodeado periódicamente por los lobistas del “American Zionist Council” que le urgían a enviar dinero y armas a Israel, deberían de haber aprendido algunas duras lecciones sobre las relaciones USA-Israel tras el incidente. Sin embargo, el archivo presidencial de Eisenhower, que no está sujeto a la FOIA, nunca ha publicado nada revelador sobre cómo reaccionó el gobierno USA al pretendido ataque de falsa bandera. Una pequeña solicitud de esos archivos sólo consiguió la desclasificación de una opinión no especificada en la que el Comandante en Jefe creía que los israelíes eran “fanáticos”. Pero el objetivo de esa operación de falsa bandera, atacando para mantener a las tropas USA estacionadas en la zona del  Canal de Suez y para que respondiesen a los “militantes egipcios”, parecía totalmente racional a Israel y seguramente para muchos de los que apoyaban esas políticas en los USA que habían luchado para minimizar la importancia del “Caso Lavon”. En la actualidad los archiveros de Eisenhower dicen que hay una cantidad enorme de documentación sin “procesar” todavía...

Otro ejemplo que he citado más arriba, el robo de material nuclear de la NUMEC en Pennsylvania. Incluso en 2013, la CIA se resiste a entregar miles de documentos y archivos sobre el asunto NUMEC y ello viene de la decisión secreta de 1979 de John H. Stein, Director de Operaciones de la CIA.  Stein dijo que la entrega incluso de un pequeña porción de esa documentación de la CIA, era imposible “por la necesidad de tener una posición coordinada de la Rama Ejecutiva y nuestro deseo de proteger un valioso y sensible equilibrio de esa coordinación” En Roman Paladino, Stein decía que los ciudadanos americanos no tienen todavía la confirmación oficial de la CIA del robo del uranio, porque entonces el presidente USA debería detener ese sinsentido de “ambigüedad estratégica” y explicar lo que la inteligencia israelí estaba canalizando hacia los USA.

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