Se puede negar a Dios, pero no algunos dogmas históricos: Le
Pen, condenado por opinar que la ocupación nazi de Francia “no fue
particularmente inhumana”
Os incluyo el artículo de redacción aparecido hoy en Alerta Digital,
sobre la multa impuesta a Jean Marie Le Pen por dar su opinión sobre la
ocupación alemana de Francia durante al II Guerra Mundial. He de decir
que la opinión de Le Pen coincide plenamente con la de Carles Fontserè,
el famoso dibujante y cartelista republicano exiliado, que vivió la
ocupación alemana durante la guerra en París y que refleja en su libro
(no reeditado, lógicamente) “UN EXILIADO DE TERCERA. En París durante la Segunda Guerra Mundial”, Editorial Acantilado, Barcelona, 2004. A quien lo pueda conseguir se lo recomiendo encarecidamente. Pero vayamos al artículo:
¿Habría respondido la Justicia francesa con la misma firmeza de haber
sostenido Jean Marie Le Pen que la ocupación estalinista de la Europa
del Este estuvo exenta de la crueldad de la que hablan algunos
historiadores, pocos? ¿Habrían condenado a Jean Marie Le Pen por negar a
Dios o por cuestionar la exactitud de los textos sagrados?
En la Europa del 2012 hay verdades reales, verdades oficiales y
verdades absolutas. A esta última clase pertenecen aquellas que no
pueden ser revisadas ni puestas en cuestión. Puedes negar a Dios,
cuestionar la importancia de la familia, zaherir la moral tradicional,
rechazar la autoridad moral del Papa, anatemizar la democracia, pero no
puedes someter a revisión algunos capítulos de la historia contemporánea
europea, que han sido establecidos como dogmas de fe de obligado
acatamiento.
El tribunal de apelación de París (Francia) ha condenado este jueves a
tres meses de prisión exentos de cumplimiento y a 10.000 euros de multa
al fundador del partido Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, por
declarar que la ocupación nazi de Francia “no fue particularmente
inhumana”, según ha informado Le Monde.
La sentencia, que Le Pen recurrirá, ha confirmado la condena que
pronunció el Tribunal Correccional de París en 2008 en relación con las
declaraciones del político en una entrevista en 2005. Entonces, el
todavía líder del FN -actualmente es su hija, Marine Le Pen, la que
lidera el partido- aseguró a la revista Rivarol que “en Francia la
ocupación alemana no fue particularmente inhumana, pese a que hubo
algunos atropellos, inevitables en un país de 550.000 kilómetros
cuadrados”.
Le Pen afirmó, en la misma entrevista, que la Gestapo tuvo algún
papel positivo, como cuando, según su relato, detuvo la matanza del
pueblo de Villeneuve d’Ascq -en la que fusilaron a 86 franceses-,
perpetrada en la noche del 1 de abril de 1944 por un oficial germano,
furioso porque uno de sus escuadrones había sufrido un atentado. La
Justicia dictó entonces, y ha ratificado ahora, una condena por
‘contestación de crímenes contra la humanidad’ y ‘apología de crímenes
de guerra’.
No es la primera vez que Le Pen es condenado por sus declaraciones.
En 2005 le impusieron una multa de 10.000 euros por unas palabras contra
los inmigrantes y en 1998 una pena similar por defender la desigualdad
de razas. En 1997 le condenaron por decir que las cámaras de gas fueron
“un detalle de la historia”, y ocho años antes había sido sancionado por
negar su existencia.
A Le Pen le habría compensado más declarar que Joseph Stalin en
realidad era tan inofensivo como una ursulina y que los 60 millones de
asesinados por el comunismo en realidad en realidad murieron como
consecuencia de un resfriado.
Este es el artículo de Alerta Digital y ¿usted qué opina?
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