La historia está llena de personajes que no tienen proyección pública o no aparecen habitualmente en los grandes medios, pero que son fundamentales para escribir la historia y entender cómo funcionan las cosas. No los conoce casi nadie, salvo los iniciados o que tiene que ver con el personaje en cuestión. Suelen ser sinuosos, muchas veces soberbios, pero que tienen claro el camino que debe seguir en función de sus objetivos. Todos ellos contra los demás y para conseguir el dominio absoluto de sus congéneres. Unos de ellos es Joseph Retinger. Hablemos de él y de su vida y milagros.
Muchos de los complicados caminos de la política internacional no se entienden sin la presencia de Joseph Retinger. Este hombre escribió un libro (que recomiendo para saber cómo funcionan las cosas), titulado sin empacho “Memorias de una Eminencia Gris”. A pesar de su soberbia seguramente lo era por su falta de escrúpulos. Nacido en Cracovia en 1888, quedó huérfano de niño con sólo cuatro años. Su padre, fue un judío multimillonario. Quien hizo de padre para él durante esos años tan importantes fue un aristócrata, el conde Ladislas Zamoysky. En su juventud siguió estudios en La Sorbona y allí conoció a André Gide y más tarde al escritor británico de raíces polacas, Joseph Conrad. Allí Retinger recibe un baño de idealismo (Gide) y de realismo (Conrad). Es lógico que Retinger se decantase más por Conrad que, además, era amigo de Bernard Shaw, quien le presentó al editor Walter Hines y éste al “Coronel” Mendel House. Este último era masón de la Logía “Masters of Wisdom”, al igual que Retinger, que a esas alturas era un alto grado de la masonería sueca.
El “Coronel” es decisivo para que Retinger se relacione con la “Round Table” y con el CFR, donde ejercía el “Coronel”, además de su asesoría al presidente de los USA, Wilson. En 1913, Retinger comenzó a ejercer como agente al servicio del gobierno polaco y un año después montó en Londres un llamado “Polish Bureau”, que ejercía de lobby en la city y relacionado con el Consejo Nacional Polaco de Dmowski. Todo eso coincidió con un esfuerzo nacionalista polaco para unir a prusianos, austríacos, rusos que vivían dentro de Polonia. Sin embargo y aún se discute el por qué, Reyinger fue expulsado de Inglaterra en 1916, en plena I Guerra Mundial. Se refugió en España ya que tenía un contacto, el reverendo, conde y general de los jesuitas Ledochowski. A través de este religioso, contactó con Sixto de Borbón-Parma y el emperador Carlos I de Austria, con la idea de negociar una paz por separado entre los aliados y Austria únicamente. No nos engañemos, esta operación estaba diseñada por el “Coronel” Mandel House, ni tampoco nos engañemos en el interés de ambos personajes, Retinger y el “Coronel”, para desmantelar los imperios centrales europeos. Todo ello en consonancia con los principios masónicos de enemigos de las “monarquías absolutas”.
Es interesante saber de donde viene este desmantelamiento. Viene de más atrás, de los “Iluminados de Baviera”, donde ya se significaba esa oposición desde 1717, y la interpretación cabalística de los 10 “sefirots”, donde se suponía que el primero de ellos “keter” (la corona), equivalía al poder supremo conseguido mediante la sabiduría, pero que dicho poder, en las monarquías europeas se había invertido debido a la destrucción de la Orden del Temple, convirtiéndose “keter”, en sinónimo de despotismo y absolutismo., siendo así la llegada de la “era de la luz”, uno de los objetivos de la masonería y que pasaba, necesariamente, por el derrocamiento de las monarquías absolutas. Las últimas en 1914 eran las herederas del Sacro Imperio Romano-Germánico, con el kaiser alemán y el emperador austríaco. Explicado esto, sigamos con nuestro amigo Retinger.
Cuando el “Coronel” funda lo que será el embrión del futuro CFR, Retinger estaba en México, trabajando en la creación de un partido laborista de origen “fabiano” que defendía la nacionalización de las empresas petrolíferas USA en México. Retinger fue a USA para negociar este asunto y fue encarcelado como enemigo de país. Se le liberó pronto por los manejos del “Coronel” y regresó a México donde el PRI, partido masónico donde los haya, le encarga que negocie con el Vaticano el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Allí hace valer sus excelentes contactos con los mandamases católicos, a través de Ledochowski. Retinger consigue el objetivo, regresa a México y en 1924 organiza allí la Conferencia Internacional del Trabajo, por cuenta del gobierno polaco del general Sikorski, Gran Maestre de la masonería también. Creo que Sikorski cambió su postura hacia una más pro-británica en vez de pro-francesa, según se desprende del libro de Retinger. esto no gustó a los alemanes y fue una de las bases del inicio de la II Guerra Mundial.
Cuando Sikorski se instaló en su exilio francés, los alemanes aún ni habían pasado por debajo del Arco del Triunfo, Retinger se convierte en Consejero Oficial del Gobierno Polaco en el exilio. Cuando el ejército alemán entra en Francia, Retinger organizó la salida de Sikorski a Inglaterra, ya que es buen amigo de Winston Churchill. Cuando Alemania entra en Rusia, Retinger fue enviado a Moscú como “encargado de asuntos polacos”, aunque sin gran entidad ya que los bolcheviques no demuestran interés en este representante de un gobierno “no amigo” para los intereses comunistas y con el que no faltan fricciones. En esas fechas se descubrirán las “fosas de Katyn” y el misterioso accidente aéreo de Sikorski sobre Gibraltar. En 1945 nadie apuesta por el aventurero Retinger que debía haber ido en el avión de Sikorki.
Pero como buen superviviente, Retinger tenía claros sus objetivos. Si en 1940 ya quería hacer realidad uno de sus proyectos que fue impedido por los panzers alemanes y que era la nacionalidad común franco-inglesa que fue tratada en profundidad por Churchill y Reynaud, al acabar la guerra estaba atento a los intentos europeistas del llamado “padre de Europa” Paul Henri Spaak y su Movimiento Europeo. En 1947 encontramos a Retinger como presidente de la sección francesa de una Asociación Internacional para la Unidad Europea, presidida por otro miembro del Movimiento Europeo y amigo de Spaak, Paul van Zeeland. La asociación de Retinger estaba invadida de agentes soviéticos, como otros movimientos europeístas, y creo que eso demuestra la importancia de la iniciativa de unión. En 1948 y a través de su asociación, Retinger organizó un Congreso de Europa en La Haya. Recibió para ello el apoyo de Jean Monnet y Robert Schuman. También se le relaciona con Sean Mac Bride premio Nobel y Lenin de la Paz y muy influyente en la UNESCO.
En cuanto a Spaak , que acabaría siendo Primer Ministro belga y Ministro de Relaciones Internacionales, fundó la rama belga del CFR, el Institut Royal del Relations Internationales, declarándolo de utilidad pública el 25/2/1947. Spaak era fabiano, promotor de la OTAN y miembro del partido socialista. Como buen mundialista, acusaba a los trusts y monopolios de la época de todo lo acusable, pero no tenía escrúpulos morales ni materiales en ser consejero de ITT Europa. Esto me recuerda a lo que decía Toynbee “debemos negar con nuestro labios lo que hacemos con nuestra manos...”
Se puede decir, según el libro, que estos son los amigos presentables de Retinger. Hubo otros menos recomendables, incluso para un buscavidas y aventurero como él. En Londres, se relacionó con un grupo de funcionarios del Foreign Office, Mac Lean, Kim Philby y Burgess, que luego resultarían todos menos Philby, homosexuales y espías al servicio del KGB. No debe sorprendernos que esa amistades, unidas a la infiltración soviética en su Asociación para la Unidad de Europa a través de los agentes Ludwig Brecher y los belgas Accer y Annals todos del KGB, hiciese sospechar a Edgard Hoover de Retinger hasta su muerte como “agente del gobierno polaco”, que ya entonces era comunista, no lo olvidemos.
El famoso “Club Bilderberg” no sería una realidad sin la coincidencia de tres elementos: El “Coronel” Mandel House” y su sociedad que facilitaría las ideas generales y las orientaciones globales del club, Retinger y su capacidad de organizador con sus contactos europeos y finalmente, Bernardo de Holanda con su nombre y dinero. Con ellos y sus ideas se gestó el club...
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