Acabamos de presenciar el ataque de la élite cosmopolita y sus recetas, a un país supuestamente soberano al cual han puesto no ya de rodillas, sino completamente estirado en el suelo para que pueda continuar con la moneda única: euro. Entre las medidas draconianas que se han impuesto para ello destaca el hecho de que desde Bruselas puedan entrar en una cuenta corriente del montante que sea y cuyo origen pueda ser discutible, no es ni más ni menos que un robo. Y debe ser un aviso para que no tengamos en el banco más dinero del que podamos necesitar para las facturas del mes. El resto en casa o donde se estime necesario, pero ya no en un banco.
Todo capital que tenga a su lado un DNI, no sólo está en peligro por la voracidad de la Hacienda local sino de lo jerifaltes que nadie a nombrado en Bruselas, a pesar de la supuesta democracia. Una persona que durante su vida ha podido ahorrar una cantidad determinada tras pagar sus impuestos, no sólo no ha de pagar más impuestos por la misma (cosa que sucede en España), sino que no ha de ver peligrar la propiedad de su dinero. Personalmente creo que es sistema liberal en el que estamos totalmente inmersos lo que consigue es separarnos más socialmente entre ricos y pobres, desmantelando la necesaria clase media, que de hecho es el motor de un país.
Hemos de ser conscientes que los gobiernos que tenemos y ya no sólo me refiero a España, ya no dicen lo que hay que hacer. Son simples marionetas de un poder cosmopolita e internacionalista que va más allá de nuestra imaginación. Un gobierno sólo puede jugar con el tiempo de actuación y medidas simples de maquillaje, pero jamás con los recortes que vienen claramente impuestos desde Europa. Y aquí no escapa ningún país por mucho que acusemos a Alemania y a su supuesto poder económico, que creemos que dicta las nuevas disposiciones a aplicar en los países miembros. Alemania también está sometida a la presión del eufemismo “mercados”, es decir élites financieras, que pueden estar ubicadas en Alemania y desde allí robar y quitar poder a lo países y sus gobiernos hasta la esclavitud de todos nosotros, que es el objetivo final.
Estamos en un teatro donde somos los espectadores y donde se supone que tenemos la libertad de votar a nuestros representantes cada 4 años. Nos enfadamos, les insultamos, les adoramos etc., pero yo siempre he dicho ¿y quien hay en la tramoya de este teatro? ¿Quien ha escrito esta obra que los políticos interpretan? No tengo dudas de que se trata de una élite internacionalista, apátrida excepto con los suyos, que van imponiéndose sobre los antiguos países que van diluyéndose de forma rápida y sin ser conscientes de ello. Es un plan de varias velocidades en función del tamaño e importancia del país, pero inexorable en sus objetivos y despiadado en sus resultados finales. Chipre ha sido un laboratorio para ver cómo reaccionamos ante un robo a mano armada. No ha pasado nada grave, con lo que la élite y sus esbirros (Lagarde, Van Rompuy, Barroso, Draghi, etc), seguirá con otros países sin problemas. Va siendo hora de hacer algo y parar esto.
Digo que es un plan inexorable y despiadado desde Bruselas ya que lo quieren todo, hasta nuestras vidas. Las supuestas medidas de austeridad que piden a lo países, recortes y reformas son las mejores para el plan que están aplicando. Cargando la culpa al sufrido contribuyente por “haber vivido por encima de sus posibilidades”. Esto es una falacia insostenible. No sé vosotros, pero yo no tengo más de lo que tenía, y de hecho tengo menos... Si los bancos daban más a quien pedía un crédito (yo no pedí jamás ninguno), era una trampa de los bancos que seguían los designios de la élite para ahorcarnos lentamente. Y en los bancos son culpables desde el presidente hasta el último oficinista, ya que sabían perfectamente lo que ofrecían, sus consecuencias y a quién. Es decir eran una estafa en toda regla y un jefe de oficina bancaria sabía muy bien lo que estaba haciendo y cómo enredaba a sus cliente. Sin duda, el cliente era libre de no pedir el crédito pero ellos sabían que ofrecían un caramelo muy suculento...
En muchas de mis clases y cuando hablo de economía siempre digo que yo no estoy licenciado en esa materia. Tengo los conocimiento que tuve que estudiar en la carrera y en el doctorado y que entraban en el plan de estudios, más toda mi experiencia en empresas. Pero hay cosas que son de sentido común y una es que la economía no es una ciencia natural, es totalmente artificial. Por ello sigue el “diktat” de la élite ya que es una herramienta manejable y que la han convertido en difusa y alejada del común de los mortales a través de palabrejas y tecnicismos incomprensibles, que en fondo son muy fáciles de entender. Un mercado no necesita regulación y es cuando funciona mejor y la gente es más libre. Evidentemente decir esto no hace amigos, es más pueden acusarte de fascista o de querer quitar libertades a la gente. De nuevo una falacia de la élite y sus voceros mediáticos.
La economía en manos de la élite se ha convertido en la forma de ir sojuzgando a los países y robarles su soberanía. Por ello, cuando se supone que Bruselas y las élites nos rescatan con ingentes cantidades de dinero, como el helicóptero del BCE que llevó dinero en efectivo a Chipre, más perdemos nosotros en todos los sentidos: desde libertad hasta derechos sociales que han costado mucha sangre y sacrificios conseguir. Nuestro políticos tampoco nos ayudan, sean del partido que sean ya que son todos del mismo: la élite. De hecho, lo ciudadanos y el sistema político han sido acusado por la élite (el teatro que decía), de llevar a sus países a esa situación con la incapacidad añadida de que su economía se les ha ido de las manos. Las empresas de “rating” del sistema hacen el resto para poner de rodillas al país de turno. Y ahí tiene que venir la “ayuda” de la élite. A día de hoy, las medidas liberales propuestas y aplicadas desde Bruselas, sólo han conseguido más desempleo y déficit económico. Creo que la lectura ha de ser que lo que intentan aplicar como solución necesaria a todos nuestros problemas, es en realidad lo que no debemos de hacer y huir de esas medidas. Es imposible que todos los países hayamos cometido los mismos errores.
A la vista de todo esto me cuestiono si vale la pena seguir en el euro. No creo que estuviésemos peor de lo que estamos y estaremos. Creo que España debería ser una autarquía, cierre de fronteras, inmigrantes ilegales a su país, vivir de lo nuestro que tenemos en cantidad, rechazar la deuda como falsa, impagable y herramienta de sometimiento, volver a la peseta, imprimir nuestro propio dinero, iniciar el trueque y patrón trabajo como medida económica, créditos estatales a bajo interés. Los bancos deberán responder con un mínimo de un 50% de sus depósitos, jamás menos. Y una política social donde los políticos pongan en juego su vida y su hacienda en el desempeño de su trabajo, no profesionales de la política.
Tengo claro que sería lo mejor que podríamos hacer en España, el problema es que la élite nos declararía la guerra en el sentido literal de la palabra. Seríamos un mal ejemplo para otros países ya que funcionaríamos muy bien y sin sistema económico ajeno y tiránico.
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