lunes, 15 de diciembre de 2014

SIONISMO Y III REICH 2/3 (Editado originalmente el 27/2/2012)

Increíblemente, las SS fueron particularmente entusiastas en su apoyo al sionismo. En un documento interno de Junio de 1934, las SS urgen a un activo y amplio soporte al sionismo por parte del gobierno, como la mejor forma de acrecentar y motivar la emigración de los judíos alemanes a Palestina. Eso requería incrementar el sentimiento judío: escuelas judías, liga deportiva judía, organizaciones culturales judías, es decir todo aquello que estimulase este sentimiento de reconocimiento propio debería ser promocionado, como decía y recomendaba ese documento SS. El oficial SS Leopold von Mildenstein y el representante de la federación Sionista Kurt Tuchler, fueron juntos a Palestina durante seis meses para preparar el desarrollo sionista allí. Von Mildenstein escribió una serie de doce artículos ilustrados para el importante diario berlinés “Der Angriff” que aparecieron a finales de 1934, bajo el título “Un nazi viaja a Palestina”. Estos artículos reflejaban una gran admiración por el espíritu pionero y logros de los judíos ya asentados. “El auto desarrollo sionista”, decía von Mildenstein, “ha producido un nuevo tipo de judío”. 

Indicaba que “el sionismo era un gran beneficio para los propios judíos y para el mundo entero”. En su último artículo decía que “una patria judía en Palestina apuntaba el camino para curar una herida de siglos en el cuerpo del mundo: la cuestión judía”. Incluso el periódico “Der Angriff” emitió una medalla especial con la cruz gamada en una cara y la estrella de David en la otra, para conmemorar la visita SS-Sionista a Palestina. Pocos meses después de la aparición de los artículos, von Mildenstein fue promocionado al frente del departamento de asuntos judíos del servicio de seguridad de las SS, para dar soporte a la emigración sionista y su desarrollo de forma más efectiva.

El periódico oficial SS “Das Schwarze Korps”, proclamó su apoyo al sionismo en un editorial de Mayo de 1935 diciendo que “No está lejano el tiempo para que Palestina sea de nuevo capaz de recibir a sus hijos que han estado perdidos de ella durante mas de mil años. Nuestros mejores deseos, junto con una despedida oficial, van con ellos”. Cuatro meses después, apareció un artículo similar apareció de nuevo en el periódico SS. El reconocimiento de la judería como una comunidad racial basada en la sangre y no en la religión, llevó al gobierno alemán a garantizar sin reservas la separación racial de esta comunidad. El gobierno alemán se encontró el mismo totalmente de acuerdo con el gran movimiento espiritual interno de la judería, el llamado sionismo, con su reconocimiento de la solidaridad entre judíos en el mundo y su rechazo a cualquier noción de asimilación. Sobre esta base, creo que Alemania tomó medidas que seguramente jugarían un papel determinante en el futuro manejo del llamado “Problema Judío” en todo el mundo.

En Octubre de 1933, una importante compañía naviera alemana empezó el servicio de pasajeros directo desde Hamburgo hasta Haifa, Palestina, dando a bordo “estricta comida kosher, bajo la supervisión del rabinato de Hamburgo”. Con soporte oficial, los sionistas trabajaron sin descanso en “reeducar” a los judíos alemanes. Como indica el historiador norteamericano Francis Nicosia en su trabajo de investigación de 1985 “El III Reich y la Cuestión Palestina”, los sionistas “fueron alentados para trasladar su mensaje a la comunidad judía, recolectar dinero, ver películas sobre Palestina y educar de forma general a los judíos sobre Palestina. Hubo una presión considerable para enseñar a los judíos en Alemania para que cesasen en verse como alemanes y que despertase en ellos una nueva identidad nacional judía”. En una entrevista tras la guerra el anterior responsable de la Federación Sionista de Alemania, el Dr. Hans Friedenthal, resumió la situación diciendo que “la Gestapo hizo cualquier cosa en esos momentos para promocionar la emigración, particularmente a Palestina. Recibíamos frecuentemente su ayuda cuando solicitábamos cualquier cosa de otras autoridades en relación a preparativos para la emigración”.

Es interesante saber que en el Congreso Nacionalsocialista celebrado en Septiembre de 1935, el Reichstag adoptó las llamadas “Leyes de Nuremberg”, que prohibían los matrimonios y las relaciones sexuales entre judíos y alemanes y que proclamaban, como consecuencia, que los judíos eran una minoría nacional ajena a Alemania. Pocos días después el periódico sionista “Jüdische Rundschau”, escribió un editorial en el que daba la bienvenida a las nuevas medidas del gobierno. En el editorial se decía “Alemania está cumplimentado las solicitudes del Congreso Sionista Mundial cuando declara que los judíos que viven actualmente en Alemania, son una minoría nacional. Una vez que los judíos hayan obtenido la minoría nacional, es de nuevo posible establecer relaciones normales entre la nación alemana y la judería. 

Las nuevas leyes le da a la minoría judía en Alemania su propia vida cultural, su propia vida nacional. En el futuro será posible tener sus propias escuelas, su propio teatro y su propia asociación deportiva. Abreviando, podrá crear su propio futuro en todos los aspectos de la vida nacional…” El editorial continua “Alemania le ha dado a la minoría judía la oportunidad de vivir por sí misma y le da protección estatal para esa vida por separado de la minoría judía. El proceso judío de crecimiento para convertirse en una nación, será promocionado y se hará una contribución para establecer unas relaciones más tolerables entre las dos naciones”.

El responsable de la Organización Estatal Sionista y de la Liga Cultural Judía y anteriormente de la Comunidad Judía de Berlín, Georg Kareski declaró, a finales de 1935, en una entrevista al diario berlinés “Der Angriff”: “Durante muchos años he buscado una separación completa en los asuntos culturales de los dos pueblos, Alemanes y Judíos, como una condición previa para vivir juntos sin conflictos… He apoyado desde hace tiempo esa separación, en la base del respeto para la comunidad ajena. Las leyes de Nuremberg me parece que dan conformidad a este deseo por una vida separada basada en el respeto mutuo. La interrupción en el proceso de disolución de muchas comunidades judías, que ha sido promocionada a través de los matrimonios mixtos es, desde un punto de vista judío, totalmente bienvenida”.

Otros líderes sionistas de diferentes países estaban de acuerdo con esta visión. Stephen S. Wise, presidente del Congreso Judío Americano y del Congreso Judío Mundial, dijo en una reunión en Nueva York en Junio de 1938 que “No soy un ciudadano americano de fe judía. Soy un judío… Hitler tenía razón en una cosa. Denominó al pueblo judío como raza y nosotros somos una raza” . también el Ministro del Interior en Asuntos Judíos Dr. Bernhard Lösener, expresó su apoyo al sionismo en un artículo aparecido en el número del Reichsverwaltungsblatt, de Noviembre de 1935: “Si los judíos ya tuviesen su propio estado la mayoría de ellos estarían instalados, entonces la “Cuestión Judía” sería vista hoy como totalmente resuelta, incluso para los mismos judíos”. En cooperación con las autoriades alemanas, los grupos sionistas organizaron una red de cerca de cuarenta campos y centros agrícolas en toda Alemania, donde los futuros judíos que iban a Palestina fuesen entrenados para su nueva vida allí. 

A pesar de que las Leyes de Nuremberg prohibía a los judíos mostrar la bandera alemana, se les permitió el derecho a mostrar la bandera nacional judía blanca y azul. La bandera que un día sería adoptada por Israel, fue izada en los campos sionistas y otros centros judíos en la Alemania de Hitler.

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