miércoles, 28 de enero de 2015

BULOS QUE PERSISTEN DE LA II GUERRA MUNDIAL (Editado originalmente el 13/6/2014)


Cuando cruzas Alsacia, Lorena y ciudades como Metz y Estrasburgo, antiguos territorios y ciudades alemanas, debería uno de ser consciente de que esa fue la zona de paso del ejército alemán en su ruta hacia París. Se pueden notar los espíritus de antiguas guerras allí ocurridas pero sobre todo de la II Guerra Mundial y de los bulos crueles que siguen vigentes a día de hoy sobre la misma. Me gustaría tocar hoy algunas de estas leyendas.
 
La primera es que el ejército francés no sólo se rindió o salió huyendo en la primavera de 1940, como muchos creen saber. La “Blitzkrieg” alemana que aplastó a Francia en 1940, desbandando a su ejército como hojas antes de una tormenta, fue una auténtica revolución histórica en el arte militar. La “Blitzkrieg” combinó rápidamente las tropas blindadas, la infantería, el bombardeo de precisión, un apoyo logístico flexible y nuevas tecnologías en tres ámbitos fundamentales: mando, control y comunicación. En 1940, Alemania y su tecnología iban en cabeza en todo el mundo. Un dato poco conocido de ese momento: el 75% de todos los libros sobre tecnología estaban escritos en alemán...
 
Francia, su ejército y sus generales, entrenados para volver a luchar como en la I Guerra Mundial, fueron sobrepasados por la guerra relámpago. Francia entonces era entonces una gran sociedad agrícola. La “Blitzkrieg”, ahora en uso por la mayor parte de los ejércitos modernos, fue diseñado para atacar al cerebro y no al cuerpo del enemigo, paralizando su capacidad de mando de grandes unidades o de luchar. Los alemanes le llamaban su “bala de plata”.
 
Francia todavía confiaba en correos personales para enviar la información vital. Alemania fue el líder en comunicaciones móviles por radio. Increíblemente, el comandante en jefe francés, General Gamelin, no tenía ni siquiera un teléfono en su cuartel general en las afueras de París. La fuerza expedicionaria británica en Francia, muy bien entrenada y preparada, fue machacada y sobrepasada como el ejército francés, y se salvó a sí misma abandonando a sus aliados franceses y escapando tras cruzar el Canal de la Mancha. No olvidemos que Hitler lo permitió como acto de buena voluntad y paz hacia el infame Churchill. 300.000 británicos escaparon de los alemanes.
 
Ningún ejército del mundo en aquel momento podía resistir la “Blitzkrieg”, planificada por el brillante Erich von Manstein y ejecutada por los audaces Heinz Guderian y Erwin Rommel y su 7ª Panzer Division, llamada también la “División Fantasma” que aparecía donde menos la esperaba el enemigo.  Tres de los más grandes generales de la historia moderna. He de añadir que también tuvieron mucha suerte. Una simple bomba sobre un puente alemán sobre el río Mosela, o un embotellamiento en el bosque de las Ardenas, hubiesen hecho la diferencia entre la victoria y la derrota. Los franceses habían trasladado temporalmente a algunas de sus unidades más débiles de reserva justo en el sector por donde los alemanes atacaron.
 
Las nuevas y fluidas tácticas alemanas destrozaron al ejército francés y al expedicionario británico. Fueron incapaces de mantener sus líneas a pesar de una cierta dureza en su defensa. Los rápidos panzer alemanes estaban siempre tras de ellos. La retirada bajo el fuego es el más peligroso y difícil de todos los movimientos militares. Tras seis semanas y un cuchillo en la espalda clavado por la Italia de Mussolini prácticamente al final de la campaña, el ejército francés se desintegró. Francia perdió 217.000 hombres y 400.000 heridos en combate. Comparemos esa cifra con los 416.000 muertos USA en cuatro años en los frentes del Pacífico y Europa. Al menos Francia no sufrió los dos millones de muertos de la I Guerra Mundial. Los alemanes perdieron 46.000 hombres, 121.000 heridos y 1.000 aviones. Podemos compararlo con los 10.000 muertos y heridos del Día D USA, Canada e Inglaterra.
 
Otra leyenda de la II Guerra Mundial que está vivita y coleando es que la Linea Maginot fue flanqueada tácticamente. Los alemanes atacaron al Noroeste del extremo de la Línea Maginot, a través de los bosques de las Ardenas, una ruta anticipada por el ejército francés que había realizado maniobras en la zona en 1939. Quien falló fue el inmóvil ejército francés, no la Línea Maginot. Esta línea de defensa formada por casamatas, bunkers, cañones y un entramado de túneles, nunca fue acabada, fue muy costosa, paralizó a muchos soldados en ella y en el fondo simbolizaba la actitud defensiva de Francia. Pero esta gran barrera francesa cumplió su misión establecida de defender el vital carbón y el acero de las provincias de Alsacia y Lorena. También la Línea Maginot fue diseñada para canalizar cualquier ataque alemán a través de Bélgica o Suiza.
 
Los alemanes llegaron a la conclusión de que un ataque a la Línea Maginot sería muy costoso y optaron por una ruta diferente a través de Bélgica. La zona pantanosa de Flandes y el rechazo francés de construir defensas tras sus aliados belgas, dejó la frontera franco-belga con unas escasas defensas fijas, que fueron aprovechadas por los alemanes para penetrar en Francia. Irónicamente, tras la irrupción alemana en el Sedán, un cuerpo francés de reserva que se mantuvo para cubrir ese sector vital, fue trasladado a Stenay para proteger el flanco izquierdo de la Línea Maginot, abriendo el paso a los carros de Guderian que tomaron el Noroeste tras las líneas francesas.
 
Y otro dato curioso, la segunda operación anfibia más grande en el frente oeste durante la II Guerra Mundial fue el totalmente olvidado cruce del Rin bajo el fuego en Junio de 1940 y fue realizada por el ejército alemán. Los soldados de la inconquistada Línea Maginot se mantuvieron en la misma hasta la firma del armisticio en Compiegne. Y otro dato, todos aquellos que se ríen de Francia por construir barreras y líneas fortificadas que fueron supuestamente flanqueadas, deberían saber que las “infranqueables” y modernas fortificaciones USA en Manila y la fortaleza británica de Singapur, fueron ambas tomadas por detrás por el ejército imperial japonés. También la alemana “Westwall” y las defensas costeras tampoco corrieron mejor suerte.
 
Otro bulo muy recurrente es que la Wehrmacht y la Luftwaffe fueron aplastados mucho antes del Día D. La guerra no se ganó ese Día D como dice el bulo popular. El ejército y la aviación alemanas fueron destrozados en las titánicas batallas en el frente del este. Cuando en Rusia se celebra el aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial, es una conmemoración que es completamente ignorada en el oeste. Creo que las cifras hablan por sí sola. Los soviéticos destruyeron del 75 al 80% de todas las divisiones alemanas, 4 millones de hombres, y casi toda la Luftwaffe. Rusia perdió unos 14 millones de soldados y otro tanto de civiles. El Eje perdió 507 divisiones. En el frente oeste después de Día D, los aliados destruyeron 176 divisiones alemanas débiles y muy por debajo de su fuerza nominal.
 
Cuando los aliados desembarcaron en las playas de Normandía, se encontraron con baqueteadas  y muy desgastadas fuerzas alemanas, sin protección aérea, con una terrible falta de suministros e incapaces de moverse durante el día por el control aéreo aliado. A pesar de ello, los alemanes lucharon como fieras por Europa. Si los aliados se hubiesen encontrado a las tropas alemanas y la Luftwaffe de 1940, el resultado hubiese sido muy diferente.
 
Y el bulo más importante de todos es que la II Guerra Mundial fue un duelo entre el bien y el mal o entre las “democracias occidentales” y los “poderes totalitarios” como actualmente se piensa de forma totalmente errónea. Fue un conflicto mundial sobre tierra y recursos del “deshuesado” Imperio Británico que controlaba el 25% del mundo, el Imperio Francés, el Imperio Holandés, el Imperio Belga y más tarde, el Imperio USA (Las Filipinas, posesiones en el Pacífico y Centro América). la Unión Soviética era un imperio por sí misma.
 
En 1939, los únicos poderes sin colonias y por lo tanto no poderes imperiales, eran Alemania que perdió las suyas tras la I Guerra Mundial y China. Una vez que acabó la guerra, Inglaterra y Holanda que se quejaban y mucho de la maldad de la ocupación alemana, pelearon sin descanso por re-ocupar sus antiguas colonias, algunas de las cuales habían declarado la independencia.
 
Sinceramente, llamar a la II Guerra Mundial una “Cruzada por la Liberación”, no sólo es mentira, es punto menos que imposible. Puede que liberasen a los blancos de los países ocupados por Alemania en Europa. Pero no a los habitantes de África y Asia. Sin embargo, al final, la guerra puso en marcha algunas fuerzas que acabaron con el colonialismo. El colapso del Imperio Británico, del cual dijo Churchill que defendería a toda costa, abrió la espita para la descolonización a nivel mundial.
 
No deberíamos de olvidar todo esto.

ROTES HAUS HOTEL (editado originalmente el 31/7/2012)

El 10 de Agosto de 1944 se celebró en este hotel de la ciudad alemana, hoy francesa, de Estrasburgo una reunión dirigida por Martin Bormann, en la que se planificó la continuidad del III Reich una vez hubiese acabado la guerra a favor de los aliados. Con la derrota de la batalla de Kurks en el verano de 1943, sólo quedaban dos caminos de continuidad:

Continuar la guerra con más intensidad con la esperanza de ganar el tiempo suficiente para poner en el frente de batalla las armas secretas o “wunderwaffen”, para lograr la victoria final, o comenzar el proceso de movimiento de capitales, tecnología y personal cualificado para asegurar la supervivencia del nazismo por otros medios.

En esta reunión a la que me refiero, se decidieron ambos caminos. Estaban representadas en la misma las mayores industrias de Alemania como la Krupp, Thyssen, IG Farben, etc. y además del mismo Bormann, Hjalmar Schacht,presidente del Reichsbank y su yerno, el famoso especialista en operaciones secretas, Otto Skorzeny. Una sintesis de los objetivos fue: “el movimiento de grandes sumas de dinero fuera de Alemania, así como la documentación para reactivar el imperio financiero-industrial alemán cuando el III Reich cayese. Este nuevo imperio post-guerra sería dirigido por las SS”.

Hjalmar Schacht se encargó de preparar las empresas-fantasma desde la óptica financiera (Die Spinne, SA Estrella, etc, por ejemplo), moviendo los capitales necesarios e inversiones a los países de interés, alejados de Alemania. Las grandes corporaciones industriales arriba citadas se encargarían de salvar los planos y datos técnicos de los últimos avances y desarrollos industriales y científicos. Creo que se lo tomaron como una inversión a largo plazo una vez la guerra hubiese terminado, con la vista puesta en los años 50 y 60. Como podemos imaginar, una buena parte de ese esfuerzo de futuro tenía la vista puesta en Sudamérica. Una de las acciones más exitosas fue la creación por parte de Skorzeny del llamado Grupo ODESSA (Organization Der Ehemahlige SS Angehorige) u “Organización de antiguos miembros de las SS”, que daba protección, soporte y nueva identidad a infinidad de miembros de las SS en su huída por diversas partes del planeta.

Durante la reunión, Skorzeny solicitó a los industriales la devolución de los prestamos que les había hecho el Reichsbank, para comenzar a disponer de efectivo. Krupp y Thyssen lo hicieron inmediatamente, así como los demás al poco tiempo. Para tener una idea de las cantidades que se obtuvieron en esa fase, Eva Perón tenía unos depósitos en Suiza (a disposición de Skorzeny), estimados en más de 800 millones de dólares en 1945, así como 4.600 diamantes de gran pureza y valor, 2.500 kg. de oro y 90 kg. de platino. Con toda esa capacidad financiera inicial y lo que fueron generando con el plan en marcha ya acabada la guerra, las SS compraron enormes fincas y terreno en Sudamérica y otros lugares, donde establecieron a muchas de sus empresas-fantasma para que la investigación técnica iniciada en Alemania, pudiese continuar sin problemas en otras partes del mundo. Estas zonas fueron llamadas “Sperrgebiete” o “Zonas de Seguridad”, donde se construyeron ciudades, aeropuertos, autopistas y todo aquello que permitiese vivir con el confort civilizado de Alemania.

Toda la operación física de traslado de material a Sudamérica fue denominada “Aktion Feuerland” u “Operación Tierra de Fuego” y además de diversos medios de transporte, durante la guerra una buena parte fue llevada a cabo por el KG200 o Kampfgeshwader 200 (Ala de Combate 200), la famosa ala de operaciones secretas, que utilizaba aviones capturados o bajo bandera de países neutrales. Parece ser que esta escuadrilla es la que proveyó de los pilotos de los discos volantes en sus vuelos de prueba, así como estaban bajo entrenamiento algunos de ellos para volar con el Horton Ho18 a Nueva York y lanzar la bomba atómica.

Además y para que se vea que la operación venía de antes de la reunión en el Hotel Rotes Haus, hasta Junio de 1944, camiones fuertemente protegidos llevaron carga de valor a través de Alemania y Francia a puertos del sur de España, donde les esperaban submarinos en bases ocultas cerca de Cadiz para llevar esa importantísima carga de documentos técnicos, maquinaria de precisión, dinero y metales preciosos. En España, el anterior embajador alemán, el general Wilhelm Faupel, y en ese momento responsable del Instituto Latino-Americano en Madrid y con protección oficial, dirigió la operación. Según las fuentes consultadas, los submarinos transportaban la carga hasta Argentina, pero parece que también hacían repostaje logístico en la isla de Fuerteventura, en Villa Winter. Parece que un mínimo de 35 submarinos participaron en esta operación, incrementándose a medida que terminaba la guerra.

El movimiento nazi de la post-guerra utilizó el dinero para comprar no sólo tierra, sino influencia política es decir, su propia seguridad. Uno de los “Sperrgebiete” más conocidos y grandes fue Colonia Dignidad, hoy “Villa Baviera”, que sirvió como refugio y zona de experimentación sobre la fusión llevados a cabo por el científico Dr. Ronald Richter. De hecho, compraron grandes terrenos y los controlaban como países dentro de países. En esa zona segura, podían vivir, construir casas y granjas, trabajar un alto nivel de producción variada y disponer de laboratorios científicos. Existe un informe que indica que los “Sperrgebiete” llegaron a totalizar 230.000 km cuadrados, 245 km de calles, 70 puentes, 200 canales, varios aeropuertos, aviones de diferente envergadura y una estación de radio de gran potencia. Pero en las granjas y edificios a la vista no estaba la parte interesante de la presencia alemana en Sudamérica, la parte importante estaba bajo tierra en enormes instalaciones construidas por las SS o bien aprovechando la red de túneles y grutas inmensas que recorren los Andes...

La presencia alemana en diversos países fue acelerándose, con especial énfasis en Sudamérica. Al margen de las haciendas y grandes propiedades que se adquirieron y que resultaban fáciles de localizar, la gran apuesta alemana fue por enormes instalaciones subterráneas, tanto naturales como artificiales, que existían en varios lugares y en los Andes de forma particular.

En esas bases subterráneas y como continuación o ampliación de investigaciones y desarrollos previos llevados a cabo en Alemania y Checoslovaquia, se llegaron a llevar a cabo los experimentos y avances más importantes del mundo. Estas instalaciones subterráneas, las naturales me refiero, fueron halladas por el explorador alemán perteneciente a la Ahnenerbe, Edmund Kiss en sus muchas expediciones por Sudamérica, antes de la Segunda Guerra Mundial. Se alega que Kiss halló una red de túneles en el lado oeste de los Andes, el lado chileno para entendernos, enorme que además interconectaba con otras redes de túneles e incluso con grandes cavidades entre ellos y en intersecciones. Las entradas a los túneles estaban muy bien escondidas. Este sistema iba desde el desierto de Atacama en el norte de Chile, hasta ¡El Ecuador! El origen de estos túneles sigue siendo un misterio; podría tratarse de un fenómeno natural o bien su construcción había sido hecha por alguna civilización pre-inca. Quizás la combinación de ambas teorías podría ser válida. 

Lo cierto es que Edmund Kiss no aclara este punto o no lo hace público. El caso es que a partir de esas formaciones “naturales” y con el acondicionamiento adecuado, se levantaron centros de trabajo técnico de máxima seguridad. Tengamos en cuenta la alta experiencia alemana en instalaciones subterráneas en Europa. No resultaba extraño para ellos. La construcción o adaptación de estas cavernas, se llevó a cabo al mismo tiempo que se iniciaban las actividades en la Base 211 de la Antártida. De hecho, las bases de Sudamérica estaban conectadas con la Antártida a través de los discos volantes y en algunos casos a través de auténticas autopistas bajo tierra, que sólo hubo que adaptar sin grandes esfuerzos y asfaltar.

Y ¿qué tipo de energía movía este entramado? Un autor llamado Wilhelm Landig nos da algunas claves de qué tipo de energía podía dar vida a todas estas instalaciones. En el caso de la Base 211, Landig lo tiene claro y es a través de energía geotérmica, real y abundante en ese continente. Las bases en Sudamérica denominadas por Landig “Mimes Schmiede” , empezaron con generadores diesel convencionales de gran potencia, ubicados en las aberturas de los túneles. Con el tiempo, este sistema pasó a otro mucho más potente y oculto basado en plantas térmicas o “Thermischen Kraftwerken”, que daba energía sin problemas para cualquier instalación o máquina.

El nombre “Mimes Schmiede” puede sonar extraño u oculto, pero es una palabra que se refiere al legendario Sigfrido, héroe de la obra de Wagner “El Anillo de los Nibelungos”. En la obra, Sigfrido es enviado a aprender el oficio de herrero con Mimes, que era el mejor maestro en el trabajo y el forjado del hierro y espadas. Pensemos que en la Edad Media, un herrero era como un técnico espacial en la actualidad. Un herrero normal podía hacer piezas de hierro para granjas y animales. Un buen herrero fabricaba armas y especialmente espadas de una calidad excepcional. Las espadas tenían nombres y fueron objeto de muchas leyendas. Recordemos la espada del Cid, Tizona, por ejemplo o Excalibur. Quien hacía una espada legendaria, entraba también en la leyenda y ese fue el maestro herrero Mime. Por ello, la tradución de “Mimes Schmiede” es “Herrería Mimes” y por ello era el lugar de investigación y desarrollo alemana más avanzado del mundo, donde se forjaban las mejores armas.

Teniendo en cuenta esta explicación, el propósito de “Mimes Schmeide” queda muy claro. Su existencia permitiría que las SS de la pos-guerra, pudieran construir o reconstruir la tecnología secreta de armamento muy sofisticado y avanzado en el tiempo. Si queremos indagar más y demostrar estas palabras, sólo hay que ver qué técnicos y científicos estaban involucrados en estos lugares y en estas investigaciones. Se formaron dos grupos de técnicos, ingenieros y científicos en  armamentos de las SS que trabajaron sin descanso para lograr recuperar la máxima tecnología que se estaba desarrollando en Alemania y Checoslovaquia, como he indicado más arriba,  hasta el final de la guerra. Dos investigadores alemanes llegaron más lejos que Landig en sus investigaciones del entramado Heiner Gehring y Karl-Heinz Zunneck, y pudieron indicar que uno de los dos grupos era convencional y muy avanzado, pero el otro trabajaba un tipo de física y principios técnicos exóticos para el pensamiento de la época e incluso para los estándares actuales.

Este segundo grupo se denominaba “Ruestungsesoteriker” o “Blindaje Esotérico” y fue formado después del año 1945. Al parecer lo componían científicos y técnicos que tenían la doble visión de tecnología oculta o muy antigua, con la más exótica, atrevida y avanzada. Estos principios de trabajo fueron aplicados al campo de la propulsión de los discos volantes y desarrollos en campos de torsión e ingeniería del tiempo. Este grupo trabajaba en bases ocultas y es el que mantuvo los discos en vuelo durante años, intercambiando ideas y aplicando mejoras continuas. Este grupo se fue extendiendo a nivel mundial a medida que las necesidades de componentes y recambios era mayor.










LA AGENDA "POLÍTICAMENTE CORRECTA" DE LOS HISTORIADORES (Editado originalmente el 9/3/2014)


Al leer la historia desde varios puntos de vista, uno cae en la cuenta de que en la forma en que una sociedad ve y analiza su pasado (y no me refiero sólo a la II Guerra Mundial), la lectura efectuada sobre la misma refleja claramente los valores actuales y no sobre los que se llevó a cabo el hecho histórico. Esta idea me viene porque el otro día un compañero mío, algo más joven que yo, no podía entender como en los años 70/80 nos podía gustar un Seat 127 y que incluso algunos participasen en carreras y subidas en cuesta con ellos. Visto a día de hoy y con la tecnología en automoción, es evidente que aquel coche era un trasto, pero esa no es la forma de analizar ese coche en su contexto histórico. Es injusto y lleva a lecturas equivocadas. En aquel momento muchos hubiésemos querido tener aquel automóvil, sin dudar. Y ese coche y su evolución ha llevado a los coches que tenemos hoy.
 
En la historia sucede exactamente lo mismo. Y esa forma de ver con ojos actuales lo que hicieron nuestros antepasados es injusta, ya que queda mediatizada por la idea que tiene el observador actual y sus valores actuales, que son totalmente inaplicables en aquel momento histórico. Se pensaba y vivía de otra manera, no se puede juzgar con ojos de hoy ni se puede echar por la borda un período histórico por lo que pensamos hoy. Esta forma de pensar con sus prejuicios influencia la forma en que la gente encara el futuro. En los últimos 30 a 40 años, gente influyente del mundo de la formación, cultura y sus aliados políticos, han tenido éxito en implantar firmemente en el mundo occidental y su cultura una enseñanza igualitaria, liberal-democrática, multicultural y de “un solo mundo”, totalmente mediatizada por los medios como ariete de esa acción premeditada y bien diseñada por la élite apátrida.
 
Esta visión “políticamente correcta” del mundo ha entrado de lleno en los textos académicos y libros de universidad. Esto se ve claramente en las acciones anti-occidentales, pero multiculturales sobre la “raza, etnia y género”. Esto ha sido editado por la OAH (Organization of American Historians), que es es la asociación líder de los académicos en los Estados Unidos. Esta nueva agenda “políticamente correcta” ha sido adoptada formalmente por el grueso de los historiadores internacionales más importantes. Pero la cosa viene de lejos ya que durante los noventa hubo una reunión en Montreal, que se realiza cada 5 años, llamada Congress of Historical Societies (ICHS) y el objetivo fue el “re-dirigir el foco intelectual histórico en uno de las tres categorías o ‘temas mayores’ designados como:
 
Naciones. pueblos y formas de estado (Grupos Étnicos y Gnetes Indígenas; Naciones-Estado y Estados Multiculturales; Cambiando las formas de Nacionalismo)
 
Mujeres, Hombres y el Cambio Histórico: Estudio del Caso sobre el Impacto del Género en la Historia (El papel del Género y las Relaciones Hombre-Mujer en las Grandes Transformaciones Históricas-Política, Social y Religiosa)
 
Gentes en la Diáspora: Cambiando las Fuentes, Formas y Sentidos (Griegos, Judíos, Indios, Chinos Portugueses, Irlandeses, Armenios, etc.)

Una participante clave en este congreso fue Claire Moses (judía norteamericana), que era editora entonces de la llamada “Feminist Studies” y dirigente del “Woman’s Study Program” en la Universidad de Maryland. Llevó a cabo la conferencia sobre “Mujeres, Hombres y Cambio Histórico”. En su intervención dijo que “durante los últimos 20 años ha habido una revolución virtual en la profesión de historiador en la que hace años las mujeres estaban totalmente ausentes, tanto como sujetos históricos ya sea como historiadoras, pero que ya está habiendo un cambio ya que la historia oficial había ido contra las mujeres...” No voy a discutir este asunto con alguien que sólo tiene una visión feminista de la historia, ni restar méritos a las mujeres durante la historia. Lo que tengo claro a partir del comentario de esta feminista de cuota, es que la historia debe ser re-escrita según parámetros femeninos...
 
Otro tema muy importante que se debatió en ese congreso es el trato histórico del comunismo. Uno de los participantes Wilcom Washburn, entonces Director del “American Studies Program” en el Instituto Smithsoniano, puso el dedo en la llaga ante el nuevo interés de los historiadores “Cual sería la actitud de los historiadores de los dos grandes centros de poder en el mundo (USA y la URSS), tras la repentina caída del comunismo en la Unión Soviética y sus satélites, unida al descrédito del socialismo en todo el mundo” Y Washburn dijo algo muy interesante “Lo que he descubierto me ha sorprendido. Los historiadores rusos están abiertos a estudiar la situación y decir la verdad del sistema. Las únicas voces en apoyo de la tradición comunista soviética vinieron de americanos que clamaban que Stalin había pervertido el sistema y el que el marxismo-leninismo podría realmente funcionar si se aplicase correctamente” y preguntó “¿Por qué los asuntos importantes como éste durante los 80 y 90 no se reflejaban en este congreso internacional de historiadores?” Sin embargo, descubrió enseguida y lo dijo “Los asuntos en este congreso están controlados para evitar cualquier discusión del colapso de una de las más poderosas fuerzas históricas del siglo XX. Estamos dejando de lado a la historia de verdad”.

Washburn llegó a preguntar al presidente del ICHS “¿Por qué los temas más de moda se ajustan con tanta precisión cuando tratan de raza, etnia o género e ignoran el colapso del comunismo?” Evidentemente, la intervención de Washburn no fue del agrado de la audiencia, ya que ponía en evidencia el nuevo rumbo de la historia oficial que daba y foco énfasis a cuestiones que podían ser laterales a la historia en sí y por lo tanto manipuladas a partir de ese momento (raza, género, etnia).

La sesión de la “Diáspora” fue firmemente organizada por Natalie Zemon Davis (judía norteamericana) y prominente feminista y el historiador israelí Joseph Kaplan. Los que asistieron a esta parte y Washburn fue uno de ellos “se quejaron de que la categoría “Diáspora” había llegado más allá de cualquier reconocimiento por muchos grupos ansiosos de establecer su estatus de oprimidos”. Pero a pesar de las voces que disentían, poco pudieron hacer ante el entusiasmo de los organizadores del congreso. Incluso Herbert Shapiro (judío norteamericano) y profesor de la Universidad de Cincinnati (murió en Octubre 2012), ridiculizó la idea de que la izquierda radical fuese una amenaza para la vida académica norteamericana, pero que sí lo era la derecha radical. Evidentemente la izquierda radical ha destruido la vida académica norteamericana, profesor Shapiro...

El congreso de Montreal dejó un legado muy importante para la nueva historia que sería re-escrita (recordemos 1984...), y la que fuese viniendo bajo unos criterios determinados. Y sobre todo reflejó la nueva moda/manía de la “victimización” por la cual los negros, judíos, homosexuales, feministas y otros grupos determinados recibían el reconocimiento de “estatus de víctima”. Tras este reconocimiento de los historiadores, está la noción de que parece que se concede una cierta nobleza o nivel moral a los miembros del grupo oprimido de turno. Además, una “jerarquía de la victimización” atribuye en gran medida una autoridad moral a esos que han sido más “victimizados”. El Congreso de Montreal excluyó totalmente a la población blanca europea de este estatus ya que son descritos de forma rutinaria como los “villanos de la historia”. Mientras que en la fila de los mayores opresores de la historia está el III Reich en primer lugar, no muy lejos están los británicos, franceses, españoles y los americanos blancos, por supuesto. Del comunismo no se dice nada...

Podemos pensar que ese Congreso no tuvo importancia y muchos lo consideran irrelevante y su agenda absurda. Yo tengo claro que no y marcó los pasos a dar en la historia a partir de ese momento y cualquiera en su contra es relegado al ostracismo oficial o bien tratado de perturbado mental. Lamento que el tiempo me haya dado la razón.

LA CORRECCIÓN POLÍTICA: RAIZ Y ORIGEN


Sigo añadiendo situaciones y casos que confirman la dictadura de los “Políticamente Correcto”, que publiqué en mi libro “No le llame negro, llámele subsahariano, guía para evitar los Políticamente Correcto” (Editorial Identidad) y varios artículos en este, vuestro blog. Recuerdo el caso de la matanza de 13 soldados norteamericanos en Fort Hood el 5 de Noviembre de 2009, realizado por un oficial islámico del ejército de los Estados Unidos, llamado Nidal Malik Hasan que era un psiquiatra.

Leí el comentario aparecido en algún medio local americano (no los grandes medios...), en que se indicaba tras este terrible ataque, un buen número de oficiales del ejército no temían al Islám, sino a la llamada “diversidad” en que se había convertido su ejército. “Diversidad”: palabra clave de todo buen progresista y por lo tanto uno de los muchos falsos ídolos de la “Corrección Política” que nos invade e inculca como lo mejor que nos puede pasar. “Diversidad” racial, étnica, social, etc. Pero, ¿es verdad? ¿de que trata eso de la “Corrección Política”? ¿Hasta donde llega? ¿Cual es su origen? ¿O se trata de un término humorístico sin más entidad?...

El término es muy sencillo de describir: Marxismo cultural. ¡No me diga! ¿pero como surge? Es la traslación del marxismo económico al cultural. Podemos decir también que fue la unión de los principios de Freud y Marx, como ariete destructivo social. Pensemos que este fenómeno no viene de los años 60’s y los hippies, donde sí se empezó a inocular fuertemente en la sociedad a través de esos hippies creados por la “Escuela de Frankfurt” y sus filósofos comunistas y criminales. Viene de antes de la I Guerra Mundial y como cito en mi libro arriba reseñado, de los bolcheviques. Antes de esa I Guerra Mundial, los teóricos marxistas y sus disparatadas y terribles teorías sociales y económicas, decían que si sucedía una guerra en Europa, los trabajadores de todos esos países se unirían para derrocar al capitalismo y reemplazarlo por su llamado socialismo internacional, sin fronteras. Cuando la guerra sucedió y sobre todo, terminó, nada de eso sucedió ¿Qué raro que los pensadores marxistas, comunistas, socialistas y demás ralea se equivoquen, verdad? Pero se equivocaron en su vaticinio, eso es un hecho histórico. ¿Qué había sucedido para que no se cumpliese lo que ellos soñaban?, sobre todo para someter a los países...

Como indico en mi libro, dos plumbeos pero influyentes pensadores y teóricos marxistas, llegaron a la misma conclusión cada uno de forma independiente. Uno era el húngaro de origen judío Georg Lukacs (Löwinger György Bernát) y el otro el italiano Antonio Gramsci. Había dos problemas por los cuales los trabajadores de la Europa occidental no habían abrazado el “Paraíso del Proletariado”: uno era la Iglesia y religión Cristiana y la otra la cultura occidental y europea en concreto. Para estos dos “pájaros”estas dos variables habían cegado absolutamente a la clase trabajadora de sus auténticos intereses de clase que el marxismo podía darles. Por ello, la implantación del comunismo era imposible en occidente hasta la total aniquilación de la cultura europea y la Iglesia.

La experiencia de Lukacs como Diputado-Comisario de Cultura en el corto gobierno comunista del húngaro de origen judío Bela Khun en 1919, fue muy positiva a sus intereses y pensamientos ya que le demostró que la introducción de la educación sexual pervertida y la rotura de la moral ya desde niños, sería un paso decisivo  para destruir la cultura occidental en sus ciudadanos. Después de pocos meses, motines contra este estados de cosas, odio al comunismo y más de 200.000 muertos en manos bolcheviques, el almirante Miklós Horthy puso orden en Hungría y sacó  de en medio a todos estos truhanes. Bela Khun huyó a la Unión Soviética y en agradecimiento fue imputado y ejecutado tras los Juicios de Moscú en los 30. Probó el comunismo en primera persona. Lukacs huyó a Alemania convirtiéndose en un influyente teórico de la recién inaugurada “Escuela de Frankfurt” en 1923. 

Llamada oficialmente “Instituto de Investigación Social” como nombre más discreto de sus intenciones en una primera fase, trató en un principio sobre asuntos típicos del marxismo en temas económicos. Tras un inicio bajo Karl Gründberg, en 1930 Max Horkheimer tomó las riendas de esa supuesta escuela o “think tank” marxista, las cosas cambiaron abandonando los asuntos económicos, donde el marxismo ya era un desastre y centrándose en asuntos sociales como campo a destruir con sus teorías. Algunos de los supuestos filósofos y pensadores fueron Theodor Adorno (Theodor Ludwig Adorno-Wiesengrund), Erich Fromm (Erich Seligmann Fromm), Wilhelm Reich (Wilhelm Reich Roniger), Herbert Marcuse (Herbert Marcuse Kreslawsky), Walter Benjamin (Walter Bendix Schönflies Benjamin) y otros en aquel momento. 

A este nuevo tipo de marxismo que estaban creando, la unión del marxismo y Freud, la Unión Soviética no estaba de acuerdo y se les puede considerar herejes. Es decir, hubiesen sido ajusticiados en dicho país. Para entender este nuevo criterio marxista, los miembros de la “Escuela de Frankfurt” decían que al igual que bajo el capitalismo la gente vivía bajo la opresión económica, bajo la cultura occidental la gente vivía bajo una opresión psicológica. De la psicología sacaron la técnica del “condicionamiento psicológico” es decir, ¿queremos normalizar la homosexualidad? Entonces hay mostrar en televisión programa tras programa, que el único hombre blanco normal y equilibrado, es homosexual, forman parejas fantásticas, que todos tenemos a un homosexual dentro y demás zarandajas. 

Pensemos lo que vemos hoy por la TV... ¿queremos normalizar a los inmigrantes? Entonces hay que mostrar en televisión programa tras programa lo buenos que son, lo integrados que están, su cultura es de paz, que son como nosotros, sus comidas, etc. Pensemos lo que vemos hoy por la TV... y así sucesivamente.

En 1933, con la llegada democrática de Hitler al poder, se les impidió cualquier actividad académica en el sentido marxista, pero no se les detuvo. Sin embargo, tras marcharse sin problemas a Suiza y Francia, el grupo se huyó a los Estados Unidos y concretamente Nueva York. Allí apareció su famosa “Teoría Crítica” que defendía una constante y destructiva crítica de cualquier institución social tradicional, empezando por la familia. También creó una serie de “estudios sobre prejuicio”, que culminó en el libro de Adorno de altísima influencia. El concepto creado por este desastroso crítico musical fue el de la “Personalidad Autoritaria”, que decía que cualquiera que defienda la cultura tradicional es un “fascista” y enfermo mental. Es decir, cualquiera que desafíe los “Políticamente Correcto” debe ser enviado a un “entrenamiento de sensibilidad”, lo cual no es ni más ni menos que un condicionamiento psicológico diseñado para obtener la sumisión del sujeto.

Entre los años 50 y 60, Marcuse inoculó el estos principios malvados de la “Escuela de Frankfurt” entre los libros de los estudiantes, como su libro “Eros y Civilización”, que se convirtió en la Biblia de la Nueva Izquierda en los 60. Marcuse inoculó el marxismo cultural en la generación del “baby boom”, hasta el punto que ahora es la ideología de esa generación. La conocemos como “Multiculturalismo”, “Diversidad” o simplemente “Corrección Política”.

Ese es el secreto asqueroso de la “Corrección Política” amigos lectores: una herramienta del Marxismo. Si el ciudadano medio lo supiese creo (quizás soy optimista), que la “Corrección Política” estaría en serios apuros. Y volviendo al inicio de este artículo y la matanza de Fort Hood, se abre una pregunta muy interesante ¿por qué los marxistas de cualquier pelaje, le dan apoyo al islamismo? 

Después de todo, si los islamistas accedieran al control, le cortarían el cuello a los marxistas, incluso antes que a los cristianos o judíos. La respuesta es que el marxismo cultural se aliará con cualquier fuerza que les ayude a conseguir sus objetivos de destruir la cristiandad y la cultura occidental europea. Creo que más que nunca el ¡conocimiento es un arma!

JOCHEN PEIPER (Editado originalmente el 5/3/2013)

Me gustaría referirme en este artículo a Jochen Peiper un destacado soldado de las Waffen SS, tropas blindadas concretamente, que tras una destacada hoja de servicios en la II Guerra Mundial, fue juzgado, condenado a muerte y su pena conmutada por cadena perpetua. En 1956 se le permitió la libertad. Tras vivir en Alemania, se retiró al pequeño pueblo francés de Treves, en el centro de Francia y en la noche del 13 al 14 de Julio de 1976, fue salvajemente asesinado en su casa junto al río. Pero tras este rápida visión, vamos a entrar en detalles sobre la vida y muerte de Jochen Peiper.

Joachim “Jochen” Peiper era berlinés y nació el 15 de Enero de 1915. Su familia era originaria de Silesa de la zona polaca reclamada históricamente por Alemania. Era hijo de un veterano de la I Guerra Mundial y veterano también de la campaña alemana en el África Oriental alemana de 1904, donde fue herido y contrajo la malaria. El padre se unió a los Freikorps tras el fin de la I Guerra Mundial, luchando contra los comunistas. Tuvo dos hermanos, Hans-Hasso y Horst. El mayor Hans-Hasso trató de suicidarse, muriendo de tuberculosis en un hospital de Berlín en 1942, tras quedar en estado vegetativo por el intento de suicidio. Al igual que su otro hermano, Jochen se inscribió en los movimientos excursionistas y como consecuencia, se despertó en él el interés por una posible vida militar. Curiosamente, cumplió sus 18 años el mismo día en que Hitler era nombrado canciller democráticamente. Antes de que fuese obligatorio, en ese mismo año de 1933, su hermano y él se inscribieron en las Hitlerjugend, el movimiento juvenil nacionalsocialista.

Tuvo el interés de alistarse en una división de caballería, la Reiterregiment 4, pero necesitaba la experiencia suficiente en la monta de caballos. Por ello, y siguiendo los consejos de un amigo de su familia, Walter von Richenau, se alistó en el 7º Reiterstandarte en Octubre de 1933. Allí fue promocionado a SS-Man, simple soldado, en Enero de 1934. En el Congreso de Nuremberg de ese mismo año, conoció a Himmler y éste le convenció para que se alistase en las SS-Verfügunstruppe. Su vida militar cambió por completo a partir de ese momento. Inició su entrenamiento en 1935 y fue nombrado SS-Rottenführer poco después. En ese mismo año se incorporó a la Leibstandarte, siendo nombrado SS-Unterführer el 25 de Febrero de 1936. En 1938 fue comisionado en el equipo de Heinrich Himmler, en el cual se hacia cargo de la mensajería y preparación de reuniones. Fue adjunto de Himmler en la sede de la Prinz Albert Strasse. 

Llegó a acompañar a su jefe en viajes de estado a España e Italia. En la oficina de Berlín,  conoció a la que sería su mujer, Sigurd Hinrichsen, que era una de las secretarias de Himmler. Contrajeron matrimonio el 26 de Septiembre de 1939 y tuvieron tres hijos Heinrich, Elke y Silke. Como punto grave en su exitosa carrera y diferentes posiciones en el escalafón, su hermano Horst que había luchado con la 3ra división SS-Totenkopf en Francia, murió en un accidente en Polonia teniendo el grado de Hauptsturmführer. Como resumen a esta parte de su vida, se puede decir que Peiper tuvo como mentores directos al mismo Himmler y a Sepp Dietrich, siguiendo su preparación militar en Brunswick y en Dachau.

Su primera experiencia en combate fue en la primavera de 1940 con la división Leibstandarte, durante la campaña de Francia. Participó en la toma de los altos de Wattenberg. Fue algo a destacar ya que se saltó la orden de Hitler de detenerse ante Dunkerke. la artillería británica estaba posicionado en los altos y causaba problemas a la Leibstandarte. A pesar de la prohibición, Sepp Dietrich su comandante, ordenó el ataque acabando con los ingleses. Peiper obtuvo su Cruz de Hierro de primera clase por esa acción. Durante un periodo comandó la III SS 2º panzergeradierregiment y logró salvar a los supervivientes de la 320 división de infantería que habían sido atacados por los rusos e iban a ser aniquilados. Ganó su Cruz de Caballero por esta acción el 9 de Marzo de 1943.

Además de otras acciones de guerra en el frente ruso, y en Normandía donde fue herido, su trayectoria militar es conocida sobre todo por comandar el llamado SS-Kampfgruppe Peiper durante la Batalla de las Ardenas (código alemán: Wacht am Rhein). Por sus acciones en esa batalla y por dirigir el grupo blindado que más lejos llegó (hasta el pueblo de La Gleize), recibió su “Schweiter am Ritterkreuz” el 27 de Enero de 1945 y fue promocionado a SS-Standartenführer, que le convirtió en el coronel de regimiento más joven de las Waffen SS teniendo al mando el 1er SS-Panzerregiment. En esta batalla y tras romper el cerco que atenazaba a su grupo de combate, logró regresar a las líneas alemanas teniendo que abandonar unos cien vehículos, entre ellos 6 tanques Tigre Real y regresando a píe con unos ochocientos hombres.

De todas formas, este éxito quedó empañado por el asesinato que sufrieron 84 prisioneros de guerra americanos, cerca de la ciudad de Malmedy. Parece ser que también hubo otras matanzas, aunque no está certificado que fuese el grupo de Peiper en Honsfeld y Bullange. Peiper se rindió en Austria y ante el río Elba, Peiper ordenó la destrucción de las armas y vehículos que le quedan a su división, cruzando el río y rindiéndose a los americanos en la otra orilla. Peiper fue capturado en su casa un mes después de esta acción. Aquí se inició un calvario para él ya que fue juzgado en Dachau con otros SS por el asunto de Malmedy arriba citado. Se llegó a ofrecer como culpable si dejaban marchar a sus hombres. Los aliados se lo negaron. Todos fueron condenados a muerte en la horca, pidiendo Peiper que los fusilasen ya que era más honorable para un militar. Los americanos también se negaron. Al final la pena de muerte les fue conmutada a todos por  cadena perpetua. Tras once años en de prisión Landsberg (donde también estuvo Hitler), fue liberado en Diciembre de 1956.

Tras volver a la vida civil, Peiper empezó su carrera profesional en 1957 trabajando para la prestigiosa empresa Porsche, pero los sindicatos al descubrir quién era exigieron su despido inmediato. Le pasó lo mismo en Volkswagen, donde fue despedido al descubrirse que había sido juzgado como criminal de guerra, a pesar de haber cumplido su condena. Peiper fue consciente de que no podía quedarse en Alemania y junto a su familia se fue a Francia. Llego a denominar a la Alemania Federal de la época como “sociedad en bancarrota”. Peiper eligió una zona que durante la Batalla de Francia en 1940, le había gustado particularmente y concretamente el pueblo de Treves (Haute-Saône). Allí había ayudado a un prisionero francés llamado Gauthier y logró que él y su familia regresasen a Francia durante la guerra desde Alemania. 

Gauthier no olvidó a Peiper y le vendió el molino junto al río en Traves, donde se trasladó Peiper a vivir. Era un molino en malas condiciones y necesitaba repararse. Peiper no disponía del dinero necesario para repararlo y un antiguo camarada de Peiper, el SS-Obersturmführer Erwin Ketelhut, se lo compró y se instaló en el molino con intención de repararlo, cosa que hizo. Con el dinero, Peiper se hizo construir (él colaboró en el trabajo de forma directa), una casa junto a Treves, que dominaba el río Saona y que no se veía desde la carretera ya que quedaba oculta detrás una frondosa barrera de árboles y arbustos. Era más un bunker que una casa convencional, aunque tenía ese aspecto. En esta casa vivió pacíficamente durante más de quince años, oculto a miradas indiscretas.

La información que tenemos de su muerte es confusa en cuanto a los autores. Paul Cacheux, miembro del Partido Comunista Francés, le reconoció y se inició una campaña feroz contra Peiper.  dirigida por el propio partido comunista. Tras muchas amenazas, carteles en las calles de Traves y pintadas en paredes y asfalto acusando de que en el pueblo vivía un SS, Peiper tomó la decisión que iba a ser la última en su vida. Se sabe que envió a sus hijos y a su mujer, enferma de cáncer, de regreso a Alemania y él iba a permanecer en la casa ya que temía que la quemasen. Incluso su vecino Erwin Ketelhut, le dijo que pasase la noche en el molino pero no quiso. Incluso se ofreció a quedarse con él, pero también rechazo esa posibilidad ya que si le atacaban podría resultar herido. “Ya ha habido suficientes muertes” le dijo Peiper a su camarada y amigo. Ketelhut le entregó un rifle para que pudiese defenderse, Peiper lo aceptó y permaneció vigilante desde el mirador de la casa sobre el río Saona. A las diez y media, tras escuchar unos ruidos observó a varios hombres, unos doce al parecer, subiendo desde el río hacia la casa.

Tras disparar al aire con el propósito de intimidarles, el grupo le dijo que saliera y así lo hizo Peiper ya que decían querer hablar con él. Se apercibió rápidamente de que las intenciones no eran esas, pero fue capturado antes de que pudiese entrar de nuevo en su casa. Lo que le hicieron exactamente mientras estuvo vivo y si fue interrogado no lo sabemos. Sí sabemos que los asaltantes lanzaron una bomba de gasolina para quemar pruebas sobre la una de la madrugada. El cadáver abrasado de Peiper estaba en su dormitorio echado sobre su cama, de lado con un brazo sobre su pecho, sólo media un metro y le habían ¡cortado los pies y las manos! Los bomberos llegaron a dragar una parte del río con el propósito de encontrar los pies y las manos, pero no las encontraron y la policía trabajo medio año en el asunto, pero sin resultados. El caso fue archivado. Tengo claro que fue un asesinato ritual.

El portador de la Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas, Obersturmbanführer Joachin Peiper murió el 14 de Julio de 1976, la fiesta nacional francesa.

Peiper le dijo a Charles Whiting, el escritor e historiador militar británico, antes de irse a Francia “Estoy sentado sobre un barril de pólvora. Ellis, Kempner y Wiesenthal, trataron de capturarme en el pasado. Un día, alguien vendrá con otra “historia” y el barril de pólvora estallará debajo de mí. Entonces todo habrá acabado”.





NUREMBERG Y HESS (Editado originalmente el 4/4/2013)


Tras esquivar a un Spitfire y a la defensa aérea inglesa en una misión de paz ciertamente cándida, Rudolf Hess fue detenido por los británicos y Winston Churchill rechazó cualquier trato de paz con Alemania de forma inmediata. Y además Hess fue encarcelado como prisionera de guerra a pesar de que tanto su avión como él iban desarmados y había volado hasta allí de forma libre. Este embajador de paz permaneció encarcelado hasta su muerte a los 93 años en 1987.

En aquel momento histórico Churchill no dijo nada sobre el asunto Hess. Se cubrió con un manto de silencio oficial implacable. Había entonces en Inglaterra un movimiento muy fuerte por la paz y Churchill temía que este movimiento le sacase de la poltrona de su ministerio por no intentar un acuerdo con Alemania. Parece que Churchill no tenía en cuenta los cientos de miles de soldados ingleses que tenían que morir a partir de ese momento por su decisión.

Seguramente para muchos la muerte de este hombre, que perteneció al círculo íntimo del Führer hasta el inicio de la guerra, significó el fín de un tiempo terrible. Sin embargo y desde mi punto de vista, fue una víctima de la cruel justicia de los vencedores. Seguramente Hess representa más que nadie la hipocresía del tribunal de Nuremberg, pero ¿cómo fue todo eso?

Al poco tiempo de acabar la guerra en 1945, Hess fue llevado a Nuremberg para ser juzgado junto a otros líderes alemanes por los Estados Unidos, Inglaterra, la Unión Soviética y Francia como “criminal de guerra”. Creo que Hess fue tratado con más injusticia que cualquier otro de los encausados y el mismo tribunal no tenía ni la altura legal ni moral para juzgar a nadie. Muchas personas importantes en Europa y Estados Unidos ya indicaron que ese proceso violaba dos principios fundamentales del derecho y la defensa:

Fue un juicio de los vencedores sobre los vencidos. Lo vencedores eran juez y parte, además de fiscales, supuestas víctimas y en parte complices por el caso de Unión Soviética por iniciar la II Guerra Mundial.
 
Los cargos acusatorios fueron creados para la ocasión y definidos tras el hecho. Lo que se llama “ex post facto”

El Responsable de Justicia de la Corte Suprema de los Estados Unidos Harlan Fiske denominó al tribunal y su justicia como un fraude.  El fiscal en Jefe de los Estados Unidos Jackson decía “no me importa lo que les pase a los nazis, pero odio ver la pretensión de que esto es una corte y que se procede según la ley. Esto es un fraude”. El adjunto a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, William O. Douglas, cargó contra los aliados diciendo que eran culpables por “sustituir el principio por el poder” en Nuremberg. Y también escribió más tarde “Yo pensaba entonces y aún pienso que el Juicio de Nuremberg no tenían principios. La ley se creó “ex post facto” para acomodarse a la pasión y el clamor del momento”.

Lo que más me disgusta a mi de todo este asunto además de lo que he citado hasta ahora, es la participación soviética en el juicio. Creo que es lo que le dio el aura de “show” y de mínima  credibilidad al mismo. Por ejemplo, el juez I.T. Nikitchenko que presidió la solemne sesión de apertura, fue juez en los infames “Juicios de Moscú” de 1936 juzgando y ejecutando a Zinoviev y Kamenev entre otros muchos. No creo que fuese un juez imparcial en Nuremberg con ese precedente por el cual debería de haber sido encarcelado como mínimo.
 
Pero el trato dado a Hess muestra la injusticia que prevaleció en todo ese tiempo. Estaba entre los acusados sobre todo porque había sido lugarteniente de Hitler. Sus deberes con el Führer tengo claro que eran totalmente ceremoniales. Llevaba a cabo el discurso anual a la nación en Navidad, recibía a delegaciones de alemanes étnicos del extranjero que visitaban Alemania, aparecía en actos de caridad popular y presentaba al Führer en el Congreso Anual del Partido en Nuremberg. Recuerdo esa imagen de la película de Leni Riefensthal “El Triunfo de la Voluntad”, donde Hess aparece como maestro de ceremonias con ojos muy abiertos y casi en éxtasis al dar paso a Hitler. Seguramente es la imagen más popular o conocida de él durante aquel período.

Curiosamente, se le conocía como la “Consciencia del Partido” y muy a menudo usaba su influencia para intervenir en defensa de las víctimas por persecuciones de los extremistas del partido nazi. En su detallado estudio “Justicia en Nuremberg” muy crítico con los alemanes, el historiador Robert E. Conot denomina a Hess como un “hombre decente y honesto” y “un pacifista de corazón”. En su acusación, los cuatro poderes aliados le presentaron de la forma más siniestra posible y diciendo que Hess ya empezó sus actividades conspirativas al terminar al I Guerra Mundial enrolándose en organizaciones militaristas y nacionalistas. Y en el colmo del absurdo dijeron que “Hess fue uno de los miembros de la conspiración nazi que ya en 1933, tenía en su ánimo la completa dominación mundial”. Ya me explicarán cómo llegaron a esa conclusión... La parte de Hess en esa supuesta conspiración nazi es tan grande como el partido que dirigía, por la tanto, los crímenes del partido eran suyos.

De todas maneras, el encausamiento aliado contra Hess era débil. Hitler mantuvo a su lugarteniente en la sombra  en cuanto a su política exterior y decisiones militares. Sencillamente no tuvo nada que ver. Se estableció claramente en Nuremberg que Hess no estuvo presente en ninguna de las reuniones en la que Hitler discutía sus planes militares. Y evidentemente, él no tuvo nada que ver en lo que pasó en la guerra tras su vuelo a Escocia, ni mucho menos en el ataque a Rusia. De todas maneras, el tribunal declaró a Hess como culpable de “crímenes contra la paz, planificando y preparando una guerra agresiva” y “una conspiración con otros líderes alemanes para cometer esos crímenes, pero inocente de “crimenes de guerra” y “crímenes contra la humanidad”.

No creo que ningún historiador serio hoy pueda creer que Hess fue culpable de “crímenes contra la paz”. Toda la crítica contra él en los últimos tiempos vienen por su firma en las Leyes de Nuremberg de 1935, donde no se permitía a los judíos disfrutar de la plena ciudadanía y derechos como a los alemanes y prohibía las bodas o relaciones sexuales entre judíos y no-judíos. Se alega que estas leyes “abrieron el camino” para el Holocausto años después. Creo que su firma fue totalmente un acto protocolario gubernamental y dudo que tuviese que ver en el redactado de esas leyes. De todas maneras y aunque Hess hubiese estado involucrado en ese redactado, no podemos olvidar que eran de carácter doméstico y que tenían su contrapartida previa en muchos otros países también, entre ellos los Estados Unidos.
 
Creo que Hess no se congració con el tribunal ya que no expresó remordimientos por su soporte leal a Hitler y al régimen Nacionalsocialista, he hizo un discurso final en el que firmó su suerte futura. Si lo queremos ver bajo ese prisma, Albert Speer, ex-ministro de armamentos y que hizo mucho más que Hess, sólo fue condenado a 20 años de prisión. El juez soviético solicitó ejecutar a Hess y los demás prisión de por vida, excepto lo franceses que solicitaban 20 años de prisión. Fue internado en la prisión de Spandau.
 
Incluso Churchill en 1950 se lamentó sobre el trato que recibía Hess y escribió con la mayor hipocresía que “Viendo la historia de forma global, estoy contento de no ser el responsable de cómo   Hess ha sido y es tratado. Cualquiera que sea la culpabilidad moral de un alemán que estaba junto a Hitler, según mi punto de vista, Hess ha expiado todo ello por su completa y devota obra de lunático. Vino a nosotros de forma libre y, aunque sin autoridad, tenía una cierta importancia. Él era un caso médico y no criminal y así debe ser considerado”
 
La antigua prisión de Spandau fue demolida tras su muerte.

lunes, 26 de enero de 2015

LA PAZ (Editado originalmente el 16/1/2013)


Palabra bonita y que todos suscribiríamos sin pestañear, como las misses en los concursos de belleza, donde ponen a prueba sus conocimientos sobre los asuntos más peregrinos y cuyas respuestas sirven de mofa, vituperio, vilipendio y escarnio del público en directo y luego en Youtube. Sin duda ¿qué clase de ser humano no querría la paz? La paz mundial seguramente es una entelequia de difícil consecución y no porque no estemos todos de acuerdo en quererla, es que pueden haber personas o grupos que no desean que eso suceda. Y ponen todo su poder en llevar al mundo por otros derroteros más afines a sus intereses.
 
Igual que la paz, como he dicho, es uno de los anhelos del ser humano, también lo es la prácticamente unanimidad de de que Hitler ha sido la figura histórica más deleznable y odiosa que se pueda imaginar. Es el ejemplo de la maldad en estado puro, de la anti-paz y que sólo hizo cosas terribles para la humanidad. Sin embargo, y rascando un poco la historia nos sorprenderemos de que incluso mucha gente que se considera a sí misma bien informada sobre Hitler y el III Reich, son absolutos ignorantes de los muy numerosos esfuerzos del mismo Hitler para conseguir la paz en Europa. Estos esfuerzos incluían propuestas muy serias de reducción de armamentos y limitaciones a la expansión de armas. Estos esfuerzos, serios y rigurosos, fueron sistemáticamente rechazados por los líderes de Francia, Inglaterra y otras naciones poderosas.
 
Hitler pronunció un discurso sobre política exterior tras su democrática llegada al poder como canciller, y lo hizo en el Reichstag el 17 de Mayo de 1933. Ese discurso fue un llamamiento a la paz, igualdad de derechos y entendimiento mutuo entre las naciones. Sus argumentos no sólo estaban bien cimentados, sino que fue apoyado por los representantes de la oposición del Partido Social-Demócrata. Dos años después, en su discurso del 21 de Mayo de 1935 en el mismo Reichstag, Hitler volvió a insistir en la necesidad de la paz en base al mutuo respeto e igualdad de derechos. Incluso el “Times” de Londres, se refirió a ese discurso como “razonable, directo y comprensible”. Estas llamadas continuadas a la paz, no eran mera retórica como puede pensar algún lector. El 31 de Marzo de 1936, el gobierno de Hitler anunció un plan sensato para reforzar la paz en Europa. El detallado documento ofrece muchas propuestas bien sustentadas, incluyendo la desmilitarización de la zona del Rin, un acuerdo de seguridad para la Europa occidental, una prohibición categórica de las bombas incendiarias, gases venenosos, carros pesados y artillería pesada. 
 
A pesar de esta amplia oferta y otras como esa, todo fue rechazado por los líderes en Londres, París, Varsovia y Praga. Sin embargo, las iniciativas de Hitler no fueron del todo estériles. Por ejemplo, en Enero de 1934, su gobierno concluyó un pacto de no agresión por 10 años con Polonia (desgraciadamente, el espíritu de este pacto fue roto más tarde por los hombres que llegaron la poder en Polonia tras la muerte del Mariscal Pilduski en 1935). Uno de los éxitos más importantes de Hitler en política exterior fue un acuerdo naval con Inglaterra, firmado en Junio de 1935. Curiosamente este tratado naval no hacia caso del Tratado de Versalles y mostró que ni Londres ni Berlín creían en la validez de ese infausto tratado.
 
Durante años Hitler trató de hallar una alianza con Inglaterra o por lo menos una relación cordial entre los dos países, basada en el respeto mutuo. En ese esfuerzo, tuvo cuidado de no ofender a Inglaterra en su orgullo o sensibilidades, o hacer cualquier propuesta que pudiese amenazar los intereses británicos. El Führer también trabajó para lograr unas relaciones cordiales con Francia, bajo los mismos criterios de respeto con Inglaterra. Durante años, los historiadores han tendido a ignorar las iniciativas de Hitler para reducir la tensión y promover la paz y rechazarlas como un engaño. Pero si los líderes responsables de Inglaterra y Francia durante los años 30, hubiesen considerado que esas propuestas eran un engaño o un bluff, lo hubiesen podido mostrar fácilmente como tales dándoles una consideración seria y comprobando hasta donde llegaba Hitler. Su actitud irresponsable sugiere que entendían que las propuestas de Hitler eran sinceras, pero las rechazaron de todas maneras ya que aceptarlas podría poner en peligro la predominancia militar y política de ambos países en Europa.
 
Hitler no quería la guerra en 1939, como ya he explicado en otros artículos de este blog, y por descontado menos un conflicto a escala mundial. Quiso de forma sincera una resolución pacífica con Polonia, sobre la base de una ciudad-estado, Danzig, étnicamente alemana y su corredor que fue el detonante. Su sinceridad de no querer la guerra ha sido incluso confirmada por eminentes historiadores como el británico A.J.P. Taylor (muy pocos, esa es la verdad). Fue, por supuesto,  las declaraciones de guerra de Francia e Inglaterra contra Alemania del 3 de Septiembre de 1939, con el soporte del presidente USA Roosevelt, lo que transformó un choque entre Polonia y Alemania en un conflicto mundial.
 
Para justificar su declaración de guerra, Inglaterra protestó de que Alemania había violado la soberanía polaca y había amenazado la independencia polaca. Sin embargo lo hueco e insincero de esta proclama queda demostrado por el hecho de que Inglaterra no le declaró la guerra a la Unión Soviética que entró en Polonia dos semanas después. Inglaterra traicionó a Polonia y no sólo en 1939, sino en 1944/1945 cuando permitió que la Unión Soviética se quedará con Polonia y la subyugara sin piedad. Esto es válido para Francia, no lo olvidemos.
 
La exitosa campaña alemana de Mayo-Junio de 1940 sobre Francia y el cuerpo expedicionario inglés muy superior numéricamente al ejército alemán, hizo que Hitler volviese a ofrecer la posibilidad de detener el conflicto dejando escapara a más de 300.000 soldados británicos de Dunkerke e iniciando contactos diplomáticos secretos, pero fue nuevamente rechazado por Churchill con las consecuencias que todo conocemos.











PEARL HARBOR - UN MISTERIO CADA VEZ MÁS CLARO (Editado originalmente el 8/12/2013)


Hoy día 8 de Diciembre de 2013, se celebran los 72 años del ataque japonés a la base naval de Pearl Harbor, en Hawaii. Ese día, Franklin D. Roosevelt subió a la tribuna antes de una sesión del congreso para solicitar la declaración de guerra contra el imperio japonés. Un día antes, al amanecer, una flota de aviones de combate, que habían despegado desde varios portaaviones japoneses, bombardearon a la flota norteamericana allí anclada.
 
Según dijo el ex-presidente republicano Herbert Hoover “Sólo tenemos un trabajo que hacer ahora y es derrotar a Japón”. Pero a sus amigos que le apodaban “El Jefe”, les enviaba otro mensaje “Vosotros y yo sabemos que pinchar continuamente a las serpientes de cascabel acaban mordiendo a este país”. Hoy en este aniversario del bombardeo sobre Pearl Harbor, se ha escrito una historia muy interesante del período que va de 1943 a 1963 y que por fin ha salido a la luz. Y no es ni más ni menos que la explicación de Hoover sobre qué sucedió antes, durante y después de la II Guerra Mundial, y la implicación de los USA. El título “Freedom Betrayed: Herbert Hoover’s History of the Second World War and Its Aftermath” (Libertad Traicionada: La Historia de la II Guerra Mundial de Herbert Hoover y sus Consecuencias). Está editado por el historiador Georg Nash.
 
El libro es una acusación directa a Roosevelt y los hombres de su equipo, que mintieron de forma prodigiosa sobre su interés en mantener a los USA fuera de la guerra, mientras deliberadamente iban paso a paso para meter al país en ella. Las 50 páginas sobre el inicio de la guerra en el Pacífico están basadas en su memoria y documentos de ambas partes para demostrar la culpabilidad de Roosevelt. Y quizás la mejor forma de demostrar el poderío de este libro es la forma en que Hoover describe los hechos, de forma cronológica e increíblemente semana a semana.
 
Consideremos la situación de Japón en el verano de 1941. Tras cuatro años de guerra con China que no podía ganar ni acabarla y habiéndose trasladado a la Indochina Francesa, Japón se veía a sí mismo cerca del final de su atadura con la guerra. Dentro de su gobierno había una facción poderosa dirigida por el Primer Ministro el príncipe Fumimaro Konoye que, desesperadamente, no quería la guerra con los USA. Esa facción pro “Anglo-Sajona”, incluía a los oficiales de la marina que lucharon junto a los americanos y la Royal Navy en la I Guerra Mundial. Mientras que la parte proclive a la guerra se centraba en el ejército y en su general Hideki Tojo y el Ministro de Exteriores Yosuke Matsuoka, un furibundo anti-americano. El 18 de Julio de 1941, Konoye derrocó a Maysuoka, reemplazándole por el pro “Anglo-Sajón” Tejiro Toyoda.
 
La respuesta USA: el 25 de Julio se congelaron todos los bienes japoneses en los USA, paralizando todas las importaciones y exportaciones y negando a Japón el petróleo del que dependía el imperio japonés. Sorprendido, Konoye aún siguió con la política de paz, ganando el apoyo secreto de la marina y el ejército para verse con Roosevelt en la costa oeste y escuchar y responder a la demandas USA. El embajador americano Joseph Grew imploró a Washington que no ignorasen la oferta de Konoye, que el príncipe le había convencido de que se podía alcanzar un acuerdo para la retirada japonesa de Indochina y el sur y la China central. Sin temer a los ejércitos de Mao o de Stalin, Tokyo quería ser como un parachoques en el norte de China ante los comunistas.
 
El 28 de Agosto, el embajador japonés en Washington presentó una carta personal a Roosevelt de parte de Konoye, implorando una reunión. Tokyo rogó a los USA que mantuviesen la oferta de Konoye en secreto, ya que revelarlo podía poner en peligro el gobierno del Primer Ministro. El 3 de Septiembre, la carta fue filtrada al “Herald Tribune”. El 6 de Septiembre Konoye se reunió de nuevo en una cena de tres horas con Grew, para decirle que Japón ahora estaba de acuerdo con los cuatro puntos que los USA solicitaban como base para la paz. No hubo respuesta.
 
El 29 de Septiembre, Grew envió lo que Hoover describe como “una súplica” para que el presidente no dejase pasar esa oportunidad para la paz. El 30 de Septiembre, Grew escribió a Washington “El barco de guerra de Konoye está preparado y esperando llevarle a Honolulu, Alaska o cualquier otro lugar designado por el presidente”. No hubo respuesta. El 16 de Octubre, el gabinete de Konoye cayó. 

En Noviembre los USA interceptaron dos nuevas ofertas desde Tokyo: una Plan A para acabar la guerra con China y la ocupación de Indochina y si era rechazada un Plan B, una situación estática en la que ninguna parte hiciese ningún movimiento nuevo. Ambas fueron rechazadas. En una reunión del 25 de Noviembre, del Consejo de Guerra de Roosevelt, el Secretario de Guerra Henry Stimson habla del consenso que había entre los presentes “La cuestión era cómo podíamos manipularlos (a los japoneses) para... para que disparasen el primer tiro, sin que nos representase mucho peligro” Frank Knox, Secretario de la Marina escribió “Podemos barrer a los japoneses del mapa en tres meses”.
 
Tal como Grew había predicho, Japón una nación “Hara-Kiri”, se probó capaz de suicidarse a si misma en China en las garras de Mao, las guerras USA en Corea, Vietnam y el crecimiento de una una China soberbia, que muestra muy poco respeto por los USA, la gran superpotencia de antaño.
 
Os garantizo que si que queréis saber la historia que construyó nuestro mundo actual, pasad una semana con el libro de Hoover. No os defraudará y os dará luz de los movimientos bajo mano que pudieron evitar la catástrofe política y la ingeniería social que sufrimos hoy.
 
Y me pregunto ¿Por qué no hay consecuencias contra esos políticos que sabían lo que hacían? ¿Qué directrices seguían? ¿Y de quién? ¿Por qué las seguían? ¿Por qué siguen gozando de una imagen intachable? ¿A quién interesa eso?...

UNA GUERRA BUENA (Editado originalmente el 9/4/2014)

Me imagino que los soldados aliados y sobre todo lo ingleses que avanzaban con sus tanques liberando diferentes países europeos de los alemanes y viendo los campos de concentración, no podían imaginar que su guerra contra los nazis no fuese una “buena cruzada”, “una guerra justa”. Este criterio ya lo explicó hace casi cincuenta años el historiador A.J.P. Taylor y se convirtió en una creencia universal, casi en un dogma para el mundo académico y para la gente normal que veía los innumerables reportajes por televisión. Cuando en Mayo de 1945 el Ejército Alemán se rindió, también nació uno de los mitos más aclamados y justificadores. Otras guerras son vistas como innecesarias y de matanzas sin sentido y la II Guerra Mundial, según dijo Studs Terkel el famoso historiador, actor y presentador norteamericano fallecido en 2008,  fue una “la guerra buena”.
 
Creo que por un lado y visto de forma desapasionada, algunos la pueden considerar así. Los revisionistas dicen que derrotar a Hitler fue un error, a pesar de que otros dicen que eso es absurdo y ofensivo. Creo que todos pueden tener su parte de razón, aunque la II Guerra Mundial ha sido un conflicto que levanta profundas pasiones, hay pocos matices. Incluso se podría decir hoy lo que decía Giovanni Giolitti, el primer ministro italiano hace algo más de cien años: “bonitas leyendas nacionales”. Y sobre todo de aquellos países que fueron los vencedores de la guerra.
 
Algunas de estas leyendas son más obvias que las otras. Los franceses, por ejemplo, sufrieron una derrota catastrófica en 1940 y durante la ocupación muchos franceses colaboraron abiertamente con los alemanes.  Y fueron más los que colaboraron que los que resistieron, de largo. Incluso hubo que lucharon en la Legión de Voluntarios Franceses junto a los alemanes en Rusia, en número muy superior que al lado de los aliados. Frente a esas verdades indiscutibles, el general De Gaulle de forma brillante construyó el mito de la Francia Libre y de la Resistencia, que ayudó a curar las heridas de la amplia colaboración, para reconstruir el país. El mismo De Gaulle construyó su propia leyenda ya que nunca pasó de coronel, pero se auto-proclamó general...
 
Otros mitos sobre la guerra han crecido de forma menos deliberada. Por ejemplo, para los americanos la primera leyenda tiene que ver con la misma definición de la II Guerra Mundial. En los últimos tiempos se ha querido decir que fue una guerra contra la Alemania de Hitler. Pero para los americanos de entonces, la guerra quería decir “el frente del Pacífico”. Ahí fue donde se derramó la primera y última gota de sangre americana y donde la guerra duró más.
 
Siempre recuerdo con una sonrisa que cuando el presidente Bush habló de la guerra contra el terror, como la II Guerra Mundial, y que empezó con un ataque sorpresa a los USA, en ese momento Bush se hizo eco de la percepción original del término. Hablando del ataque a Pearl Harbor de 1941 a los USA, fue como la sorpresa de los europeos y los polacos, frente al ataque alemán. La razón de ese sutil cambio en la percepción americana es fácil de ver. Si alguna vez un régimen puramente malvado ha existido, fue el III Reich y si alguna guerra ha tenido alguna vez una razón moral para la misma, fue la II Guerra Mundial. Sin embargo, la moralidad de la guerra en el Pacífico no es tan clara ya que si bien los japoneses atacaron Pearl Harbor y fueron crueles con los prisioneros, las bombas atómicas hicieron una gran diferencia en esa percepción americana. Son conscientes de la brutalidad del uso del arma atómica y prefieren pasar de puntillas y dedicar su esfuerzo en Hitler y deslegitimizar su régimen democráticamente  elegido.
 
Los ingleses alimentan el mito de que “nosotros ganamos la guerra”. Es verdad que sólo los ingleses y su imperio al completo combatieron desde el principio hasta su final. El desafío británico a Hitler se mantuvo hasta que recibió la ayuda americana y Hitler se enzarzó con al Unión Soviética. Stalin llegó a decir que “Inglaterra dio el tiempo, America el dinero y Rusia la sangre”
 
Tras mentiras, verdades y exageraciones que hayamos podido ver, oír y comentar, lo cierto es que los ingleses (no puedo evitar hablar de Inglaterra) todavía tenían en el recuerdo la carnicería que fue la I Guerra Mundial. También siempre han defendido que ellos y los americanos eran democracias sólidas y sus soldados no eran campesinos brutales o un ejército de mercenarios. Eran ciudadanos en uniforme y no podían ser tratados como lo fueron los soldados rusos o alemanes, según el historiador Max Hastings. Eso lo justificaban a través de las cifras de sus socios rusos. En el caso de los soviéticos y sólo en el primer invierno contra los alemanes, 8000 soldados fueron fusilados por cobardía ante el enemigo. Durante la batalla de Stalingrado otros 12000 fueron también fusilados por el mismo motivo. Podemos imaginar que se fusilaron a muchos más durante la contienda. Y hacia el final de la guerra, Stalin fue más flexible en este asunto y permitió la rapiña y la brutalidad de sus tropas a medida que entraban en Alemania.
 
Esa “Guerra Buena” también está en serio compromiso por otras razones, entre ellas el feroz y despiadado bombardeo sobre civiles en Alemania. Los ingleses perdieron a un total de 300000 hombres durante la guerra, mientras que 600000 civiles fueron muertos en los bombardeos sobre las ciudades ¿estaba realmente justificado frente a cientos de objetivos militares de más entidad? Creo que no. Los ingleses no fueron a la guerra a salvar a los judíos de las garras de Hitler, que además no lo hicieron, sino para proteger la integridad de Polonia (una estúpida declaración de guerra y defensa que no podían cumplir, pero ese no era el objetivo), algo que Churchill y Roosevelt olvidaron definitivamente en Yalta frente a Stalin. Y la consecuencia al acabar la guerra fue la caída del Telón de Acero sobre varios países centroeuropeos y la desgracia que cayó sobre ellos durante más de 50 años. Fue un mal negocio. Al margen y como gran catástrofe la gestión de Churchill ya que se perdió el Imperio Británico y como digo en otro artículo, Inglaterra se convirtió en una isla dependiente de los USA. Fue otro mal negocio. Puedo preguntarme aunque sea una pregunta dolorosa para algunos ¿valió la pena la lucha contra Hitler a la vista de los resultados?
 
¿Qué es una “Cruzada Noble”? Para liberar a los países occidentales de Europa quizás. ¿Fue justa? Este concepto engañoso debe ser sopesado contra muchas injusticias que cometieron los vencedores ¿Fue una “Guerra Buena”? La frase ya es dudosa en sí misma. Creo que no hay guerra buenas, pero pueden haber guerras necesarias y muchos dicen que la II Guerra Mundial lo fue.

POR SU SEGURIDAD (Editado originalmente el 16/12/2013)

Este no es un artículo amable. Ni lo pretende, ni quiere serlo. El asunto que trata es de la máxima seriedad y nos afecta a todos, sin distinción de persona, sexo, raza, país o continente. Trata de la nueva dictadura que de forma sutil, implacable y siguiendo su propio ritmo establecido, nos va atenazando en todas las áreas de nuestra vida. Bajo los epígrafes gubernamentales supuestamente bondadosos como “Por su seguridad”, “Lo hacemos por usted”, “Pensamos en usted”, “No podemos conducir por usted” y otros a cual más hipócrita, se esconde un factor de dominación y de control de nuestras vidas absoluto. Los avances tecnológicos, que siempre van a más, son una herramienta formidable en manos de quienes quieren saber todo lo hacemos siempre, en todo momento. Sin descanso.

Este artículo también surgió de mi interés particular por todos aquellos asuntos que tienen que ver con nuestra vida normal y corriente. Son situaciones diarias, normales que para cualquier persona quizás no representen nada en particular, pero que una vez analizadas, representan mucho. Por ejemplo, el año pasado tuve que ir a Madrid desde Barcelona en el Puente Aéreo. Cada vez que debo viajar en avión he de reconocer que me resulta incómodo por los antes y después del vuelo. Creo que el tiempo que pasamos antes de subir a bordo, los controles y la humillación por la que nos vemos obligados a pasar, son en muchos casos una auténtica pérdida de tiempo, así como al llegar a destino y las esperas, sino pérdidas, del equipaje en las cintas de entrega. Todo es muy complicado.

En ese viaje y antes de embarcar tuve que pasar, como todos los viajeros, el consabido control y arco de seguridad. Tras haberme despojado de todo aquello que podía sonar y que unas pantallas de televisión me mostraban con todo lujo de detalles (relojes, monedas, anillos, cartera, cinturón, ordenador, etc…) y con el omnipresente “POR SU SEGURIDAD”, me dispuse a pasar bajo el arco de control. Una vez atravesado el pitido sonó implacable, indicando que llevaba algo no adecuado para los niveles de seguridad establecidos. Un empleado de una empresa privada situado junto al arco me preguntó si llevaba algo más. Le indiqué que no y me hizo pasar de nuevo por el arco. Éste siguió con su pitido. En aquel momento y con un lector manual que pasó sobre mi persona, me dijo con aire de suficiencia “Son los zapatos. Tiene que quitárselos y pasarlos por allí” dijo indicándome el scanner por donde pasan las bolsas de mano y otros complementos. Evidentemente, yo no iba vestido de terrorista, mi traje y corbata delataban que era uno más de los miles de trabajadores de empresa que pasan a diario por la terminal, sin más intención que viajar. Le pedí por favor que no me hiciese sacar los zapatos.

En aquel momento soltó la frase lapidaria y triunfal “Es por su seguridad”. He de reconocer que en ese momento y tras haber seguido todas las recomendaciones por absurdas que sonasen, un cabreo perfectamente descriptible me inundó. “¡Será por la suya!” le dije de inmediato “Aquí el único que va armado es usted.  Yo no llevo armas. Seguramente ustedes nos tienen miedo y nos humillan de esta forma. ¡Ya está bien!”. Mi interlocutor se quedó un momento sin habla, le descoloqué. Seguidamente se giró y solicitó a uno de los Guardias Civiles que suelen estár situados más atrás, que se personase allí. “Este pasajero no quiere quitarse los zapatos” le dijo solícito. El Guardia Civil, sin duda más profesional, comprendiendo la situación de inmediato y en un tono muy educado me dijo “Comprenderá que cumplimos órdenes de la superioridad, no es por nuestro gusto” Eso me sonó bien, aunque ¿quién forma parte de esa Superioridad. A quién se le han ocurrido estas sandeces?. “Seguramente la alarma ha sonado por los ojales metálicos de sus zapatos, por donde pasan los cordones”. Así era. “Le ruego que ponga sus zapatos en el scanner, y pase usted sin más problemas”. Así lo hice y efectivamente, sin zapatos y aguantándome el pantalón, pude pasar. Es evidente que yo había tratado con dos personas que, a pesar de que obligan a la cumplimentación de las normas, ellos son meros peones sin más entidad. Son ejecutores, pero no los culpables, no los inductores. Tras todo este show, cuando voy a Madrid utilizo el AVE. Ya no me humillan, voy más cómodo y gano bastante más tiempo y dinero.

¿Cual es la lección de todo este asunto que pasó un día cualquiera, en un aeropuerto cualquiera y piense el lector cuantas veces ha vivido escenas así? Básicamente, que en cumplimiento de una supuesta norma de seguridad que surge tras el derrumbe del New York World Trade Center el 11/S y para evitar ataques o acciones terroristas en medios aéreos de transporte, todos somos sospechosos y tratados de forma humillante. No tengo dudas que es peor el remedio que la enfermedad. El tiempo que se pierde en esos absurdos controles que cualquier terrorista tiene claro y evita (hay muchas formas de introducir armas o bombas en el avión, no tengan dudas), no evitan realmente un atentado. La bomba se puede poner en un barco, autobús, tren, edificio, etc… Pero ese no es el objetivo real de los que mandan. No es nuestra seguridad lo que está en juego, esa es la excusa, es la de ellos. El objetivo real es ver cual es la capacidad de aguante de la población ante órdenes oficiales absurdas, humillaciones de todo tipo, controles, etc…, y comprobar el nivel de aceptación y resignación de la gente.

Sin duda nuestra capacidad ovejuna de aguante es superior a cualquier previsión llevada a cabo por la “Superioridad”, esté donde esté ese ente. Esa “Superioridad” nos tiene miedo, no se fía de nosotros y quiere saber todo de cualquiera en cualquier momento. Tiene que controlarnos, para aplastarnos con su poder. Somos sospechosos y peligrosos a sus ojos y no cejará en aumentar su presión, hasta convertirnos en ganado, bebiendo, comiendo y siendo entretenidos con sus productos, fabricados por sus multinacionales y espectáculos que nos ofrecen sin descanso y para mejorar nuestra vida, pero siempre… ¡por nuestra seguridad!.

EL DR. RICHTER Y LA ARGENTINA DE PERÓN (Editado originalmente el 23/7/2012)

En un artículo anterior hice alguna referencia al Dr. Ronald Richter y sus investigaciones sobre la energía durante el III Reich. Sin embargo, el Dr. Richter es más conocido por su estancia a principios de los 50’s en Argentina a las órdenes de su presidente, el general Perón, y sus investigaciones sobre la energía atómica, o eso parecía... Se supone que todo terminó en un gran fracaso.
 
Perón, un líder carismático, no tuvo empacho en anunciar a todos los medios que Argentina había logrado sonados avances en la investigación del átomo. La revista TIME se hacia eco de la noticia en su número del 2 de Abril de 1952, de la siguiente manera: “Juan Perón llamó a los periodistas la semana pasada para anunciarles algo muy especial. Con una elaborada ostentación, miembros de la prensa extranjera fueron convocados. Lo que debía decir, explicó Perón, era únicamente para su propio pueblo. Anunció: científicos argentinos, utilizando sólo material argentino, relativamente barato, habían conseguido el 16 de Febrero de ese año una “liberación controlada de la energía atómica” (es decir, una explosión atómica) “La nueva Argentina ha decidido que copiar la fisión nuclear vale la pena. Y contrariamente a experimentos extranjeros, los técnicos argentinos han trabajado sobre la base de las reacciones termonucleares, que son idénticas a las que expele el sol. El experimento ha sido llevado a cabo  por el gobierno en la planta atómica de la isla de Huemul, en el lago andino de Naheul Huapi, 900 millas al suroeste de Buenos Aires. No requirió ni uranio ni plutonio”. Perón indicó también que esta nueva energía se utilizaría en plantas de energía e industria.

El mismo artículo sugería más adelante que la cruz gamada estaba detrás de este desarrollo: “Junto al presidente Perón estaba el Dr. Ronald Richter, físico austríaco, que ha estado asociado con el programa atómico argentino desde su inicio hace ya nueve meses” ¡En sólo nueve meses! El Dr. Richter había hecho pasar a la Argentina de ser una potencia regional a la primera potencia termonuclear del mundo... A través de un interprete el Dr. Richter anunció que “lo que hemos conseguido es estrictamente argentino e infinitamente superior al sistema usado en los USA. Desde hace algún tiempo, Argentina conocía el secreto de la bomba de hidrógeno, pero el presidente Perón la rechazaba”. La “explosión controlada de fusión” del Dr. Richter, fuese lo que fuese, mostraba signos serios de poca credibilidad.

Sin duda, lo que decía el Dr. Richter sonaba muy extraño y fantástico para la física convencional del momento, ya que una explosión termonuclear debe ser accionada por una bomba atómica, que actúa como fusible de encendido y consigue la presión y temperatura extrema necesaria para la ignición del ingenio. Tan pronto como Perón hizo su anuncio, fue denunciado en los Estados Unidos por la Comisión de la Energía Atómica. Perón consultó con sus científicos que le aseguraron sin duda alguna que la visión norteamericana estaba basada en la ciencia de verdad y que por lo tanto creían que había algo erróneo con el proyecto atómico del Dr. Richter. Perón nombró a una comisión de investigación para que emitiera un informe exacto de los trabajos del Dr. Richter y su alcance, en la remota isla de Huemul. El informe fue presentado a Perón en Septiembre de 1952.

Del extenso informe sobresalen dos cosas curiosas. Primero, la actuación del Dr. Richter y su equipo, como si no supiesen o tuviesen el suficiente nivel de conocimientos para desarrollar su trabajo. Segundo, no parecían contar con los equipos necesarios para su investigación. Por ello, dice el informe “Los análisis efectuados muestran la imposibilidad, de acuerdo con los conocimientos actuales, de obtener en el laboratorio este tipo de reacciones nucleares. Sin embargo, el Dr. Richter dice que ha descubierto una serie de fenómenos que invalidan un razonamiento como el nuestro. 

Además, insiste que este fenómeno descubierto por él, "constituye la base del secreto del proceso de reacción termonuclear” el informe sigue “No es posible conocer a qué clase de fenómeno se refiere el Dr. Richter, ya que su existencia no puede contradecir el conocimiento básico que es aceptado en la actualidad”. A la vista de este párrafo oficial, hay dos opciones, o el Dr. Richter y su investigación fueron un fraude o bien que encontró algo más allá de las explicaciones convencionales de la ciencia de la época (incluso hoy). El principio del Dr. Richter se basaba en la “Precesión”. El Dr. Richter explicó a la comisión que un ingenio termonuclear se basa en la resonancia obtenida en medio de la frecuencia de precesión de Larmor - que se origina en la interacción del campo magnético actuando en el momento magnético del átomo, litio 7 - y del campo magnético de oscilación producido por un generador de radio-frecuencia. La cifra obtenida por la intensidad del campo magnético constante es de 15.000 Gauss”.

Por qué el Dr. Richter actuó así es un misterio que le costó la pérdida de los fondos y el material que le suministraba el gobierno argentino. Sin embargo, la última frase del informe es muy sugerente y ambigua “Todo el fenómeno observado no tiene parecido con un fenómeno nuclear” Es decir, observaron algo que no pudieron racionalizar con sus conocimientos científicos basados los principios de la reacción nuclear conocidos. El Dr. Richter se quejó de que el informe estaba basado en criterios erróneos y desconocimiento científico.

Sin embargo el Dr. Richter no era un cualquier y quizás iba muy por delante de su tiempo. Lo prueba el informe, de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, dentro de la Operación Paperclip para llevar científicos alemanes a Los Estados Unidos y trabajar para ellos. En el informe se cita el tipo de trabajos e investigaciones que el Dr. Richter llevaba a cabo en Alemania antes y durante la guerra. No son cualquier cosa: “Investigación en la activación de catalizadores, procesos de rotura e hidrogenación del carbón por catalizador de alta presión, desarrollo de un convertidor de imagen para un microscopio de actividad contractada, basado en el escaneo de hidrógeno o deutrinos, absorbiendo las superficies laterales con protones, deutrinos o electrones: por vez primera será posible ver y fotografiar la actividad que no puede puede ser visible por la luz ni por los microscopios electrónicos. Investigación y estudios sobre sistemas de arcos eléctricos, desarrollo de nuevos tipos de arcos de plasma analizando instrumentos y métodos. En 1936, descubrimiento de un proceso de generación de onda de plasma, concepción un nuevo tipo de sistema de reactor de arco industrial, basado más en la reactividad de la onda de plasma que ne la trasferencia de calor. Desarrollo de una base de operación para probar las condiciones de la onda de plasma por medio de la inducción de reacción nuclear en colisión de plasma”.

Aparte de lo que se pueda decir del Dr. Richter, estaba muy adelantado del pensamiento convencional aliado y por lo tanto de ser un fraude en Argentina en los 50’s. El texto anterior indica claramente que el Dr. Richter quería medir, analizar y desarrollar un microscopio que pudiese ver más allá de los límites del microscopio electrónico y poder observar el tejido atómico y las partículas sub-atómicas ¡en 1936! Parece que consiguió un avance importante en este campo y sólo se quejaba de “la falta de equipo de medición que pudiese aguantar la presión de las altas temperaturas” Algo así pasó en Argentina, donde el equipo de que disponía era de tipo estandard y quizás por eso su comportamiento  técnico parecía no correcto ante la comisión. Al final del texto, también hay otro dato interesante y es que el Dr. Richter intentaba inducir fusión en el plasma por medio de la presión eléctrica y trataba de desarrollar un reactor para tal propósito que trabajase con ondas de choque, es decir, ondas longitudinales para conseguir la colisión del plasma y finalmente la fusión. 

Para que entendamos lo adelantado del trabajo del Dr. Richter en la Alemania de los años 30’s, una idea muy similar ha sido propuesta seriamente para principios del siglo XXI por una corporación norteamericana llamada General Fusion. Es decir, setenta años más tarde una empresa considera la misma idea.

domingo, 25 de enero de 2015

OTROS DATOS SOBRE KENNEDY (Editado originalmente el 1/12/2013)


Kennedy es un tema que gusta y no sólo por la celebración del cincuentenario de su asesinato, sino por el aura que tenía y aún tiene, este presidente americano. Ya lo dije en un artículo reciente, su vida es un cúmulo de circunstancias que lo hacen muy interesante para una mayoría de la población. Los medios también han ayudado a esta construcción del mito y cada rincón de lo que era o hacia, parece tener repercusión incluso hoy. Sin embargo y ahondando en el tema de su asesinato, quiero ampliar información que ya indiqué en otro artículo que escribí en este otoño. Haremos un poco de cronología del su muerte, personajes involucrados y posibles causas.
 
El 4 de Junio de 1963, Kennedy firmó la Orden Ejecutiva 11110, por la cual el gobierno de los Estados Unidos recuperaba el poder para imprimir dinero sin tener que pasar por la Reserva Federal (propiedad y manejada por los Rothschilds a través de 7 bancos privados). Es decir, le daba un zarpazo brutal al control y generación de la deuda de la Fed, y le daba a la población la posibilidad de créditos blandos para desarrollar sus vidas. Dinero americano para los americanos en oposición al beneficio imparable de una élite extranjera e internacionalista. Kennedy llegó a imprimir y poner en circulación los llamados “dólares Kennedy” eliminando buena aparte de la simbología másonica en ellos. Era una orden para el Departamento del Tesoro “Para emitir certificados de plata contra cualquier lingote de plata, o dólares en metal tanto de oro como de plata existentes en la Tesorería. 

Esto significaba que por cada onza de plata en la bóveda de la Tesorería americana, el gobierno pudiera introducir el nuevo dinero en circulación estaba basado físicamente en la plata en lingotes que estuviesen allí. Como resultado, más de $4 mil millones de dólares en billetes de Estados Unidos entraron en circulación en denominaciones de $2 y $5 dólares. Nunca circularon los billetes de Estados Unidos de $10 y $20 dólares que estaban impresos por el Departamento del Tesoro cuando Kennedy fue asesinado. Parece obvio que el Presidente Kennedy sabía que el dinero de la Reserva Federal usado como el pretendido dinero legal, era contrario a la Constitución de los Estados Unidos de América.
 
Los billetes de Estados Unidos "fueron emitidos como divisas libres de interés y deudas avaladas por las reservas de plata en la Tesorería americana. Comparamos un "billete (note) de la Reserva Federal" emitida por el privado Banco Central de los Estados Unidos (Banco de la Reserva Federal/Sistema de la Reserva Federal), con un "billete de Estados Unidos" de la Tesorería americana emitida por la orden del ejecutivo del Presidente Kennedy. Parecen iguales, excepto porque uno dice "Federal Reserve Note" en la parte superior mientras que el otro dice "United States Note". Asímismo, el billete de la Reserva Federal tiene sello y el número de serie color verde mientras que el billete de Estados Unidos tiene un sello y el número de serie en rojo.

Kennedy sabía que si los billetes de Estados Unidos avalados en plata circulaban ampliamente, ellos eliminarían la demanda de billetes de la Reserva Federales. Ésta es una cuestión muy simple de economía. El USN (billete de EEUU) se avalaba en metal plata y el FRN (billete de la Reserva Federal) no estaba avalado con algo de un valor intrínsico. El decreto del ejecutivo 11110 podría haber impedido la deuda nacional creciente alcanzar el nivel actual (virtualmente se han creado casi $9 trillones de deuda federal desde 1963) si Lyndon B. Johnson o cualquiera de los posteriores presidentes le hubiesen dado curso. Esto habría permitido al Gobierno americano casi inmediatamente la capacidad de reembolsar su deuda sin ir a los Bancos de la Reserva Federal privada pagándoles intereses para crear "dinero". El Decreto 11110 le dio la habilidad al EE.UU., una vez más, de crear su propio dinero avalado en metal-plata y dominio del valor digno de algo.

Menos de seis meses después, 22 de Noviembre, era asesinado en Dallas, y los billetes de Estados Unidos que él había emitido se sacaron inmediatamente de circulación. Los billetes de la Reserva Federal continuaron sirviendo como el dinero legal de la nación. Según el Servicio Secreto de Estados Unidos, el 99% de todo el papel "moneda" americano que circula son billetes de la Reserva Federales. Eso me recuerda a algo que también he comentado en este blog y es el asesinato de Lincoln por los mismos motivos, imprimir su propio dinero para los ciudadanos y no depender de banqueros extranjeros internacionalistas.
 
La Orden Ejecutiva 11110 fue rescindida, que no anulada... y por ello sigue vigente, por el sucesor Lyndon Baines Johnson, en uno de sus primeras decisiones al llegar al cargo y con el cadáver de Kennedy aún caliente. Y, evidentemente, Johnson introdujo a los USA de lleno en la guerra de Vietman. Algo que su antecesor quería detener y retirarse de allí. Eso no sentaba bien a la industria militar ni al Pentágono que necesitaba su guerra para sus propósitos. La guerra de Vietnam y su origen puede ser discutido, pero lo que queda claro es que una buena razón para la misma, al igual que los franceses anteriormente, era el control de la fabricación y de las rutas de la droga en Extremo Oriente. Algo similar a Afganistán, con los soviéticos primero y ahora con USA y una coalición, que no olvidemos nunca que produce el 80% del opio y sus derivados en el mundo ¿Qué tiene Afganistán de particular para que enviemos tropas allí? ¿La democracia? ¿Hacerles ver las bondades de occidente? ¿O la droga y su control desde el origen? La respuesta es muy fácil.
 
Otra buena razón para asesinarle, que también comenté en este blog, fue la temeridad de Kennedy en querer controlar y detener el programa atómico israelí y su lucha con el Primer Ministro de Israel David Ben-Gurion, defendiendo que bajo ninguna circunstancia aprobaría que Israel se convirtiese en una potencia nuclear. En el periódico judío Ha’aretz del 5 de Febrero de 1999, hubo una reseña y entrevista con Avner Cohen sobre su libro “Israel y la Bomba”, donde decía: “El asesinato del presidente Kennedy trajo un abrupto parón de la tremenda presión que aplicaba la administración USA sobre el gobierno de Israel para que detuviese su programa nuclear... y si el presidente hubiese continuado vivo, es muy dudoso de que Israel pudiera tener hoy la opción nuclear”.
 
Es interesante reseñar en este punto que los que hayan visto la película de Oliver Stone “JFK”, en la que el director llega a otras conclusiones sobre los motivos del asesinato, deberán saber que Oliver Stone es judío y esa es una buena causa para alejar las verdaderas razones del crimen hacia otros presuntos culpables y despistar a la opinión pública.
 
Algo que confirma lo que digo es que el asesino de Lee Harvey Oswald se llamaba Jakob Rubinstein, y cuyo nombre completo fue utilizado por la CBS durante la primera hora de transmisión sobre lo sucedido. Luego fue recortado a Jack Ruby ya que Jakob Rubinstein sonaba muy judío... Más tarde Rubinstein le dijo a su abogado William Kunstler, otro judío, lo siguiente y que este abogado revela en su libro  de 1994 “My Life as a Radical Lawyer”:
 
“Lo hice para no implicar a los judíos... y proteger a los judíos americanos de un “Progrom” de odio que podría ocurrir por el asesinato de Kennedy”.
 
Es evidente que Jakob Rubinstein actuó bajo ordenes de alguien para matar a Oswald para que no fuese a juicio y que se descubriese que había sido un monigote y que se supiese que habían sido los judíos los responsables del asesinato de Kennedy ya que de hecho, habían sido los beneficiarios directos del mismo.