sábado, 20 de diciembre de 2014

¿CUANDO FUÍMOS HUMANOS? LA ESCUELA BOASIANA/MARXISTA 2/3 (Editado originalmente el 20/2/2012)


Fui a la Universidad de Chicago durante una temporada después de la II Guerra Mundial. Yo era un estudiante en el departamento de Antropología. En esa época enseñaban que no había ninguna diferencia entre los seres humanos. Creo que aún enseñan eso” Capítulo 1 del libro Slaughterhouse-Five, Kurt Vonnegut
 
Creo que nada ha cambiado a partir de la aguda observación de Vonnegut..
 
A principios de los años 50’s, una nueva hornada de estudiantes trataron de cambiar el curso de la antropología hacia una disciplina más rígida, considerando las ideas de Boaz como pasadas de moda. 

De todas formas, unos pocos estudiantes fueron más mordaces en su crítica a Boas, diciendo en un informe que su politización de la antropología servía para apoyar el interés de los judíos. Boas fue acusado de nepotismo por ser muy receptivo con los estudiantes judíos y perjudicar a los estudiantes blancos americanos. Se confirmó también que las inclinaciones políticas de Boas servían a dos propósitos principales:  combatir el anti-semitismo y asegurar que otros judíos europeos lograban la dominación absoluta de la antropología en los USA. En el mismo informe se concluye que Boas y toda su palabrería de emancipar a los negros y otras minorías supuestamente oprimidas, fue esencialmente para utilizar a africanos y otras gentes de piel oscura como peones en un juego contra los estudiantes no judíos y conseguir la hegemonía judía en la disciplina de la antropología.
 
Pero muchas de las críticas a Boas fueron primordialmente de método. Como ya he comentado, el núcleo del “Marxismo Cultural” se adhirió como el pegamento en el campo de la antropología: igualitarismo radical, relativismo cultural, etc. Incluso los oponentes de Boas fueron socialistas, uno de los cuales, Leslie A. White, estuvo bajo la investigación del FBI tras ensalzar a la Unión Soviética durante un discurso en 1929 en la “American Association for the Advancement of Science” y que fue publicado en el periódico comunista “Pravda”. 

Boas y su grupo académico permanecen profundamente influenciadores en la investigación antropológica, incluso en la actualidad. La urgencia en destruir las reivindicaciones evolucionistas de científicos pasados de moda (sobre todo no judíos), se llevó a cabo durante el siglo XX, con la culminación en la obra del judío Steven Jay Gould “Mismeasure of Man”, publicado originalmente en 1981. Un libro muy influyente que era obligatorio en cada escuela que trataba sobre la evolución del ser humano. El libro de Gould todavía se lee como el evangelio en muchos cursos, a pesar del hecho de que muchos estudiosos han derribado muchas de las investigaciones propias de dicho autor.
 
Completando su graduación en la Universidad de Columbia en 1967, Gould formó parte de la  punta de lanza del movimiento intelectual judío de Boas. Entre su letanía de ataques contra los primeros científicos racistas en su libro arriba citado, Gould clamó que el antropólogo del siglo XIX  Samuel George Morton, había manipulado los volúmenes cerebrales de cráneos humanos en favor de que los europeos tenían cerebros más grandes y los africanos más pequeños. 

Sin embargo, un grupo de estudiosos midió recientemente de nuevo la muestra original de cráneos de Morton, revelando que los datos eran correctos y que Gould era el culpable de manipulación, haciendo acusaciones falsas para impulsar su agenda política. Ahora que el trabajo de Morton ha sido exonerado y se han expuesto las manipulaciones de Gould, me gustaría saber cómo se ha juzgado Gould a sí mismo: como un mentiroso que merece la excomunión científica o simplemente que debe ser ignorado. No creo que Gould esté muy preocupado ni revolviéndose en su tumba, él hizo su trabajo, siguió su agenda y contaminó la ciencia y a varias generaciones de estudiantes con sus mentiras.
 
Cuando analizo estos casos siempre me pregunto ¿está enamorada la antropología con África? De hecho y como comenté en la primera parte de este artículo, la arqueología africana ha sido muy productiva. Los arqueólogos han hecho grandes descubrimientos ahí durante la segunda parte del siglo XX. Pero, conmovedoramente, a pesar del éxito de Boas en explicar las contribuciones culturales africanas a la civilización, minimizando al mismo tiempo la cuestión de la evolución biológica, la verdad es que los mejores descubrimientos en África son homínidos fosilizados que tiene que ver con la evolución humana y nada que ver con una civilización. Las pruebas sugieren que los anatómicamente humanos modernos evolucionaron de África, es decir nosotros los “Homo Sapiens Sapiens”. 

Los candidatos más antiguos son unos fragmentos de cráneos y huesos poscraneáles encontrados en el este de África y Sudáfrica y cuya datación se mueve entre los 100.000 y 200.000 años. Es importante resaltar que esos cráneos modernos anatómicamente, son muy robustos y que sólo desde hace unos 35.000 años que los esqueletos muestran una morfología totalmente moderna. Pero eso no ha detenido la idea, perpetuada por el “Marxismo Cultural” y sus lacayos, que una vez que evolucionamos en seres humanos modernos, de alguna forma y milagrosamente nuestros cerebros no fueron afectados por ninguna evolución posterior y que todos los logros humanos fueron realizados con el mismo cerebro.
 
No es ninguna sorpresa que los hallazgos de los primeros humanos modernos en África fue muy bien recibida por la comunidad políticamente correcta, que sin descanso trabajaban la idea de que “todos venimos de África”. Incluso la “National Geographic” tiene un plan lectivo en su web para enseñar a los estudiantes que “todos somos africanos bajo nuestra piel”. Parece no preocuparles el hecho de que los científicos forenses pueden identificar la raza a partir de los restos de un esqueleto o que con una simple muestra de nuestra saliva, muchas empresas de pruebas genéticas pueden darnos nuestra composición racial muy detallada. 

Pero hay algo que elude a los cruzados pro-África y anti-Occidentales en el reino de la evolución humana: marcar de lleno “la modernidad de comportamiento” en la misma África. El problema es que la modernidad anatómica, de muy difícil definición, no se correlaciona con la “modernidad de comportamiento”. Esos humanos anatómicamente modernos que evolucionaron desde África, hasta donde puede saberse, actuaban igual que los neandertales y otros grupos arcaicos de humanos modernos durante 100.000 años. En otras palabras, no hay un comportamiento diferente apreciable entre los primeros humanos modernos y los arcaicos durante más de la mitad del tiempo en la que hemos existido como especies.
 
Esto no detiene a los estudiosos de intentar de forma insistente para localizar los orígenes de la “modernidad de comportamiento” en África. Décadas de investigación en Sudáfrica han provocado la reclamación de que una serie de lugares a lo largo de la costa fueron la fuente de la conocimiento humano moderno. Siendo conscientes de la potencia de las declaraciones, los medios, los políticos y los inversores de esas investigaciones han aceptado sin crítica alguna esos supuestos hallazgos.
 
¿Cual es el gran negocio de esos lugares en Sudáfrica? Los estudiantes en el la primera excavación dicen que la cultura humana salió de allí por tres motivos: 

1) La nueva y mejor técnica de datación de la piedra 
2) Estrategias más avanzadas de subsistencia, explotando comida más nutritiva 
3) Y más importante, artefactos simbólicos o representaciones artísticas. 

Las pruebas que utilizan para sostener eso vienen de dos lugares en Sudáfrica: la Cueva de Blombos y la Klasies River Mouth. Hace unos 80.000 años, los moradores de esos lugares trabajaban conchas perforadas que se usaban como abalorios decorativos y hacían diseños grabados en pequeñas piezas de ocre, un mineral frecuentemente usado como pigmento rojo. Se argumenta que las líneas grabadas en dos piezas de ocre en la Cueva de Blombos y en las cáscaras de huevo de avestruz, son simbólicas en su naturaleza y eso apoya la aparición del comportamiento humanos moderno en ese lugar. Yo creo que no tienen ni idea...

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