viernes, 24 de febrero de 2023

 

 HARPER’S MAGAZINE - Octubre 1946 (2)
 

‘Luego me mostró dos de los que habían sido los secretos técnicos más ocultos de la guerra: el aparato de infra-rojos que los alemanes habían inventado para ver de noche, y el increíble generador diminuto que lo operaba. Los coches alemanes podían ir a cualquier velocidad con oscuridad total, viendo los objetos tan claros como de día 200 metros por delante. Los tanques con este aparato pueden localizar objetivos a más de 3km de distancia. Los francotiradores pueden disparar a un hombre en oscuridad total’.
 

‘Había un tubo de visión y una pantalla de selenio en la parte frontal. La pantalla capturaba la luz infra-roja, que dirigía los electrones desde el selenio a lo largo del tubo a otra pantalla que era fluorescente y estaba cargada eléctricamente. Aparecía una imagen visible en esa pantalla. Su claridad y su exactitud para su propósito eran fenomenales. Dentro del tubo, la distorsión del flujo de electrones por el magnetismo terrestre incluso lo ¡mejoraba!’
 

‘El generador diminuto, de unos 13cm, convertía la batería normal de una linterna hasta los 15.000 voltios. Tenía el motor del tamaño de una nuez que hacía girar un rotor a 10.000rpm, tan rápido que originalmente destrozaba todos los lubricantes por la gran cantidad de ozono que generaba. Los alemanes habían desarrollado una nueva grasa: aceite de parafina clorado. ¡El generador podría funcionar 3.000 horas!’
 

‘Una bolsa de lona en la espalda del francotirador protegía el aparato. Su rifle disponía de dos gatillos. Apretaba uno durante unos segundos para operar el generador y la mira. Luego el otro para matar al hombre en la oscuridad “Este secreto capturado” dijo mi guía “lo usamos por primera vez en Okinawa, para el desconcierto de los japoneses”. Obtuvimos también, entre todos esto secretos de alto valor, la técnica y la máquina para construir el más increíble condensador eléctrico. Millones de condensadores son esenciales para la industria de la radio y el radar. Nuestro condensadores estaban hechos siempre de papel metálico. Este está hecho de papel, recubierto de 1/250.000 de pulgada de zinc vaporizado. Es un 40% más pequeño y un 20% más barato que nuestro condensadores y se auto-repara. Esto quiere decir que si se produce un problema de suministro (como el fallo de un fusible), la capa de zinc se evapora, el papel se aísla inmediatamente, y el condensador está de nuevo operativo. Puede mantenerse operativo a pesar de que pueda sufrir varios incidentes eléctricos en un ¡50% más que nuestros condensadores! Para la mayoría de los expertos de radio americanos esto es magia'.
 

'La mica es otra cosa. No se extrae en Alemania, por lo que durante la guerra nuestro Cuerpo de Señales fue engañado. ¿De dónde la obtenía Alemania? Un día, un trozo de mica le fue entregado a uno de nuestros expertos de la Oficina de Minas para su análisis y opinión. “Mica natural” dijo “y sin impurezas”. Pero la mica era sintética. El Instituto Kaiser Guillermo para la Investigación de Silicatos, la había descubierto y cómo fabricarla en hojas largas, algo que siempre había sido imposible para los científicos'.
 

‘Sabemos, gracias a los equipos de búsqueda, que los ingredientes de la mica natural eran fundidos en crisoles de carbón capaces de alcanzar 2.350 grados de temperatura y luego, y ese era el secreto de verdad, enfriado de una forma especial. Total ausencia de vibraciones era el primer punto esencial. Luego se aplicaban dos fuerzas directas y perpendiculares la una con la otra. Una, vertical, era la que controlaba el grado de temperatura en el enfriado. En los ángulos correctos en esa operación, se introducía horizontalmente un campo magnético. Esto forzaba la formación de los cristales en hojas largas laminadas’.
 

“¿Ve esto…? Me dijo el responsable de la Unidad de Comunicaciones “Era metal y parece una casa de muñecas complicada a la que le sacas el techo. Es la carcasa de una radio. Para hacer lo mismo, los americanos los habríamos mecanizado, cortado, perforado, conformardo, encajado, etc., una docena de procesos. Este está hecho con una prensa en una sola operación. Se llama proceso de “extrusión en frío”. Nosotros lo hacemos con metales blandos. Pero con este proceso, los alemanes lo hacen con ¡acero frío!. Miles de partes que ahora hacemos en forjas o de hierro maleable, podremos hacerlo de esta manera. El aumento de velocidad de producción es una pequeña cuestión del 1000% más rápida”. Con este único secreto de guerra, muchas compañías americanas de acero creen que se revolucionarán docenas de nuestras industrias de fabricación’.
 

'En la industria textil los secretos de guerra han producido tantas revelaciones, que los profesionales textiles están mareados. Hay una máquina alemana para el tejido de rayón, descubierta hace un año por el equipo “Máquina de Tejido de Punto”, que incrementa la producción en relación al espacio de trabajo en un 150%. Sus telares del tipo “Links-Links” producen calcetines a prueba de roturas. La nueva maquinaria alemana para la producción de agujas, se cree que revolucionará este negocio tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Hay un método alemán para estirar la lana de la piel de las ovejas, sin dañar las piel o la fibra utilizando una enzima. Antiguamente, el “estirador”, un secreto comercial, estaba hecho con el páncreas del animal. Durante la guerra, los alemanes lo hacían con un molde llamado “aspergil paraciticus”, el cual es sembrado en salvado. El resultado no sólo es una lana mejor, sino que tiene un rendimiento superior en un 10%’.
 

‘Otro descubrimiento fue la forma de rizar la fibra de rayón viscoso, lo que la da un aspecto, calor, resistencia y reacción a los colorantes de la lana. El secreto en este caso, según nuestros investigadores, fue el añadido a la celulosa del 25% de proteína de pescado. Pero de todos los secretos industriales, quizá, el mayor vino de los laboratorios y plantas del gran cartel alemán IG Farbenindustrie. Se dice que nunca antes había existido tal almacén de información secreta. Y va desde gasolinas sólidas y líquidas, metalurgia, goma sintética, textiles, químicos, plásticos, drogas, tintes. Una autoridad americana en tintes declara: Incluye la producción, conocimiento y las fórmulas secretas de unos 50.000 tintes. Muchos de ellos son más rápidos y mejores que los nuestros. Muchos son colores que nunca hemos sido capaces de hacer. La industria americana del tinte avanzará como mínimo en diez años”.
 

‘En el tema de la comida, medicina y ramas del ejército, los hallazgos de los equipos de búsqueda fueron también impresionantes. Y en aeronáutica y misiles guiados probaron estar muy avanzados, hasta un punto alarmante. Otro de los secretos en comida que los alemanes descubrieron fue la forma de esterilizar los zumos de fruta sin calor. El zumo era filtrado, luego enfriado, luego carbonatado y guardado bajo una presión de ocho atmósferas de dióxido de carbono. Luego se extraía el dióxido de carbono, el zumo pasaba a través de otro filtro, que era a prueba de gérmenes, y luego embotellado. Algo quizás en los que los fabricantes americanos de latas deberían pensar”.


 

HARPER’S MAGAZINE - Octubre 1946 (1)

Muchos nos preguntamos cómo es posible que la Alemania de 1933 a 1945 lograse los avances técnicos y científicos en muchos campos que otros países hubiesen necesitado varias décadas para obtener algo parecido. Con recursos económicos similares y conocimiento también a la par de los aliados, el salto técnico que lograron los alemanes en escasos 12 años y con una guerra terrible de por medio, aún hoy es tema de debate. Algunos dicen que obtuvieron tecnología de una raza extraterrestre y por ingeniería inversa copiaron esos avances. Otros que la guerra agudiza el ingenio. Otros que es un pueblo, el alemán disciplinado, ordenado, sacrificado y de elevado nivel de conocimiento para lo que fuese necesario, muy por delante de otros pueblos occidentales.
 

Lo cierto es que los aliados capturaron toneladas de documentos secretos de alta tecnología y avances muy por delante de su tiempo. Estos increíbles documentos muestran sin lugar a dudas que, en prácticamente todas las áreas del desarrollo humano y científico, los alemanes estaban muy por delante de los aliados en un ratio entre 20 y 50 años, incluso más…
 

Tenemos un dato muy importante, en una época con mínima censura y es el artículo de la revista USA “Harper’s Magazine” de Octubre de 1946 (algo más de un año del fin de la guerra), titulado “War Secrets by the Thousands” (Secretos de la Guerra a Millares) y escrito por C. Lester Walker (https://archive.org/details/sbtth/mode/2up). Por su interés paso a entregaros un resumen traducido del texto:


Los lectores de Harper’s están familiarizados con los artículos del Sr. Walker y la habilidad tecnológica de los aliados. Ahora nos muestra algunos de los desconcertantes y efectivos trucos que estaban ocultos en la manga del enemigo.
 

Alguien escribió recientemente a Wright Field diciendo que sabía que este país había recopilado una gran colección de secretos de guerra del enemigo, que algunos estaban en venta pública y que si le podían enviar, por favor, todos aquellos que tuviesen que ver con los motores a reacción alemanes. La División de Documentos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos le respondió: Lo sentimos, pero serían como 50 toneladas.
 

Esas 50 toneladas eran una pequeña fracción de los que hoy es sin lugar a dudas, la mayor colección de secretos de guerra enemigos jamás reunida. Si usted ha pensado en secretos de guerra, y ¿quién no?, que venían en pequeñas cantidades y que eran entregadas a las autoridades interesadas, le interesará saber que esta colección de secretos de guerra,es una masa documental como una montaña de millones de documentos, y que nunca ha habido algo comparable a ello.
 

La colección está hoy en tres lugares: Wright Field (Ohio), La Librería del Congreso y el Departamento de Comercio. Wright Field está trabajando con material en bruto de unas 1.500 toneladas. En Washington, la Oficina de Servicios Técnicos (que absorbió la Oficina del Consejo de Publicaciones, la agencia gubernamental creada originalmente para manejar la colección), indica que tienen decenas de miles de toneladas de material. Se estima que sobre un millón de asuntos por separado han de ser analizados y que hay, seguramente, prácticamente todos los secretos científicos, industriales y militares de Alemania. Un oficial de Washington le ha llamado “la fuente única más grande de este tipo de material en el mundo, la explotación primera y ordenada de la toda la fuerza de conocimiento de todo un país”.
 

El cómo la colección ha sido obtenida nos lleva a un día de 1944, cuando el jefe del Estado Mayor Aliado Combinado, puso en movimiento una búsqueda colosal de secretos de guerra en el territorio ocupado de Alemania. Crearon un grupo de equipos civiles-militares, denominado “Comité Conjunto de Objetivos de Inteligencia”, que debía seguir a los ejércitos invasores dentro de Alemania y buscar todos sus secretos militares, científicos e industriales para usarlos lo antes posible contra Japón. Estos equipos trabajaron a contrareloj para encontrar la información más vital, en un prodigio de ingenio y tesón. Por ejemplo, en una compañía de óptica en Wetzlav, cerca de Frankfurt, el coronel que investigaba vio muy positivamente lo que los altos ejecutivos le entregaban en una granja. En una caja fuerte estaban los archivos secretos de instrumentos de óptica, microscopios y otros instrumentos de altísima calidad.
 

Otro ejemplo. Un equipo de dos hombres se encontró completamente paralizado. Lo que tenían que encontrar había desaparecido. Un rumor indicaba que podía estar oculto en una montaña. Los dos hombres peinaron la región en su Jeep. Nada. Pero siguieron y un día llegaron a una pequeña carretera en cuya entrada decía ¡Achtung! ¡Minen! Fueron avanzando con cuidado y nada sucedió. Pero ante un refugio subterráneo de hormigón hundido en la montaña aparecía otra señal “La apertura provocará una explosión”. Ataron una cuerda al Jeep, mantuvieron la respiración y apretaron el acelerador. No hubo explosión. La puerta fue arrancada de sus bisagras.
 

Comenzaron su búsqueda en el interior. La Oficina Alemana de Patentes había puesto la mayoría de sus archivos con los máximos secretos, en una mina a casi 500 metros de profundidad en Heringen y apilaron cilindros de oxígeno líquido sobre la documentación. Cuando el equipo del “Comité Conjunto de Objetivos de Inteligencia” lo encontró tuvo serias dudas de que pudiesen salvar dicha documentación. Eran legibles, pero en tal mal estado que si lo llevaban a la superficie se desintegraría. Se envió un equipo de fotografía que registró las patentes que allí había y las pasó a microfilms.
 

Los primeros equipos del “Comité Conjunto de Objetivos de Inteligencia”, fueron sustituidos por otros, que debían encontrar secretos militares e industriales en particular. El “Comité de Inteligencia Industrial y Técnica” fue uno de esos grupos, compuesto por 380 civiles que representaban a 17 industrias americanas. Luego llegaron los equipos de la “Oficina de la Junta de Publicaciones” y muchos grupos directamente de la industria privada. De estos últimos, llamados, en Alemania “Agencias de Inteligencia de Campo”, hay unos 500 equipos de uno a diez miembros cada uno.
 

Aún hoy la búsqueda sigue. La “Oficina de Servicios Técnicos” tiene un personal en Europa que llega a las 500 personas. En Hoechst hay unos cien investigadores trabajando sin descanso con cuarenta cámaras de filmación de documentos que los llevan cada mes, a realizar miles de metros de material microfilmado. ¿Qué hemos encontrado? ¿Le gustará saber algunos ejemplos extraordinarios de esta colección de secretos de guerra? El jefe de la unidad de comunicaciones de la “Rama de Inteligencia Industrial y Técnica”, abrió un cajón de su mesa y sacó el tubo de vacío más pequeño que había visto nunca. Era la mitad del dedo gordo.
 

‘Fíjese es porcelana pesada, no vidrio, y por ello virtualmente indestructible. Es de 1000 watios, de una décima parte de un tubo similar americano. Hoy nuestros fabricantes conocen el secreto para fabricarlo… y aquí hay algo más…’ Sacó una cinta marrón, con aspecto de papel de un carrete. Tenia un ancho de unos 6mm, con un lado opaco y uno brillante ‘Es una cinta de magnetófono’ dijo ‘Es plástico, metalizado en una cara con óxido de hierro. En Alemania esto había sustituido a los discos de fonógrafo. Un día completo de radio puede ser magnetizado en una bobina. Se puede desmagnetizar, vaciarlo y poner un programa nuevo en cualquier momento. No hay aguja, no hay sonido de roce. Una bobina de una hora cuesta 50 centavos’.


sábado, 18 de febrero de 2023

 ESCUELA DE NEGOCIOS

 

Sabéis que trabajo en diferentes universidades y escuelas de negocio tanto en España como en el extranjero. Al margen de las muchas existentes, siempre me he preguntado ¿cómo surgió el disponer de escuelas de negocio o universidades con asignaturas de economía o gestión de empresas? ¿Quién fue la mente pensante que desarrolló el concepto y la realidad de formar a personas para luego dirigir las grandes corporaciones o empresas de todo tipo? Cuando rascas la historia de ese mundo académico surge un nombre: Reinhard Höhn y su concepto de “Menschenfurung” en alemán o el más conocido en inglés “Management” o Gestión de Empresas, como es conocido en español. La base del trabajo de Höhn seguía el principio llamado “Auftragstatik” o la “Táctica de Misión” en la formación. Pero veamos cómo fue esta historia.

 

Cuando Alemania se derrumbó en Mayo de 1945 los aliados, en su avance imparable, lograron capturar en su zona de control a grandes empresarios y hombres de negocios que habían servido a Hitler y a su III Reich. Empresarialmente hablando, eran muy brillantes y habían sabido llevar adelante los proyectos civiles y militares en situaciones muy difíciles. Algo que llamó poderosamente la atención de los aliados fue que estos empresarios como Fritz Thyssen, Alfred Krupp o Friedrich Flick, entre otros, era que su estilo de gestión en sus empresas era participativo, es decir, daban libertad de acción a sus equipos para conseguir la meta u objetivo marcado.

 

En ningún caso fue una gestión de equipos autoritaria o dictatorial. A los aliados les pareció algo increíble, pero que daba excelentes resultados en el día a día de las empresas alemanas y sobre todo en una situación de máxima tensión como es una guerra. Los aliados y los americanos en particular, como buenos pragmáticos, tomaron buena nota de ello. Dejaron de lado, de forma práctica, la aparente responsabilidad criminal de estos empresarios y les permitieron, tras la guerra y un corto período en la cárcel, seguir con sus actividades empresariales para levantar de nuevo a Alemania.

 

Evidentemente, no sólo fue durante la guerra en la que estos hombres demostraron una enorme valía, sino que ya en la República de Weimar cimentaron sus empresas y el empujón final vino con la llegada democrática de Hitler al poder.

 

Aquí llega nuestro amigo Höhn que durante la guerra subió en el escalafón militar de las SS al rango de general y miembro de la Sicherheitsdienst” o “Servicio de Seguridad” con Reinhard Heydrich, lo cual es muy notorio, sin embargo no tuvo ningún problema tras la guerra. No solo eso, en pleno 1956 durante el llamado “milagro alemán” y hasta 1972, llegó a formar a más de 200.000 hombres de negocio de primer nivel. Dio conferencias, escribió numerosos libros, impartió seminarios donde supo aplicar sus experiencias reales en el nuevo “management” alemán.

 

La idea de Höhn estaba basado en las ideas del siglo XIX aplicadas en el ejército de Prusia por Schanshorst o Clausewitz, que eran no autoritarias sobre la tropa y los mandos y que Höhn estudió en profundidad. De largo estas ideas iban menos por la disciplina estricta y sí en la aportación que los mandos en la gestión militar del ejército pudiesen aportar.

 

A pesar de ser un sistema jerárquico como el de cualquier empresa, no era autoritario o dictatorial, y hacía que los subordinados sintiesen en su trabajo una libertad (por supuesto condicionada a la empresa) y que como consecuencia la capacidad de lograr objetivos que si bien no eran su decisión, sí eran participes en su logro. No tengo dudas de que el concepto de Höhn fue la base del “management” norteamericano que tanto éxito ha tenido. En otras palabras, si bien el objetivo general era fijado por el alto mando (estrategia), los mandos intermedios podían llevar a cabo aquello que estimasen necesario para lograr el objetivo requerido (tácticas).

 

Con ese criterio y ya en los años 50, tras su excelente labor para el III Reich, Höhn crea la “Akademie für Führingskräfte der Wirtschaft” en Bad Harzburg en 1956 para que sus alumnos profesionales y directivos puedan aplicar las ideas de la “Dirección por Delegación”. Sin duda su obra fue un gran éxito en la Alemania Federal donde dichos directivos aplicaron y aún aplican ese tipo de gestión empresarial. Ello llevó a hablar mundialmente del “Milagro Alemán” del que Höhn fue uno de sus artífices.

 

Höhn tuvo la visión de catapultar lo mejor del genio alemán como disciplina, seriedad y eficacia, pero dentro de su principio de participación de todo empleado de la empresa. Hasta su muerte en el año 2000, su institución había logrado la formación de más de 500.000 profesionales en la dirección de empresas.

miércoles, 15 de febrero de 2023

 

COLONIALISMO...

El escritor, académico, politólogo y consultor de relaciones internacionales, Marcelo Gullo, ha sido brutalmente agredido en Rosario (Argentina) el pasado 7 de Febrero. Es bien conocido por sus obras “Madre Patria” y “Nada Por Lo Que Pedir Perdón”, donde defiende la ingente y extraordinaria obra de España en toda Iberoamérica, frente a la nefasta leyenda negra surgida de ingleses, holandeses, franceses e incluso españoles, contra titánica la labor que hizo nuestra patria en aquella tierras. Son libros que recomiendo encarecidamente donde Gullo muestra datos, fechas, personajes, lugares, etc. de forma aplastante y de difícil discusión. He de decir que Gullo es argentino, con lo que está libre de toda sospecha. Lo que dice lo dice de forma sincera y sustentada.


Gullo se suma a diversos autores y académicos tanto en España (María Elvira Roca Barea), como en las tierras de ultramar (José Luis Lopez-Linares, José Mª Rosa, Patricio Lons o Ernesto Palacio), que están siguiendo esta senda de reivindicación de nuestra historia, frente a los “negrolegendarios” que no quieren tolerar semejante afrenta ante la historia “oficial”.


No voy a comentar los avances sociales, académicos y empresariales que se produjeron hasta el punto que los habitantes de esas tierras eran considerados como ciudadanos españoles en toda su amplitud. Cosa que jamás se dio en los sistemas colonialistas holandeses, franceses, británicos u otros. Todos estos estos eran colonialismos de rapiña, esclavitud y muerte. Es evidente que en nuestro caso pudo haber excesos, no voy a negarlo, pero infinitamente menores y sin un criterio de ser así institucionalmente, si no como actos personales.


El caso británico en la India es de manual de lo que he dicho más arriba. Ya se empieza a admitir que el colonialismo inglés provocó la muerte de más de 100 millones de indios entre 1880 y 1920, y esas políticas colonialistas y sus herramientas se acercan en cifras al comunismo y sus víctimas. Y eso hay que decirlo en un momento del resurgimiento de una cierta nostalgia por el Imperio Británico. Lo entiendo viendo en qué clase de desastre se ha convertido Londres y muchas otras ciudades británicas… Pueden verlo en libros como “The Last Imperialist”, de Bruce Gilley o “Empire: How Britain Made the Modern World” de Niall Ferguson. Tratan de defender que su colonialismo trajo prosperidad y desarrollo a la India y otras colonias bajo estandarte inglés. El resultado es que hoy el 32% de la población de origen inglés, por supuesto, se siente orgullosa de su historia colonial.


Sin embargo, esta historia edulcorada choca de frente con los datos históricos. El economista Robert C. Allen lo dice claro, la extrema pobreza en la India se incrementó exponencialmente bajo el Imperio. Del 23% en 1810 al 50% a mediados del siglo XX. Los salarios cayeron de forma estrepitosa hasta dejar a la gente sin capacidad de compra en el siglo XIX, donde las hambrunas y su mortalidad se incrementaron. Lejos de beneficiar a los hindúes, el colonialismo británico fue una tragedia humana sólo comparable al comunismo.


Ya hay académicos británicos que están de acuerdo en que el período de 1880 a 1920, la cúspide del poder del Imperio, fue totalmente devastador para la India. Los censos que se llevaron a cabo por el régimen colonial empezando en la década de 1880, revelan que el ratio de muertes se incrementó muchísimo en ese período pasando de 37,2 muertes cada 1000 personas, al 44,2% en la década de 1910. La expectativa de vida bajó de 26,7 años promedio a 21,9 en ese tramo temporal.


En el “World Development”, se han usado datos que estiman en número de personas muertas por las políticas colonialistas británicas durante esas cuatro décadas brutales. Se dispone de datos fiables de la mortalidad en la India desde la década de 1880. Si las utilizamos como datos base para la mortalidad “normal”, podremos ver que más hay un exceso de 50 millones de personas desde 1891 a 1920.


Es una cifra brutal, y no tengo dudas de que es una cifra conservadora. Los académicos estiman que antes del colonialismo británico, la India disfrutaba de unos estándares de vida a las par con los países desarrollados de la Europa occidental. Estos estudiosos aceptan claramente que desconocen los ratios de muertes en la India antes del colonialismo, pero asumen que podía ser similar a la Inglaterra de los siglos XVI o XVII (27,18 muertes cada 1000 personas), y con ello llegan a la conclusión de que pudo haber un exceso de 165 millones de muertes en el período de 1881 a 1920…


Es evidente que en ese número de muertes están basadas en el número base de mortalidad está claro que la cifra real debe moverse en los 100 millones, como decía más arriba. Ante esta cifra, la pregunta es lógica ya sean 100 ó 165 ¿cómo es posible que el régimen colonial británico causase esa terrible pérdida de vidas?.


Yo creo que hubo diversos mecanismos. Por un lado, Inglaterra destruyó el sector fabril de la India. Antes del colonialismo, la India fue uno de los productores más grandes del mundo, exportando productos textiles de la máxima calidad. El sector textil inglés, simplemente, no podía competir. Esto empezó a cambiar en Bengala en 1757, cuando la ‘British East India Company’ asumió el control de estos y otros productos.
 

Los británicos prácticamente eliminaron las tarifas indias, permitiendo la entrada sin restricciones de los productos ingleses, y crearon un sistema de impuestos internos exorbitantes que no permitían a los hindúes el vender sus propios productos en su propio país y sólo exportarlos. Este régimen comercial injusto aplastó a los fabricantes hindúes y des-industrializó el país. Un miembro del consejo de la “East India and China Association” lo dijo en el parlamento británico “Esta empresa ha triunfado en convertir a la India de un país fabricante a un país que exporta materia prima”. Los fabricantes ingleses ganaron una ventaja enorme, mientras la India fue reducida a la pobreza y su población fue entregada al hambre y las enfermedades.


Y para hacer las cosas aún peor, los colonizadores británicos establecieron un sistema de saqueo legal, conocido en aquel momento como “secado de riqueza”. Inglaterra impuso impuestos a los hindúes y utilizó los ingresos para comprar productos hindúes como índigo, cereales, algodón y opio, obteniendo todo ello gratis. Estos productos eran consumidos en Inglaterra o re-exportado a otros países, con las ganancias en manos del gobierno inglés y utilizado para financiar el desarrollo industrial de la propia Inglaterra y sus colonias como Australia, Canadá y los Estados Unidos.


Este sistema drenó a la India de productos por un valor de trillones de euros al cambio actual. Los ingleses no tuvieron compasión en imponer ese secado, forzando a la India a exportar productos alimenticios, mientras que se amenaza realmente el flujo interno de alimentos. Ello fue la causa de las hambrunas mencionadas. Los administradores coloniales estaban al tanto de las consecuencias de sus políticas. Sabían de la muerte de millones de personas y no hicieron cambio alguno. Continuaron negando el acceso del pueblo los recursos necesarios para la subsistencia. Todo esto no fue accidental.


Tras la II Guerra Mundial, Alemania firmó y cumplió el pago de indemnizaciones a las víctimas del Holocausto y recientemente también acordó pagar reparaciones a Namibia por los crímenes coloniales perpetrados a principios del siglo XX. En el fin del Apartheid, Sudáfrica pagó indemnizaciones a la gente que dice que fue víctima del gobierno blanco minoritario. Es evidente que no podemos cambiar la historia y los crímenes del Imperio Británico no pueden ser borrados sin más. Sin embargo, han pasado de puntillas por esa tragedia sin consecuencia alguna, salvo que hoy la India tiene una presencia enorme en Inglaterra a todos los niveles. ¿Justicia poética?…