lunes, 15 de diciembre de 2014

EVA BRAUN (Editado originalmente el 6/2/2012)


Siempre se ha dicho que “tras un gran hombre siempre hay una gran mujer”. No sé si este es el caso que quiero tratar aquí, pero lo cierto es que la presencia de Eva Braun junto al Führer tuvo sus consecuencias, aunque la opinión que se da sobre ella es poco más que la de una “rubia tonta”. 

Seguramente ha habido sus razones para presentarla de esta manera y ocultar su verdadero papel en la historia y darle el papel serio que seguramente tuvo, lejos de esa imagen frívola que se ha pretendido otorgarle.
 
Creo que durante décadas ha sido vista como una compañía decorativa junto a Hitler, una “rubia tonta” apolítica, cuyas atenciones por el Führer sirvieron como diversión ocasional para Hitler. Sin embargo, ya aparecido una biografía académica sobre Eva Braun que muestra una imagen diferente de la novia durante tanto tiempo de Hitler. Y sobre todo, este libro explica lo que muchos historiadores han desestimado de Eva Braun y el papel que jugó junto a Hitler. El libro que salió en Alemania en 2010 y se titula: “Eva Braun: una vida con Hitler”, está escrito por Heike Görtemaker, una historiadora berlinesa y editado por CH Beck.
 
En el libro Görtemaker la muestra como una mujer comprometida políticamente que se ganó en afecto de Hitler, disfrutó de una vida sexual sana con él, simpatizó con los políticos nazis y le dio un soporte psicológico al Führer. La historiadora dedicó tres años en la confección de su libro, en los que tuvo acceso a documentos no vistos previamente o muy poco conocidos, así como cartas, apuntes de su diario y fotografías.
 
Görtemaker explica al periódico “The Observer” que “Eva Braun aparece en películas, obras, novelas, etc., pero siempre es presentada como una “rubia tonta” que tuvo la desgracia de enamorarse de un demonio, y esa es la imagen que debe ser corregida. Abogó por una lealtad incondicional hacia el dictador, que llego tan lejos como para morir con él, y él la adoraba”. Según la historiadora, Eva Braun estaba perfectamente al tanto de los cambios y giros de la política nazi y no hizo ningún intento de hablar contra el Holocausto “Ella estaba en el lugar y sabía lo que pasaba. No era una simple observadora”
 
El Ministro de Propaganda Joseph Goebbels anotó en su diario que Eva Braun fue una “chica brillante que representa mucho para el Führer”. Görtemaker tiene pruebas de que Eva Braun estaba presente en las reuniones entre Hitler y los nazis de alto nivel. Su relación también tiene una calidad diaria que raramente ha sido explorada por los historiadores, como sus discusiones con Hitler sobre detalles domésticos y su rechazo a compartir su dieta vegetariana “No puedo comer eso”, había dicho. Görtermaker se queja de los historiadores británicos por deformar la imagen de Eva Braun, diciendo que los escritores como Ian Kershaw y Hugh Trevor-Roper y los historiadores alemanes como Sebastian Haffner, juzgaron su insignificancia y su relación con Hilter como algo banal. La historiadora indica que el último Lord Dacre (Trevor-Roper), hizo mucho para influenciar en la percepción tradicional de Eva Braun.
 
“Trevor-Roper tomó esa idea de Albert Speer, al cual entrevistó en profundidad” indicó Görtemaker “Speer dijo que “para todos los historiadores, Eva Braun será una decepción” y dijo que las mujeres no tuvieron no tuvieron un papel destacado en el Partido Nazi. Se dijo de todas las mujeres desde secretarias hasta esposas. Speer estaba tratando de proteger a su mujer. Hubo un fuerte movimiento para proteger a las mujeres en general y por ello ha sido generalmente aceptado que las mujeres tuvieron poca influencia en la política del III Reich.
 
Hitler se encontró con Eva Braun por primera vez en 1929, cuando el tenía 40 años y ella 17. Trabajaba en Munich en una tienda de fotografía y cámaras gestionada por el fotógrafo oficial de Hitler, Heinrich Hoffmann. Según la hija de Hoffmann las primeras palabras de Hitler a Eva Braun fueron “¿Puedo invitarla a la opera conmigo, señorita Eva? Como puede ver estoy rodeado de hombres y sé el placer que es difrutar de la compañía femenina”. Otras citas en cines y restaurantes continuaron a partir de ese momento. Eva Braun estuvo con él en el bunker mientras Berlín caía en manos soviéticas en 1945 y compartió su suicidio el 30 de Abril.
 
Görtemaker dijo que reconociendo que Hitler tuvo una “relación normal” fue una parte vital del proceso de verle como un producto reconocible de la sociedad alemana de la primera mitad del siglo XX “Siempre se le muestra como incapaz de tener una vida privada. Dijo que no podía casarse porque estaba casado con Alemania” concluye la historiadora. El pueblo alemán nunca conoció la existencia de Eva Braun y la boda estaba fuera de cuestión hasta el final en Berlín “Es como un actor cuando se casa. Para las mujeres que le adoraban, ya no ven al ídolo de la misma manera”
 
Eva Braun tenía su casa privada en el Berghof, el retiro en la montaña de Hitler, donde pasaba el tiempo entre las visitas de Hitler, leyendo, disfrutando al aire libre y en fiestas “Cuando estaba allí, se puede decir que llevaban un aviad bohemia” expilca Görtemaker. también la historiadora está “plenamente convencida” que, al contrario de la creencia popular, tuvieron una vida sexual normal. Los amigos y familiares de Eva Braun dicen que ella se reía viendo una fotografía del Neville Chamberlain, el primer ministro británico, sentado en un sofá en el piso de Hitler en Munich en 1938 y señalaba “Si él supiese los que ese sofá ha visto...”
 
Finalmente, Görtemaker dice que “Simplemente no encaja en la imagen que la gente tiene de él. Muchas mujeres en particular no les gustaba eso y se preguntaban cómo alguien puede ser lo suficientemente buena para Hitler”
 
 Sin duda, la posibilidad de que a medida que pase el tiempo se pueda acceder a más y mayor información sobre la vida privada de Hitler de una forma objetiva y sin prejuicios, se podrá hacer  una reconstrucción de quién fue en realidad y quien le rodeó, a quien apreciaba y a quien no. Como decía David Irving el conocido historiador británico y uno de los mayores revisionistas de la historia del III Reich “hay que separar al Hitler personaje de Hollywood, de la persona”. Creo que tiene razón si queremos analizar y escribir la historia como realmente fue.

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