domingo, 14 de diciembre de 2014

¿EMPEZÓ ALEMANIA LA I GUERRA MUNDIAL? (Editado originalmente el 18/2/2012)


Si hablamos de la II Guerra Mundial es importante conocer cómo se gestó la misma. Por ello, hemos de ir más atrás y tratar de vislumbrar la Gran Guerra 14-18 del siglo XX, sus motivos y origen. Creo que la I y II Guerra Mundial, son la misma guerra pero con un periodo sin lucha abierta de unos veinte años aproximadamente. En el fondo fue una guerra civil europea.

Creo que la génesis de la I Guerra Mundial hay que buscarla en la guerra franco-prusiana de 1870 a 1871. Sin embargo esta guerra concreta fue la culminación de años de tensión entre los dos estados. Francia creyó estar rodeada por los prusianos Hohenzoller y le declaró la guerra a Prusia para prevenir esta situación. Prusia, bajo el canciller Otto von Bismarck ganó la guerra y sin entrar en detalles, el resultado de esa guerra le permitió a Bismarck unir los diferentes estados, principados y tierras en una Confederación Germana, incluyendo las dos provincias de Alsacia y Lorena. Hubo una justificación histórica para ello, ya que habían sido un botín francés durante el reinado de Luis IV. Además, las poblaciones de Alsacia y Lorena eran en su mayoría étnicamente alemanes y seguían hablando alemán.

Justificadamente o no, esta anexión humilló a Francia y ello provocó en Francia una política de revancha y Alemania se convirtió en su obsesión, sobre todo en su élite militar y política. La determinación francesa de tener una guerra de revancha con Alemania fue un factor en todas sus maniobras hasta que desembocó en la I Guerra Mundial. Ya lo dice J.S. Ewart en su libro de 1925 “The Roots and Causes of War”: “La anexión de Alsacia y Lorena por Prusia en 1871 fue el factor principal en las alianzas, contra-alianzas, ententes y antagonismos que perturbaron la Europa continental durante 43 años... No sólo Francia, sino toda Europa tenían en su mente que entre 1871 y 1914 se sentó la base de la I Guerra Mundial”.

Tras la unificación en un solo estado en 1871, Alemania experimentó un período de crecimiento económico y desarrollo extraordinario. La industrialización progresó rápidamente y los fabricantes alemanes empezaron a introducirse y a ganar mercados a los ingleses. Alemania producía cada vez más productos para consumo interno e importaba cada vez menos productos ingleses. Pero también Alemania comenzó a competir con Inglaterra en el comercio internacional y sobre todo en USA. La producción textil y de acero alemana rápidamente superó a la de Inglaterra. Alemania invirtió fuertes sumas en Investigación y Desarrollo muy por encima de Inglaterra, lo que produjo unos avances técnicos impresionantes, sobre todo en el campo químico, electricidad y motores eléctricos y en aparatos movidos por esos motores eléctricos. Alemania dominaba  en física y química hasta el punto que un tercio de los Premios Nobel fueron a parar a inventores e investigadores alemanes.

En 1913 ya producía el 90% del mercado mundial de colorantes y empezaba a destacar de forma muy puntera en otros campos de la química como la farmacéutica, película fotográfica, productos químicos para la agricultura y electro-químicos. Con una población de 65 millones Alemania se convirtió en un poder económico dominante y fue el segundo país en exportaciones tras Inglaterra (Inglaterra tenía entonces 45 millones y Francia 40).

Nadie se había preocupado de Alemania antes de su unificación en 1871. Hasta entonces, “Alemania” era sólo una expresión geográfica que se refería a múltiples zonas de habla alemana como reinos, principados, ciudades-estado, etc, ubicados en la Europa Central. Pero el rápido crecimiento alemán y poderío, creó una ansiedad creciente entre sus vecinos. El viejo sistema de equilibrios de poder creado por el príncipe Metternich en el Congreso de Viena de 1815 al final de las guerras napoleónicas y que había servido de base para las relaciones europeas, se vino abajo con el incremento de poder alemán. Alemania desplazó rápidamente a Francia como poder dominante en Europa, lo que causó consternación entre la élite británica. Inglaterra siempre había visto a Francia como su enemigo tradicional y rival en el continente, pero Francia ya no estaba en posición de retar a Inglaterra. Sin embargo Alemania sí podía ser un país que retase a Inglaterra en todos los aspectos y sobre todo comerciales.

Como resultado, Inglaterra trató de desarrollar unas relaciones amistosas con Francia como contrapeso a Alemania. A los ingleses les parecía que todo el continente europeo acabaría organizado como una sola unión económica bajo la poderosa Alemania. Cuanto más poderosa era Alemania, más aprensivos eran los líderes británicos, hasta el punto que empezaron a especular cómo “cortar” esa Alemania en crecimiento y poder. Una eventual guerra con Alemania empezaba a verse como inevitable. El 8 de Abril de 1904, Inglaterra inició una “entente cordiale” con Francia, seguida de una “entente anglo-rusa”. Luego Francia y Rusia forjaron la “alianza franco-rusa”. Y para rematar se formó la “Triple Entente” de Inglaterra, Francia y Rusia, con el objetivo de contener el creciente poder de Alemania.

Para mejorar las relaciones y suavizar el desarrollo de esas hostilidades contra ella, Alemania hizo un esfuerzo vigoroso en años previos a la I Guerra Mundial, para llegar a un entendimiento con Rusia, Francia y, particularmente, con Inglaterra. No llegó a buen puerto ya que el verdadero problema era la existencia misma de Alemania en Europa. Cada país tenía tenía sus propios intereses para un conflicto con Alemania. Primero Rusia quería el control del estrecho del Bósforo, para salir del Mar Negro con su armada y flota mercante y estaba preparada para ir a la guerra por ello. El estrecho del Bósforo estaba controlado por Alemania por su alianza con el Imperio Otomano. Luego Inglaterra veía a Alemania como una amenaza para su dominio económico y  quería reducir drásticamente ese poder. Luego Francia quería venganza porque perdió la guerra franco-prusiana de 1871 y quería además las dos provincias de Alsacia y Lorena.

Las tres potencias querían reducir el poder económico alemán y la única vía que consideraban era con una guerra contra ella. Todos los esfuerzos diplomáticos alemanes fracasaron por estos factores que he citado. Francia y Rusia empezaron a montar un esquema contra Alemania y desarrollar planes para una guerra. Inglaterra también buscaba un pretexto para iniciar la guerra con Alemania. Por ello, puedo afirmar que Alemania no era culpable de nada, sino de su éxito.

Entre 1912 y 1914, el embajador ruso en París, Alexander Izvolsky y el presidente francés Raymond Poincaré, llegaron a un acuerdo para ir a la guerra contra Alemania y que “Inglaterra se uniría a ellos si surgía una crisis diplomática”. Esa crisis esperada fue el asesinato en Serbia del Archiduque austríaco Franz Ferdinand en Junio de 1914. Austria-Hungría le declararon la guerra a Serbia después de obtener el respaldo alemán, el llamado “cheque en blanco”. El “cheque en blanco” se dio porque la élite gubernamental alemana creía que haciendo eso, Rusia no sería capaz de intervenir contra Austria-Hungría apoyando a Serbia. 

Los alemanes razonaban que si Austria-Hungría era vencida por Serbia y Rusia, entonces Alemania estaría rodeada de enemigos. Por ello era una cuestión de seguridad crucial para los alemanes. Pero Rusia, que se consideraba protector y mentor de Serbia (la llamaba pequeño hermano eslavo), ignoró el “cheque en blanco” y amenazó con la guerra contra Austria-Hungría. Alemania trató de mediar con Rusia para evitar la guerra, pero Rusia y su aliada Francia, vieron esto como una oportunidad por la que habían esperado largo tiempo, y rechazaron cualquier conciliación. Rusia ordenó una rápida movilización general. Ese hecho siempre se ha reconocido históricamente como una declaración de guerra.

Tras urgentes llamadas para que Rusia detuviese la movilización sin éxito, Alemania le declaró la guerra a Rusia el 1 de Agosto empezando rápidamente su propia movilización. Francia se movilizó tres días después, aunque ya habían avisado a los rusos que habían decidido ir a la guerra un día antes de la declaración de guerra alemana a Rusia y tres días antes de que Alemania le declarase la guerra a Francia. Por ello, la movilización de Francia no fue el resultado de la declaración de guerra a Rusia. Por ello,  Alemania en vez de ser el agresor en este caso, reaccionó ante las iniciativas rusas y francesas.
 
No olvidemos que geográficamente hablando, Alemania era y es una llanura en el centro de Europa, sin defensas naturales, que estaba rodeada completamente de enemigos potenciales, y por ello vulnerable a una invasión desde varios frentes. No estaba en posición de esperar y ver antes de movilizar a sus propias fuerzas. Alemania estaba al tanto de los complots y planes entre Francia y Rusia para buscar un pretexto para la guerra y por lo tanto estaba alerta.

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