martes, 14 de junio de 2022

                                                           FALAFEL EN MALMÖE

 

CON LA QUE ESTÁ CAYENDO…

 

Con lo que está pasando en Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, Dinamarca y Suecia, parece mentira que haya gente que defienda este nuevo modelo de sociedad multicultural que se supone que sólo nos trae ventajas… Pero así es y en Suecia tenemos un caso espectacular.

 
Efectivamente, un supuesto famoso diseñador sueco, un tal Johan Lindeberg les dice, en un artículo en el periódico “Expressen”, a sus conciudadanos que deben abrazar, aceptar su nueva identidad multicultural, ya que, si no, la “guerra civil” es la alternativa. ¿Cómo es posible que alguien diga eso y no pase nada? ¿Cómo que aceptar una guerra civil? Aquí en España, no es muy diferente esta actitud pasiva y derrotada de aceptación de algo que nos han dicho que es irreversible. 
 
 
Este supuesto diseñador ha colaborado con marcas de moda textil como Absolut y Diesel. Es decir, son marcas que les encanta mostrar siempre modelos de varias razas, que congenian muy bien y dan una imagen irreal de la verdad en la calle. El amigo Lindeberg urge a Suecia a celebrar que es “el país más progresista del mundo” advirtiendo, al mismo tiempo, que el caos y el desorden serán la alternativa si no se sigue su consejo. No lo entiendo. Si en la publicidad ese mundo multirracial y multicultural es maravilloso ¿por qué les habla a los suecos de caos y desorden si no lo aceptan? ¿Acaso son reticentes a esa maravilla social?

 

Y nos sigue amenazando (y es una amenaza a toda Europa, no lo duden), al decir en su artículo “O todos ayudamos para crear una nueva energía inclusiva y convertirnos en un ejemplo internacional claro para una nueva comunidad multicultural, o acabaremos en una guerra civil. Dicha guerra ya ha empezado”. Incluso el supuesto diseñador sugiere el cambio de la bandera nacional sueca, que represente la nueva realidad sueca, otra rendición y “hacer a Suecia importante de nuevo”. 

 

Dando como válido que un país multicultural es más sofisticado que uno monocultural (no especifica el por qué…), Lindeberg sugiere que esos que no estén de acuerdo deberán conformarse. Con dos narices. Escribe también que “el cambio empezó hace ya mucho tiempo, pero todavía a muchos de nosotros, nos cuesta aceptarlo”. 

 

Opino que cualquiera que tenga una cierta noción de lo que el multiculturalismo ha hecho en Suecia y está haciendo en Europa, sabrá que Lindeberg está completamente equivocado en sus opiniones. Su país está sufriendo disturbios de forma habitual, llevados a cabo por jóvenes violentos llegados de los suburbios plagados de inmigración.  

 

El año pasado se llevó a cabo una investigación social que demostró que Suecia había pasado, en 20 años, de ser uno de los países más seguros de Europa en términos de delitos, a ser el segundo más peligroso, con tiroteos relacionados con bandas de inmigrantes. Tras ser el país número 18 sobre 22 países por delitos con armas del 2000 al 2003, actualmente Suecia está en el segundo lugar tras Croacia. En el año 2019, los medios se vieron obligados a admitir que el alarmante incremento del número de ataques con granadas y explosiones representaba una “emergencia nacional”. 

 

Como decía, es evidente que Suecia ha experimentado un crudo incremento de explosiones y ataques en los últimos años, sobre todo relacionados con peleas entre bandas criminales. El uso de explosivos en un país nórdico está ahora a un nivel único en el mundo para un país que no está en guerra. Y eso lo dice la policía que no sabe, no se atreve o a la que no le dejan actuar. 

 

Los tiroteos mortales en Suecia han subido hasta un factor de 10 en una sola generación, exacerbado por la intimidación a los testigos y un código de silencio en las zonas de inmigrantes socioeconómicamente débiles. En 2020, el periódico alemán “Bild” decía en su titular “Suecia es el país más peligroso de Europa”. 

 

Como el resto de Europa, Suecia también ha sufrido un incremento alarmante en violaciones en grupo y ataques sexuales, desde que abrieron libremente sus fronteras a la masiva llegada de inmigrantes de Oriente Medio, Norte de África y el África negra. Se le preguntó al veterano policía Peter Springare, sobre el origen de los responsables de esos delitos violentos y lo tuvo claro “Bueno, eso es lo que manejo de Lunes a Viernes: violación, violación, robo, asalto agravado, asalto con violación, extorsión, chantaje, asalto, violencia contra la policía, amenaza a la policía, drogas, delito, intento de asesinato, otra violación, otra extorsión, malos tratos”. Y sigue: 

 

“Perpetradores sospechosos: Ali Mohammed, Mahmod, Mohammed Ali, otra vez, otra vez, otra vez. Christopher… ¿qué?, ¿es eso verdad?. Si, un nombre sueco aparece entre los delitos por droga. Mohammed, Mohammed Ali, otra vez y otra vez”. Luego Springare cita los países de origen sospechosos “Países que representan todos los delitos esta semana: Irak, Turquía, Siria, Afganistán, Somalia, Somalia, Siria de nuevo, Somalia, país desconocido, Suecia. De la mitad de los sospechosos no estamos seguros ya que no tienen documentación válida. Sabemos que mienten sobre su nacionalidad e identidad”. 

 

Incluso los refugiados ucranianos que huyen de la guerra no quieren ir a Suecia ya que consideran que no es un país seguro. En el diario sueco de internet Samnytt lo dice claramente una mujer “Cuando bombardean, al menos sé que puedo ocultarme en el sótano con seguridad…” 

 

Creo que el supuesto diseñador Johan Lindeberg, vive en otro planeta o le baila el agua a los globalistas para que su país se convierta en otro país del tercer mundo. Él recibirá el pago por sus servicios, eso ténganlo por seguro. Quizás nuestro mayor pecado es lo traidores que podemos ser a nosotros mismos.

jueves, 2 de junio de 2022

 

FRANCESES DE VERDAD

 

Cuando veo en qué se ha convertido Francia debido a la inmigración descontrolada, y aceptada a la fuerza por leyes represivas contra la población autóctona, me viene a la memoria la gesta de la Legión de Voluntarios franceses que lucharon contra el bolchevismo en el frente del Este, y particularmente la 33 División SS de Granaderos Carlomagno y el regimiento Carlomagno en Berlin en 1945.

 

Los voluntarios franceses que integraron la división Carlomagno, siempre fueron una división separada de la Wehrmacht, con sus propios mandos y realmente motivados para la lucha sin cuartel contra el enemigo de Europa. Se estima que llegaron a formar parte de la división hasta 11.000 hombres (sólo 30 en Mayo de 1945…).

 

Si nos centramos en la batalla de Berlín y sobre todo de su barrio gubernamental, veremos que la división Carlomagno tenía la misión de proteger dicha zona. Fue una de las últimas unidades en combate durante la II Guerra Mundial en Europa. También fueron reacias a la rendición, ya que sabían su destino perfectamente en manos de las hordas asiáticas bolcheviques. Sabían que no podían sobrevivir si el III Reich era vencido, y por ello lucharon hasta el final en Berlín con un entusiasmo fanático.

 

Cuando la lucha por la defensa de Berlín empezó en Abril, tras la batalla de los Altos de Seelöw, los 700 hombres de la división Carlomagno fueron formados como un solo batallón y dos de infantería, el 57 y 58. Mientras que a 400 de ellos se les envió a servir en el batallón en formación, 350 de ellos optaron por ir a Berlín para retrasar la llegada de los soviéticos. El 23 de Abril de 1945, la división recibió la orden de la cancillería de entrar en Berlín. Con 330 hombres fue reorganizada como “Batallón de Asalto Carlomagno” y tras un gran rodeo para escapar de los soviéticos, llegaron a Berlín el 24 de Abril.

 

Una vez allí, fue agregada a la 11 División SS de Granaderos Blindados, conocida como “Nordland”, que reforzó en gran medida a dicha unidad, que ya había perdido a sus regimientos “Norge” y “Danmark” en combate.

 

El 25 de Abril, el SS Brigadenführer Joachim Ziegler, fue relevado del mando de la “Norland”, siendo nombrado el SS Brigadenführer Krukenberg que venía de la Carlomagno y que, simultáneamente, también fue nombrado comandante de la Defensa del sector C, en Berlín, y que incluía a la mencionada división “Nordland”.

 

Para su sorpresa y en su primera noche de servicio, los soldados se dieron cuenta del ambiente de quietud no natural de Berlín, sin sonidos de combate excepto la lejana artillería soviética. Estos hombres fueron caminando desde el Oeste hasta el Este de Berlin, llegando a una cervecería cerca de la Hermannplatz, que es donde comenzó el combate con los chicos de la HitlerJugend disparando sus Panzerfaust contra los tanques soviéticos que estaban cerca del aeropuerto de Templehof. El Batallón de Asalto agregó a estos chicos algo más tarde. 


El 26 de Abril, el batallón francés participó en el contraataque en el distrito de Neukölln, al Sudeste de Berlín. Se unieron a fuerzas con tanques Tigre II del Batallón Panzer de las SS “Hermann von Salza”, que cayeron en una emboscada soviética al usar éstos un tanque alemán “Pantera” capturado. Esta acción dejó en la mitad el número de hombres disponibles el primer día. Los que quedaron fueron hacia el ayuntamiento de Neukölln para defenderlo.

 

Con el distrito mencionado completamente invadido por los bolcheviques, Krukenberg preparó a sus hombres para retroceder a posiciones de defensa en el Sector C, junto a la Hermannplatz y desplazó su cuartel general al edifico de la Opera. Con la retirada de la division “Nordland” hacia la Hermannplatz, los SS franceses y los jóvenes de la Hitlerjugend agregados a la división, destruyeron 14 tanques soviéticos con sus “Panzerfaust”, y una ametralladora pesada en posición en el puente de Halensee. Todo ello fue suficiente para detener a los soviéticos en su avance durante 48 horas.

 

La invasión de Berlín por los soviéticos consistió en un bombardeo masivo de artillería, seguido de asaltos de grupos de combate de unos 80 hombres cada uno, que estaban protegidos por tanques y artillería. Trataron de empujar a los remanentes de la división “Nordland” al distrito gubernamental, Sector Zitadelle, y Krunkenberg en su nuevo cuartel general que era un vagón de metro en la estación Stadtmitte.

 

El 28 de Abril, unos 108 tanques soviéticos habían sido destruidos en el Sudeste de Berlín, de los que 62 lo habían sido por el Batallón de Asalto “Carlomagno” únicamente, que estaba bajo el mando del SS Hauptsturmführer Henri Fenet, que fue el encargado de la defensa de Neukölln, Friedrichstrasse, la Plaza Belle Alliance y la Wilhelmstrasse, sede de la Cancillería. El batallón y su jefe herido Fenet, se retiraron hacia el Ministerio de la Luftwaffe, en el centro del Distrito Gubernamental que comandaba el SS Brigadenführer Wilhelm Mohnke, que galardonó con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, por las victorias del batallón en la batalla de Berlín.

 

El 29 de Abril tuvo lugar la acción más importante efectuada por los hombres de la “Carlomagno” en Berlín. Una columna de tanques soviética que avanzaba por la Wilhelmstrasse con carros T-34 e IS-2 e infantería, fue emboscada por los franceses y provocando un atasco descomunal. De forma sorpresiva, aparecieron desde ventanas y balcones con sus “Panzerfaust”, destruyendo uno tras otro los tanques soviéticos desde las alturas y bajos. La infantería fue totalmente sorprendida y huyó del lugar. El resultado fue de 128 tanques destruidos. 


Con los soviéticos lanzando un ataque a gran escala en el sector central, la batalla se hizo más intensa que antes y se convirtió en un combate brutal. Los últimos defensores del Führerbunker, la “Carlomagno” y voluntarios SS españoles, permanecieron hasta el 2 de Mayo, impidiendo que los soviéticos lo conquistaran el Primero de Mayo.

 

El batallón fue reducido hasta los 30 hombres, los demás habían sido muertos, heridos o capturados, incluso unos pocos habían logrado salir de Berlín. De estos últimos, los que pudieron llegar a Francia, sufrieron condenas en campos de concentración o cárceles controladas por los aliados. Fenet fue sentenciado a 20 años de prisión, pero fue liberado en 1959. Los soldados capturados por las autoridades francesas fueron fusilados al instante, como los que fusiló Leclerc en una carretera.