FALAFEL EN MALMÖE
CON LA QUE ESTÁ CAYENDO…
Con lo que está pasando en Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, Dinamarca y Suecia, parece mentira que haya gente que defienda este nuevo modelo de sociedad multicultural que se supone que sólo nos trae ventajas… Pero así es y en Suecia tenemos un caso espectacular.
Y nos sigue amenazando (y es una amenaza a toda Europa, no lo duden), al decir en su artículo “O todos ayudamos para crear una nueva energía inclusiva y convertirnos en un ejemplo internacional claro para una nueva comunidad multicultural, o acabaremos en una guerra civil. Dicha guerra ya ha empezado”. Incluso el supuesto diseñador sugiere el cambio de la bandera nacional sueca, que represente la nueva realidad sueca, otra rendición y “hacer a Suecia importante de nuevo”.
Dando como válido que un país multicultural es más sofisticado que uno monocultural (no especifica el por qué…), Lindeberg sugiere que esos que no estén de acuerdo deberán conformarse. Con dos narices. Escribe también que “el cambio empezó hace ya mucho tiempo, pero todavía a muchos de nosotros, nos cuesta aceptarlo”.
Opino que cualquiera que tenga una cierta noción de lo que el multiculturalismo ha hecho en Suecia y está haciendo en Europa, sabrá que Lindeberg está completamente equivocado en sus opiniones. Su país está sufriendo disturbios de forma habitual, llevados a cabo por jóvenes violentos llegados de los suburbios plagados de inmigración.
El año pasado se llevó a cabo una investigación social que demostró que Suecia había pasado, en 20 años, de ser uno de los países más seguros de Europa en términos de delitos, a ser el segundo más peligroso, con tiroteos relacionados con bandas de inmigrantes. Tras ser el país número 18 sobre 22 países por delitos con armas del 2000 al 2003, actualmente Suecia está en el segundo lugar tras Croacia. En el año 2019, los medios se vieron obligados a admitir que el alarmante incremento del número de ataques con granadas y explosiones representaba una “emergencia nacional”.
Como decía, es evidente que Suecia ha experimentado un crudo incremento de explosiones y ataques en los últimos años, sobre todo relacionados con peleas entre bandas criminales. El uso de explosivos en un país nórdico está ahora a un nivel único en el mundo para un país que no está en guerra. Y eso lo dice la policía que no sabe, no se atreve o a la que no le dejan actuar.
Los tiroteos mortales en Suecia han subido hasta un factor de 10 en una sola generación, exacerbado por la intimidación a los testigos y un código de silencio en las zonas de inmigrantes socioeconómicamente débiles. En 2020, el periódico alemán “Bild” decía en su titular “Suecia es el país más peligroso de Europa”.
Como el resto de Europa, Suecia también ha sufrido un incremento alarmante en violaciones en grupo y ataques sexuales, desde que abrieron libremente sus fronteras a la masiva llegada de inmigrantes de Oriente Medio, Norte de África y el África negra. Se le preguntó al veterano policía Peter Springare, sobre el origen de los responsables de esos delitos violentos y lo tuvo claro “Bueno, eso es lo que manejo de Lunes a Viernes: violación, violación, robo, asalto agravado, asalto con violación, extorsión, chantaje, asalto, violencia contra la policía, amenaza a la policía, drogas, delito, intento de asesinato, otra violación, otra extorsión, malos tratos”. Y sigue:
“Perpetradores sospechosos: Ali Mohammed, Mahmod, Mohammed Ali, otra vez, otra vez, otra vez. Christopher… ¿qué?, ¿es eso verdad?. Si, un nombre sueco aparece entre los delitos por droga. Mohammed, Mohammed Ali, otra vez y otra vez”. Luego Springare cita los países de origen sospechosos “Países que representan todos los delitos esta semana: Irak, Turquía, Siria, Afganistán, Somalia, Somalia, Siria de nuevo, Somalia, país desconocido, Suecia. De la mitad de los sospechosos no estamos seguros ya que no tienen documentación válida. Sabemos que mienten sobre su nacionalidad e identidad”.
Incluso los refugiados ucranianos que huyen de la guerra no quieren ir a Suecia ya que consideran que no es un país seguro. En el diario sueco de internet Samnytt lo dice claramente una mujer “Cuando bombardean, al menos sé que puedo ocultarme en el sótano con seguridad…”
Creo que el supuesto diseñador Johan Lindeberg, vive en otro planeta o le baila el agua a los globalistas para que su país se convierta en otro país del tercer mundo. Él recibirá el pago por sus servicios, eso ténganlo por seguro. Quizás nuestro mayor pecado es lo traidores que podemos ser a nosotros mismos.