Ayer Domingo 3 de Julio en “El Mundo” y al mismo tiempo en el
periódico en la red “Libertad Digital”, aparecieron sendos artículos
hablando sobre el Plan Madagascar que los alemanes pretendían llevar a
cabo con los judíos que estaban entonces en todo el continente europeo.
El artículo cita como fuente un libro de reciente aparición titulado “El
Reich Africano”. Era un plan de deportación masivo que, según ambos
artículos, hubiese dejado a los judíos a su suerte. En los artículos se
indica que serían un millón los enviados a esa especie de isla-prisión y
controlados por las SS. La idea, una vez deportados, era su
exterminación por la vía del trabajo exhaustivo en un máximo de dos
generaciones. Es un tema interesante y recurrente que aparece de vez en
cuando.
Es cierto que hubo un “Plan Madagascar” por parte de la Alemania de
Hitler, pero los dos artículos ignoran o no indican, el nuevo libro no
lo sé, que éste plan no era una idea original de los nazis, sino que
venía del ¡siglo XIX!. Puede sonar increíble pero así fue. En mi libro
KRONOS, la Puerta del Tiempo, hablo sobre este asunto.
La Isla de Madagascar, es una isla inmensa, la mayor de África y cuarta del mundo, de unos 587.000 Km2. La separa del continente africano el Canal de Mozambique. En aquel momento era habitada por un total de cuatro millones de isleños de raza negra, más franceses y otros europeos. Sin duda Madagascar ofrece la posibilidad de aislamiento, ya que cruzar el canal citado es muy peligroso y más en aquel entonces.
En el siglo XIX y primera mitad del XX, Paul de Lagarde, filósofo y
antijudío alemán, Henry Hamilton Beamish, antijudío británico, fundador
de los “Britons” y miembro del “Silver Badge Party”, Arnold Leese,
médico veterinario británico, especialista en enfermedades de los
camellos, fundador de la “Imperial Fascist League”, antijudío y
antisacrificio de los animales según el ritual hebreo-kosher, también
Walter Edward Guiness, Lord Moyne propalestino y asesinado por el grupo
terrorista sionista Lehi en 1944 y otros representantes de diferentes
gobiernos europeos que incluían Inglaterra, Francia y Polonia habían
considerado seriamente la deportación de todos los judíos de sus
respectivos países a Madagascar.
En ese mismo siglo XIX, Theodore Herlz, padre del sionismo y autor
del libro “El Estado Judío”, en otro de sus libros titulado “Altneuland”
ya considera la posibilidad de fundar Israel en Madagascar, Uganda o
Argentina. Así lo propone en este segundo libro citado. En 1927 y 1928,
Polonia y Japón, cada uno por su lado, ya pensaron en la solución
Madagascar. En el caso polaco para sus judíos y en el japonés debido a
su sobrepoblación. Fueron los polacos los que llegaron más lejos ya que
1937 (dos años antes del inicio de la II Guerra Mundial), enviaron a esa
misión al mayor Mieczyslaw Lepecki, con representantes judíos, para que
pudiesen estudiar in-situ el lugar y tomar las decisiones necesarias
para montar el estado sionista que soñó Herlz.
Dos de los dirigentes
judíos no estuvieron de acuerdo: Leon Alter, director de la Asociación
de Emigración Judía en Varsovia, que consideró que no se podían enviar
más de dos mil judíos a la isla y Salomon Dyk, ingeniero agrícola de Tel
Aviv, que incluso rebajó la cifra de posibles emigrantes. Finalmente,
los dirigentes judíos no aceptaron esa solución. De todas maneras,
Polonia siguió con este plan, negociando con Francia ya que Madagascar
era una colonia francesa. Y fue en 1938, un año después de la comisión
polaca, cuando Alemania comenzó a sugerir que se llevase a cabo el Plan
Madagascar, recuperándolo y actualizándolo.
En Noviembre de 1938, Hermann Göring informó de la intención de
Hitler de enviar a los judíos a Madagascar. Hjalmar Schacht, presidente
del Reichsbank, a través de varias reuniones que se celebraron en
Londres, intentó conseguir un crédito internacional para el envío de los
judíos a la isla. En Diciembre de 1939, Von Ribbentrop, Ministro alemán
de Exteriores, incluyó la emigración de los judíos a Madagascar como
parte de un plan de paz del Papa.
En Mayo de 1940, Himmler dio soporte para este envío y Hitler lo
consideró muy positivo. Von Ribbentrop ordenó a Franz Rademacher,
responsable de Asuntos Judíos del Ministerio de Exteriores, la creación
de un plan titulado “La cuestión judía en el Tratado de Paz”, de fecha 3
de Julio de 1940.
En ese plan se especificaba, entre otros:
√ Francia deberá entregar Madagascar a Alemania
√ Se le dará a Alemania el permiso para instalar bases militares en la isla
√ Los ciudadanos franceses que viven allí serán indemnizados y trasladados de la isla
√ La emigración judía será forzada, no voluntaria
√ Los judíos allí asentados tendrán su propio gobierno local, que responderá ante un gobernador alemán
√ La entera emigración y colonización de Madagascar será pagada con el dinero y las posesiones judías confiscadas por Alemania
√ Se le dará a Alemania el permiso para instalar bases militares en la isla
√ Los ciudadanos franceses que viven allí serán indemnizados y trasladados de la isla
√ La emigración judía será forzada, no voluntaria
√ Los judíos allí asentados tendrán su propio gobierno local, que responderá ante un gobernador alemán
√ La entera emigración y colonización de Madagascar será pagada con el dinero y las posesiones judías confiscadas por Alemania
Los habitantes judíos de la isla sólo podrían dedicarse a la
agricultura, perdiendo las diferentes nacionalidades de sus países de
origen. Sólo Alemania se encargaría de todas las deportaciones. Incluyo a
continuación el Plan Madagascar de Rademacher, en inglés:
THE JEWISH QUESTION IN THE PEACE TREATY
The approaching victory gives Germany the possibility, and in my view also the duty, of solving the Jewish question in Europe. The desirable solution is: all Jews out of Europe. The task of the Foreign Ministry in this is:
a) To include this demand in the Peace Treaty and to insist on it also by means of separate negotiations with the European countries not involved in the Peace Treaty;
b) to secure the territory necessary for the settlement of the Jews in the Peace Treaty, and to determine principles for the cooperation of the enemy countries in this problem;
c) to determine the position under international law of the new Jewish overseas settlement;
d) as preparatory measures:
1) clarification of the wishes and plans of the departments concerned of the Party, State and Research organizations in Germany, and the coordination of these plans with the wishes of the Reich Foreign Minister, including the following:
2) preparation of a survey of the factual data available in various places (number of Jews in the various countries), use of their financial assets through an international bank;
3) negotiations with our friend, Italy, on these matters.
With regard to beginning the preparatory work, Section D III has already approached the Reich Foreign Minister via the Department Germany [interior affairs], and has been instructed by him to start on the preparatory work without delay. There have already been discussions with the Office of the Reichsfuehrer SS in the Ministry of Interior and several departments of the Party. These departments approve the following plan of Section D III:
Section D III proposes as a solution of the Jewish question: In the Peace Treaty France must make the island of Madagascar available for the solution of the Jewish question, and to resettle and compensate the approximately 25,000 French citizens living there. The island will be transferred to Germany under a mandate. Diégo Suarez Bay and the port of Antsirane, which are [sea-] strategically important, will become German naval bases (if the Navy wishes, these naval bases could be extended also to the harbors – open road-steads – Tamatave, Andevorante, Mananjara, etc.). In addition to these naval bases, suitable areas of the country will be excluded from the Jewish territory (Judenterritorium) for the construction of air bases. That part of the island not required for military purposes will be placed under the administration of a German Police Governor, who will be under the administration of the Reichsfuehrer SS. Apart from this, the Jews will have their own administration in this territory: their own mayors, police, postal and railroad administration, etc. The Jews will be jointly liable for the value of the island. For this purpose their former European financial assets will be transferred for use to a European bank to be established for this purpose. Insofar as the assets are not sufficient to pay for the land which they will receive, and for the purchase of necessary commodities in Europe for the development of the island, the Jews will be able to receive bank credits from the same bank.
As Madagascar will only be a Mandate, the Jews living there will not acquire German citizenship. On the other hand, the Jews deported to Madagascar will lose their citizenship of European countries from the date of deportation. Instead, they will become residents of the Mandate of Madagascar.
This arrangement would prevent the possible establishment in Palestine by the Jews of a Vatican State of their own, and the opportunity for them to exploit for their own purposes the symbolic importance which Jerusalem has for the Christian and Mohammedan parts of the world. Moreover, the Jews will remain in German hands as a pledge for the future good behavior of the members of their race in America.
Use can be made for propaganda purposes of the generosity shown by Germany in permitting cultural, economic, administrative and legal self-administration to the Jews; it can be emphasized at the same time that our German sense of responsibility towards the world forbids us to make the gift of a sovereign state to a race which has had no independent state for thousands of years: this would still require the test of history.
Berlin, July 3, 1940
Signed
Franz Rademacher
The approaching victory gives Germany the possibility, and in my view also the duty, of solving the Jewish question in Europe. The desirable solution is: all Jews out of Europe. The task of the Foreign Ministry in this is:
a) To include this demand in the Peace Treaty and to insist on it also by means of separate negotiations with the European countries not involved in the Peace Treaty;
b) to secure the territory necessary for the settlement of the Jews in the Peace Treaty, and to determine principles for the cooperation of the enemy countries in this problem;
c) to determine the position under international law of the new Jewish overseas settlement;
d) as preparatory measures:
1) clarification of the wishes and plans of the departments concerned of the Party, State and Research organizations in Germany, and the coordination of these plans with the wishes of the Reich Foreign Minister, including the following:
2) preparation of a survey of the factual data available in various places (number of Jews in the various countries), use of their financial assets through an international bank;
3) negotiations with our friend, Italy, on these matters.
With regard to beginning the preparatory work, Section D III has already approached the Reich Foreign Minister via the Department Germany [interior affairs], and has been instructed by him to start on the preparatory work without delay. There have already been discussions with the Office of the Reichsfuehrer SS in the Ministry of Interior and several departments of the Party. These departments approve the following plan of Section D III:
Section D III proposes as a solution of the Jewish question: In the Peace Treaty France must make the island of Madagascar available for the solution of the Jewish question, and to resettle and compensate the approximately 25,000 French citizens living there. The island will be transferred to Germany under a mandate. Diégo Suarez Bay and the port of Antsirane, which are [sea-] strategically important, will become German naval bases (if the Navy wishes, these naval bases could be extended also to the harbors – open road-steads – Tamatave, Andevorante, Mananjara, etc.). In addition to these naval bases, suitable areas of the country will be excluded from the Jewish territory (Judenterritorium) for the construction of air bases. That part of the island not required for military purposes will be placed under the administration of a German Police Governor, who will be under the administration of the Reichsfuehrer SS. Apart from this, the Jews will have their own administration in this territory: their own mayors, police, postal and railroad administration, etc. The Jews will be jointly liable for the value of the island. For this purpose their former European financial assets will be transferred for use to a European bank to be established for this purpose. Insofar as the assets are not sufficient to pay for the land which they will receive, and for the purchase of necessary commodities in Europe for the development of the island, the Jews will be able to receive bank credits from the same bank.
As Madagascar will only be a Mandate, the Jews living there will not acquire German citizenship. On the other hand, the Jews deported to Madagascar will lose their citizenship of European countries from the date of deportation. Instead, they will become residents of the Mandate of Madagascar.
This arrangement would prevent the possible establishment in Palestine by the Jews of a Vatican State of their own, and the opportunity for them to exploit for their own purposes the symbolic importance which Jerusalem has for the Christian and Mohammedan parts of the world. Moreover, the Jews will remain in German hands as a pledge for the future good behavior of the members of their race in America.
Use can be made for propaganda purposes of the generosity shown by Germany in permitting cultural, economic, administrative and legal self-administration to the Jews; it can be emphasized at the same time that our German sense of responsibility towards the world forbids us to make the gift of a sovereign state to a race which has had no independent state for thousands of years: this would still require the test of history.
Berlin, July 3, 1940
Signed
Franz Rademacher
La guerra y su curso, sobretodo por el esfuerzo alemán contra Rusia,
no permitió la realización inmediata del plan y fue retrasado hasta un
futuro en que fuese posible su realización. Los acontecimientos
militares posteriores, en todo el teatro de operaciones europeo, no
permitieron ya definitivamente, llevar a cabo el traslado programado.
Me parece bien que hayan artículos y libros sobre asuntos como este y
otros. Creo que nos va bien a todos conocer la historia y poder debatir
libremente sobre la misma. Pero lo que me sorprende ¿o no? es que
cuando se habla del “Plan Madagascar”, entre otros, sólo salga a relucir
el proyecto alemán y no citen también y como comparación a otros
gobiernos, políticos o pensadores, incluso judíos, que contemplaron esa
posibilidad durante los siglos XIX y XX, mucho antes que el gobierno de
Hitler. Creo que se da una imagen distorsionada del asunto y no permite
la comparación, ni la discusión franca y abierta.
Pero ya saben que yo no creo en conjuras, creo en las coincidencias
Pero, ¿usted qué opina?
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