Uno de las herramientas clásicas para la manipulación de un grupo, sociedad o país, es la presentación de un enemigo externo que nos asignan sin pudor y del cual nos deben defender. Por ejemplo, los musulmanes, los comunistas, los nazis, los extremistas de cualquier género, fútbol, etc.... No podemos olvidar tampoco que esa manipulación también se da en el mismo grupo, sociedad o país cuando se habla del enemigo interno ya sea por sexo, clase, raza, etc... Esta estrategia permite llegar muy lejos en el control de los ciudadanos, que lejos de verlo como un recorte a sus libertades, agradecen la defensa de los jerifaltes de turno para salvaguardarlas.
Otro objetivo de esta manipulación es el conseguir que el pueblo llano desvíe su atención de los temas importantes o del verdadero enemigo. No tengo dudas de que hoy hay grupos muy potentes y sociedades secretas ligadas a ellos que manejan buena parte, sino toda, de las áreas sociales, políticas, culturales y económicas en las que nos movemos cada día como simples ciudadanos de a pie. Decir esto, me coloca inmediatamente a ojos de muchos, en un conspiranoico. Y porque eso va contra el sistema, el sistema sabe como desacreditar y anular al que es de mente libre. Como decía en el artículo anterior sobre la revolución Francesa “Mucha gente habla de conspiranoicos para desacreditar a quien tiene claro qué pasó. Yo personalmente, no me dedico a la teoría de la conspiración, me dedico a la teoría de la coincidencia. Y se pueden unir cabos coincidentes muy interesantes...”.
Por ejemplo, la Masonería. Ellos dicen que son una sociedad discreta, que no secreta. Otros dicen que hacen el bien, son altruistas, benefactores y filántropos. Otros que si luciferinos y satánicos. No lo sé. Personalmente no puedo entender que para hacer el bien haya que disfrazarse de una cierta manera y seguir unos ritos que pueden parecer absurdos si se tiene un mínimo de sentido común. Si se quiere hacer el bien, con hacerlo basta. No se necesita pertenecer a una orden y seguir escrupulosamente sus rígidos e inevitables ceremoniales, vestir sus ropajes, mandiles, mostrar medallas y oropeles, etc. Pero quizás ese no es el objetivo de la masonería y su estética particular. Quizás buscan poder o influencia para cambiar las cosas a su gusto o criterio. Y de paso, hacernos mejores a todos... aunque eso haya costado infinidad de vidas a lo largo de la historia.
Fíjense como su simbología aparece en muchos sitios y diversos como la ONU, el dólar USA, logotipos de empresas, edificios. Incluso en la ciudad de Barcelona se puede ver la huella masónica en algunas zonas, como la Plaza Palacio junto al puerto. Los edificios tienen simbología y medidas masónicas, así como la fuente en medio del paseo con su ángel caído y su estrella de cinco puntas en la mano, al revés con su punta superior hacia abajo, es decir representando al macho cabrio o diablo. ¿Cuantos políticos de éxito o conocidos son masones? En Estados Unidos muchos presidentes lo han sido como Clinton, Truman, Roosevelt, Bush, Obama, McCain, entre otros. Fíjense que entre ellos apenas hay oposición real ya que sus intereses no chocan defendiendo los mismos principios. Es más, las críticas se suavizan como en el caso Obama y sus actuaciones diversas militares o la ejecución de Ben Laden. Obama ha sido la primera persona y presidente que ha recibido el Premio Nobel ¡por anticipado! El Premio Nobel está en manos de quien está y no tiene ninguna categoría para mí. En España también hay unos cuantos políticos masones, pero eso será para otra ocasión.
Algunos dicen, como el doctor en Filosofía Henry Makow, que personajes tan dispares como Bush, Sarkozy, Merkel, Putin e incluso ¡Ahmadinejad! son todos “hermanos” de la orden, a pesar de sus aparentes disputas políticas internacionales. Todos trabajan para el poder de la banca y las finanzas mundialistas. Les ayudan adlateres que con buenos salarios y pocos escrúpulos, masones o no, ayudan al tinglado internacional masónico y al poder global. La masonería sigue teniendo como en la Revolución Francesa dos grandes objetivos: acabar con la Iglesia Católica y la implantación de un Nuevo Orden o Gobierno Mundial. Los sutiles pero firmes pasos que siguen son lo que ellos llaman “proceso dialéctico”, operaciones encubiertas de todo tipo, sensibilización popular (léase Lavado de Cerebro), coacciones, guerras falsas, calumnias, atentados de falsa bandera y propaganda.
En el libro del estonio Jüri Linas “Arquitectos del Engaño” (y recomiendo el DVD de este especialista titulado “Bajo la Sombra de Hermes: los secretos del comunismo . http://jyrilina.com/), este autor dice que la masonería se basa en la cábala y es “el órgano político y ejecutivo de la élite financiera y la banca mundialista”. Creo somos testigos de una cruzada milenaria para derrocar la civilización cristiana y establecer una tiranía socialista-comunista. No nos extrañemos, el comunismo es la cúspide del capitalismo. Es decir. todo en manos de muy pocos y el resto somos ganado. De ahí que los grandes financieros de principios del siglo XX ayudaron económicamente al éxito e implantación a revolución comunista, como paso previo para esparcir esa ideología de forma funesta y terrible. Esto se puede comprobar en el informe secreto que los Estados Unidos enviaron al Estado Mayor del Ejército Francés y archivado por éste con la ref. 7-618-6np 912S.R. 2, II Trasmis par l’Etat Major de l’Armée. Deuxieme Bureau.
También Jüri Lina cita al profesor Valeri Yemelyanov que había dicho que en un congreso del partido comunista soviético celebrado en 1979, que la pirámide masónica controlaba el 80% de la economía de los países capitalistas y entre el 90-95% de los medios de comunicación. También Christian Rakovsky el revolucionario comunista búlgaro, lo deja claro “En Moscú existe el comunismo y en Nueva York el capitalismo. Es todo lo mismo, como la tesis y la antítesis. Analicemos ambos: Moscú es subjetivamente comunismo, pero (objetivamente) capitalismo de estado. Nueva York, subjetivamente capitalista, pero con un objetivo comunista. Síntesis personal, la verdad: la internacional financiera, el comunismo capitalista. Ellos” Con “ellos”, Rakovsky se refiere a los “Illuminati”, el más alto escalón de la masonería. Por ello, se puede adivinar fácilmente que el Nuevo Orden Mundial masónico representa el trasvase de un monopolio económico, a un monopolio político, social y cultural.
Ya en épocas lejanas como el 19 de Noviembre de 1937, el influyente Fabian Nicholas Murray Butler, filósofo, profesor y asesor de varios presidentes de los Estados Unidos, dijo en un banquete en Londres “el comunismo es el instrumento con el que el mundo financiero puede derrocar a los gobiernos nacionales para erigir un gobierno mundial, con una policía mundial y una moneda mundial”. Parece que Murray Butler tenía claro hacia dónde se iba, ya entonces... Volviendo a Rakovsky, él cree que el verdadero objetivo de la masonería es suscitar el comunismo donde interese. El comunismo supone la destrucción de los cuatro pilares fundamentales de la identidad humana: raza, religión, nación y la familia. este es el significado real de términos como “Diversidad”, “Multiculturalismo”, “Feminismo”, “Liberación sexual” y “Derechos de los homosexuales”.
La élite masónica impedirá por todos los medios la evolución espiritual del ser humano. No puede permitirlo. Debemos de rendirnos ante el ángel caído, que es lo que algunos dicen que defiende la masonería. Aprisionan nuestro desarrollo personal promocionando la pornografía y la promiscuidad, lo que socava y destruye el matrimonio y la familia. El objetivo es cambiar la naturaleza humana, y que seamos seres desesperados, aislados, egoístas y endiablados. Las herramientas son la destrucción de las naciones y sus poblaciones homogéneas con el multiculturalismo y el intercambio racial por la vía de los inmigrantes. Están destruyendo a la familia lavando el cerebro de las mujeres para que consigan carreras profesionales en vez de familias (entre otros ver: http://www.libertaddigital.com/el-candelabro/2011-05-13/monica-naranjo-nos-enganaron-con-la-emancipacion-femenina-1276423284/).
Pero, ¿cómo reconocer a esta gente que está haciendo tanto daño a nuestra sociedad, valores y forma de vida?. No es muy difícil. Sus agentes se presentan como idealistas que quieren cambiar el mundo, pero en realidad lo estropean. “Progresivo” y “Progresista” son dos divisas fundamentales acuñadas en la agenda masónica de dominación y que utilizan esos supuesto idealistas. Sin embargo, lo presentan de forma coherente y uniforme en los medios de comunicación y en la educación. Recordemos en series de televisión, excelente herramienta mundialista, mujeres de éxito y fuerza en roles masculinos, hombres estúpidos, y mensajes publicitarios para que en las sociedades más tradicionales, las mujeres busquen el dinero y el poder.
¿Nos suenan todos estos puntos en la Europa y España actual?
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