lunes, 8 de diciembre de 2014

NUREMBERG 2/5 (Editado originalmente el 12/2/2014)

Los juristas más importantes de los USA estaban consternados con los Juicios de Nuremberg. El juez de la Corte Suprema de USA, Harlas Fiske Stone, dijo irritadamente “el fiscal Jackson está llevando a cabo un linchamiento en Nuremberg. No me preocupa lo que haga a los nazis, pero odio ver la pretensión de que él está dirigiendo un jurado y procediendo según la ley. Es un fraude”. En una carta privada escribió “Quisiera saber como esos que presiden el tribunal pueden justificar sus actos ante sus gobiernos si ellos fuesen los acusados”. En otra ocasión Stone quería saber “si bajo esa nueva doctrina de la ley internacional de Nuremberg, si nosotros hubiésemos sido los derrotados, los ganadores hubiesen dicho con toda la razón que nuestro suministro de cincuenta destructores a Inglaterra (en 1940), hubiese sido considerado como un acto de agresión".

El representante del Congreso USA, Lawrence H. Smith de Wisconsin, declaró que “Los Juicios de Nuremberg son tan repugnantes para los principios de justicia anglo-sajones que deberemos sentirnos avergonzados para siempre de esta página en nuestra historia... La farsa de Nuremberg representa una política de venganza de la peor clase”. Otro congresista, John Rankin de Mississippi dijo “Como representante del pueblo americano deseo decir que lo que sucede en Nuremberg, Alemania, es una desgracia para los Estados Unidos... Una minoría racial, dos años y medio después de que la guerra acabase, están en Nuremberg no sólo para colgar a los soldados alemanes, sino para juzgar a los alemanes en nombre de los Estados Unidos. Pero quizás la condena más valiente fue la del Senador Robert A. Taft, considerado como la “conciencia del Partido Republicano”. Con un considerable riesgo a su carrera política denunció en un discurso de Octubre  de 1946, diciendo que “El juicio de los vencedores sobre los vencidos no puede ser imparcial y no importa como se justifican los vencedores en cuanto a las formas de justicia aplicadas"

Incluso Milton R. Konvitz un especialista judío en ley y administración pública y que enseñaba en la Universidad de Nueva York, avisó entonces de que el Tribunal de Nuremberg “desafía muchos de los principios básicos de un proceso judicial” Y siguió “Nuestra política con respecto a los nazis no es coherente con la ley internacional, ni con la política del Departamento de Estado... El Juicio de Nuremberg constituye una amenaza real a los conceptos básicos de justicia que han costado miles de años a la humanidad”. Desde entonces, distinguidas figuras tanto de los USA como de otros países han expresado opiniones similares. El juez de la Corte Suprema USA William O. Douglas, escribió “Pensaba entonces y aún pienso que los Juicios de Nuremberg no se basaban en los principios. La ley fue creada “ex post facto” para encajar con la pasión y el clamor de entonces”. El almirante USA retirado H. Lamont Pugh, antiguo responsable de Cirugía en la Marina y Comandante en Jefe del Centro Médico Naval Nacional, escribió “Yo creo que los juicios bordearon la locura internacional. Creo que fue particularmente desafortunado, inapropiado, enfermizo, poco juicioso de que los Estados Unidos hayan liderado el papel de fiscales y ejecutores del juicio sobre los alemanes tanto participantes como autores”

Hay muchas más opiniones contra el proceso, pero creo que toda la historia de justicia europea u occidental, esa herencia, fue violada por el Tribunal de Nuremberg. Juristas de peso en cada país europeo, no en Rusia, protestaron contra esa violación del sistema legal occidental. También lo hicieron historiadores y también hombre y mujeres cultos y con moralidad. Si los vencedores juzgaron a los vencidos por “crímenes de guerra”, entonces deberían haberse juzgado a sí mismos por cometer los mismos crímenes. ¿Quién juzgará al Mariscal del Aire Sir Arthur “Bomber” Harris, el arquitecto de la política de los bombardeos de saturación sobre las ciudades alemanas?. Pero no sólo era una cuestión de nuestros propios “crímenes de guerra” diría un aliado. Si fue correcto usar todo el aparato de la ley para castigar a esos responsables de crímenes excepcionales como el  llamado Holocausto, fue un error no usar ese aparato para castigar a los propios criminales aliados. Hubiese sido algo imparcial, pero ese no era el caso entonces.

Ningún líder soviético fue ejecutado por las intervenciones militares soviéticas en Hungría en 1956 o en Checoslovaquia en 1968. Ningún líder británico fue llevado ante un tribunal por la invasión británica de Egipto en Octubre de 1956. El presidente Eisenhower no fue juzgado por su invasión del Líbano en 1958. El presidente Kennedy no fue colgado por su fracaso en la “Bahía de Cochinos” en Cuba en1962. El presidente LB Johnson no fue llamado ante un tribunal por su conducta en la guerra de Vietnam o su invasión de la república Dominicana. Y Nixon nunca fue juzgado por su incursión militar en Camboya... Y cuando los mandos norvietnamitas amenazaron con llevar a los pilotos USA capturados ante un tribunal en 1966, el senador USA Everett Dirksen, remarcó que los Juicios de Nuremberg “quizás fueron un error terrible”

Pero para mi, aparte de todas estas opiniones contrarias que suscribo sin dudar, lo peor fue el doble estandard o rasero aplicado. En su gestión de los juicios, los gobiernos aliados violaron la ley internacional. Su trato a los acusados alemanes y los prisioneros militares que testificaron, violaron los artículos 56 y 58 y otros de la Convención de Ginebra de Julio de 1929. La justicia, como antítesis de la venganza, es algo que se aplica de forma imparcial si no no es justicia, es venganza. En Nuremberg los principios de la “justicia” sólo se aplicaron a los vencidos. Los cuatro potencias también eran culpables de muchos de los crímenes que acusaban a los alemanes.

El fiscal Robert Jackson lo reconoció privadamente en una carta al presidente Truman, diciendo que los aliados “han hecho o están haciendo muchas de las cosas por las que estamos juzgando a los alemanes. Los franceses están violando la Convención de Ginebra de tal forma en el trato de los prisioneros de guerra alemanes que nuestro mando está recuperando prisioneros que se les había entregado a los franceses (para trabajos forzados en Francia). Estamos juzgando el saqueo y nuestros aliados lo practican. Decimos que la guerra agresiva es un crimen de guerra y uno de nuestros aliados, la Unión Soviética, somete la soberanía de los Estados Bálticos sin otra razón que la conquista”.

Para entender el doble rasero que comentaba más arriba, el primer principio de Nuremberg que era “planificación, preparación iniciar una guerra de agresión” la Unión Soviética entró en Polonia en Septiembre de 1939, en un territorio mayor que el ocupado por los alemanes, atacó a Finlandia en Diciembre de 1939 (y fue expulsada de la Liga de Naciones como resultado). Pocos meses después el Ejército Rojo invadió las tres repúblicas bálticas y las incorporó brutalmente a la Unión Soviética. Además, al mismo tiempo atacó a Rumania quedándose con la Bukovina del norte ¿Pasó algo? ¿Hubo algún juicio por todo ello? ¿Fueron colgados los sanguinarios dirigentes comunistas? Al contrario, la Unión Soviética no sólo recibió una ayuda inmensa desde los USA e Inglaterra, sino que al terminar la guerra toda la Europa oriental le fue entregada. Muy mal negocio... La Francia de la pos-guerra violó la ley internacional y el principio de Nuremberg de “maltrato a prisioneros de guerra” empleándoles en trabajadores forzados en Francia. En 1945 los USA, Inglaterra y la Unión Soviética acordaron la brutal deportación de más de diez millones de alemanes desde sus tierras ancestrales hacia el este y su desaparición mayoritaria en las garras comunistas, en contra del principio de Nuremberg que decía “deportación y otros actos inhumanos cometidos contra la población civil”.

Mientras los fiscales aliados acusaban a los acusados de “crímenes contra la paz” al planificar al invasión de Noruega en 1940, el gobierno británico admitía que Inglaterra y Francia fueron también culpables del mismo “crimen” al preparar la invasión de Noruega, “Operación Stratford”, antes de la acción alemana. Y en Agosto de 1941, los ingleses y los soviéticos invadieron y ocuparon juntos Irán, una nación neutral. Sabiendo esto tan simple, no me sorprende que las cuatro potencias que organizaron los Juicios de Nuremberg de 1945/46, no incluyesen la definición de “agresión” en la constitución del tribunal.

Mikhail Vozlenski, un historiador soviético que fue traductor en Nuremberg en 1946, decía que él y otros soviéticos se sentían “fuera de lugar” ya que las acusaciones y crímenes de los líderes alemanes eran “la norma en nuestra vida” en la Unión Soviética. El papel de los soviéticos en los juicios, que los USA apoyaron sin fisuras, hizo que el diplomático USA e historiador George F. Kennan, condenase todo la farsa de Nuremberg como un “horror” y una “parodia”.

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