Es
interesante en el diario que un mes antes de que los nazis acceden al poder
democráticamente en Enero de 1933, Goebbels sentía la victoria. Sin embargo, no
fue nombrado Ministro enseguida, ya que Hitler quería que dirigiese la campaña
propagandística del partido en la batalla final por el poder. Y consideraba que
no podía ser Ministro de Propaganda y llevar, al mismo tiempo la campaña
oficial del partido. En todo esto, no podemos perder de vista que la comunidad
internacional judía, no perdió el tiempo en atacar a la Alemania de Hitler.
Creo que todos hablamos con mucha facilidad de la quema de libros que llevaron
a cabo los nazis (que Goebbels siempre consideró un error de imagen...) y del
boycott de los nazis contra los judíos como si ambas cosas tuviesen que ver. No
fue así. El boycott nazi contra los negocios judíos del 1 de Abril de 1933, fue
una represalia en contestación al boycott judío contra Alemania.
Tan
pronto como los nazis llegaron democráticamente al poder, la comunidad
internacional judía anunció un boycott internacional, en la que ordenaban a los
judíos no comprar productos alemanes, ni aceptar más películas alemanas, entre
otras cosas. Los restauradores judíos del sector hostelero anunciaron que ya no
servirían a los clientes alemanes. Como se puede leer en los periódicos de
entonces, como en el “London Daily Express”, aparecen los detalles de este
boycott anti-alemán, que hoy “se olvida” rápido y con facilidad. Todo lo que
hoy se oye es el boycott nazi contra los judíos, que sólo duró ¡un día! el
Sábado 1 de Abril de 1933... Las SA se apostaron en las entradas de los
negocios judíos y amonestaban para que nadie entrase.
Por
supuesto que el boycott judío fracasó y fue un aviso para los judíos en el
extranjero el atacar a Alemania. Esto enfureció aún más a la comunidad judía
internacional. Fue Goebbels el que organizó el boycott, aunque sin embargo si
se lee el diario, se tiene la impresión de que lo sugirió y organizó Hitler. Y
es curioso que en 1932/1933, eran todavía inciertos sus sentimientos sobre los
judíos a pesar de su antisemitismo. Todavía podía reír, como escribe en su
diario el 16 de Mayo de 1933, en un cabaret escuchando al cómico judío Otto
Wallbuerg, que luego murió en Auschwitz. La campaña de Goebbels incluía
la sistemática expulsión de judíos del mundo de la música, el arte, el teatro,
etc. El argumento era que los judíos trataban de dominar y que eso no era bueno
para la comunidad. Por supuesto que hubo quejas de los artistas por todo ello.
Por ejemplo, el excelente director de orquesta filarmónica de Berlín Wilhelm Furtwängler,
salió en defensa de su colega judío Otto Klemperer y otros artistas judíos. En
una carta de Goebbels a Furtwängler que publicó el “New York Times" el 16
de Abril de 1933, escribió “Esos que tienen sangre judía y que tienen
auténticas habilidades deben de ser libres de ejercitar su arte, pero no deben
dirigir”
Los
judíos iniciaron una campaña de asesinatos contra los nazis en Febrero de 1936,
cuando David Frankfurter le disparó a Wilhelm Gustloff, líder del partido nazi
de Suiza. Luego, en Noviembre de 1938, Ernst von Rath, un diplomático de 29
años de la embajada de París, fue asesinado en manos del judío Herschel
Grynszpan. Estos crímenes contribuyeron en la percepción en Goebbels de que la
comunidad judía internacional no cedería en su ataque a los nazis hasta que
desaparecieran. Todos sus enemigos previos, como el Dr. Weiss, esperaban poco
de los nazis y habían emigrado de Alemania. Algunos fueron a Praga, París,
Londres y otros a USA, desde donde siguieron su campaña contra la Alemania de
Hitler.
El
11 de Abril de 1938, aparece en el diario de Goebbels una conversación muy
interesante con Hitler y donde se revela por primera vez que la “Solución
Final” para el “problema judío”, es la deportación de los judíos del mundo y
particularmente para los de Alemania y Europa, al lugar más lejano posible,
como Madagascar. Hitler apuesta por la solución de Madagascar. Incluso en Julio
de 1942, dos meses después de que la inmensa isla fuese ocupada por los
ingleses (era territorio francés), Hitler todavía defiende que Madagascar es la
solución ideal.
En
Junio de 1938, dos meses después de esa conversación con Hitler, Goebbels
empezó por su cuenta su campaña particular anti-judía. Seis meses antes de “La
Noche de Cristal”, Goebbels y el jefe de la policía de Berlín el conde von
Helldorff, decidieron empezar una campaña de persecución sistemática de los
judíos de la ciudad. Incluso después de que los nazis llegasen al poder
democráticamente, el número de judíos en la ciudad había aumentado, lo que no
gustaba a Goebbels. Berlín era su ciudad y los judíos aún tenían una
considerable presencia. La única forma de cambiar esta tendencia, le dijo al
jefe de la policía, era comenzar su acoso.
En
la biblioteca de la Universidad de Princenton, hay un archivo denominado “Documentos
de Adolf Hitler”, que consiste en documentación entregada por un soldado
americano que sacó del apartamento de Hitler en Munich. Hay una carta de
Goebbels a Hitler fechada en Junio de 1938, hablando de esta campaña de acoso.
Se había llamado a todos los propietarios judíos de vehículos a motor para ser
inspeccionados: la mayoría no eran aptos para circular y se les ordenó que no
los utilizasen. También tenían sus teléfonos cortados. Los judíos de Berlín
fueron objeto de todo tipo de acosos por la policía. Es muy parecido a lo que
pasa ahora en Alemania con los historiadores revisionistas, que son acosados
por la ley o como en USA, que aplican una inspección de impuestos a cualquiera
que sea políticamente incorrecto.
Todo
esto tiene que ver con la famosa “Noche de Cristal” de 1938. En esta ocasión el
diario de Goebbels debe ser analizado con cuidado. Empieza el 7 de Noviembre de
1938, con el asesinato del diplomático alemán en París en manos de un judío de
origen polaco. Las noticias sobre este incidente dispararon un número de
ataques anti-judíos a pequeña escala por toda Alemania, de los cuales tomó nota
Goebbels en su diario. Parecía no prestarles demasiada atención. Sin embargo,
cuando le llegan las noticias de la muerte del joven diplomático, dos días
después, eso le ultraja de verdad. Y le llegó cuando estaban celebrando un
mitin con Hitler en Munich, por el aniversario del partido y del fracasado
“putsch” del 9 de Noviembre de 1923. Después de que Hitler hubiese abandonado
el mitin, Goebbels subió al estrado para anunciar el asesinato del diplomático
alemán en París.
También
les dijo a los Gauleiters allí reunidos sobre los incidentes que acababan de
comenzar en Alemania, describiéndolos como manifestaciones espontáneas ante el
ultraje. Goebbels dijo “Un judío ha disparado. Un alemán ha muerto. Obviamente
nuestra gente se siente ultrajada por esto. Este no es el momento para
refrenarse ante este ultraje”. Se dispone históricamente de dos o tres fuentes
independientes de lo que Goebbels dijo esa noche. También está incluido en el
informe del embajador británico en Munich, que rápidamente lo envió a Londres.
Este informe está en los archivos británicos.
Describiendo
los sucesos de esa noche, Goebbels escribió en su diario tras su breve
alocución “Todo el mundo ha hablado por teléfono” y añadió “Ahora el publico
entrará en acción”. Es interesante esta frase ya que crea una imagen de hombres
en uniformes marrones de las SA y cruces gamadas en sus brazaletes, utilizando
los teléfonos para transmitir las órdenes por toda Alemania. Las órdenes fueron
que la operación sería llevada a cabo por las SA con ropa civil y que la
policía no intervendría. No se hirió a nadie excepto a los judíos que
ofrecieron resistencia. La acción debía terminar a las cinco de la mañana. El
resultado fue la “Noche de los Cristales”. Cientos, quizás miles de tiendas
judías, fueron destrozadas. Una 150 sinagogas fueron quemadas, incluyendo seis
o siete en Berlín. A la mañana siguiente las noticias dijeron que había muerto
38 judíos. Por orden de Hitler, 20.000 judíos fueron capturados y llevados
temporalmente a un campo de concentración.
Tras
los informes, Goebbels resumió el objetivo de la acción de forma dura y sin
arrepentimeinto en su diario “Tal como se esperaba, la nación entera ha rugido.
Hay un hombre muerto que les ha salido caro a los judíos. Nuestros queridos
judíos se lo pensarán dos veces en el futuro para disparar tan fácilmente a los
diplomáticos alemanes”. En los archivos consta que al día siguiente, 10 de
Noviembre, queda muy claro que tipo de orden empezaba en Alemania. Esa mañana,
Goebbels envió el siguiente mensaje a los 42 responsables de propaganda
(Gaupropagandaleiter) a nivel provincial “Las acciones anti-judías deben
detenerse con la misma rapidez que empezaron. Han servido para el propósito
esperado” No hay orden escrita del ataque, aunque debió haberla y creo que
desapareció.
Goebbels
tuvo que dar la orden de detener la acción, porque como ahora sabemos y
confirmado por uno de los miembros del staff privado del Führer, Hitler estaba
furioso cuando escuchó que durante la noche habían habido brotes anti-judíos.
Durante toda la noche, las llamadas telefónicas llegaban informando de las
sinagogas quemadas por toda Alemania. Hitler llamó a Himmler y le preguntó
“¿Qué infiernos está pasando, Reichsführer?” Himmler contestó “Llame a
Goebbels. Él lo sabe”. Hitler le llamó y le abroncó fuertemente. A la mañana
siguiente, Goebbels escribió en su diario “Fui a ver al Führer a las once de la
mañana y discutimos qué hacer a continuación”. Puedo imaginarme qué tipo de
conversación sucedió entre Hitler y Goebbels. Desde luego, él no iba a escribir
en su diario “El Führer me ha llamado maldito idiota por empezar lo que hice
ayer noche”. En vez de eso escribió una línea en la que debía recordar ver al
Führer.
Ha
habido historiadores revisionistas que han exonerado a Goebbels por la “Noche
de los Cristales”, como Ingrid Weckert, pero yo creo que sí tuvo que ver. Y
creo que exonera a Hitler de algo que él no quería y sucedió...
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