El diario de Goebbels no empezó en 1933 cuando los nazis llegaron al poder
democráticamente. Empieza cuando él era un estudiante en la Universidad de
Heidelberg y continua hasta pocos días antes de que se suicide en 1945 con su
familia en el bunker de Hitler. Creo que nunca ha habido una fuente continua de
información para los historiadores como esta, pero también es muy peligrosa
para la “verdad oficial”.
Puedo estar de acuerdo en que el diario de alguien puede contener mentiras o
exageraciones. Quizás todos somos héroes en nuestro “diario”. Lo que escribió
Goebbels en su diario sobre Goebbels, puede uno tener alguna duda, de acuerdo.
Pero cuando Goebbels habla en su diario sobre la lucha entre Rosenberg y Koch
es probablemente mucho más preciso a pesar de que él pudiese tener sus
simpatías por uno u otro. Cuando se lee un diario hay que saber ser cauto con
estos detalles.
Todo esto viene a cuento porque cuando uno lee lo que escribe
Goebbels en su diario sobre la “Noche de Cristal”, no es lo que espera la gran
mayoría de gente perfectamente adoctrinada durante los últimos setenta años. Ya
hablaré de este asunto más adelante.
Por ello, un apartado interesante en el diario es sobre el problema judío y
particularmente la llamada “solución final”. Sin discutir el momento difícil de
los judíos en la Europa de entonces, el Dr. Goebbels fue importante en todo
ello. Sin embargo, él no empezó siendo anti-judío. En sus primeras páginas del
diario allá por 1923, no hay ninguna referencia a los judíos o algún tipo de
anti-semitismo. Sí sabemos que en su ciudad natal de Rheydt, sus padres
mantuvieron una buena amistad con el Dr. Josef Joseph, un abogado judío. Hasta
puedo pensar que debido a esa estrecha amistad, el nombre de Joseph que
pusieron a su hijo, quizás tuvo que ver con esta buena amistad de vecindario.
Mientras estuvo en la Universidad de Heidelberg, Goebbels conoció Anka
Stalherm, que era una de las pocas alumnas que había en el centro. Era
fabulosamente rica, con el pelo largo lacio y rubio y muy desenvuelta. Goebbels
no podía creerse la suerte que tuvo cuando entre todos los chicos de la
universidad ella lo eligió a él. Fueron íntimos amigos y todas sus cartas han
sobrevivido. Curiosamente, David Irving tuvo ocasión de leer las cartas en
archivos alemanes hasta que el 1 de Julio de 1993 y de forma estúpida, el
gobierno alemán le ordenó abandonar el archivo donde trabajaba con estos
documentos con la excusa de “proteger los intereses del pueblo alemán”...
En una carta de Anka, ésta hace un pequeño comentario anti-semita, típico de
los círculos sociales donde ella se movía. Muy indignado, él contestó a su
novia poniéndola en su sitio. En esta carta fechada el 17 de Febrero de 1919,
Goebbels le dice “Como tú sabes, no soporto este exagerado anti-semitismo. Mi
opinión es que no te desharás de ellos resoplando o jadeando y si lo haces será
algo muy innoble e indigno”. Curiosamente, el profesor favorito de Goebbels en
Heidelberg fue Friedrich Gundlof, que era judío. Esto no le preocupada a
Goebbels. De hecho, cuando Gundolf le dijo que no tenía tiempo para ser su
director de tesis para su doctorado, él buscó a otro profesor de literatura,
Max von Waldberg, también judío. Hasta el final de su vida, Goebbels habló muy
bien de estos dos profesores. Era típico de Goebbels el poder poner a los
judíos en dos categorías, pudiendo hablar muy bien de un judío individualmente,
mientras al mismo tiempo atacaba a los judíos como un pueblo.
Pocos años después, concretamente el 30 de Octubre de 1922, habló en Rheydt
comentando positivamente la crítica de Oswald Spengler al pueblo judío. Por
ello, deduzco que ya empezaba una cierta enemistad, pero me pregunto ¿si fue
algo innato o fue por influencias? Es muy difícil conocer la causa que hizo que
Goebbels empezase a ser anti-judío en 1922. Es cierto que cuando llegó a Berlín
en1926, como Gauleiter o jefe de distrito, su anti-judaísmo era total.
Pero tratemos de ver qué pudo pasar... Su experiencia laboral empezó tras el
final de la I Guerra Mundial en la que no pudo participar por su cojera y el
ejército le rechazó. Fue algo humillante. En 1923 trabajó en un banco en
Colonia, donde quedó sorprendido por los métodos bancarios judíos. Vio a los
judíos arruinando a los alemanes corrientes, vio la especulación y vio la
inflación haciendo desaparecer los ahorros de la gente. Sin duda alguna, sus
colegas en el banco le hicieron ver el papel de los judíos en todo ello, ya que
todos los bancos privados en Alemania estaban totalmente en manos judías.
Otro factor también pudo influir. Cuando terminó la universidad fue
aspirante a escribir poesía, obras de teatro y artículos de prensa. Quería
escribir en grandes periódicos o en revistas importantes, que eran controladas
por las familias judías Ullstein y Mosse. Sus contactos con estas dos empresas
de publicaciones a quienes remitió artículos para su publicación y para que le
diesen trabajo fueron rechazadas de forma ruda y sin miramientos. Sólo el
periódico “Berliner Tageblatt” le devolvió cerca de 50 artículos que él les
había hecho llegar.
Tampoco era ninguna sorpresa. Si se miran los documentos privados de Theodor
Wolff (actualmente en los archivos oficiales alemanes), jefe editor del
“Berliner Tageblatt” que era publicado por la empresa de Mosse, se puede
comprobar que Wolff sólo se trababa con judíos, rechazando a cualquier
columnista o periodista alemán.
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