Tras
la I Guerra Mundial Hitler, que era todavía cabo del ejército imperial, se unió
al Partido Alemán de los Trabajadores en Munich. Todavía joven y sin
experiencia, se demostró como un excelente orador con un excelente conocimiento
de la situación política. En muy poco tiempo llegó a la jefatura del partido.
Hitler mostraba una gran indignación con respecto a la humillación sufrida por
perder la guerra que él consideraba una traición y el despiadado Tratado de
Versalles impuesto a Alemania. Dedicó su vida a la reconstrucción de la
posición de Alemania en el mundo.
Trabajó
duro para construir el partido y lo vio como la herramienta para alcanzar el
poder nacional. Ya en ese momento estaba convencido de que los judíos eran la
causa principal de la mayoría de los problemas que sufría Alemania. El partido
centralizó sus esfuerzos políticos en plantar cara al comunismo y al control
judío sobre Alemania.
En
un discurso el 24 de Febrero de 1919, Hitler marcó sus 25 puntos para reclamar
Alemania para los alemanes. Estos 25 puntos se convirtieron y continuaron
siendo la plataforma y objetivos del Partido Nacionalsocialista. Como puede
observarse, esta plataforma política era nacionalista y socialista en su
naturaleza. Hitler marcó el principio de que “el bienestar común está por
encima del bienestar individual”. Pero ¿cuales eran estos 25 puntos?. Aquí los
incluyo (añado comentarios en paréntesis una explicación de qué trata):
- La unidad de todos los pueblos de habla alemana en un solo país.
- La abolición del Tratado de Versalles.
- Tierra y colonias para alimentar a la población alemana (Lebensraum)
- Solo los alemanes pueden ser ciudadanos. Ningún judío puede ser ciudadano alemán.
- Las personas en Alemania que no sean ciudadanos alemanes, por ejemplo los judíos, deberán someterse a las leyes especiales para extranjeros.
- Sólo los ciudadanos alemanes pueden votar, ser empleados o funcionarios.
- Los ciudadanos, por ejemplo alemanes étnicos, tienen la posibilidad de acceder a un empleo y un nivel de vida decente. Si eso no se cumple, los extranjeros (sin derechos como ciudadanos) serán expulsados.
- No se permite más inmigración de no-alemanes. Todos los extranjeros no-alemanes (que incluye a los judíos), que han llegado a Alemania a partir de 1914 deberán ser expulsados.
- Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y obligaciones.
- El primer deber de un ciudadano es trabajar.
- Todos los pagos a desempleados deberán finalizar.
- Todos los beneficios conseguidos por los especuladores durante la guerra deberán ser confiscados (un duro golpe a los judíos)
- Nacionalización de las corporaciones (las grandes corporaciones)
- Las grandes compañías deben institucionalizar un plan de reparto de beneficios con sus empleados.
- Las pensiones a los mayores deberán incrementarse.
- La ayuda pública para negocios pequeños; los grandes almacenes deben cerrar (otro golpe a los judíos)
- Reforma de la propiedad para darles su tierra a los campesinos.
- Guerra total contra los criminales, especuladores, etc., que deben de ser castigados con la muerte.
- Reforma la ley para hacerla más alemana.
- Mejorar la educación para que todos los alemanes puedan acceder a un trabajo.
- Mejorar la salud de la gente a través de una ley para que se practiquen deportes.
- Abolición del ejército profesional y en su lugar un nuevo ejército del pueblo.
- Los periódicos alemanes deben de estar libres de influencia extranjera (judíos)
- Libertad de religión.
- Gobierno fuerte y centralizado con una autoridad sin restricciones.
Queda
diáfano que ya en 1919 Hitler tenía muy claro lo que quería y que no se movió
un milímetro de esos puntos durante su carrera política. Es difícil decir que
engañó a alguien o que no se conocían sus intenciones. Las dejó claras y
nítidas y se amplían en su libro “Mein Kampf”. Lo cierto es que estos 25 puntos
convertían a Hitler en un enemigo mortal de la finanza internacionalista
apátrida y un mal ejemplo para otros países ya en garras de esos
banqueros y especuladores internacionales. La guerra fue su castigo y
final...
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