Veamos que pasó en Italia. La llamada “Triple Entente” prometió a Italia lo
que denominaban la “Terra Irreccenta”, una tierra perteneciente a los Habsburgo
que tradicionalmente consideraban que pertenecía a Italia. Ese fue el
motivo por el que Italia entró en al I Guerra Mundial y el deseo era una
regeneración nacional (la Gloria de Roma, se decía) y unificar a los italianos
como un pueblo. Evidentemente, los resultados militares no acompañaron a ese
deseo llamándose el desenlace como la “Victoria Mutilada”. A pesar de que se
ganaron algunas porciones de tierra, no consiguieron Dalmacia o Fione.
Seguramente si no se hubiesen quejado tanto y hubiesen sido más activos en sus
reclamaciones, los italianos hubiesen conseguido parte del territorio de las
debilitadas Austria y Hungría.
Lógicamente y siguiendo el patrón habitual de aprovechar el desconcierto
tras la Gran Guerra, el bolchevismo también amenazó a Italia. Los agitadores
comunistas judíos, con todo el apoyo logístico y financiero del “Komitern” de
la Unión Soviética, provocaron todo tipo de conflictos y actos de terrorismo,
en un intento potente de acabar con el gobierno italiano y sustituirlo por un
gobierno bolchevique o “Soviet” (Consejo), que aplicara los principios del
proletariado en ese país. Lo de siempre...
Mussolini, antiguo miembro del PSI, Partido Socialista Italiano y del que
fue expulsado porque estuvo en contra de la posición de neutralidad del partido
durante la guerra creó en Marzo de 1919, el “Fasci Italiani di Combattimento” o
“Liga Italiana de Combate” que luego, en Julio de 1922, se convertiría en el
“Partido Nacional Fascista”. Eso sucedió durante lo infames “dos años rojos” o
“biennio rosso”, donde los atentados de izquierdas se sucedían un día tras
otro. En las elecciones de Noviembre de 1919, Mussolini sufrió un auténtico
descalabro, pero en las de 1921 logró entrar en el Parlamento Italiano. Los
pocos objetivos conseguidos tras la guerra y citados más arriba, le dieron
fuerzas a este partido ya que buena parte del pueblo quería “acción”.
El “biennio rosso” en Italia se caracterizó por tres grandes puntos:
1) Un gran incremento de las huelgas de trabajadores y una alta violencia
comunista para conseguir el control de las fábricas.
2) Los sindicatos socialistas se incrementaron en más de dos millones de afiliados en 1919
3) Esto condujo a un temor civil de guerra/anarquía y un miedo y rechazo general al comunismo.
2) Los sindicatos socialistas se incrementaron en más de dos millones de afiliados en 1919
3) Esto condujo a un temor civil de guerra/anarquía y un miedo y rechazo general al comunismo.
El “biennio rosso” y su fracaso condujo al llamado “biennio nero” de 1921 y
1922. Durante ese primer bienio comunista, el gobierno no pudo garantizar
la seguridad de los ciudadanos ante el terror rojo. Y esa fue la gran promesa
de Mussolini ante Italia, donde se comprometió a erradicar el comunismo definitivamente
y también al débil gobierno liberal.
Mussolini formó su partido y sus “camisas negras” como fuerzas de choque,
para oponerse a los comunistas y sus atentados. La lucha entre las dos fuerzas
le costó miles de muertos a Italia. Los “camisas negras” fueron utilizados por
primera vez para luchar contra la huelga general convocada por los comunistas
en Agosto de 1920 en la fábrica Alfa Romeo en Milán. Debemos saber que sólo en
1919 hubo 1.663 huelgas en Italia y en 1920 1.881, lo que representaba un
quebranto a la economía nacional muy debilitada tras la guerra. Después del
asesinato por parte de los comunistas de Giordana, un consejero municipal de la
ciudad de Bolonia en Noviembre de 1920, los “camisas negras” fueron utilizados
por el gobierno para aplastar el movimiento comunista y socialista dotado de un
fortísimo componente anarco-sindicalista, especialmente en el Valle del Po.
Esto dio popularidad a Mussolini por su firmeza y solución ante los problemas
creados.
Todas estas fuerzas de extrema izquierda estaban dirigidas por líderes
judíos que cometieron asesinatos en Saraana, Modena, Bolonia, Teatro, Diana y
Milán. A pesar de estos y otros atentados de gran violencia, los comunistas
fueron derrotados por los fascistas de Mussolini. Aunque la debacle final
bolchevique culminó con la famosa Marcha sobre Roma de Mussolini del 22 al 29
de Octubre de 1922, alcanzando definitivamente la jefatura del estado italiano.
Mussolini como otros “fascistas” y dirigentes de derecha que protegían a sus
pueblos del terror bolchevique, han sido difamados por la propaganda de guerra
y los medios de comunicación en poder del pueblo auto-elegido. Sin embargo
Mussolini fue alguien muy admirado por otros líderes del momento. Los medios de
comunicación le presentan como un bufón arrogante, cuando no era nada de eso.
Hay una cita de un grupo de británicos residentes en Italia durante el mandato
de Mussolini contra lo que se publicaba que da la idea verdadera de quien era
él. Creo que es interesante conocer esta cita publicada en los años 20’s.
“Queremos declarar de forma clara y rotunda que no existe en la actualidad
nada que pueda ser definido como tiranía o supresión de la libertad individual
como se garantiza en la ley constitucional de cualquier tierra civilizada.
Creemos que Mussolini disfruta del apoyo entusiasta y la admiración del pueblo
italiano que está satisfecho, en orden y próspero hasta un nivel desconocido en
Italia y seguramente sin paralelo en la actualidad entre otras grandes naciones
europeas que aún sufren las consecuencias de la guerra” Comité de Residentes
Británicos, Florencia, Financial Times, 1926.
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