El
respetado Richard Falk, una autoridad en ley internacional y enviado especial
de la ONU en Palestina ya describió la situación en una ocasión “una pantalla
de rectitud, legalidad y moralidad con imágenes positivas de los valores
occidentales y la inocencia mostrada como amenazada, validan una campaña de
violencia política sin restricciones. Está tan ampliamente aceptado que es
virtualmente inatacable”. La permanencia y el patrocinio son los premios a los
guardianes. En Radio 4 de la BBC, Razia Iqbal entrevistó a la novelista Toni Morrison,
una negra americana poseedora del Premio Nobel de Literatura 1993 (ya sabéis lo
que opino de estos premios...). Morrison se preguntaba porque la gente estaba
tan disgustada con Barak Hussein Obama, que era tan “cool” y que deseaba
construir una “economía fuerte y un sistema sanitario”. Morrison estaba
orgullosa de haber hablado por teléfono con su héroe, que había leído uno de
sus libros y le había invitado a una ceremonia.
Ninguna
de las dos, entrevistadora y entrevistada, mencionaron las siete guerras de
Barak Hussein Obama, incluyendo sus campañas de terror con “drones” y sus
asesinatos selectivos, con lamentables “daños colaterales”. Lo que parecía
importar a las dos mujeres es que un negro, que dicen que habla muy bien en
público, había llegado a la institución más alta de poder en los USA. Frantz
Fanon en su obra “The Wretched of the Earth” de 1961 (Los Miserables de la
Tierra), escribió que la “misión histórica de los colonizados era servir de
línea de transmisión con esos que mandan y oprimen”. Aquello fue profético...
Actualmente, el empleo de las diferencias raciales por parte del poder y su
propaganda en occidente, se ve hoy como algo esencial. Barak Hussein Obama es
el paradigma de esa ingeniería social, a pesar de que el gabinete de George W.
Bush y sus compinches belicistas fue el más multirracial de la historia de los
USA.
Cuando
la ciudad de iraquí de Mosul cayó en manos de lo yijadistas del ISIS, Barak
Hussein Obama dijo “El pueblo americano ha hecho enormes inversiones y
sacrificios para dar a los iraquíes la oportunidad de lograr un destino mejor”
¿Qué tan “cool” es esa mentira? ¿Cuanto de bien habló Barak Hussein Obama en su
discurso en la Academia Militar de West Point el pasado 28 de Mayo? Mostrando
su “estado del mundo” se dirigió en la ceremonia de graduación a esos que
“tendrán el liderazgo americano” en todo el planeta. Barak Hussein Obama dijo
“Los Estados Unidos utilizarán la fuerza militar, unilateralmente si es
necesario, cuando nuestros intereses importantes lo necesiten. La opinión
internacional cuenta, pero America no pedirá nunca permiso...”.
Repudiando
la ley y los derechos internacionales de las naciones, el presidente USA clama
por una divinidad basada en el poder de su “nación indispensable”. Es un
mensaje familiar de impunidad imperial. Evocando la subida del fascismo en los
años 30, Barak Hussein Obama dijo que “Creo en la excepcionalidad
(norteamericana) en cada fibra de mi cuerpo” El historiador Norman Pollack
escribió “Y para el líder grandilocuente, tenemos la frustración de las
reformas, indolente en el trabajo, planificando y ejecutando asesinatos
mientras sonríe...”. En Febrero, los USA montaron uno de sus “coloristas”
golpes de estado contra el gobierno electo de Ucrania, aprovechando
ventajosamente unas protestas genuinas contra la corrupción en Kiev. El
financiero mundialista y especulador el judío-húngaro George Soros pagó la
revolución que se cobró con el avión sin identificar que en la noche del 7 de
Febrero, se llevó las 40 cajas selladas con todo el oro de Ucrania a los USA y
empobreció el país.
(http://www.taringa.net/posts/noticias/17785544/EEUU-se-robo-el-oro-de-ucrania.html).
Victoria Nuland, secretaria de estado de Barak Hussein Obama, seleccionó
personalmente al líder de un “gobierno interino”, Arseni Yatsrnyuk, y le apodó
“Yats”. El vice-presidente americano Joe Biden, fue a Kiev, como lo hizo el
director de la CIA John Brennan. Las tropas de choque de su golpe fueron los
fascistas ucranianos.
Y
aquí viene algo delirante para nuestro estándares políticamente correctos y
buenistas occidentales. Por primera vez desde 1945, un supuesto partido nazi y
abiertamente antisemita, controla áreas clave del poder estatal en una capital
europea. No ha habido ni un solo líder occidental que haya condenado este resurgimiento
del fascismo. Han sido apoyados por el Ejército Insurgente Ucraniano (EIU),
responsable de las matanzas de judíos y rusos en la II Guerra Mundial, a los
que llamaban “parásitos”. Ese EIU histórico es la inspiración del partido
actual del Partido Svoboda y sus compañeros de viaje Sector Derecha. El líder
de Svoboda Oleh Tyahnybok ha pedido una purga de la “mafia moscovita-judía” y
demás “escoria, incluyendo gays, feministas y esos de la izquierda política”.
Desde
el colapso de la URSS, los USA han rodeado Rusia con bases militares, aviones
nucleares y misiles como parte de la ampliación de la OTAN. Renegando de su
promesa hecha al presidente Gorbachev en 1990, de que la OTAN “no se expandirá
ni un centímetro hacia el este”, la OTAN ha ocupado militarmente el este de
Europa. En el antiguo Caucaso Soviético, la ampliación de la OTAN es la mayor,
militarmente hablando, desde la II Guerra Mundial. El regalo de Washington al
golpe de régimen en Ucrania es ser Miembro del Plan de Acción de la OTAN. En Agosto,
la “Operación Tridente Rápido” pondrá tropas americana e inglesas en la
frontera de Ucrania con Rusia y al mismo tiempo, la operación “Brisa de Mar”
enviará barcos de guerra USA a la vista de los puertos rusos. Imaginemos la
respuesta si esos actos de provocación o intimidación, se llevasen a cabo junto
a la frontera USA...
Reclamando
Crimea, que Kruschev separó ilegalmente de Rusia en 1954, los rusos se
defienden a a sí mismos como han hecho durante un siglo. Más del 90% de la
población de Crimea votó por el retorno a Rusia. Crimea es el hogar de la flota
del Mar Negro y su pérdida quiere decir la vida o muerte de la Marina Rusa y un
premio para la OTAN. Confundiendo a los partidarios de la guerra en Washington
y Kiev, Putin retiró tropas de la frontera ucraniana y urgió a los rusos
étnicos del este de Ucrania a abandonar el separatismo. Desde el punto de vista
“Orwelliano”, este hecho ha sido manipulado en occidente como la “amenaza
rusa”. Hillary Clinton enlazó Putin con Hitler (¡como no!). Incluso en Alemania
y sin ironía se ha dicho lo mismo. En los medios occidentales los neo-nazis
ucranianos han sido tildados asépticamente como “nacionalistas” o “ultra
nacionalistas”. Lo que temen es que Putin está llevando a cabo una inteligente
maniobra diplomática y puede triunfar. Más de dos tercios de los ucranianos son
ruso parlantes con lo que una maniobra bien llevada por Putin puede solucionar
el asunto sin sangre.
Pero
eso no es lo que busca el imperialismo americano contra Rusia, Ucrania es sólo
un eslabón sin más importancia. Igual que en Irak y sus niños secuestrados y
las mujeres y niñas afganas “liberadas”, aterrorizados por los señores de la
guerra pagados por la CIA, estos ucranianos son inexistentes para los medios en
occidente, su sufrimiento y las atrocidades cometidas contra ellos se minimizan
o suprimen. No hay un sentido de la escala real del asalto del régimen en los
medios de occidente. Pero esto tiene precedentes. Leyendo de nuevo la obra
maestra de Phillip Knightley “La Primera Víctima: el Corresponsal de Guerra
como Héroe, Propagandista y Creador de Mitos” uno puede renovar su admiración
por Philips Price del Manchester Guardian, que fue el único periodista en
quedarse en Rusia en 1917 durante la revolución bolchevique y explicó la verdad
de la desastrosa intervención de los aliados occidentales. Con la mente clara,
coraje y solo, Philips Price logró “molestar” lo que Knightley llama un
“silencio oscuro anti-ruso” en occidente.
El
2 de Mayo de este año, 41 rusos étnicos fueron quemados vivos en la central del
sindicato con la policía presente. Hay un video horroroso como prueba. El líder
del sector derechista Dmytro Yarosh aprobó la masacre como “otro gran día de
nuestra historia nacional. En los medios ingleses y americanos se dijo que había
sido una “tragedia turbia”, resultado de los “choques” entre “nacionalistas”
(neonazis) y “separatistas” (personas que recogen firmas para un referendum de
una Ucrania Federal). El New York Times lo enterró, habiendo olvidado como
propaganda rusa los avisos sobre las políticas de Washington sobre los
fascistas y los anti-semitas. El Wall Street Journal maldijo a las víctimas
“Fuego ucraniano mortal que parece haber sido iniciado por los rebeldes, dice
el gobierno”. Barak Hussein Obama felicitó a la junta por su “mesura y
contención”.
El
28 de Junio, el periódico “The Guardian” dedicó una página a unas declaraciones
del “presidente” del régimen de Kiev, el oligarca Petrov Poroshenko. De nuevo
la regla “Orwelliana” de la inversión aplicada. No hubo golpe, ni guerra contra
la minoría en Ucrania, los rusos fueron culpables de todo. “Queremos modernizar
mi país” dijo Poroshenko “Queremos introducir la libertad, la democracia y los
valores europeos. A alguien no le gusta eso. Alguien no nos quiere en ese
camino”.
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