viernes, 2 de enero de 2015

OTRA VUELTA DE TUERCA EN INGLATERRA (Editado originalmente el 12/6/2013)


Sabéis que he escrito varios artículos sobre mi querida Inglaterra y siempre desde el punto de vista del ciudadano normal y corriente que puede amar u odiar el país desde su visión de la calle. Muchas cosas han cambiado de esa Inglaterra que yo tanto quería y sobre todo en Londres, donde yo nací. Como dijo hace poco el gran John Cleese “Londres ya no es una ciudad inglesa”. Totalmente de acuerdo. Sólo basta pasear por sus calles y ver el triunfo del muticulturalismo, la amalgama multirracial y los planes de la élite para extenderlo por Europa, como ya se está aplicando. Y cómo se ha ido difuminando el carácter británico en muchos detalles y elementos de la ciudad.
 
Entre las muchas cosas que van cambiando de forma suave, pero implacable, hay algunas ceremonias que tratan de recordar el glorioso pasado militar del Imperio, perdido gracias a Winston Churchill. En Noviembre lo veremos cuando en el segundo domingo de dicho mes, las cornetas toquen el “Last Post” en el memorial de guerra del Cenotafio, en pleno Whitehall y frente al callejón donde está la residencia del Primer Ministro, el famoso 10 de Downing Street. Cuando esa música suene, toda Inglaterra permanecerá en silencio. Es el llamado “Remembrance Sunday” de una dignidad simple y apabullante tal como los ingleses saben celebrar en estas ceremonias militares. Con la reina Isabel al frente y el silencio de las amapolas rojas que caen sobre los veteranos y soldados en posición de firmes y esperando órdenes, se celebra la ceremonia. Ese es un momento único de una gran tristeza por un pasado glorioso, perdido miserablemente por personajes sin escrúpulos. Es difícil contener las lágrimas, lo aseguro.
 
Se conmemora y respeta a todos los soldados británicos y miembros de la Commonwealth caídos en combate y tiene su origen en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y en batallas como la del Somme, donde Inglaterra perdió a casi 60.000 de sus hijos, un tercio de ellos en el primer día. El silencio de Inglaterra se produce exactamente a las once horas, del once de Noviembre de 1918, cuando las armas callaron definitivamente. El símbolo de esta ceremonia es una amapola rojo sangre, distribuida por los miembros de la Real Legión Británica y llevada con orgullo por millones de ciudadanos. No hay un símbolo que se sienta con el corazón en Inglaterra que la amapola.
 
Sin embargo, según pude leer estos días en la prensa británica, ha habido dos decisiones que me han indicado un cambio muy importante en todo esto y que muestran las prioridades culturales que vienen. Y han sido dos decisiones del gobierno. La primera ha sido retirar los fondos del ”Proyecto Amapola” de ese día de recuerdo de los caídos que he citado más arriba. Y la segunda ha sido el compromiso del Primer Ministro para dar más dinero de los contribuyentes para promocionar el conocimiento del Holocausto. Estas decisiones confirman lo que muchos temían y es que la promoción del Holocausto está reemplazando gradualmente a la conmemoración del sacrificio de los soldados como un eje del recuerdo común en Inglaterra. Es un cambio por el cual las élites políticas inglesas están derrochando un gran entusiasmo.
 
Pensemos y es bueno saberlo, que lo que el gobierno británico otorgaba cada año al “Holocaust Educational Trust” (HET) ya era una partida generosa, 2,1 millones de libras esterlinas. Las 300.000 libras esterlinas extras a partir de ahora (y nos quedamos sin amapolas), no sólo pagarán más propaganda del Holocausto, sino que además servirán para poner en marcha una nueva “Holocaust Commission” y construir otro memorial permanente.
 
Conociendo la Inglaterra actual, era previsible que la “Heritage Lottery Fund” que es parte de la izquierda apoyada y que recibe grandes sumas de dinero público, declinaría la petición de un grupo de veteranos “demodés” e “incómodos” como la Real Legión Británica. No sólo se rechazó la petición alegando “falta de fondos”, sino que la “Heritage Lottery Fund” se acercó luego a grupos pacifistas y los invitó a presentar una petición para incrementar el conocimiento popular de la objeción de conciencia. Tras saber esto, creo que incluso para los estándares de la “Heritage Lottery Fund”, esto fue un insulto muy bien calculado. Los administradores de este fondo están  dominados por el tipo de mujer que parece proliferar en la función pública. Mujeres de izquierda educadas en escuelas privadas y graduadas en la BBC o en otras áreas de una supuesta cultura y que jamás han puesto sus manos en el sector privado.
 
Este rechazo fue más que una bofetada gratuita en la cara de los veteranos. Fue un símbolo de que la conmemoración del sacrificio de los soldados con todas sus connotaciones de gloria, sacrificio y patriotismo se giró en favor de algo mucho más útil políticamente: la promoción del Holocausto. En los últimos años, el Holocausto se ha convertido en una actividad central y es una de las causas más apoyadas y regadas con dinero público de la vida británica. No hay ciudad, ayuntamiento o aula en el Reino Unido que no haya sido usada para aporrear en los hogares sobre un acontecimiento que pasó a miles de kilómetros de las costas de Inglaterra y en el cual ni los soldados ni los civiles tuvieron algo que ver. 

Un gran número de grupos relacionados con el Holocausto hacen caja y se benefician del dinero del contribuyente. Sólo este año, el “Beth Shalom Holocaust Education Centre” en Newark, en los Midlands obtuvo un millón de libras esterlinas. El “Holocaust Recalled Group” en Swansea, en Gales, obtuvo 791.000 libras esterlinas. El “Lake District Holocaust Project” y el “Holocaust Survivors Friendship Association” en Leeds, Yorkshire, han recibido ambos alrededor de medio millón de libras esterlinas. Y hay muchos más.
 
Pero ha sido una organización, la “Holocaust Educational Trust” (HET) la que ha obtenido los mayores fondos. Esta enorme organización se ha embarcado en uno de los programas más grandes de ingeniería social vistos en Inglaterra. Su logro principal ha sido convertir la propaganda del Holocausto como núcleo central del “Curriculum Nacional” inglés. Ahora cada alumno entre 11 y 14 años debe seguir obligatoriamente una educación sobre el Holocausto. Más de la mitad de las escuelas en Inglaterra ya forman parte del HET y sus “Lecciones desde Auschwitz”, un programa que ya ha enviado unos 15.000 alumnos de visita al campo de concentración. Se dirige de forma ambiciosa a un programa de divulgación y adoctrinamiento que se vanagloria de haber reclutado ya a 20.000 “embajadores” entre jóvenes ingleses para extender la voz y asegurar de forma diligente, que  el entusiasmo por el Holocausto no cae hasta niveles inaceptables.
 
Como podemos suponer fácilmente, el HET tiene una impecable red de influencias políticas y de negocios con la población judía en Inglaterra, incluyendo al portavoz de la Cámara de los Comunes John Bercow y Lord Browne, anterior presidente de British Petroleum. Pero el gran golpe mediático fue conseguir que el Primer Ministro estuviese en la cena anual del HET y anunciase no sólo un incremento de la partida económica para el grupo, sino que formaría parte del consejo de la nueva “Holocaust Commission” y que visitaría Auschwitz personalmente el año que viene. Mientras estos grupos como el HET se aseguran de que Londres se convierta en el centro del adoctrinamiento sobre el Holocausto, en el fondo son sólo una pequeña parte de un enorme esfuerzo a nivel trans-nacional. 

Si buscásemos la raíz de este incremento deberíamos ir al año 2000 y concretamente a una conferencia celebrada en Estocolmo, cuando 31 naciones acordaron someter a sus poblaciones a un continuo adoctrinamiento sobre el Holocausto (atención: en España el ministro Gallardón está en esto también desde este año). Estos países están conducidos y monitorizados por un cuerpo de académicos, burócratas y ONG’s de diverso pelaje, conocido como el “International Holocaust Remembrance Alliance” (IHRA). Al frente de este organismo adoctrinador está el llamado “Zar del Holocausto”, un veterano diplomático y antiguo embajador de Israel llamado Sir Andrew Burns, que presentó un brillante informe sobre los progresos en Inglaterra.
 
Con todo esto a la vista y mucho más que no cito por falta de espacio, surge la pregunta ¿Y por qué marginalizar el “Remembrance Sunday”? Mientras que los canosos y ancianos veteranos de la “Real Legión Británica” aún disfrutan de un enorme apoyo social, es obvio de por qué son un incordio en los planes del gobierno británico para estrechar las relaciones con otras élites europeas. Son un recuerdo vivo de que las relaciones no fueron siempre amistosas... Por ello un objetivo claro de los grupos del Holocausto es asegurar que las palabras “nazi” y “Holocausto” siguen cada día presentes en la conciencia de los ciudadanos y que pueden ser desplegadas en cualquier momento para conseguir el silencio a los contrarios a la inmigración masiva. Esto se ve claramente por la forma en que estos grupos defienden ardientemente las campañas por la tolerancia hacia los refugiados, asilo para los niños extranjeros y todo lo demás relacionado con la inmigración y la permisividad absoluta para la entrada de toda esta gente. Además da cobertura moral para las aventuras de Inglaterra en el extranjero.
 
Por ejemplo, en Junio de 1999 se le preguntó al Primer Ministro Tony Blair sobre la creación de un Memorial para el Día del Holocausto. El ministro sacó a colación la limpieza étnica de Kosovo y dijo que “estoy determinado a que los horribles crímenes contra la humanidad durante el Holocausto, no sean olvidados jamás. La limpieza étnica y la matanza que ha tenido lugar en Europa en las últimas semanas, son un terrible ejemplo de la necesidad de vigilancia”. Más recientemente, en la cena del HET estaba David Cameron que invocó el Holocausto para justificar la intervención en Siria. Cuando leo cosas así me pregunto algo que jamás nadie ha contestado ¿Por qué es tan selectivo el estudiar la violencia política? Posiblemente sería más apropiado para los estudiantes musulmanes o hindúes el aprender sobre el millón de víctimas o más que murieron al dividir la India. Y qué fue de los armenios que sufrieron una de las mayores masacres del siglo XX a manos de los turcos, que hoy son una de las mayores poblaciones de inmigrantes en Londres y cuya entrada en la Unión Europea, es apoyada por Inglaterra.
 
Y si hemos de ver y analizar modelos de violencia y crímenes políticos, como podemos tener el derecho a callar el mencionar las masacres y aniquilaciones culturales que en todos lados siguen a la extensión del Islam, como los recientes asesinatos de cristianos en Pakistán o Nigeria, entre otros muchos. Pero el silencio más atronador de todos fue la más grande campaña de exterminación del siglo XX llevada a cabo por los bolcheviques, en la cual fueron asesinados entre 12 y 14 millones de personas en una primera fase, por la vía de hambre y liquidación directa. No tengo dudas de que la amenaza comunista fue mucho más importante y grave para Inglaterra, que la de la Alemania de Hitler. Fueron enemigos durante mucho más tiempo, tenían armas nucleares apuntando a las ciudades inglesas y de occidente y sus agentes, espías y simpatizantes estaban profundamente introducidos en nuestra sociedad y gobierno.
 
Y no olvidemos la desproporcionada presencia de judíos entre el liderazgo comunista en aquellos momentos y quizás esa es la razón por la que no se puede hablar de ello en occidente abierta y llanamente. Eso también quiere decir que nuestros críticos marxistas actuales, que manejan la cultura y la educación a su antojo, no permiten la menor crítica de ese periodo, ni de ese acontecimiento histórico perfectamente probado y documentado. Yo ya digo en mi presentación que no creo en conspiraciones, pero sí creo en las coincidencias. Y es curioso que siempre aparece gente del “pueblo elegido” en asuntos de mucha agitación social que suelen promover y de las cuales siempre salen beneficiados. ¿Por qué no son congoleños, brasileños, malayos, peruanos o canadienses...?. Sin duda, la organización financiera y el poder político de la comunidad judía en todo el mundo, son un factor de decisivo cuando se trata de decidir qué masacres son un aviso histórico para todos y cuales no.

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