miércoles, 28 de enero de 2015

LA CORRECCIÓN POLÍTICA: RAIZ Y ORIGEN


Sigo añadiendo situaciones y casos que confirman la dictadura de los “Políticamente Correcto”, que publiqué en mi libro “No le llame negro, llámele subsahariano, guía para evitar los Políticamente Correcto” (Editorial Identidad) y varios artículos en este, vuestro blog. Recuerdo el caso de la matanza de 13 soldados norteamericanos en Fort Hood el 5 de Noviembre de 2009, realizado por un oficial islámico del ejército de los Estados Unidos, llamado Nidal Malik Hasan que era un psiquiatra.

Leí el comentario aparecido en algún medio local americano (no los grandes medios...), en que se indicaba tras este terrible ataque, un buen número de oficiales del ejército no temían al Islám, sino a la llamada “diversidad” en que se había convertido su ejército. “Diversidad”: palabra clave de todo buen progresista y por lo tanto uno de los muchos falsos ídolos de la “Corrección Política” que nos invade e inculca como lo mejor que nos puede pasar. “Diversidad” racial, étnica, social, etc. Pero, ¿es verdad? ¿de que trata eso de la “Corrección Política”? ¿Hasta donde llega? ¿Cual es su origen? ¿O se trata de un término humorístico sin más entidad?...

El término es muy sencillo de describir: Marxismo cultural. ¡No me diga! ¿pero como surge? Es la traslación del marxismo económico al cultural. Podemos decir también que fue la unión de los principios de Freud y Marx, como ariete destructivo social. Pensemos que este fenómeno no viene de los años 60’s y los hippies, donde sí se empezó a inocular fuertemente en la sociedad a través de esos hippies creados por la “Escuela de Frankfurt” y sus filósofos comunistas y criminales. Viene de antes de la I Guerra Mundial y como cito en mi libro arriba reseñado, de los bolcheviques. Antes de esa I Guerra Mundial, los teóricos marxistas y sus disparatadas y terribles teorías sociales y económicas, decían que si sucedía una guerra en Europa, los trabajadores de todos esos países se unirían para derrocar al capitalismo y reemplazarlo por su llamado socialismo internacional, sin fronteras. Cuando la guerra sucedió y sobre todo, terminó, nada de eso sucedió ¿Qué raro que los pensadores marxistas, comunistas, socialistas y demás ralea se equivoquen, verdad? Pero se equivocaron en su vaticinio, eso es un hecho histórico. ¿Qué había sucedido para que no se cumpliese lo que ellos soñaban?, sobre todo para someter a los países...

Como indico en mi libro, dos plumbeos pero influyentes pensadores y teóricos marxistas, llegaron a la misma conclusión cada uno de forma independiente. Uno era el húngaro de origen judío Georg Lukacs (Löwinger György Bernát) y el otro el italiano Antonio Gramsci. Había dos problemas por los cuales los trabajadores de la Europa occidental no habían abrazado el “Paraíso del Proletariado”: uno era la Iglesia y religión Cristiana y la otra la cultura occidental y europea en concreto. Para estos dos “pájaros”estas dos variables habían cegado absolutamente a la clase trabajadora de sus auténticos intereses de clase que el marxismo podía darles. Por ello, la implantación del comunismo era imposible en occidente hasta la total aniquilación de la cultura europea y la Iglesia.

La experiencia de Lukacs como Diputado-Comisario de Cultura en el corto gobierno comunista del húngaro de origen judío Bela Khun en 1919, fue muy positiva a sus intereses y pensamientos ya que le demostró que la introducción de la educación sexual pervertida y la rotura de la moral ya desde niños, sería un paso decisivo  para destruir la cultura occidental en sus ciudadanos. Después de pocos meses, motines contra este estados de cosas, odio al comunismo y más de 200.000 muertos en manos bolcheviques, el almirante Miklós Horthy puso orden en Hungría y sacó  de en medio a todos estos truhanes. Bela Khun huyó a la Unión Soviética y en agradecimiento fue imputado y ejecutado tras los Juicios de Moscú en los 30. Probó el comunismo en primera persona. Lukacs huyó a Alemania convirtiéndose en un influyente teórico de la recién inaugurada “Escuela de Frankfurt” en 1923. 

Llamada oficialmente “Instituto de Investigación Social” como nombre más discreto de sus intenciones en una primera fase, trató en un principio sobre asuntos típicos del marxismo en temas económicos. Tras un inicio bajo Karl Gründberg, en 1930 Max Horkheimer tomó las riendas de esa supuesta escuela o “think tank” marxista, las cosas cambiaron abandonando los asuntos económicos, donde el marxismo ya era un desastre y centrándose en asuntos sociales como campo a destruir con sus teorías. Algunos de los supuestos filósofos y pensadores fueron Theodor Adorno (Theodor Ludwig Adorno-Wiesengrund), Erich Fromm (Erich Seligmann Fromm), Wilhelm Reich (Wilhelm Reich Roniger), Herbert Marcuse (Herbert Marcuse Kreslawsky), Walter Benjamin (Walter Bendix Schönflies Benjamin) y otros en aquel momento. 

A este nuevo tipo de marxismo que estaban creando, la unión del marxismo y Freud, la Unión Soviética no estaba de acuerdo y se les puede considerar herejes. Es decir, hubiesen sido ajusticiados en dicho país. Para entender este nuevo criterio marxista, los miembros de la “Escuela de Frankfurt” decían que al igual que bajo el capitalismo la gente vivía bajo la opresión económica, bajo la cultura occidental la gente vivía bajo una opresión psicológica. De la psicología sacaron la técnica del “condicionamiento psicológico” es decir, ¿queremos normalizar la homosexualidad? Entonces hay mostrar en televisión programa tras programa, que el único hombre blanco normal y equilibrado, es homosexual, forman parejas fantásticas, que todos tenemos a un homosexual dentro y demás zarandajas. 

Pensemos lo que vemos hoy por la TV... ¿queremos normalizar a los inmigrantes? Entonces hay que mostrar en televisión programa tras programa lo buenos que son, lo integrados que están, su cultura es de paz, que son como nosotros, sus comidas, etc. Pensemos lo que vemos hoy por la TV... y así sucesivamente.

En 1933, con la llegada democrática de Hitler al poder, se les impidió cualquier actividad académica en el sentido marxista, pero no se les detuvo. Sin embargo, tras marcharse sin problemas a Suiza y Francia, el grupo se huyó a los Estados Unidos y concretamente Nueva York. Allí apareció su famosa “Teoría Crítica” que defendía una constante y destructiva crítica de cualquier institución social tradicional, empezando por la familia. También creó una serie de “estudios sobre prejuicio”, que culminó en el libro de Adorno de altísima influencia. El concepto creado por este desastroso crítico musical fue el de la “Personalidad Autoritaria”, que decía que cualquiera que defienda la cultura tradicional es un “fascista” y enfermo mental. Es decir, cualquiera que desafíe los “Políticamente Correcto” debe ser enviado a un “entrenamiento de sensibilidad”, lo cual no es ni más ni menos que un condicionamiento psicológico diseñado para obtener la sumisión del sujeto.

Entre los años 50 y 60, Marcuse inoculó el estos principios malvados de la “Escuela de Frankfurt” entre los libros de los estudiantes, como su libro “Eros y Civilización”, que se convirtió en la Biblia de la Nueva Izquierda en los 60. Marcuse inoculó el marxismo cultural en la generación del “baby boom”, hasta el punto que ahora es la ideología de esa generación. La conocemos como “Multiculturalismo”, “Diversidad” o simplemente “Corrección Política”.

Ese es el secreto asqueroso de la “Corrección Política” amigos lectores: una herramienta del Marxismo. Si el ciudadano medio lo supiese creo (quizás soy optimista), que la “Corrección Política” estaría en serios apuros. Y volviendo al inicio de este artículo y la matanza de Fort Hood, se abre una pregunta muy interesante ¿por qué los marxistas de cualquier pelaje, le dan apoyo al islamismo? 

Después de todo, si los islamistas accedieran al control, le cortarían el cuello a los marxistas, incluso antes que a los cristianos o judíos. La respuesta es que el marxismo cultural se aliará con cualquier fuerza que les ayude a conseguir sus objetivos de destruir la cristiandad y la cultura occidental europea. Creo que más que nunca el ¡conocimiento es un arma!

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