jueves, 28 de febrero de 2019

UNA HISTORIA QUE NUNCA EXISTIÓ


Estamos de mudanzas y entre las muchas cosas que están apareciendo, hay un gran número de revistas norteamericanas. Hay de todo tipo, antiguas como Mad, Look, Esquire, New Yorker o Life u otras más recientes como Time o Newsweek. También unas cuantas inglesas. Entre ellas encontré un artículo del Dr. William Pierce de absoluta actualidad, sobre un tema del que he escrito en varias ocasiones y que confirma mis temores. El artículo es de 1986... Lo reproduzco porque creo que es del mayor interés. Su título: “The Fraud of Black History”. ¡Allá vamos con el Dr. Pierce!

Febrero, es por decreto presidencial, el Mes de la Historia Negra. Esto quiere decir, más que cualquier otra cosa, que los alumnos de toda America recibirán materiales especiales y deberes especiales también, diseñados para que su conocimiento sea mayor en cuanto a las grandes contribuciones artísticas, literarias, científicas, políticas y filantrópicas al desarrollo humano, que han sido hechas por los negros durante toda la historia conocida. Contribuciones que deben de ser enfatizadas sobre y muy por encima de las realizadas por los blancos y miembros de otras razas, ya que el racismo blanco ha distorsionado y minimizado los logros negros en la historia habitual que se utiliza en las escuelas americanas. Esta es la razón oficial tras las actividades escolares centradas en el Mes de la Historia Negra, y la mayoría de los profesores y administradores de escuela la han aceptado sin pestañear.
 
Es un hecho, por supuesto, que antes de la revolución de los derechos humanos hace dos décadas, los textos escolares de historia decían muy poco sobre los negros, aparte de su papel como esclavos en el Sur de los USA antes de la Guerra Civil. Pero había una muy buena razón para la omisión: uno puede extraer sangre de una piedra o hacerse un bolso de seda con la oreja de una cerda, al menos si uno no juega fuera de las reglas aceptadas, pero uno no puede enseñar a los niños algo sobre los logros inexistentes de los negros.
 
Los negros dejados con sus cosas en el África negra antes del contacto con los blancos y otras razas, simplemente no hicieron nada notable: nunca descubrieron la rueda o el eje, ni desarrollaron escritura, ni aprendieron a fundir metales o domesticar animales para comer. Introducidos en la cultura de otras razas, los negros adaptaron algunas herramientas y artesanías a sus propias necesidades, pero mostraron muy poca capacidad para mejorarlas o inventar nuevas cosas por su cuenta. Esclavizados, llevados a America y luego liberados e integrados en la sociedad blanca, siguieron mostrando muy poca aptitud para inventar algo, al igual que habían hecho en su habitat natural.
 
Esos blancos y otros, con un interés natural en la causa de la igualdad política, social y económica entre blancos y negros, y esos blancos con una necesidad emocional o religiosa de creer en la igualdad intelectual de las dos razas, han inventado para esta deficiencia en las décadas recientes, el formato simple de inventar deliberadamente una historia fraudulentamente sobre los logros de los negros. El proceso de falsificación empezó de una manera relativamente inocua con la búsqueda desesperada de alguien genuinamente negro que hubiese hecho algo creativo, o digno de mención y luego magnificar sus logros hasta el límite de la credibilidad.
 
Matthew Henson, el sirviente y mayordomo negro del Almirante Robert Peary, que acompañó a su señor en las últimas expediciones árticas, fue magnificado como co-descubridor del Polo Norte. George Washington Carver, un negro investigador agrícola de talento modesto, desarrolló algunos nuevos usos para el cacahuete y fue magnificado como un científico innovador de primera categoría. Crispus Attucks, un mulato que incitó a la multitud contra las tropas británicas locales en 1770 y murió en el alboroto consiguiente, fue magnificado como un líder de la Revolución Americana. Esto al menos dio a los negros algunos pocos ejemplos de modelos de su propia raza y una fuente de orgullo racial, a pesar de que este último era un tanto infundado.
 
Sin embargo, esto no era suficiente para los igualitarios. Empezaron a etiquetar como “negro” a cualquiera cuyos antepasados tuviesen algo que ver con un cierto color marronoso.  Charles Drew, un médico americano que sirvió en el Banco de Sangre de la Cruz Roja durante la II Guerra Mundial,  se le ha concedido el crédito por ayudar a desarrollar la tecnología de la transfusión de sangre y plasma, ya que estaba entre otros allí. Drew, un hombre de raza mezclada, tenía tan poca ascendencia negra que pasaba de forma fácil por un blanco.
 
Cuando los mismos negros empezaron a entrar en estos actos de falsificación, los resultados fueron ridículos. Descubrieron por ejemplo, que tanto Beethoven como Haydn eran negros, cuyos verdaderos antepasados habían sido ocultados por los racistas blancos. El por qué fracasaron en decir lo mismo de Mozart o Bach sigue siendo un misterio. Uno podría pensar que estos excesos serían embarazosos para los inventores blancos y judíos de la Historia Negra, pero parece que no; la falsificación de los negros que habían conseguido logros, continuó incrementándose en número, pero la falsificación miró más para atrás en la historia para encontrar a sus candidatos para un chapuzón en la olla de alquitrán. Y fueron hasta una época en la que las pruebas como retratos y otros relatos hubiesen tenido pocas posibilidades de sobrevivir.
 
Tal como miraron al continente africano, donde podían reclamar de forma más creíble que varios personajes históricos eran negros. Hoy en día, han sido más indirectos y tortuosos que eso: en vez de hacer reclamaciones explícitas, simplemente asumen que “africano” es sinónimo de “negro”. Un truco que no ha sido particularmente difícil de colar ante los escolares americanos. Por ello, las antiguas civilizaciones del Norte de África como Egipto y Cartago se han convertido en logros de los creadores de la cultura negra, en el material docente distribuido en las escuelas durante el Mes de la Historia Negra.

La farsa alcanzó un nuevo nivel de descaro y mendacidad recientemente con la publicación de una serie “educacional” de carteles de Historia Negra por parte de Anheuser Busch  Inc. (Fabricante de la mítica cerveza Budweiser). Titulado “Grandes reyes de África”, los grandes y coloridos carteles, cada uno mostrando un dirigente africano del pasado y unos pocos párrafos de texto biográfico, han sido distribuidos a miles en las escuelas de toda America. Cada dirigente es mostrado como negro, con amplias características negras y colorido. Entre ellos está Anibal, el gran general cartaginés y Cleopatra la Reina de Egipto que se ganó el amor de Julio César y Marco Antonio. El texto del cartel de Cleopatra informa al lector de que “se la muestra en muchas ocasiones erroneamente como caucásica”.
 
La Cleopatra real tiene su imagen preservada en una estatua, ahora en el Museo Británico. Era macedonia, una descendiente de uno de los generales de Alejandro Magno, que conquistó Egipto en el siglo IV AC. Desafortunadamente, a los niños de las escuelas americanas no se les enseña suficiente historia genuina para saber eso. Quizás no tendríamos que sorprendernos de que los grandes hombres de negocios americanos, Anheuser Busch es solo una de las muchas grandes corporaciones que han patrocinado el Mes de la Historia Negra, participen en el fraude. Después de todo, nunca han destacado por su sentido de la responsabilidad social o racial. Su objetivo en la vida es hacer dinero y evitar problemas con el gobierno. Han aprendido que atender a las minorías al menos ayuda con lo último.
 
Lo que es profundamente inquietante es la cobardía abyecta del “establishment” académico. Cualquier historiador sabe que ni Anibal, ni Cleopatra tenían la menor traza de antepasados negros: y a pesar de que el nivel educacional de los educadores americanos ha declinado de forma triste, hay muchos directores de escuela superior y profesores de historia en esas escuelas que también lo saben. Su silencio es vergonzoso.
 
Puede parecer algo pequeño esta espeleología en las falsificaciones de la historia, pero pensemos lo que significa: en toda America, en cada escuela de distrito, esos a los que se ha confiado la educación de nuestros niños, les enseñarán mentiras antes de correr el riesgo de ser tachados de “racistas”. Es un fenómeno nacional que parte de una tendencia a largo plazo y nos dice que la nación se está muriendo. También nos dice que, sin tener en cuenta los métodos de uso que nosotros hayamos escogido, debemos de estar en el lado de esos que han sido encarcelados o que lo han dado todo por nuestra raza; debemos seguir su lucha y, de una forma u otra, debemos destrozar la maldad contra la cual lucharon.
 
Este es el artículo del Dr William Pierce... y es de ¡1986!

6 comentarios:

  1. Aquí el problema de fondo está en el marxismo cultural, es decir, presentarse como víctima (y sobre todo de algún colectivo que esté en contra de los valores occidentales) para así tener "derecho" a algún tipo de favor o privilegio compensatorio que estará avalado por todo el aparato de propaganda y el pensamiento imperante implantado en la sociedad.

    Y si no se creen lo de la propaganda solo busquen "Black History Month" en cualquier buscador y si van pasando las páginas un poquito para encontrar algo alternativo verán que está todo plagado de páginas de medios del sistema y su versión.

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  2. Sabemos que principalmente es fabulación, pero sin embargo tiene cierto poso positivo. En un país de tan corta historia como USA, donde todas las etnias y culturas buscan reivindicarse, como una alargadera que se extiende más allá de la isla de Ellis.
    Todos se unen con sus paisanos y celebran orgullosos sus raices, los irlandeses San Patricio. Los italianos el dia que Colón descubrio América, Los hispanos la hispanidad, los nativos indios que quedan, sus pow-wows, los descendientes de ingleses al igual que el resto, el Dia de Acción de Gracias, los de New Orleans su cultura cajún, los de Lousiana la francesa, los judios su sabath y ritos etc. Que a los afro-descendientes les inventen una historia, en un país donde radica Hollywood, y tan dado a inventar y enaltecer su propia historia, como son los USA...pues, ¿que quiere que le diga? Si vale para que un determinado numero de niños del gueto, cojan autoestima, no se sientan inferiores, se alejen de la droga y la violencia, que como una lacra se extiende por sus barrios, y prosperar en la vida. Pues bienvenida sea. Al fin y al cabo, más que de donde provengas, que importa, importa más quién seas.

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  3. Te entiendo, Artus. Pero podrían haberles dado autoestima de otro modo. No todo lo válido debe ser forzosamente ser inventores o conquistadores; seguro que la raza negra tiene sus valores y profundizar en ellos sacando lo positivo sería la respuesta correcta.
    Además, esos valores que van a por la autoestima son los nuestros, no los que originariamente tuvieran ellos. Y seguro que tendrían algo que decir los antropólogos culturales, pues -al menos para mí- vale más un buen hombre del paleolítico que un hiper-complejo hombre de negocios con éxito o un premio nobel cuyos logros vayan a parar a robustecer la tecnología que está dejando sin vida al Planeta.

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    1. No puedo estar más de acuerdo, Maria Luisa. No tratan de fomentar sus propios valores, sino la "integración a lo Tio Tom" para desempeñar el rol que la propia sociedad gringa, profundamente segregacionista, les depara. No olvidemos que el propio sistema, es quién inundan los guetos de drogas y armas.
      Por otra parte, asocianes como los Young Lords (versión portorriqueña de los Panteras Negras) reivindicaban el legado de la cultura española y genios como Picasso, como suyos. En un afán, apropiador evidentemente, de dotarse de autoestima.
      Lo que comentas, Maria Luisa, concuerda con lo que denuncian muchas asociaciones afroestadounidenses. Pero en medio de todo ese sarao, brotan denuncias al pasado y los miles de afrodescendientes linchados. Algunos por un pecado tan grave, como no llamar señor a un policia blanco.

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  4. Increíble Anibal negro? Los fenicios son antepasados de los cartagineses y a su vez estos son los antepasados de los actuales magrebies (norte de marruecos,Argelia y Túnez), y de los actuales libaneses y sirios
    Y los antiguos egipcios eran morenitos pero no negros, basta con mirar en sus jeroglíficos el cómo se parecían a los actuales egipcios...

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