martes, 11 de agosto de 2015

DECLARACIÓN DE GUERRA CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS - 1941 (5)


Muchos americanos respetados también comparten esta visión. Una oposición amenazadora fue creciendo alrededor de este hombre, que le llevó a pensar que podía salvarse distrayendo a la opinión pública de sus políticas domésticas, hacia los asuntos en el extranjero. A este respecto, es interesante analizar los informes del embajador polaco Potocki desde Washington, que de forma repetida indicaba que Roosevelt era plenamente consciente del peligro de que toda su política económica podía caer como un castillo de naipes y por lo tanto, debía distraer la atención hacia los asuntos en el extranjero.
 
El círculo de judíos alrededor de Roosevelt le animaron a ello. Con venganza del Viejo Testamento, vieron a los Estados Unidos como el instrumento que ellos y él podían usar para preparar un segundo Purim (matanza de enemigos), contra las naciones de Europa, que iban aumentando en su anti-judaísmo. Por ello, fueron los judíos, con su satánica bajeza, los que se reunieron alrededor de este hombre y él les creyó. El presidente americano fue aumentando su influencia para crear conflictos, intensificar los existentes y sobre todo, impedir que los conflictos se resoviesen pacíficamente. Durante años, este hombre buscó disputas en cualquier lugar del mundo, pero preferiblemente en Europa que él podía usar para crear enredos políticos con obligaciones económicas americanas de uno de los contendientes, pudiendo entonces involucrar a America en el conflicto y entonces distraer la atención de sus propias y confusas políticas domésticas.
 
Su acción contra el Reich alemán a este respecto ha sido particularmente especial. Empezando en 1937, comenzó una serie de discursos, incluyendo el particularmente despreciable del 5 de Octubre de 1937, en Chicago, por el cual este hombre incitó sistemáticamente al público americano contra Alemania. Amenazó con establecer un tipo de cuarentena contra los llamados países autoritarios. Como parte de su estable y creciente campaña de odio y excitación, el presidente Roosevelt hizo otra afirmación insultante (15 de Noviembre, 1938) y luego llamó a consulta al embajador americano en Berlín para que fuese a Washington. Desde entonces los dos países han sido representados por “charges d’affaires” (encargados de negocios).
 
Empezando en Noviembre de 1938, inició sistemáticamente y conscientemente a sabotear cualquier posibilidad de una política de paz en Europa. En público dice hipócritamente estar interesado en la paz mientras al mismo tiempo amenaza a cada país que está preparado para seguir una política de entendimiento pacífico, bloqueándole los créditos, represalias económicas, retornos de préstamos, etc. A este respecto, los informes de los embajadores en Washington, Londres, París y Bruselas nos dan una visión impactante. El hombre que incrementó su campaña de excitación en Enero de 1939. En un mensaje (4 de Enero, 1939) al Congreso USA, amenazó en tomar cualquier medida incluso la guerra, contra los países autoritarios.
 
Repetidamente ha clamado que otros países estaban tratando de interferir en los asuntos americanos, y habló mucho sobre el mantenimiento de la Doctrina Monroe. Empezando en Marzo de 1939, empezó dando conferencias sobre asuntos internos europeos que no eran cometido del presidente de los Estados Unidos. En primer lugar, él no entiende estos problemas y segundo, incluso si los entendiese y apreciase las circunstancias históricas, no tiene más derecho para entrometerse con los asuntos centrales europeos, a que el jefe del estado alemán opine o realice juicios sobre las condiciones en los Estados Unidos. El señor Roosevelt fue incluso más allá. Contrariamente a las reglas de las leyes internacionales rechazó reconocer gobiernos que no le gustaban, no aceptó nuevos, rechazó despedir a embajadores de países inexistentes e incluso los reconoció como gobiernos legales. Fue tan lejos como para cerrar acuerdos con esos embajadores, que entonces le dieron el derecho para simplemente ocupar territorios extranjeros (Islandia y Groenlandia).
 
El 15 de Abril de 1939, Roosevelt hizo su famosa llamada a mi y al Duce, que fue una mezcla de ignorancia geográfica y política, combinada con la arrogancia de un miembro de la clase millonaria. Fuímos llamados para hacer declaraciones y concluir pactos de no agresión con un número de países, muchos de los cuales no eran siquiera independientes porque habían o bien anexionados o convertidos en protectorados subordinados a países (Francia e Inglaterra) aliados con el señor Roosevelt. Recordareis mis Diputados, que luego (28 de Abril, 1939), di una respuesta educada pero enérgica a este caballero demasiado prominente, que tuvo éxito en detener, al menos por unos meses, la tormenta de palabrería de este poco sofisticado belicista.
 
Pero ahora su honorable esposa (Eleanor Roosevelt) ha tomado su lugar. Ella y sus hijos (dice ella) rechazaron vivir en un mundo como el nuestro. Esto por lo menos es comprensible, ya que para nosotros es un mundo de trabajo y no uno de engaños y crimen organizado.
 
Tras un corto descanso, él volvió. El 4 de Noviembre de 1939, el Acta de Neutralidad fue revisada y el embargo de armas fue derogado en favor de un suministro unilateral (de armas) a los adversarios de Alemania. De la misma forma, forzó en extremo oriente los embrollos económicos con China que podrían eventualmente llevar a intereses comunes efectivos. Ese mismo mes, reconoció a un pequeño grupo de emigrantes polacos como un gobierno en el exilio, cuya única base política para ello fueron algunos millones de piezas de oro que ellos se llevaron de Varsovia.
 
En Abril de 1940, congeló los bienes noruegos y daneses (en los USA) con el mentiroso pretexto de evitar que cayesen en manos alemanas, a pesar de que sabía muy bien por ejemplo que Alemania no ha interferido en ello, ni mucho menos a tomado el control de la administración del gobierno danés en sus asuntos financieros. Junto al otro gobierno en el exilio, Roosevelt ahora reconoce uno para Noruega. El 15 de Mayo de 1940, los gobiernos holandés y belga en el exilio fueron también reconocidos, y al mismo tiempo los bienes holandeses y belgas (en USA) fueron congelados.
 
Este hombre mostró su verdadera actitud en un telegrama del 15 de Junio de 1940, al premier francés Paul Reynaud. Roosevelt le dijo que el gobierno americano doblaría su ayuda a Francia bajo la condición de que Francia continuase la guerra contra Alemania. Y para dar especial énfasis a su deseo de que la guerra continuase, dijo que el gobierno americano no reconocería adquisiciones provocadas por la conquista, que incluirían por ejemplo, el tomar de nuevo territorios que habían sido robados a Alemania. No necesito enfatizar que ahora y en el futuro, el gobierno alemán no estará preocupado por si el presidente de los Estados Unidos reconoce o no una frontera en Europa. Menciono esto porque es característica la incitación continua de este hombre, quien hipócritamente habla sobre la paz cuando el mismo tiempo incita a la guerra.
 
Y ahora teme que si la paz llega a Europa, los billones que ha despilfarrado en gasto militar serán pronto reconocidos como un caso obvio de fraude, porque nadie va a atacar America a menos que America provoque ella misma el ataque. El 7 de Junio de 1940, el presidente de los Estados Unidos congeló los bienes (en los USA) para, según dijo, alejarlos de ser robados por los alemanes, pero en realidad cogerlo y desde Casablanca cargarlo en un crucero norteamericano. 

En Julio de 1940, Roosevelt empezó a tomar nuevas medidas hacia la guerra, como el permitir el servicio de  ciudadanos americanos en la fuerza aérea británica y el entrenamiento de personal de la RAF en los Estados Unidos. En Agosto de 1940, se estableció una política de unión militar entre Canadá y los Estados Unidos. Con el propósito de hacer digerible ese comité de defensa Canadá-USA como mínimo para la gente más estúpida, Roosevelt se inventó crisis periódicamente y actuó como si America estuviese bajo la amenaza de un ataque inmediato. Él cancelaba repentinamente viajes y rápidamente volvía a Washington y hacía cosas similares para enfatizar la seriedad de la situación a sus seguidores, quienes en realidad merecen piedad.
 
Estuvo muy cerca de la guerra en Septiembre de 1940, cuando transfirió cincuenta destructores a la marina británica, y como cambio tomó el control de las bases militares en posesiones británicas en el norte y America central. Las generaciones venideras determinarán, junto a su odio contra la Alemania nacionalsocialista, el deseo de tomar el control de forma fácil y segura del Imperio Británico en su hora de desintegración y el papel que jugó. 

Después de que Inglaterra no fuese capaz de pagar en efectivo las entregas americanas, impuso el Acta de Préstamo y Arriendo sobre el pueblo americano (Marzo de 1941). Como presidente, obtuvo la autorización para cumplimentar la ayuda militar bajo préstamo y arriendo a los países que él, Roosevelt, decidió que eran vitales de defender para America y sus intereses. Tras eso, quedó claro que Alemania no respondería bajo ninguna circunstancia a su continuo comportamiento grosero, y ese hombre dio otro paso hacia adelante en Marzo de 1941.

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