domingo, 10 de mayo de 2015

¿QUÉ FUE DE HITLER? LOS ARCHIVOS RUSOS


La muerte de Hitler en Berlín al finalizar la brutal batalla por la ciudad, ha sido objeto de múltiples historias, leyendas, rumores, etc... Los rusos tampoco han sido transparentes en este asunto y de hecho se supone que fueron ellos los que entraron en el famoso búnker y encontraron los cadáveres calcinados de Hitler y Eva Braun, además de los de Goebbels, su mujer y sus hijos en el jardín de la Cancillería. Personalmente opino que Hitler se suicidó en Berlín y me cuesta creer las historias que lo sitúan en Sudamérica, con Eva Braun y protegido por la estructura nacionalsocialista de la zona, que sí existió.
 

Los rusos han mostrado los archivos secretos donde se indican los detalles de la muerte de Hitler para rebatir las alegaciones de un libro de reciente aparición, donde se defiende la tesis de que el Führer escapó a la Argentina al acabar la guerra en Europa. El libro en cuestión se titula “Grey Wolf: The Escape of Adolf Hitler” (Lobo Gris: La huída de Hitler), y en él sus autores Gerrard Williams y Simon Dunstan, dicen que los cuerpos que los rusos hallaron en el jardín de la destrozada cancillería, eran unos dobles de Hitler y Eva Braun.
 
Esta tesis no es nueva, pero una sorprendente declaración de estos autores en el libro citado, es que Hitler y Eva Braun tuvieron dos hijas y que el Führer vivió en Argentina hasta 1962, protegido por el régimen de derechas de Buenos Aires. Reconozco que es de las hipótesis más rompedoras que he sabido y hay unas cuantas..., pero no me lo creo.
 
Sin embargo los archivos soviéticos que se hallan en los Servicios de Seguridad Federal, detallan su muerte y la extraña odisea de su cuerpo a través de infinidad de cementerios de la antigua Alemania del este, hasta su cremación final durante los años 70. El portavoz de este servicio de seguridad dice que “Esta es la verdadera historia de los que pasó con los restos de Hitler. Él murió en Berlín y tenemos los documentos que lo prueban”.
 
De acuerdo con los testigos oculares en el búnker, Hitler y su nueva esposa se retiraron a su estudio para acabar con sus vidas a las 15:30 del atardecer del 30 de Abril de 1945. Luego, sus cuerpos fueron trasladados hasta el jardín, regados con gasolina y quemados. También fueron quemados en una pira aparte el Ministro de Propaganda Joseph Gobbels, su mujer Magda y sus seis hijos, que ella mató con cápsulas de veneno.
 
Podemos imaginar que la gasolina era escasa y los cuerpos parcialmente quemados cuando llegaron los rusos. Los agentes del servicio secreto de inteligencia soviético Smersh, acrónimo en ruso de “Muerte a los Espías”, y que estaban con el 3er Ejército Soviético, encontraron los cuerpos el 5 de Mayo. Los sacaron y los cargaron en un camión. Al día siguiente llegó una orden de que la zona fuese traspasada a otra unidad y los agentes del Smersh transportaron los cuerpos hasta la ciudad de Buch, cerca de Berlín.
 
Según los archivos, los cuerpos fueron examinados por un forense el 8 de Mayo, en el Hospital de Campaña nº 496. En una carta a Laurent Beria, jefe del NKVD, el forense escribieron “En la boca de los cuerpos he hallado trozos de cristal, trozos de pared y del suelo correspondientes al material del búnker. Había un fuerte olor a almendras amargas, el olor al cianuro que los mató”. En una carta de acompañamiento, añade “No puede haber ninguna duda de que éste es el cuerpo de Adolf Hitler” La carta dice que los cuerpos fueron quemados en un lugar secreto de la ocupada Buch.
 
Cuando los oficiales del Smersh recibieron la orden de trasladarse de nuevo en el verano de 1945, desenterraron los cuerpos de Hitler, Eva Braun y la familia Goebbels y los llevaron a Rathenow, a unos 80 kilómetros de Berlín. El 13 de Enero de 1946, los cuerpos fueron desenterrados de Rathenow por un comité comandado por el teniente general Selenin, del Smersh. Tras una investigación, por la cual una parte del cráneo de Hitler fue enviado a Moscú (y actualmente se halla en el Archivo Estatal, según afirman), los cuerpos fueron trasladados a Magdeburg, en la Alemania del este.
 
En el patio de la unidad local del Smersh de Magdeburgo y tras otro examen, se confirmó que Hitler se había disparado en la cabeza. Entonces los cuerpos fueron enterrados en cajas de munición de madera en un jardín de la unidad del Smersh en dicha ciudad. Tanto Beria como Stalin fueron informados puntualmente de todo el proceso de identificación. 22 años después en el Kremlin y bajo el mando de Breznev, se dieron cuenta de que el lugar donde estaban enterrados Hitler y los demás, iba a pasar a manos del Ejército del Pueblo de la República Democrática Alemana. El 13 de Marzo de 1970, Breznev recibió una carta del ministro de Asuntos Exteriores Alexis Kosigin, diciéndole que los cuerpos deberían ser trasladados “de una vez por todas”. Tres agentes del Smersh, Vladimir Gumenjuk, el mayor Schirokov y el capitán Kovalenko, recibieron la orden de encargarse de los cuerpos. Se les dio máscaras de gas y que explicasen, si fuese necesario, que estaban matando alimañas con sulfuro. Con ello evitarían a los curiosos...
 
En la mañana del 4 de Abril de 1970, empezaron a cavar y pronto encontraron las cajas de munición que contenían restos esqueléticos y la dentadura de oro de Magda Goebbels. Los restos fueron colocados en una caja vacía de armamentos y llevada en un camión. La caja se tapó con una manta, y se pusieron cañas de pescar sobre ella. A los soldados de guardia se les dijo que iban a pescar. Al finalizar el día, llegaron a Schoenebeck, al sur de Magdeburgo. Ahí, con 20 litros de gasolina, los restos de Hitler y los demás fueron finalmente quemados.
 
Las cenizas fueron metidas en un saco, llevadas al norte a Biederitz y lanzadas al río Ehle. Fue la última vez que alguien vio los restos mortales del Führer, Eva Braun y la familia Goebbels. Conociendo el proceder de los rusos a través de muchas otras historias rocambolescas, no me parece descabellada esta historia. De todas formas, guardemos una prudente desconfianza de que sea el 100% de la verdad. Los comunistas y la verdad son dos elementos totalmente diferentes y separados.

2 comentarios:

  1. El mito de la supervivencia de Hitler, no deja de ser en cierto modo necesario para la "máquina de hacer dinero", ¿qué mejor motivación podría haber para que las masas de indignad@s sigan clamando a los cuatro vientos por tamaña felonía del diablo que habitó el planeta y consiguió huir "in extremis"?, y si hacemos caja con el rollo... pues mejor. Y claro, esto explicaría en parte el neo-nazismo que siempre amenaza a la humanidad, etc, etc.
    Además es jaque mate: Si Hitler se suicidó era un cobarde, si huyó también era un cobarde, según estas personas claro. Particularmente me parece oportuno citar las palabras de Fray Guillermo de Baskerville: "...la única prueba de la presencia del diablo entre estos muros son las ganas de todos de que aparezca...", lo mismo en cuanto a la huída del Führer, parece que en cierto modo todo el mundo quiere que así fuese... quizá tampoco pueden aceptar que a quien han erigido como el diablo que personifica el mal absoluto muriese coherentemente con la situación en la que se encontraba como un simple mortal.
    Mi humilde opinión es que Hitler se suicidó en el bunker: cuestión de carácter.
    Pistas: Se negó reiteradamente a abandonar Berlín, tenía clarísimo que la muerte es inevitable para todos no solo por su experiencia en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, los 15 atentados contra su vida desde que se implicó en política también contarían al respecto, se sentía traicionado por Himmler y Göring, nombró como sucesor a Dönitz, Gran Almirante por aquello la fidelidad del que se queda con el barco que se hunde, no permitió que las unidades que combatían en Berlín usasen falsas banderas y uniformes para luchar contra el Ejército Rojo, al igual que los Goebbels es posible que no quisiera seguir el el mundo que vendría tras la derrota, el mundo en el que nosotros vivimos y que es más parecido a un manicomio grotesco de usura que a una civilización coherente con un ideal de mejorar como humanidad, me da igual lo que digan defender nuestros amados gobernantes, como dijo Jesús: "por sus obras los conocereis".

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  2. Por cierto, ¿alguien ha consultado los testimonios (si es que quedó alguno) de los últimos que combatieron en el Führerbunker?, que cosas de la vida, fueron los españoles de la Unidad SS Ezquerra.

    https://laguerraaldetalle.wordpress.com/

    Y este personaje es simplemente leyenda (lo siento por Will Smith y sus cuentos de sombríos futuros víricos):

    http://www.eurasia1945.com/protagonistas/personajes/miguel-ezquerra/

    Un saludo.

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