Cuando
cruzas Alsacia, Lorena y ciudades como Metz y Estrasburgo, antiguos territorios
y ciudades alemanas, uno debería ser consciente de que esa fue una de las zonas
de paso del ejército alemán en su ruta hacia París. Se pueden notar los
espíritus de antiguas guerras allí ocurridas pero sobre todo de la II Guerra
Mundial y de los bulos crueles que siguen vigentes a día de hoy sobre la misma.
Me gustaría tocar hoy algunas de estos bulos.
El
primero es que el ejército francés no sólo se rindió o salió huyendo en la
primavera de 1940, como muchos creen saber. La “Blitzkrieg” alemana que aplastó
a Francia en 1940, desbandando a su ejército como hojas antes de una tormenta,
fue una auténtica revolución histórica en el arte militar. La “Blitzkrieg”
combinó rápidamente las tropas blindadas, la infantería, el bombardeo de
precisión, un apoyo logístico flexible y nuevas tecnologías en tres ámbitos
fundamentales: mando, control y comunicación. En 1940, Alemania y su tecnología
iban en cabeza en todo el mundo. Un dato poco conocido de ese momento: el 75%
de todos los libros sobre tecnología estaban escritos en alemán...
Francia,
su ejército y sus generales, entrenados para volver a luchar como en la I
Guerra Mundial, fueron sobrepasados por la guerra relámpago. Francia era
entonces una gran sociedad agrícola. La “Blitzkrieg”, ahora en uso por la mayor
parte de los ejércitos modernos, fue diseñado para atacar al cerebro y no al
cuerpo del enemigo, paralizando su capacidad de mando de grandes unidades o de
luchar. Los alemanes le llamaban su “bala de plata”.
Francia
todavía confiaba en correos personales para enviar la información vital.
Alemania fue el líder en comunicaciones móviles por radio. Increíblemente, el comandante
en jefe francés, General Gamelin, no tenía ni siquiera un teléfono en su
cuartel general en las afueras de París. La fuerza expedicionaria británica en
Francia, muy bien entrenada y preparada, fue machacada y sobrepasada como el
ejército francés, y se salvó a sí misma abandonando a sus aliados franceses y
escapando tras cruzar el Canal de la Mancha. No olvidemos que Hitler lo
permitió como acto de buena voluntad y paz hacia el infame Churchill. 300.000
británicos escaparon de los alemanes.
Ningún
ejército del mundo en aquel momento podía resistir la “Blitzkrieg”, planificada
por el brillante Erich von Manstein y ejecutada por los audaces Heinz Guderian
y Erwin Rommel y su 7ª Panzer Division, llamada también la “División Fantasma”
que aparecía donde menos la esperaba el enemigo. Tres de los más grandes
generales de la historia moderna. He de añadir que también tuvieron mucha
suerte. Una simple bomba sobre un puente alemán sobre el río Mosela, o un
embotellamiento en el bosque de las Ardenas, hubiesen hecho la diferencia entre
la victoria y la derrota. Los franceses habían trasladado temporalmente a
algunas de sus unidades más débiles de reserva justo en el sector por donde los
alemanes atacaron.
Las
nuevas y fluidas tácticas alemanas destrozaron al ejército francés y al
expedicionario británico. Fueron incapaces de mantener sus líneas a pesar de
una cierta dureza en su defensa. Los rápidos panzer alemanes estaban siempre
tras de ellos. La retirada bajo el fuego es el más peligroso y difícil de todos
los movimientos militares. Tras seis semanas y un cuchillo en la espalda
clavado por la Italia de Mussolini prácticamente al final de la campaña, el
ejército francés se desintegró. Francia perdió 217.000 hombres y 400.000
heridos en combate. Comparemos esa cifra con los 416.000 muertos USA en cuatro
años en los frentes del Pacífico y Europa. Al menos Francia no sufrió los dos
millones de muertos de la I Guerra Mundial. Los alemanes perdieron 46.000
hombres, 121.000 heridos y 1.000 aviones. Podemos compararlo con los 10.000
muertos y heridos del Día D USA, Canada e Inglaterra.
Otro
bulo de la II Guerra Mundial que está vivito y coleando es que la Linea Maginot
fue flanqueada tácticamente. Los alemanes atacaron al noroeste del extremo de
la Línea Maginot, a través de los bosques de las Ardenas, una ruta anticipada
por el ejército francés que había realizado maniobras en la zona en 1939. Quien
falló fue el inmóvil ejército francés, no la Línea Maginot. Esta línea de
defensa formada por casamatas, bunkers, cañones y un entramado de túneles,
nunca fue acabada, fue muy costosa, paralizó a muchos soldados en ella y en el
fondo simbolizaba la actitud defensiva de Francia. Pero esta gran barrera
francesa cumplió su misión establecida de defender el vital carbón y el acero
de las provincias de Alsacia y Lorena. También la Línea Maginot fue diseñada
para canalizar cualquier ataque alemán a través de Bélgica o Suiza.
Los
alemanes llegaron a la conclusión de que un ataque a la Línea Maginot sería muy
costoso y optaron por una ruta diferente a través de Bélgica. La zona pantanosa
de Flandes y el rechazo francés de construir defensas tras sus aliados belgas,
dejó la frontera franco-belga con unas escasas defensas fijas, que fueron
aprovechadas por los alemanes para penetrar en Francia. Irónicamente, tras la
irrupción alemana en el Sedán, un cuerpo francés de reserva que se mantuvo para
cubrir ese sector vital, fue trasladado a Stenay para proteger el flanco
izquierdo de la Línea Maginot, abriendo el paso a los carros de Guderian que
tomaron el Noroeste tras las líneas francesas.
Y
otro dato curioso, la segunda operación anfibia más grande en el frente oeste
durante la II Guerra Mundial fue el totalmente olvidado cruce del Rin bajo el
fuego en Junio de 1940 y fue realizada por el ejército alemán. Los soldados de
la inconquistada Línea Maginot se mantuvieron en la misma hasta la firma del
armisticio en Compiegne. Y otro dato, todos aquellos que se ríen de Francia por
construir barreras y líneas fortificadas que fueron supuestamente flanqueadas,
deberían saber que las “infranqueables” y modernas fortificaciones USA en
Manila y la fortaleza británica de Singapur, fueron ambas tomadas por detrás
por el ejército imperial japonés. También la alemana “Westwall” y las defensas
costeras tampoco corrieron mejor suerte.
Otro
bulo muy recurrente es que la Wehrmacht y la Luftwaffe fueron aplastados mucho
antes del Día D. La guerra no se ganó ese Día D como dice el bulo popular. El
ejército y la aviación alemanas fueron destrozados en las titánicas batallas en
el frente del este. Cuando en Rusia se celebra el aniversario de la victoria en
la II Guerra Mundial, es una conmemoración que es completamente ignorada en el
oeste. Creo que las cifras hablan por sí sola. Los soviéticos destruyeron del
75 al 80% de todas las divisiones alemanas, 4 millones de hombres, y casi toda
la Luftwaffe. Rusia perdió unos 14 millones de soldados y otros tantos civiles. El Eje perdió 507 divisiones. En el frente oeste después de Día D, los
aliados destruyeron 176 divisiones alemanas débiles y muy por debajo de su
fuerza nominal.
Cuando
los aliados desembarcaron en las playas de Normandía, se encontraron con
baqueteadas y muy desgastadas fuerzas alemanas, sin protección aérea, con
una terrible falta de suministros e incapaces de moverse durante el día por el
control aéreo aliado. A pesar de ello, los alemanes lucharon como fieras por
Europa. Si los aliados se hubiesen encontrado a las tropas alemanas y la
Luftwaffe de 1940, el resultado hubiese sido muy diferente.
Y
el bulo más importante de todos es que la II Guerra Mundial fue un duelo entre
el bien y el mal o entre las “democracias occidentales” y los “poderes
totalitarios” como actualmente se piensa de forma totalmente errónea. Fue un
conflicto mundial sobre tierra y recursos del “deshuesado” Imperio Británico
que controlaba el 25% del mundo, el Imperio Francés, el Imperio Holandés, el
Imperio Belga y más tarde, el Imperio USA (Las Filipinas, posesiones en el
Pacífico y Centro América). la Unión Soviética era un imperio por sí misma.
En
1939, los únicos poderes sin colonias y por lo tanto no poderes imperiales,
eran Alemania que perdió las suyas tras la I Guerra Mundial y China. Una vez
que acabó la guerra, Inglaterra y Holanda que se quejaban y mucho de la maldad
de la ocupación alemana, pelearon sin descanso por re-ocupar sus antiguas
colonias, algunas de las cuales habían declarado la independencia.
Sinceramente,
llamar a la II Guerra Mundial una “Cruzada por la Liberación”, no sólo es
mentira, es punto menos que imposible. Puede que liberasen a los blancos de los
países ocupados por Alemania en Europa. Pero no a los habitantes de África y
Asia. Sin embargo, al final, la guerra puso en marcha algunas fuerzas que
acabaron con el colonialismo. El colapso del Imperio Británico, del cual dijo
Churchill que defendería a toda costa, abrió la espita para la descolonización
a nivel mundial.
No
deberíamos de olvidar todo esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario