He
escrito varios artículos sobre el destino de Detroit en manos de personas de
raza negra desde los años 70 del siglo XX. Es el destino que se perfila también
en otras ciudades de los USA como Atlanta, Indianapolis, Filadelfia, etc...
Martin Luther King (MLK), el tan cacareado líder negro por los medios de
comunicación, dijo una vez que él “tenía un sueño”. Fue en la marcha por los
derechos de los negros en USA el 28 de Agosto de 1963 en Washington DC. El
“sueño” de ese hombre como mínimo es discutible. Yo me pregunto ¿Cómo le va a
ese sueño en las ciudades que he citado y sobre todo en Detroit?
Julio
Verne tuvo un sueño, Arthur C. Clark tuvo un sueño, Carl Sagan tuvo un sueño,
Werner von Braun tuvo un sueño y así muchos más. Quizás no lo dijeron
públicamente como un reto ante un público poco exigente como MLK, sino que se
pusieron a trabajar cada uno en su especialidad, logrando grandes éxitos. Desde
que el hombre observó la noche y sus estrellas, siempre quiso descubrir que
había ahí arriba y también descubrir si había alguien allí arriba mirándonos y
tratando de saber cómo somos.
A
este respecto, “The Post Standard” el periódico de Siracusa, Nueva York,
publicó un epitafio muy ajustado para una civilización moribunda, en el ya muy
lejano 17 de Julio de 1969. Bajo el título “Poor Give Reminder of Earth’s
Ills”, decía: “Un gigantesco cohete lunar y un viejo carromato tirado por
mulas, escribieron una paradoja humana el Miércoles. Mientras el Apolo XI rugía
hacia la Luna como un vibrante paso en la conquista del espacio, un contingente
de la Campaña por los Pobres, caminaba penosamente por una autopista muy abajo,
como un recordatorio del hambre y la pobreza que aún no se han
conquistado en la Tierra”
“Deberíamos
de haber lanzado un programa contra la pobreza, especialmente contra el hambre,
el racismo y la guerra. Un lanzamiento que hubieses sido tan efectivo y bonito
como el del cohete lunar” dijo el reverendo negro Ralph David Abernathy, líder
del grupo “Poor’s People” que tenía un asiento VIP para ver el lanzamiento del
Apolo XI. Abernathy y otros 45 seguidores lo vieron desde asientos escogidos en
el Centro Espacial Kennedy, mientras otro contingente de militantes
anti-pobreza, cortaron brevemente el tráfico de la autopista. Unos cuarenta,
conducían dos carromatos tirados por mulas por la autopista desde el centro
espacial hasta la US1, y luego se dispersaron subiéndose a unos autobuses” el
artículo seguía “Abernathy y sus seguidores, al lado del vicepresidente Spiro Agnew,
el ex presidente Johnson y otros dignatarios, cantaban “canciones de libertad”
antes del lanzamiento”
“Abernathy
dijo que habían ido a ver el lanzamiento para demostrar y protestar de que
America había mezclado sus prioridades. Mientras que el lanzamiento y alunizaje
del Apolo XI era el resultado de diez años de trabajo, dijo también, esta
nación aún necesita planificar un programa para dar respuesta a las necesidades
humanas. Abernathy, presidente de la Conferencia del Liderazgo Cristiano del
Sur y sucesor de MLK, llamó a los espectadores a unirse a la campaña
anti-pobreza. Estuvo muy ocupado firmando autógrafos hasta cinco minutos antes
del lanzamiento. Cuando el Apolo XI rugió hacia su destino, Abernathy y su
grupo cantaron “We Shall Overcome”, la canción de los derechos humanos”. Este
es el artículo del “The Post Standard” de aquel lejano 17 de Julio de 1969.
Tres
días después hombres, hombres blancos, pondrían su pie en la Luna por cortesía
de los avances tecnológicos y el valor sin duda escrito en el ADN del hombre
occidental. Imaginemos por un momento la comparación del gigantesco cohete
Apolo en Cabo Cañaveral, junto a un carromato de mulas que sólo 100 años antes
era el medio fundamental para transportar a los colonos blancos a través del
continente americano. Lo siento, pero en toda la historia de los africanos no
hay evidencia de escritura alguna o de que hubiesen inventado y usado la rueda.
La realidad de la raza nunca había sido tan claramente definida como esas
huellas de pisadas en la Luna. Pero MLK tenía su sueño y cualquiera que lo
hubiese desafiado estaba condenado al fracaso ante los medios. Y ahí tuvimos la
génesis del llamado Manifiesto de la Destrucción. Si no hubiese sido asesinado,
él habría estado al frente de esa marcha del “Poor’s People” en Cabo Cañaveral,
habría cantado “We Shall Overcome”, mientras un enorme cohete construido por
miles de hombres blancos, ponía a tres hombres también blancos, en la Luna.
Los
USA lanzaron un programa de ayuda contra la pobreza y el racismo, desguazando
los sueños de los escritores de ciencia ficción y visionarios en favor del
sueño de un negro cuyo único logro fue asegurar que los negros tuviesen el
poder en las ciudades como Detroit, Baltimore, Washington DC, Atlanta, Memphis,
Indianapolis, Filadelfia, etc. Todo el movimiento que este hombre dirigió fue
para asegurar una masiva transferencia de riqueza y moralidad, presentando de
forma estúpida a los blancos, mientras sus seguidores usaron algo llamado “el
privilegio de los blancos” como la cuerda para ahorcar su espíritu y avance.
Pero se romperá. Desde el artículo que cito arriba de 1969, se ve la cómica y
trágica evolución de la realidad y en 2013, tenemos la devolución de las
ciudades más grandes que eran centros de comercio y crecimiento, convertidas en
horribles ruinas de una civilización y unas gentes que no funcionan. La
civilización de MLK y Abernathy, fue la que decidió abandonar la exploración
espacial y todos sus avances, por la decisión de abolir el racismo y la
pobreza.
Pensemos
en lo siguiente: en 10 años, los hombres de lo años 60, pusieron a un hombre en
la Luna al final de la década. Desde entonces hemos visto una persecución sin
fin por erradicar la desigualdad en nombre de la justicia, y bajo la bandera
con un retrato del camarada MLK. Todo lo que tenemos que hacer es mirar a
Detroit, Gary (Indiana), Baltimore, Newark, etc. Pero nuestro satélite natural,
la Luna, es sólo un recordatorio de lo que podíamos haber sido, por la prueba
física de la diferencia genética existente y que quedará a cientos de miles de
kilómetros para siempre, como un guardián silencioso de las diferencias
raciales. Una simple pisada, el hombre en Luna, el hombre blanco. ¿Cual es la
huella del hombre negro en nuestro mundo? ¿Cual es el legado del sueño de MLK,
el cual Abernathy llevó adelante y mantuvo vio cantando canciones espirituales
negras mientras el Apolo XI iba a su destino con la historia? Detroit 2013.
No,
los últimos 50 años no han sido un sueño. No podemos despertar de una pesadilla
hasta que no tengamos el coraje de renunciar a la culpabilidad y abracemos el
privilegio.
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