¡Europa, Europa! ¿Qué será de ella en 50 años? No quiero ni imaginarlo…
Si me paro a pensar en nuestro viejo continente, tengo claro que es muy heterogéneo tanto en idiomas, como en países, nacionalidades, geografía, etnias o clima. No nos hace falta más diversidad a la que nos quieren llevar a la fuerza los de siempre. También tengo claro que nadie ha tenido éxito en organizar el continente en un todo geopolítico coherente. Y eso a pesar de la demanda de líderes de estado, hombres de negocios o incluso habitantes normales de un espacio europeo pacífico y racional.
El siglo XIX vio varios intentos en ese sentido con el Sistema Continental Napoleónico, la Confederación Alemana y su gradual construcción de una unión aduanera y sistema monetario y la poco conocida Unión Monetaria Latina. Desde 1945, hemos visto la emergencia de la Unión Europea, con su moneda común y unión aduanera, como un poder económico serio.
Pero hay precedentes… El III Reich encaró asuntos muy parecidos. En Mayo de 1940, siguiendo los pasos de Hitler y su ocupación de Francia, hubo muchas opiniones diferentes entre los alemanes sobre qué debían de hacer con su nueva hegemonía en la Europa occidental. Werner Daitz, un asociado del ideólogo Socialista-Nacional Alfred Rosenberg y un oficial del NSDAP de la Oficina de Asuntos Exteriores, escribieron una memoria abogando por la creación de una Comisión del Reich encargada de la unificación económica de Europa. En ella se decía: “El bloque actual inglés en particular, se ha demostrado inviable para la construcción de un “Grossraumwirtschaft” (Gran Espacio Económico Europeo), bajo el liderazgo de Alemania como una medida económica de auto-defensa por parte de la Europa Continental”.
“La reorganización del continente europeo, ese núcleo eterno de la raza blanca, asegurará por lo tanto la recuperación económica y la independencia que son esenciales. Esta cooperación económica deberá seguir el principio de: Europa para los europeos…”
“Si deseamos asegurar el liderazgo económico del continente europeo, lo cual es absolutamente necesario para fortalecer la economía del continente como núcleo de la raza blanca, entonces por razones comprensibles no debemos proclamarlo públicamente como el Gran Espacio Económico Alemán. Como principio, debemos hablar siempre de Europa para que el liderazgo alemán surja de forma natural desde el peso de Alemania en política, economía, cultura, tecnología y por su situación geográfica”.
Dejando de lado el asunto racial, uno puede ver muchos de los argumentos actuales que los eurócratas y dirigentes alemanes exhiben. Mientras que en la II Guerra Mundial se combatió para prevenir la hegemonía en Europa de Hitler/Alemania, hoy el tamaño de Alemania y las habilidades naturales de su población, la han llevado a un tipo de hegemonía suave dentro de la Unión Europea. Ha sabido obtener recursos del Este y Sur de Europa a través de su capital humano, asegurándolos como mercados cautivos de salarios bajos, con fabricación localizada en esos países y desarrollando la eurozona monetaria en consonancia con sus necesidades.
Dispongo de la colección completa de la revista Signal, diseñada para el público extranjero en la época del III Reich. Además de fotos excelentes y muy modernas para los estándares actuales, mostraban una mapa de Europa superpuesto con las zonas más importantes de guerras a través de los siglos. Los autores de ese montaje gráfico decían que la supremacía alemana mostraba una nueva era de paz para un continente tradicionalmente en guerra.
Además la “Unión Europea” y la “Libertad” que ofertaban los ingleses, americanos y bolcheviques comunistas, fueron temas recurrentes, habituales, en la propaganda de guerra alemana y que sólo podían llevar al comunismo, tal como está sucediendo hoy. En Francia, la “colaboración” con los alemanes, ya fuese económica o militar, fue frecuentemente justificada en nombre de “Europa”, y notablemente para esos franceses que fueron voluntarios a luchar en el frente del Este.
Algunos dicen que los alemanes nunca tuvieron un concepto claro de lo que querían que fuese Europa tras la guerra. Para la mayoría cualquier cosa como “Política Europea”, se redujo a una necesidad militar inmediata. No lo dudo, pero sí habían planes germanos comunes para toda Europa tras el conflicto. La agenda extranjera de Hitler indicaba:
1) La condición final de Europa será determinada al acabar la guerra
2) Se declarará el Gran Reich Germano
3) Anexión formal de las naciones germanas como Dinamarca, Noruega, Holanda y Bélgica
Todo ello y más, abriría un largo periodo de desarrollo y guerra étnica contra los eslavos en el Este. A Francia y Rusia no se les permitiría a partir de ese momento, el recuperarse y ser de nuevo una amenaza para Alemania. La dispersada población alemana sería unida y su seguridad garantizada, la amenaza del bolchevismo aniquilada y empezaría un gran imperio autártico alemán, capaz de responder al comunismo y a los USA en su objetivo de ser una hegemonía global. Los detalles se este plan serían desarrollados a medida que el tiempo avanzase.
Evidentemente y de alguna forma, las dificultades de la guerra en marcha llevaron a desarrollar una política europea alemana, haciéndola más realista y conciliatoria, particularmente tras el desastre de Stalingrado. Esto es evidente al cambiar los criterios para alistarse en la Waffen SS, el cuerpo militar de las SS, que se amplió a la mayoría de nacionalidades europeas, e incluso los racialmente cuestionables tártaros y bosnios musulmanes. Goebbels mandó directivas sobre esa época prohibiendo a los medios en Alemania el realizar comentarios contrarios sobre las otras nacionalidades europeas.
En Marzo de 1943, el Ministro de exteriores Von Ribbentrop propuso la creación de una “Confederación Europea”, incluyendo virtualmente a todos los estados europeos. El borrador de esta propuesta dice, entre otros, lo siguiente:
“Los miembros de la Confederación son estados soberanos y se garantizan entre ellos la libertad y la independencia política…”
“Los estados de la Confederación concluirán una alianza para la defensa de Europa, cuyos planes se realizarán en tiempo y forma..”
“La economía europea será organizada por los estados miembros en base a un plan común y uniforme que habrán aceptado por acuerdo mutuo. Las barreras aduaneras entre vellos serán abolidas progresivamente…”
“Los miembros de la Confederación serían inicialmente: Alemania, Italia, Francia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Croacia, Serbia, Grecia y España. A ellos se les uniría cualquier estado de los territorios ocupados al que el Führer quisiera otorgar la independencia”. Curiosamente y como se puede ver, Holanda y Bélgica no se mencionan, lo que quizás tiene sentido ya que eran candidatos para ser anexionados al “Gran Reich Germano”, pero es que también ya lo eran Dinamarca y Noruega…
En la práctica, el punto de la propuesta era que Alemania estaría comprometida a no anexionarse unilateralmente a los países participantes tras la guerra, asegurándose la opinión pública en los países europeos aliados y neutrales. Los vagos compromisos a largo plazo para una alianza militar y económica podrían, quizás, eventualmente ser elaborados por comités de diplomáticos, antes que las comunidades europeas de la pos-guerra.
Ribbentrop aseguró al Führer que:
“Si siempre nombramos a las personas adecuadas como representantes en esos estados, gente que vaya por la línea dura y que a pesar de su apariencia conciliadora, sigan el objetivo político concreto, no perjudicaremos en nada la formación de esa Confederación. De hecho, la formación del “Gran Reich Germano” al final de la guerra, será una cuestión en marcha”
Pero en ese momento Hitler no tenía interés y no deseaba hacer ese movimiento sin una clara victoria del Eje. De otra manera, aparecerían las concesiones a la Confederación y eso sería admitir debilidad, algo que el Führer ni se planteaba.
A pesar de la crítica realista de Hitler al Plan Coudenhove-Kalergi y su Pan-Europa, puedo imaginar que en el caso de una victoria del Eje en la II Guerra Mundial, hubiese habido también una necesidad de burócratas internacionales que trabajasen pacientemente para unir algo coherente y con sentido en base a las directivas alemanas. Todo un cuerpo administrativo y multinacional con las ideas y objetivos claros. Seguramente hubiese sido mejor que lo que tenemos hoy. Pero la historia se escribe como se escribe y así estamos con el triunfo absoluto del Plan Kalergi que he citado y que viene de 1923. No nos quejemos por ello…
El Reino Unido nunca hubiese permitido tal cosa del mismo modo que tuvo guerra tras guerra previamente con Francia y España para mantener y acrecentar su imperio evitando un poder hegemónico en el continente, es su política de siglos, sin olvidar su "Gran Juego" contra Rusia.
ResponderEliminarEn realidad, lo que a mí me llama la atención es la significativa ausencia de Suiza en los planes del III Reich y eso que cuentan con población de lengua germana.
Un saludo.
Hola DG y gracias.
ResponderEliminarLo de Suiza lo veo más como una zona neutral para muchos negocios y no era negativo que estuviese en funcionamiento patra Alemania. De hecho hubo un plan alemán para entrar en Suiza pero se desestimó.
Un abrazo, Felipe Botaya
Interesante artículo, pero no entiendo porqué justificas la supuesta 'superioridad racial de lo alemanes' escribiendo esto:
ResponderEliminar"hoy el tamaño de Alemania y las habilidades naturales de su población, la han llevado a un tipo de hegemonía suave dentro de la Unión Europea. Ha sabido obtener recursos del Este y Sur de Europa a través de su capital humano, asegurándolos como mercados cautivos de salarios bajos, con fabricación localizada en esos países y desarrollando la eurozona monetaria en consonancia con sus necesidades"
En la realidad Alemania(del oeste, la del este se mantuvo pobre) resucitó gracias a que los estadounidenses liberalizaron su economía; al igual que en Japón y Corea del Sur ; para evitar que el comunismo se propague por el oeste de Europa.
En Japón lo mismo, para evitar que los japoneses caigan en el comunismo.
De esa manera tuvieron una ventaja mucho mayor a muchos otros países como por ejemplo España...
Los alemanes no son superiores, solo hay que mirar a la historia.
Históricamente los mediterraneos han tenido mucha mas influencia en el avance de la civilización; sin olvidarnos de oriente próximo y oriente lejano.
Que conste que no niego los avances echos por los alemanes, pero estoy firmemente convencido de que ellos no son superiores y tampoco inferiores a nadie.
Un saludo cordial
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