domingo, 27 de septiembre de 2015

¿ARMAS BIOLÓGICAS ALEMANAS?... ¡NO! BRITÁNICAS


Las armas biológicas es una de las formas de guerra más horribles que podamos imaginar. Los soviéticos tuvieron las suyas y las utilizaron en la II Guerra Mundial como comento en un artículo en este blog. Los alemanes las investigaron, pero jamás la usaron... ¿Y los buenos aliados? Al margen de los USA, según se sabe en los últimos tiempos, los británicos llegaron a desarrollar enfermedades como armas de ataques sobre sus enemigos. ¿Pero, cómo fue este asunto?
 
Los científicos ingleses experimentaron con diversas formas de expandir enfermedades como la fiebre aftosa y letales como la disentería, el cólera y las fiebres tifoideas, todo ello en pruebas militares antes y al inicio de la II Guerra Mundial. Se ha revelado hace un tiempo y apareció en el periódico “The Guardian”, una extensa lista de agentes contagiosos y plagas que se estudiaron y que podían ser convertidas en armas de destrucción masiva. Estos archivos investigados por el periódico se han obtenido de archivos del Gabinete de Guerra y entregados por los Archivos Nacionales.
 
Se sabía que el gobierno británico había producido cinco mil tortas rellenas de ántrax para infectar el ganado en Alemania durante la guerra, pero estos documentos nos muestran que la investigación se llevó adelante además para desarrollar una amplia variedad de enfermedades, sobre todo en Porton Down, cerca de Salisbury y en Pirbright en Surrey. Los expertos reportaban a un sub-comité de experimentación del Gabinete de Guerra en Porton, que reconocía que “la guerra bacteriológica” estaba fuera de la ley por la Convención de Ginebra desde 1925. Los documentos ahora desclasificados, están etiquetados como “secreto” y que deben de “ser mantenidos bajo llave”. Una sesión de investigación con “Toxin X”, seguramente botulímicos, era tan delicado que en el informe pone “Que no circule”. 

En un informe interno de Enero de 1941 dice “Las enfermedades que se consideran más adecuadas en su efectividad en la guerra biológica son:
 
1) Enfermedades para humanos: tifus y para-tifus, disentería y cólera.

2) Enfermedades para animales: antrax, fiebre aftosa, peste equina, peste bovina y peste porcina. (El ántrax y la peste equina también afectan al ser humano bajo condiciones favorables de infección)
 
3) Un informe decía que se creía que la guerra biológica no iba “a conseguir un efecto decisivo, pero podría causar un grave trastorno en un momento crítico de la guerra”. Se solicitaba preparación para defenderse de esos ataques “del enemigo” y como “una forma de venganza”
 
El estudio decía que la venganza podría estar limitada sólo a enfermedades o infecciones si “eran usadas primero por los nazis”... “Se asume que la venganza se haría al mismo tiempo y a una escala máxima con todos los medios disponibles”
 
Las enfermedades para humanos, se decía, podrían ser introducidas “en territorio enemigo solo por saboteadores” - por ejemplo en “restaurantes”. “Eso haría muy difícil llegar a una escala suficiente para producir efectos serios”. Los intentos de infectar grandes depósitos desde el aire “necesitaría una gran cantidad de material y probablemente sería eliminada por el cloro en el suministro de agua”, se decía. Algunas enfermedades en animales, añadía el informe, “podría ser distribuida pulverizando sobre los pastos desde un avión”
En Febrero de 1941 el trabajo se había llevado adelante para adaptar “contenedores de acero aerodinámicos” a la bahía de bombas de los bombarderos Wellington y Blenheim. 

Se estimó el tiempo necesario para preparar “las medidas de venganza” de cada enfermedad. Sólo se requerían una pequeñas cantidades de tifus, disentería y cólera, se indicaba y se hicieron pruebas llamadas “métodos de uso”. La esporas infecciosas de ántrax podrían ser producidas en gran cantidad en pocos días, se podían obtener tres cepas del virus de la  fiebre aftosa pero se requerían tres semanas de “reactivación”. Los suministros de peste bovina o plaga del ganado, fueron obtenidos de África y se montó un nuevo centro aislado para el material. Se podían obtener grandes lotes de infecciones bacterianas en dos semanas. Se llevaron a cabo experimentos de peste porcina.
 
El sub-comité recomendó que continuasen las investigaciones en enfermedades tanto para humanos como para animales. Los científicos en Pirbright se encontraron que sus vacas no eran muy cooperativas con los intentos de envenenarlas con las tortas con ántrax o el vidrio esmerilado lanzado desde el aire. “Las observaciones indican que el ganado es suspicaz ante cualquier tipo nuevo de comida”. Se descubrió que la virulencia de las cepas de fiebre aftosa almacenada también tendían a declinar rápidamente. Se ordenó hacer experimentaciones para “mantener las propiedades de los virus al rellenar las tortas”.
 
En Noviembre de 1941, las tortas rellenas de ántrax fue seleccionada como las idóneas para “llevar a cabo una acción ofensiva”. El comité justificó la investigación en base a necesidades de defensa. Un informe indicaba que “Este sub-comité se formó en 1936 porque los informes indicaban que Alemania estaba explorando en este campo”. Los trabajos empezaron en Porton Down en 1940, y dirigidos exclusivamente a la exploración de “las posibilidades ofensivas y probar que una acción defensiva podía llevarse a cabo y por lo tanto acciones de venganza si se ordenaban...” es decir, no nos engañemos, ese era el objetivo: el ataque.
 
El Dr. Brian Balmer de la University College de Londres, que es el autor de “Britain and Biological Warfare: Expert Advice and Science Policy 1930-65”, dijo que el material recientemente desclasificado daba una visión interna y fresca sobre el programa británico de guerra biológica. “No habíamos visto una lista tan detallada anteriormente” y añadió “El proceso (en Porton Down), empezó seguramente con una lista de fuentes de infecciones y luego descubriendo que algunas eran difíciles de fumigar o eran inestables o no útiles como armas”.
 
Sólo los rusos, que se sepa, utilizaron armas biológicas.
 
Concretamente y como anécdota terrible, Pirbright fue el centro de investigación cuyas fugas en 2007 dispararon un brote de fiebre aftosa en Surrey...

5 comentarios:

  1. Una vez más, gracias Felipe, todo lo que describes en este artículo lo desconocia.

    Diógenes de Siono

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  2. A ti Gloria por tu simpatia, interés y participación. Seguimos en contacto, Felipe

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  3. Muy buena su investigación, aunque le he de decir que no me extraña nada de los ingleses. Solo espero que algún día no muy lejano, Alemania levante la cabeza teniendo buenos gobernantes que es lo que merece esta gran nación, tan difamada y humillada después de la guerra hasta la fecha..

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  4. Hola Lydia y gracias por tu aportación.
    Espero que así sea!
    Saludos, Felipe Botaya

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  5. Excelente artículo. Gracias a Dios aún quedan investigadores críticos y al servicio de la Verdad, y yo creo que cada vez son más, en todos los países y eso son buenas noticias.

    Por desgracia los gobiernos ingleses como siempre a lo suyo, mintiendo, maquillando y haciendo todo tipo de maldades (y no son los únicos especialistas en esta materia). ¿Por qué no me sorprendo?...

    http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-10-24/el-hundimiento-de-la-mercedes-un-acto-de-guerra-a-traicion-edulcorado-por-los-ingleses_1069702/

    Un saludo.

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