miércoles, 28 de septiembre de 2016

GEHEIME STAATSPOLIZEI (2)


Los policías de la República de Weimar que acabaron siendo agentes de la Gestapo, habían pasado por duras experiencias. Durante esa república desastrosa, tuvieron que tratar con asesinos, violadores y bandas de gangsters. Por ello, estaban experimentados en el “arte del interrogatorio detallado”. De todas formas, la Gestapo no era desmesuradamente inhumana de acuerdo a los métodos policiales y leyes de esa época, no sólo en Alemania, sino en comparación con las democracias. A los oficiales de la Gestapo se les daban instrucciones detalladas para la investigación de los casos y con todos los detalles. Un abogado de oficio y un juez de investigación también participaban en las pesquisas.

 
McDonough nos da una convincente y rompedora descripción como sigue: La asunción de que la Gestapo arrestaba a personas, los interrogaba brutalmente y luego los enviaba a un campo de concentración, era y es un mito. Cada caso era tratado exhaustivamente antes de cualquier decisión sobre la aplicación de un castigo. Muchos de los arrestados acababan dentro del sistema convencional de justicia y eran acusados por crímenes concretos. Enviar a alguien a un campo de concentración era siempre el “último cartucho”, sobre todo para el ciudadano corriente que no estaba en conexión con ningún grupo de oposición. Y como ya se ha dicho antes, muchos eran puestos en libertad sin cargos.
 
Al mismo tiempo que el socialista nacional Wilhelm Frick se convertía en el Ministro del Interior, la nazificación de la policía no siguió un proceso riguroso. McDonough nos dice que ser miembro del partido socialista nacional, no era un requisito para formar parte de la policía política y luego de la Gestapo, sino la experiencia policial. Sólo el 7,3% de los oficiales de policía fueron purgados cuando Hitler llegó al poder. Es curioso que asumiendo que la llegada del socialismo nacional al poder fue una revolución social, McDonough dice algo muy cierto, fue la menos sangrienta de la historia en comparación con las revoluciones que marcaron el comienzo de la era democrática, como la de los Jacobinos y la exterminación de la Vendée o los bolcheviques con sus millones de muertos.
 
Mientras el jefe de la Gestapo Rudolf Diels, que era un oportunista, dijo en Nuremberg que hasta 7.000 políticos de la oposición fueron eliminados por las SA en el primer año de gobierno Socialista Nacional, McDonough rebaja esa cifra hasta menos de 1.000, y además añade que en la Gestapo eran sobre todo veteranos que trataron de contener a las SA. Hay varios temas en este punto: esta acción autónoma de las SA, en conflicto con otras secciones del partido y el gobierno, es una indicación de la manera en que el régimen de Hitler no era tan totalitario como se suponía y estaba lleno de facciones, con la persona de Hitler tratando de manejar diferentes elementos incluso durante la guerra. El testimonio de Diels en Nuremberg sobre las víctimas de las SA, cuestionado por McDonough, es un ejemplo de los testimonios erróneos o exagerados en el proceso. ¿Entonces por qué creer en cada uno de ellos sin poner esos testimonios bajo escrutinio, análisis y dudas? Razones habrán...
 
El partido comunista tenía sus propias fuerzas de asalto, la Liga de los Luchadores del Frente Rojo. La lucha callejera entre los nazis y los rojos fue un asunto sangriento. Incluso las bajas entre la policía (1928 a 1932) por la violencia comunista fueron de 11 muertos y 1.121 heridos. Durante el mismo período las bajas nazis por la violencia roja fue de 128 muertos y 19.769 heridos. Que la venganza de las SA en menos de 1.000 comunistas muertos parece remarcablemente pequeña por todos esos años de enfrentamientos.
 
En Agosto de 1933 se había limitado a las SA y desmontado su “policía auxiliar”, se reforzaron las regulaciones más estrictas y la Gestapo, apoyada por la policía, fueron los únicos servicios estatales facultados con “custodia preventiva”. Hans Frank, Ministro de Justicia en Munich, estaba entre los más duros contra las SA y su maltrato a los oponentes. Las SS tomaron el control de los campos de trabajo. Había un código muy estricto para el trato a los internos. Un caso de dos opositores que habían sido maltratados y enviados al campo de concentración de Oranienburg por la Gestapo en Berlín, resultó que la investigación encontró culpable a la Gestapo. Cuando uno ve algo así se pregunta ¿Cómo este estado socialista nacional, paradigma del terror y la maldad “oficial”, inició una investigación de maltrato a dos opositores por la policía política del estado? Esta forma de proceder era inusual en cualquier país o gobierno en aquel lejano 1933 e incluso hoy lo sería.
 
Con el escrutinio de Frick, entre las alegaciones de maltrato en los campos de trabajo, Himmler se dirigió en una conferencia a la Gestapo en Octubre de 1934, diciéndoles que con sus poderes de “custodia protectora”, deberían asegurar que en todos los casos eran manejados rápida y eficazmente, con cortesía y que ningún ciudadano leal debería sentir miedo de ser arrestado. En 1935, se le dio a la Gestapo jurisdicción sobre los campos de trabajo, a pesar de que continuaban siendo gestionados por las SS.
 
Los grupos de la oposición fueron investigados como una amenaza a la comunidad nacional. McDonough nos dice que el número de campos de trabajo hasta el inicio de la guerra no se incrementó de forma notable. Durante la declaración de guerra, 21.400 prisioneros se encontraban en 6 campos. Los que estaban bajo “custodia protectora” raramente eran sometidos a tortura. El Ministerio de Justicia le recordaba frecuentemente a la Gestapo que habían severos castigos por el maltrato a prisioneros. El castigo más común eran 25 azotes en el culo con una caña de bambú y en presencia de un médico. McDonough nos indica que habían castigos no oficiales que incluían el sumergir a la persona en un baño de agua helada hasta casi la asfixia, ejercicios de agotamiento, privación de sueño, etc. De todas formas añade que estas torturas eran escasas y no lo habitual.
 
¿Entonces, cómo era la actitud de la Gestapo y los oficiales nazis por el uso del castigo en comparación con las democracias? No sólo el castigo corporal era usado por el sistema legal de las democracias durante los mismos años del socialismo nacional, sino que además ¡continuó!. Por lo tanto no habían diferencias entre otros países supuestamente libres y Alemania. Por ejemplo, en UK se abolió el uso del castigo corporal en 1948, pero con permiso del secretario de Interior, podía ser utilizado por ataques a los funcionarios de las prisiones hasta que fue abolido en 1967. Las técnicas de “interrogación avanzada”, fueron una característica en los estados democráticos hasta hoy, a pesar de que es en el III Reich y específicamente la Gestapo, que se han convertido en sinónimos de tortura.
 
La tortura fue usada por los aliados a gran escala tras la guerra para obtener las confesiones de los prisioneros alemanes. El juicio a los acusados de la “Matanza de Malmedy”, fue notable por su uso de “técnicas de interrogación”. Los acusados fueron acusados de haber disparado contra soldados americanos que se habían rendido durante la Batalla de las Ardenas en Bélgica. El Secretario del Ejército USA Kenneth C. Royal, montó un tribunal para investigar las alegaciones de tortura que se habían puesto en conocimiento del senador Joseph McCarthy. El tribunal estaba dirigido por Gordon Simpson de la Corte Suprema de Texas, con Leroy van Roden, juez de Pennsylvania y el teniente coronel Charles W. Lawrence del ejército USA. La llamada Comisión Simpson recomendó la conmutación de todas las sentencias de muerte de los acusados alemanes. Mientras que el informe de la comisión fue considerado “suave”, van Roden volvió a los USA compartiendo totalmente las alegaciones de que los interrogadores habían sometido a los acusados a golpes con palos, incluyendo “golpes en los genitales”, amenazas de ahorcamiento durante los interrogatorios y no darles agua. Willis M. Everett, nombrado jefe del Consejo de Defensa por el ejército USA, se sintió muy incómodo sobre el alto número de judíos que estuvieron implicados en los procesos por “crímenes de guerra”.
 
Otro ejemplo de torturas aliadas, al margen de mi artículo sobre el asunto en Inglaterra,  se dio en una “prisión secreta de torturas” que operó en Bad Nenndorf en el noroeste de Alemania por el “Combined Services Detailed Interrogation Centre (CSDIC), una división de la Oficina Británica de Guerra. El centro de la ciudad fue vaciado de gente y rodeado por alambradas. Por la noche los vecinos podían oír los gritos de los prisioneros. La mayoría de los interrogadores eran “refugiados judíos-alemanes”. Aparte de las brutalidades físicas, las amenazas de matar a la mujer e hijos del prisionero se aceptaban como técnicas de interrogación. Un anti-nazi que pasó 2 años bajo la custodia de la Gestapo, afirmó que nunca había experimentado una brutalidad como la que sufrió en Bad Nenndorf.
 
Mucho se ha hablado sobre la relación Iglesia-Estado durante el gobierno de Hitler, McDonough de nuevo trata el tema diciendo que el régimen nazi estaba determinado a limitar la influencia del cristianismo. Tanto Himmler como Heydrich eran hostiles al cristianismo. De todas formas, el autor Steigmann-Gall nos dice en su libro “The Holy Reich”, que Hitler quería una iglesia estatal unificada, similar a la Iglesia Anglicana británica, donde la monarquía era su cabeza. Se desilusionó por la falta de unión entre las distintas creencias. A pesar de las medidas indirectas de Himmler para disuadir a las SS de que no asistiesen a los oficios religiosos, y sus esfuerzos en crear una religión pagana SS alternativa, los alemanes se mantuvieron mayoritariamente cristianos, algo que nos indica McDonough. Había tensión entre el estado y la Iglesia Católica, como la había desde la llamada “Kulturkampf” de Bismarck y hubo un antagonismo hacia el régimen entre los protestantes centrado en la Iglesia Confesional. Siendo Alemania como el hogar de la Reforma, y la “Kulturkampf” de finales del siglo XIX contra el catolicismo, el conflicto entre la Iglesia y el gobierno de Hitler, éste conflicto podía ser visto más como algo alemán que como específicamente socialista nacional.
 
En 1933, el 40% de los ministros de la Iglesia Evangélica que representaba a los luteranos y los calvinistas, eran miembros del NSDAP. Una cristiandad nazificada organizada como la Iglesia Evangélica del Reich tenía el apoyo mayoritario entre los protestantes. Se les oponía una minoría dirigida por el celebrado Martin Niemöller quien, lejos de ser anti-nazi, celebró la llegada de Hitler al poder, pero se opuso a la nazificación de la teología. En 1937, para tratar con la oposición entre los religiosos, se creó la sección IV-B en la Gestapo.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo, suscribo las palabras de que el problema religioso, era ya un problema alemán de años atrás, pero se suele echar al saco todo al NS

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  2. Muy interesante estos dos artículos sobre la gestado. Hoy en día la gente se piensa que la gestapo era lo mismo que la nkvd. Después de 3 años aprox informándome sobre el tercer reich, Segunda Guerra Mundial, susodicho holocausto, revolución rusa, URSS, 2a republica, guerra civil española y franquismo. Esta es una de las cosas que me faltaban por conocer. Apenas conocía cómo funcionaba la gestapo. El funcionamiento de las waffen ss, nkvd o la Cheka las conozco bastante mejor. La mayor parte de lo que se de las waffen ss es por lo que he visto en YouTube de Leon Degrelle explicando su funcionamiento. Gracias a su testimonio conocí que fueron multiculturales. La nkvd y la cheka las conozco principalmente por pio moa y Víctor Suvorov. En cuanto a la gestapo, ahora la conozco mejor gracias a ti Felipe. Gracias;)

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