jueves, 9 de julio de 2015

FREUD Y LA CIENCIA


Sabéis de mi poco aprecio por la figura del ultravalorado por algunos Sigismund Schlomo Freud, también conocido como Sigmund Freud y todos aquellos que han seguido su legado con entusiasmo. Sí tengo claro que es un personaje con unas teorías que han trascendido a la propia ciencia y han tenido y tienen todavía efectos devastadores, sobre el ser humano y nuestra cultura occidental. Para unos, este austríaco de origen judío, es considerado como un revolucionario en psicología y psicoanálisis, para otros simplemente es un fraude. Yo estoy más en esta segunda línea. Sin embargo y esto es cierto, es raro el día que no usemos o conozcamos términos como “freudiano”, “símbolos fálicos”, “mecanismos de defensa”, y un largo etc., acuñados por él o sus acólitos y seguidores.


Si analizamos las ideas de Freud y siguiendo lo que digo más arriba, éstas no sólo han trascendido la ciencia misma, creo que la han sobrepasado... Por ejemplo, si las nociones del “ego” y “superego” hubiesen sido estudiadas bajo criterios rigurosos, no hubiesen llegado a un conocimiento tan extenso como el actual. Hubiesen permanecido en departamentos de psicología como una curiosidad más. Y sucede lo mismo en los análisis de los sueños, como el conocido Complejo de Edipo, donde se supone que los jóvenes se sienten atraídos sexualmente por sus madres, o la envidia fálica, un supuesto estado en el desarrollo donde las chicas sufren ansiedad al ser conscientes de que les falta el pene. Se sabe que todas estas ideas son erróneas e incluso disparates y para mi unas ideas que demostraban las carencias de Freud mismo.

Y no es que sean manías mías contra el personaje, en 1996 el profesor de Berkeley , Frederick Crews, escribió en la revista Psychological Science que “Estudios independientes empiezan a converger hacia un veredicto... y es que no se puede decir nada científica o terapéuticamente sobre las ventajas del sistema freudiano o algunos de los dogmas que lo componen”. Esta conclusión puede ser exagerada ya que alguna cosa es salvable de toda la patulea que alumbró. Los tratamientos psiquiátricos basados en los puntos más básicos y simples del psicoanálisis de Freud parecen ser efectivos en algunos trastornos mentales, incluyendo la depresión. No olvidemos que el psicoanálisis fue fundado sobre principios resbaladizos y muy discutibles, no científicos.

El historiador sobre la ciencia, el Dr. Frank Sulloway, analizó seis de los principales casos de estudio de Freud sobre psicoanálisis, y los encontró “desenfrenados en censura, distorsionados, con reconstrucciones altamente dudosas y reclamaciones exageradas”. A pesar de las muchas tergiversaciones de Freud, éste no pudo ocultar el hecho de que la mitad de sus casos analizados acabaron en fracasos espectaculares, sin curación para el paciente. El el “Science-Based Medicine”, Harriet Hall nos indica que “Su trabajo no fue científico. Nunca probó sus ideas con experimentos que hubiesen podido falsear sus creencias e ignoró hechos que contradecían sus creencias”.

Estaremos de acuerdo que esta no es la forma de proceder de un científico de verdad. En vez de utilizar datos para construir su teoría, Freud teorizaba primero, luego intentaba producir datos que encajasen con su teoría. En esencia, Freud no era más que un “psicólogo de sillón”, pero admitiré que bien educado e influyente y eso le ha hecho pasar a la historia.

Creo que lo métodos de aprendizaje de Freud, representan un paso atrás, un regreso, hacia el tipo de aprendizaje basado en la autoridad y secretismo que tipificaron la escolástica y la alquimia antes de la revolución científica. El psicólogo Hans Eysenck describe a Freud como “Un genio, no en la ciencia, pero sí en la propaganda, no en las pruebas rigurosas pero sí en la persuasión, no en el diseño de experimentos pero sí en el arte literario”.

“En el mejor de los casos, Freud es una figura de interés histórico sólo para los psicólogos” nos indica el psicólogo John F. Kihlstrom y sigue “Está mejor estudiado como escritor en departamentos de lengua y escritura, que como científico en departamentos de psicología”. Sin comentarios.

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