TODO SON COINCIDENCIAS (2)

Nuestra amiga Jenji Kohan se convirtió guionista de numerosos dramas y comedias incluyendo “Sex and the City” (creada por el escritor, director y productor judío Darren Star), “Gilmore Girls” (Creada por la escritora, directora y productora judía Amy Sherman), “Mad About You" (creada por el actor y escritor judío Paul Reiser y el escritor y productor judío Danny Jacobson), y “The Fresh Prince of Bel-Air” (creada por el actor y escritor judío Andy Borowitz y su mujer Susan Borowitz), entre otras sitcoms y series de éxito debidamente jaleadas por los medios. Son coincidencias, nada más...

 

En 2005 tuvo la oportunidad de escribir y producir su propio show, que le llevó a la sátira cómico-oscura llamada “Weeds” (Malas Hierbas), una serie sobre “la peculiar naturaleza del mundo doméstico en los USA”. Se rodó en un supuesto suburbio de ficción, la serie muestra la viuda y madre Nancy Botwin (Mary-Louise Parker), que se convierte en una traficante de drogas para poder mantener su estilo de vida de clase media. Con la ayuda de personajes con mala fama y su inútil e inmaduro cuñado Andy (que representa la clásica imagen hollywoodense desfavorable de los blancos), trata de sacar adelante a sus dos hijos Sila y Shane. El “Jewish Journal” indicó que “Weeds” “trata de forma rutinaria muchos de los más controvertidos temas en la televisión. Cada temporada tiene su ración de desorden, relaciones ilícitas y un increíble sustrato freudiano (en un episodio, Nancy sorprende a su hijo más joven masturbándose ante una foto de ella desnuda).
 

Es curioso como estos temas freudianos siguen teniendo influencia en los guionistas judíos, como Kohan, sobre las mentes occidentales, a pesar del hecho de que todas estas supercherías freudianas hace tiempo que han perdido su vigencia y presencia en el desarrollo de la psicología actual. Y de acuerdo con el “Jewish Journal”, el rechazo de Kohan “a limitarse a sí misma en la creatividad de contenidos de su show ha hecho que la moral ambigua sea la marca de la serie “Weeds”. En ella, no hay tópico lo suficientemente siniestro ni personaje lo suficientemente depravado”. Poniendo el objetivo en estos personajes depravados y usarlos para el humor y las preguntas, Kohan dice que “Weeds” le ha permitido estar en contacto con su identidad judía, señalando que “Para mi, la esencia de mi judaísmo es hacer preguntas - preguntar por qué, preguntar más. Y de alguna manera, el show me permite seguir el camino del judaísmo” ¡Qué coincidencia!
 

Tras la aclamada serie “Weed”, ¡cómo no! qué coincidencia!, que acabó en 2012, Kohan adoptó el libro de la autora medio judía Piper Kerman “Orange is the New Black”, sobre sus experiencias en una prisión de mínima seguridad para mujeres. La serie gira alrededor de la “despistada rubia bisexual Piper Chapman”, interpretada por Taylor Schilling, que es sentenciada a 15 meses de prisión por transportar dinero de la droga traficada por su antigua novia Alex Vause, interpretada por la actriz medio judía Laura Prepon.
 

La serie “Orange is the New Black” es increíblemente degenerada que invierte la moralidad tradicional occidental y convierte en glamorosa la homosexualidad. La serie muestra que las relaciones heterosexuales son anormales y que el cristianismo es un credo diabólico el cual restringe la vida sexual, convirtiendo a sus creyentes en fanáticos intolerantes hipócritas y de personalidad neurótica. La “villana” cristiana en la serie fue enviada a prisión por matar a un grupo de abortistas tras haber abortado ella misma. Cada mujer en la prisión con excepción de la “villana” cristiana, tiene una relación lésbica con alguna de sus compañeras de calabozo, incluso una monja. Todo esto es sólo una coincidencia, nada más...
 

Los señores que mueven los hilos en Hollywood aman envilecer la cristiandad y el catolicismo, mostrando monjas en actos sexuales. Como botón de muestra en otra serie depravada, la escena que abre la serie “Californication”, protagonizada y producida por el actor judío David Duchovny (cuyo padre fue un publicista del “American Jewish Committee”), muestra a una monja realizando sexo oral al personaje de Duchovny en una iglesia. Este pornográfico envilecimiento de los símbolos sagrados cristianos por estos señores, es una clara muestra de profanación continuada de la cultura cristiana ¿por qué no sucede en una sinagoga o en una mezquita? Es una pregunta procedente tras tantos abusos.
 

No hay duda de que Kohan no tiene reparos en estas descripciones e insultos, añadiendo que “Cuando la gente tiene estas vacas sagradas, mi máxima urgencia es abatirlas”. Desde luego, cualquiera que trate de abatir o ridiculizar las vacas sagradas judías, se verá rápidamente en una lista negra del ADL y el SPCL, seguramente perderá su empleo y si es una figura pública, será atacada sin descanso por los medios controlados por estos señores.
 

Kohan es definida por la “Time Magazine”, qué coincidencia, como una “fuerza de la naturaleza”, e indica que “sus personajes son una explosión de color y orientación sexual en pantalla que corta la respiración. Jenji muestra pasión por la diversidad creando personajes de todo tipo y origen que son tri-dimensionales, defectuosos y algunas veces desagradables, pero siempre humanos”. Aquí se indica, ¡Oh! que coincidencia, la preferencia de Hollywood sobre la nobleza de la liberación sexual y la mezcla de razas y que son muy notables en esta serie. 

Se le preguntó a Kohan por qué incluía tanto sexo gratuito en su programa. Respondió: “Quiero más folleteo en cualquier lugar. Esta es una de mis preferencias. Expresa todo. Es confort, es descanso, es brutalidad, es compañerismo. Es tantas cosas. Todos lo hacemos. Todos pensamos en ello. No lo vemos suficientemente. Parte de él es una danza con los actores (la mayoría no judíos), porque es vulnerable para ellos el hacerlo. Pero si pudiese hacerlo a mi manera, habría mucho más, en todo. Es tan vital e integral en la vida y debe ser reflejado en los que estamos viendo, Y es caliente. Amo el sexo y quiero más”. Sin comentarios.
 

Kohan también ha opinado que “Creo que la gente necesita aceptar su sexualidad sin importar en qué entorno está” e indica que “ella suscribe la escala de Kinsey, donde el 10% son absolutamente heterosexuales y el 10% absolutamente gays. El resto flota en ese 80% restante”. Es evidente que Kohan se hace eco del “argumento” freudiano de que “la disposición a las perversiones es una disposición original y universal en el instinto sexual humano”. Sin duda, Freud volvía a explicar y aplicar a los demás sus propias miserias sexuales.
 

En respuesta a las noticias de que una de las guionistas de la serie de Kohan se había divorciado y ahora tenía una relación con una de las actrices de la serie y que causa era que  escribiendo los guiones de la serie se había dado cuenta de que era lesbiana, Kohan bromeó “La convertí en gay. La hice gay. Sentí como que no había suficiente equilibrio en el set de rodaje, por lo que tengo una varita mágica y convierto a la gente en gay”. ¡Muy graciosa!. Es evidente que a través de esta imagen positiva de la homosexualidad, la serie alienta a individuos confusos o marginales, como la guionista arriba indicada, a identificarse como homosexual.
 

La serie ha tenido 12 nominaciones Emmy (podemos imaginar quien reparte estos premios...) y ha sido, que coincidencia, universalmente ensalzada por los medios controlados por estos señores. Lo comentarios sucios y ordinarios de los personajes de la serie se citan como serios comentarios culturales en los medios...
 

Sin embargo la vida privada de Jenji Kohan es de lo más normal según los estándares judíos. Está casada con el periodista free-lace Christopher Noxon, con el cual tiene tres hijos que van a una escuela judía. Kohan se escuda ante esta aparente falta de coherencia con lo que escribe diciendo que “mi vida doméstica convencional, me lleva entrar en esas oscuras esquinas de la narración. Es mi rebeldía, es mi diversión” Otra coincidencia...