Hace poco tuve ocasión de ver dos reportajes sobre China y el
llamado Crédito Social (CS), que el Partido Comunista ya está poniendo en
marcha en todo el país a la máxima velocidad. Es el sueño de todo poder
omnímodo para el control total de sus ciudadanos. La pesadilla de Orwell y
Huxley hecha realidad.
En pocas palabras se trata de un sistema de puntos que el gobierno
le da o quita a cada ciudadano en función de la vida que lleva, lo que compra y las amistades
que frecuenta. Este sistema se parece mucho a un capítulo de “Black Mirror”
(cuando era una buena serie inglesa y no gringa como ahora), sobre puntuaciones
que se otorgaban entre sí los ciudadanos a tiempo real.
En el
caso de CS tiránico chino, es una tecnología adecuada para la video vigilancia
continua y reconocimiento facial de todos y cada uno de los ciudadanos en
cualquier lugar público en el que se hallen y de forma continuada. La idea es
que los ciudadanos tengan siempre un buen comportamiento, es decir el buen
comportamiento que el partido comunista decida. El objetivo final de esta
medida horrorosa es, según palabras del gobierno “permitir que la confianza
esté en todos sitios y hacer muy difícil a los que no tengan crédito el poder moverse
libremente”. Me recuerda aquella frase lapidaria de la película distópica
“Brazil” y sus mensajes en carteles en los que decía, entre otros “La Sospecha
Genera Confianza”.
En los
reportajes aparecían chinos sin crédito a los que no se les permitía salir ni
siquiera de su ciudad y los billetes de avión, tren o autobús al
exterior prohibidos cuando intentan comprar uno. El sistema analiza tu compra diaria y
si compras cerveza, el algoritmo determina que eres alcohólico y te resta
puntos. Si compran pañales ganas puntos porque eres un buen ciudadano que procrea.
Si tienes un amigo que el CS lo tiene como peligro para el sistema, a ti te
restan puntos, con lo que es fácil imaginar que el propio ciudadano huirá de
según quien.
Pero no
nos engañemos, en occidente y USA, las corporaciones están construyendo un
sistema de CS. En los USA ya son un tentáculo más del gobierno. En Europa
estamos en ello y su implantación. Si alguien cree que vivimos en una
democracia o república constitucional, creo que está completamente
desinformado o tiene un lavado de cerebro intenso, o bien es absolutamente
ignorante.
Este
sistema chino es la admiración del grupo en el poder, ya que China es el
ejemplo social al que se quiere llegar y que nunca se pudo aplicar en Occidente
abiertamente. Ahora están en ello. Recordemos que siempre he dicho que el grupo
de poder (no es ninguna élite) que nos amarga la vida es completamente
comunista, aunque parezca imposible. Su idea es un pequeño grupo controlándolo
todo desde arriba y el resto ganado, reses. Nada más.
Ello
también explica la destrucción de la industria propia nacional en Occidente y
llevarla a China con todos sus avances, hace más de 40 años. China era el país a imitar y había que
potenciarlo a costa de Occidente. China es el ejemplo de los pasos sociales que
hay que dar y corregir errores para su aplicación rápida entre nosotros y sobre
todo lograr pagar salarios de miseria como en China. Me rio cuando veo
empresarios en España haciendo negocios con supuestas empresas chinas libres,
para llevar a cabo producción barata. No hay una sola empresa y empresario
chino libre en China, todas las empresas son del gobierno y dirigidas en sus
cuadros por funcionarios del partido comunista. Siempre se negocia con un
funcionario que conoce muy bien a quién sirve. Todo ya está controlado desde
hace tiempo y se permite que sea así. Nos olvidamos de los DD.HH y demás monserga.
Ahora
con el CS en marcha en ese inmenso país, se verá su aplicabilidad y mejoras con
lo que la esclavitud será absoluta. Y la idea es que sea a nivel mundial. Por
ejemplo, hay empresas de Silicon valley que ya tienen en marcha un sistema de CS
para las personas. Pero hay una diferencia con el sistema estatal chino y es
que en Silicon Valley se lleva a cabo por corporaciones y empresas privadas y
no es el gobierno USA, aparentemente, quien está detrás.
Es
posible que leer noticias o ver reportajes sobre el CS en China es algo que
preocupa a muchas personas en Occidente, pero hemos de ser conscientes que de
alguna manera ya vivimos en algo similar. Ya lo he dicho en Silicon Valley y lo
vemos en que las industria de tecnología ayudan a imponer estos sistemas con el
cuento de “por su seguridad” y en las políticas de uso a los usuarios. Ya damos
nuestro rostro, facciones y huellas dactilares a reconocedores biométricos de
nuestros teléfonos móviles y ordenadores. ¿A dónde va a parar esta información? ¿Quién la puede
utilizar? ¿Y para qué?.
Por
ejemplo, el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York, ha
anunciado a principios de este año 2019, que las compañías de seguros de vida
pueden darte promociones y descuentos o no en función de lo que vean en tus correos e
internet. Si Instagram te muestra cerca de un oso en el Parque de Yellowstone,
con un Martini en una mano, una cubeta de patatas fritas con queso en la otra y
un cigarrillo en la boca, puedes tener un coste adicional o perder el seguro. Si Facebook te
muestra practicando yoga, es posible que ahorres dinero.
Airbnb
puede anular tu cuenta de por vida por cualquier razón que desee, y se reserva
el derecho de no decirte el por qué. El mensaje frío de la empresa es “Esta
decisión es irreversible y afectará a futuras cuentas y duplicidades. Por favor
entienda que no estamos obligados a darle una explicación por la acción llevada
a cabo contra su cuenta”. La prohibición puede estar basada en algo que el
propietario de la casa o apartamento le ha dicho a Airbnb sobre tu estancia en su
propiedad. Los competidores tienen políticas similares. Es evidente que una
conducta salvaje en un apartamento que no es tuyo debe tener un castigo, pero
un simple comentario mal intencionado de un propietario acaba con tus
posibilidades de viajar así... y te marca.
Hoy
también es fácil que Uber te prohíba el uso de sus servicios. Damos una
calificación al conductor, pero él también nos puntúa y eso no lo saben
la gran mayoría de usuarios. Con la nueva política anunciada en Mayo, si tu
nivel como usuario está por debajo de la media “Uber puede prohibirte el usar
sus servicios”. WhatsApp también puede prohibirte su uso si muchos otros
usuarios te tienen bloqueado. Y así un largo etc.
Un
creciente número de “privilegios” sociales en relación a transporte, hoteles,
comunicaciones y las tarifas que pagamos por un servicio, como el seguro arriba
citado, están controlados por compañías de tecnología y se van a hacer más
estrictas en poco tiempo. Estamos viendo ya las prohibiciones de Google a según
qué páginas. Todas estas empresas que participan en este tipo de control del comportamiento
quieren una sola cosa y es la misma que quiere el gobierno: el poder sobre la
gente.
Espero que esta barbaridad acabe despertándonos del letargo (a los occidentales, los chinos son más dirigibles), porque de lo contrario nuestra suerte ya está echada.
ResponderEliminarHola Mª Luisa, soy escéptico en que la gente despertará. ¿Qué ha de pasar todavía para que se levanten? nOs hacen de todo como población y no pasa nada. Es una bicoca para los de arriba. Es cuestión de tiempo de aplicaciones como la indicada se aplique sin problemas y encima casi todos contentos.
ResponderEliminarSaludoa, Felipe Botaya
Totalmente de acuerdo con usted, señor Botaya. Esto no tiene solución
ResponderEliminarDeberiamos aprender de los Hongkoneses , tener un par co**nes y salir a protestar masivamente en contra de este tipo de tecnologia de control, no me quiero ni imaginar el mundo que encontraran nuestros hijos si no hacemos algo...
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