¿CUANTOS PRESIDENTES?

No voy a entrar en los disparates históricos de los separatistas y su “Institut de Nova Historia”, bien regados con nuestro dinero desgraciadamente. Han llegado muy lejos en su ridículo objetivo de crear una historia y una categoría para Cataluña, que jamás fue y que en otras circunstancias sería cómico. Creo que en sus comparecencias para explicar sus dislates el respetable debería estallar en carcajadas, pero parece que se lo toman en serio aquellos que escuchan.

Recordemos por encima que este supuesto instituto, creado por unos individuos llamados Alberto Codines y Jorge Bilbeny, ha dicho sin empacho alguno que han sido catalanes El Gran Capitán, Cristobal Colón, Erasmo de Rotterdam, Cervantes, Hernán Cortés, Copérnico, Shakespeare, Santa Teresa de Jesús, Leonardo da Vinci, etc…, pero que la malvada España ha tergiversado la historia para aplastar los grandes avances mundiales catalanes. Ellos saben que mienten, pero nadie les para los pies.

Siguiendo con el dislate, ahora resulta que el insigne Joaquín Torra Pla dice y ha firmado este Jueves, que es el presidente 131 de la Generalidad. Con ello pretenden hacernos creer que es una institución que viene de la Edad Media y que ya entonces se contemplaba a Cataluña como país con gobierno propio. Pura filfa para alguien medianamente inteligente y leído. Todos sabemos y así está registrado para todo aquel que quiera tomarse la molestia, que Cataluña era un condado del Reino de Aragón con salida al mar, simplemente eso, nada más.

Ahora los separatistas ya llaman a ese reino la Corona Catalano-Aragonesa, otra ficción, otro dislate para darle empaque a un simple condado que nunca fue reino. Tienen la suerte que la gente no lee y creen lo que dice TV3, RAC 1 y sus sicarios bien pagados por España (La Generalidad esta en bancarrota, debe 78.000 millones y España paga puntualmente cada mes a los funcionarios catalanes…).

La llamada “Diputación del General”, que así se llamaba en origen, podía recaudar impuestos cuando pertenecía a la Corona de Aragón y se montó, al igual que en otros condados bajo esa corona, como oficina tributaria dirigida, bajo orden del rey de Aragón, por Berenguer de Cruïlles, obispo de Gerona, su primer “presidente” en representación de la rama eclesiástica del poder de las tres vigentes en la época (el real, el militar y el religioso). Por lo tanto, la cacareada Generalidad la creó el rey de Aragón y se oficializó en Cervera, ciudad borbónica y española donde las haya (en dicha población hubo la única universidad catalana en idioma español, por supuesto, por su fidelidad al rey Felipe V).

El rey de Aragón permitía margen de maniobra a sus condados para la recaudación de impuestos, todo ello de forma temporal y lo prueba el hecho de que se destruyeron todos los documentos de trabajo de esa “oficina tributaria” en Cataluña y las demás de la Corona de Aragón, cuando acabó la llamada “Guerra de los Pedros”. En resumen se puede decir sin ánimo de error que esa “Generalidad” era un departamento de Hacienda y con un trabajo determinado que cumplimentó correctamente al igual que los demás condados. Fin de  la historia.

Sin embargo, es cierto que con el declinar de la importancia de la Corona de Aragón y su traslado a Sicilia, Cataluña tuvo una mayor autonomía de actuación y amplió sus funciones dentro del área política ya que el rey estaba lejos. Sin embargo y a pesar de que Cataluña no ha sido históricamente nada importante, salvo para aprovecharse económicamente de la presencia de España en Sudamérica, Felipe V acaba con el desaguisado en 1714, en la Guerra de Sucesión, otro punto culminante de la fantasía separatista.

La Generalidad que conocemos aparece en 1932 y el nombre lo recibe de un español de Andalucía, llamado Fernando de Los Rios, que para más INRI era socialista. El primer presidente fue Francesc Macià, seguido del infame y fusilado Lluis Companys (sustituido temporalmente por el militar granadino coronel Francisco Jimenez, hasta 1935), luego Josep Irla i Bosch y Josep Tarradellas ambos en el exilio francés. Tarradellas regresó, siguió Jordi Pujol, Ernest Maragall, José Montilla, Artur Mas, el fugado Carlos Puigdemont y ahora Joaquín Torra Pla.

Desde Tarradellas ha habido 7 presidentes y tras la aprobación del nefasto estatuto de autonomía en 1979 con Pujol, se inicia oficialmente la Generalidad. Todo ello puede comprobarse históricamente ya que forma parte de los archivos nacionales y se explica en libros serios.

Me gustaría que no olvidemos que todos estos “presidentes” son simples representantes ordinarios, es decir funcionarios, del Estado en Cataluña, que es una parte del territorio nacional y cobran de todos y cada uno de los españoles. Por eso su nivel de traición, desacato y desorden tan lamentable, obvio e incluso ridículo, debería de haber tenido una respuesta del Estado mucho mas contundente.