Hay situaciones históricas que aún hoy levantan pasiones y que son muy difíciles de explicar razonablemente y de forma objetiva. Es evidente que durante 80 años una legión de historiadores, economistas, sociólogos, antropólogos y otros investigadores de diferente pelaje han tratado de buscar una explicación, un sentido, a la rápida y exitosa llegada del partido Socialista-Nacional (NSDAP) al poder en Alemania en 1933.
La explicación convencional dice que los votantes alemanes se decantaron por el partido en 1932 y 1933 en respuesta a la terrible Gran Depresión, en la cual los partidos convencionales se demostraron incapaces de solucionar. Sin embargo, otros investigadores han tratado de explicar la llegada de Hitler, total o en parte, en referencia a la obsesión cultural alemana con el orden y la autoridad, a siglos de un virulento anti-semitismo y a la popularidad de los grupos locales como asociaciones de veteranos, clubs de ajedrez y coros donde el partido reclutaba a sus seguidores. Sin embargo, un nuevo equipo de historiadores y economístas se han enfocado en otro concepto: austeridad y específicamente el paquete de los duros recortes en el gasto y el incremento de los impuestos que el canciller conservador Heinrich Brüning promulgó entre 1930 y 1932.
En el documento de esos historiadores, emitido a través de la “National Bureau of Economic Research” norteamericana, dice que ellos no creen que la austeridad explique la historia al completo. Es un factor entre otros. Pero creen que la austeridad ayuda a llenar algunos huecos de la explicación que se enfoca en la Gran Depresión como argumento de la subida de los Socialistas-Nacionales. Hay un agujero importante en esa explicación que se basa en la Gran Depresión. Muchos otros países sufrieron también esa depresión económica y sin embargo no llegaron a un gobierno como el de Hitler. Recordemos que en la década de los 20’s, no había una diferencia sustancial en el desempeño económico de las naciones que, en los 30’s, eran regímenes democráticos o en su mayoría dictaduras. Los autores indican que “la profundidad de la depresión era sólo algo más alta en Alemania que en Francia u Holanda, y era incluso peor en Austria y otros países del Este de Europa y los USA”. De esos países, Austria vio un giro radical hacia una dictadura de derechas que llegó con Engelbert Dollfuss en 1932. Pero Francia, Holanda y los USA no vieron esos giros hacia los partidos de extrema derecha.
También es un problema para la explicación simplista convencional el hecho de que a los desempleados no les hacia gracia votar por los Socialistas-Nacionales. Los autores demuestran a través de la investigación que ese grupo de votantes preferían votar a los comunistas o a los social-demócratas. “Y no fue que Hitler no tratase de atraer a las masas de desempleados, sino que el partido comunista se percibía como el partido tradicionalmente representante de los intereses de los trabajadores”. Un factor único alemán que podría explicar esa victoria del NSDAP de Hitler, fue el pago de las reparaciones de la I Guerra Mundial estipuladas en el Tratado de Versalles, que totalizaban el 260% del PIB alemán de 1913. Ya en 1920, John Maynard Keynes estuvo alertando que el daño económico causado por forzar a Alemania a pagar esa deuda, podría llevar a una dictadura.
Los autores nos indican que la mayoría de la deuda alemana no fue pagada. El presidente USA Herbert Hoover anunció una moratoria en los pagos en 1931 y luego fue suspendida por los aliados en la Conferencia de Lausana en 1932. No niegan que la idea de que las reparaciones de guerra jugaron un papel importante, particularmente tras Brüning, que como canciller denunció públicamente el sistema de reparaciones de 1931, y que llevó a los mercados internacionales a temer que Alemania no podría pagar sus deudas y que sería muy difícil volver a prestar dinero al país. Y ese es el momento en el que la austeridad aparece. La escala de recortes que Brüning aplicó de 1930 a 1932 es realmente tremenda. Los autores estiman que Brüning cortó los gastos del gobierno alemán en un 15%, tras la inflación en esos tres años. Incrementó el impuesto sobre las rentas a las más altas en un 10% y recortó beneficios de desempleo, pensiones y bienestar.
Las consecuencias económicas fueron horribles. El PIB cayó en un 15% al igual que los ingresos del gobierno. El desempleo creció del 22,7% al 43,8%. Brüning fue conocido como “El Canciller del Hambre”. Los autores escriben de que “A pesar de que Alemania no era el único país golpeado por la depresión, fue el único gran país en aplicar medidas de austeridad profundas y prolongadas”. UK en contraste, incrementó los gastos del gobierno en ese mismo período. El equipo económico e historia que ha hecho el informe que cito, son los primeros en conectar el daño causado por la austeridad, con la subida de los Socialistas-Nacionales y también son de los pocos que han tratado de cuantificar el efecto. Primero estimaron el nivel de austeridad en cada estado y distrito en Alemania utilizando el promedio de impuestos de cada zona. Mientras que el gobierno de Brüning subió el impuesto sobre la renta, muchos de estos eran de carácter local, por lo que se produjeron diferencias sustanciales entre las diferentes regiones y el gobierno. Y los autores han demostrado que las zonas donde más se incrementaron los impuestos también votaron más al NSDAP en las elecciones de Julio de 1932, Noviembre de 1932 y Marzo de 1933.
El grupo de estudiosos encontró resultados similares si se define austeridad como recorte de los gastos gubernamentales y locales, o usar una medida que combine ambos gastos y cambios en los ingresos o nivel de impuestos. La conclusión era que “Independientemente de cómo midiésemos la austeridad, la asociación estimada de austeridad con la participación del voto Socialista-Nacional es positiva y estadísticamente significativa en los modelos utilizados, considerando las diferentes elecciones entre 1930 y 1933”. De acuerdo con una estimación, un incremento del 1% en recortar los gastos se asocia un incremento del 1,825% en la participación de voto a los Socialistas-Nacionales. Los resultados son incluso más potentes si uno mira solamente a los recortes de las pensiones municipales, apoyo al desempleo y salud.
“En el punto álgido de este estudio” dicen en el informe “es plausible argumentar que los Socialistas-Nacionales nunca hubiesen llegado al poder en Marzo de 1933, ya que les hubiese hecho falta una coalición de socios políticos para llegar hasta el 11% de los votos”. En realidad tras las elecciones de Marzo, en las cuales Hitler ya era Canciller, los Socialistas-Nacionales mantuvieron su coalición con el partido de extrema derecha DNVP (Deutschnationale Volkspartei), que controlaba el 8% de los votos en el Reichstag. Puede parecer poca diferencia, 3 puntos, entre este 8% y el 11% arriba citado en el Reichstag y es casi seguro que Hitler hubiese sido capaz de retener la cancillería incluso si hubiese tenido algunos escaños menos en el Reichstag.
En ese momento, el Presidente Paul von Hinderburg ya había emitido el decreto que le daba a Hitler vastos poderes para suprimir a la disidencia. Utilizó eventualmente esos poderes para arrestar a todos los comunistas y algunos miembros de la Social Democracia que estaban en el Reichstag y que eran la herencia de la agonizante y desastrosa República de Weimar. En este punto a muchos les surge la duda de ¿por qué la austeridad pudo beneficiar más a los Socialistas- Nacionales que a los comunistas o social-demócratas? Por una razón, los social-demócratas eran el socio político más joven del Partido de Centro de Brüning en la coalición de gobierno, y fueron castigados por la austeridad aplicada por Brüning. Los comunistas tuvieron muchos votos, sobre todo entre los desempleados y la clase trabajadora, pero al mismo tiempo los Socialistas-Nacionales subían en votos.
Mientras que los autores del informe no nos dan una respuesta definitiva, sí indican que los Socialistas-Nacionales ofrecían una plataforma anti-austeridad, complementada por un hiper-nacionalismo y anti-semitismo muy notables. Prometieron trabajar sobre los impuestos para “mantener el sistema de seguridad social” asegurando “una generosa expansión de apoyo a los más mayores” e incrementar la inversión en autopistas”. Estas promesas no motivaron a los desempleados y las clases bajas, que se fueron hacia los comunistas. Sin embargo, sí interesaron entre las clases medias y altas que, a pesar de la depresión, aún tenían algo que perder. Además, estos segmentos sociales vieron que tras la austeridad, los beneficios se limitaban a los pobres y desempleados. Las clases medias y altas también sufrieron la situación de crisis y sin apoyo gubernamental. Los Socialistas-Nacionales prometieron cambiar esta situación para esos segmentos.
Como nos dice el estudio, la austeridad es un factor entre otros y no la causa principal de la llegada al poder de los Socialistas-Nacionales. Y, generalizando a partir del caso alemán, el apoyo actual popular a los grupos de extrema derecha sube tras una profunda austeridad, pero algunas veces no. La depresión en Grecia y el paquete de medidas de austeridad aplicadas por el gobierno, ayudaron a la subida del partido abiertamente Socialista-Nacional “Amanecer Dorado”, mientras que en España que también ha sufrido mucho a través de los años de austeridad, no ha vivido la aparición de grupos sólidos o un grupo sólido de extrema derecha. El caso USA es curioso. Es el único país que tiene a un presidente que dicen que es populista y de derechas, elegido democráticamente tras aplicarse medidas de austeridad en los Estados Unidos. ¿Será así?
Más curioso todavía me resulta que la expresión "Spain is different" acuñada en el época del desarrollismo y el boom turístico, se sigue cumpliendo al pie de la letra.
ResponderEliminarUn saludo.