Kalergi nos deja claro en sus escritos de que con la proclamación de que estos (((señores))) son ahora los aristócratas espirituales del mundo y que son los que han suplantado a los “sin carácter” que habían dilapidado la aristocracia tras la sangrienta Revolución Francesa, la nueva (((aristocracia))) estará en los niveles más altos de cualquier gobierno en el futuro.
Un mundo futuro sin esos (((señores))) en la cúspide de la pirámide dispensando sabiduría y justicia, era algo inconcebible para Kalergi. Esos (((señores))) serían los que moverían y agitarían a toda la población, la “crème de la crème”. Darían las órdenes y el resto del mundo se arrodillaría y obedecería. Y si creemos que esto suena un poco conspirativo, podemos estar seguros de que no. Las ideas de Kalergi tienen unos antecedentes irreprochables desde el punto de vista intelectual. No hay nada “conspirativo” sobre cosmopolitismo o internacionalismo, un gobierno mundial o el llevar adelante los Estados Unidos de Europa, como la piedra base para ese gobierno mundial.
En el excelente ensayo de la escritora canadiense Clare Ellis, de donde se pueden extraer puntos muy interesantes sobre los que escribo, habla en su párrafo de apertura sobre “un orden económico pan-europeo que suprime esencialmente el encorsetamiento étnico europeo en favor de unos ideales cosmopolitas” y añade en su segundo párrafo “La Unión Europea no étnica fue imaginada como el primer paso hacia una eventual unificación de la humanidad, bajo una Federación Mundial en perpetua paz”.
Y de esto se trata todo: la idea predominante es que la paz no es posible mientras existan naciones etnocéntricamente separadas en violenta lucha entre ellas. Las naciones deben ser abolidas y las fronteras deben desaparecer. El ciudadano del futuro, será un ciudadano del mundo, un cosmopolita y será libre de viajar a donde quiera sin pasaporte, trabajar y vivir donde quiera. El mestizaje indiscriminado será la norma, llevando a la eventual extinción de las razas. La discriminación y disparidad de los Cocientes de Inteligencia será algo del pasado cuando todos sean mestizos.
Empecemos con los Estados Unidos de Europa. Esto es lo que quiere Angela Merkel. Es lo que quiere todo buen cosmopolita internacionalista, especialmente un (((grupo))) muy concreto. Sería un error insistir en que esos (((señores))) están necesariamente detrás de esa idea original. Creo que es la idea la que coincide con lo proclives que son esos (((señores))) hacia el internacionalismo y les da un papel significativo en cualquier estructura futura de poder, y ese es el porqué aceptaron la idea de un gobierno mundial con tanta rapidez.
Cuando se fundaron los USA el 4 de Julio de 1776, los Estados Unidos de Europa se convirtieron en una posibilidad teórica, algo análogo a los Estados Unidos de America. Y es esto lo que escribió el primer presidente USA, George Washington (1732-1799), en una carta al Marqués de Lafayette “un día y tomando el ejemplo de los Estados Unidos, se habrán fundado los Estados Unidos de Europa”. Washington simplemente aireaba una idea que había estado allí desde los primeros años del siglo XVIII, incluso antes. En 1713, el abad de Saint Pierre publicó su “Proyecto para una paz perpetua”. Allí volaba la idea de una federación europea, en el contexto de la paz internacional. Aparentemente y yo lo creo así, este libro tuvo un impacto en Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), que escribió “No es posible que cuando se haya establecido la confederación, queden semillas de hostilidad entre los confederados”. Estas ideas llegaron a la mente de Victor Hugo, el gran poeta , novelista y dramaturgo francés.
Victor Hugo proclamó en 1849 “Llegará un día en que todas las naciones de nuestro continente formarán una hermandad europea... Un día llegará en que veamos... Los Estados Unidos de America y los Estados Unidos de Europa cara a cara, buscándose uno a otro a través del mar” (esto lo cita más tarde el propio Kalergi). Creo que sería muy tedioso para mis lectores el listar todos los grandes escritores, pensadores y hombres de estado que soñaron con un único gobierno, basado en un internacionalismo cosmopolita donde reinase la paz perpetua, gracias a la abolición de los estados individuales. Entre esta galería de “Grandes”, podemos encontrar al renombrado filosofo alemán Kant, quien en 1784 publicó su “Idea para la Historia Universal con un Objetivo Cosmopolita” y al que le siguió en 1795 “Hacia una Paz Perpetua”.
La citada anteriormente Clare Ellis escribe: “Kant explicó que el conflicto de intereses, o estado natural Hobbesiano entre individuos y nación, fue lo que condujo al progreso humano y podría a través de la cooperación, reconocimiento mutuo y auto-disciplina, llevar a un futuro ideal cosmopolita, una federación de países en paz perpetua”. Esta búsqueda de la paz fue particularmente clara tras los horrores de la I Guerra Mundial, que acabó con la “flor y nata” de los hombres en Europa. Aquí incluyo también varios nombres de hombres famosos que soñaron con un mundo en perpetua paz y brillo espiritual, bajo la dirección benevolente de un gobierno único: Winston Churchill, Konrad Adenauer (((León Blum))), Charles de Gaulle, Aristide Briand, (((Albert Einstein))), (((Sigmund Schlomo Freud))), Bertrand Rusell, Thomas Mann, Paul Valery, Gerhart Hauptmann, Rainer Maria Rilke, (((Stefan Zweig))), (((Franz Werfel))) y (((Arthur Schnitzler))), entre otros. “Paz” era su lema, siempre en su boca y siempre resonando entre la gente, esa misma gente que había perdido a sus seres queridos en la I Guerra Mundial.
Las ideas básicas de Kalergi no eran particularmente geniales u originales. Todos los nombrados más arriba compartían sus ideales: un mundo disfrutando de una paz perpetua en la cual la guerra entre países habría sido abolida. Sin embargo, Kalergi, ese mestizo de padre austríaco y madre japonesa, tenía una curiosa afinidad con otros mestizos y con los hebreos. Su adulación por los judíos no tenía límites y también sentía aprecio por los mestizos. Esto último resulta lógico. Si ponemos estos dos factores juntos podremos ver la visión de Kalergi de un superestado futuro europeo, que llevaría luego a un gobierno mundial, en el cual cada ciudadano sería idealmente un mestizo cosmopolita (como él) y los dirigentes serían una aristocracia de ultra-inteligentes judíos y filosemitas espiritualmente ilustrados.
Pero escuchémoslo del propio Kalergi. En su primer libro “Pan-Europa” (1923), escribe: “Si debe haber una organización que sustituya a la anarquía del mundo, entonces el primer paso debe ser que los países se conviertan en super-estados... por ello la unificación de Europa será un paso necesario en el camino a una humanidad unida”. Esa es la idea básica: Paso 1 Una Europa Unificada. Paso 2 Mundo Unificado.
Mestizaje para todos... menos para los que tienen que mantener su "raza" pura para poder mandar el rebaño. Pero reconozcamos que esta idea gustó también a otros pueblos (auto)"elegidos".
ResponderEliminar...¿O fue solo la zanahoria para que interviniesen en la película, sin imaginar que terminarían siendo "los malos"?
Un saludo.
como siempre, espero con ansia el próximo artículo. Gracias.
ResponderEliminarGracias por vuestra participación. Un abrazo a los dos y seguimos en contacto,
ResponderEliminarFelipe Botaya