jueves, 2 de abril de 2015

EL ATAQUE A LA CIENCIA DE VERDAD (1/3)


Cuando se escriba la historia de verdad sobre la corriente principal de las ciencias sociales durante buena parte del siglo XX, quedará al descubierto como una desinformación continuada y coherente basada en motivos étnicos. Por ejemplo, mucho se ha escrito sobre el ataque y la mentira del tratamiento de la antropología en los USA. De ser una ciencia legítima y con un desarrollo correcto, se convirtió en arma ideológica bajo la dirección del inmigrante judío Franz Boas. Mucho menos se ha escrito sobre cómo la psicología se transformó de una rama de las ciencias naturales a convertirse en una sección muy importante de las ciencias sociales de influencia marxista. Vamos a ver algo de información sobre el ataque a la psicología, señalando el papel de Franz Boas y otros en todo ello.
 

Para entender que pasó con la ciencias sociales en el siglo XX, ayuda mucho poner en primer lugar todo ello en el contexto de una guerra ideológica y política. En las ciencias ha habido una guerra extraña ya que sólo ha habido un bando peleando. En ese lado hay “guerreros” ideológicos muy efectivos, bien versados en técnicas de persuasión e implacables en la consecución de su agenda. En el otro lado han sido científicos y gente muy bien preparada pero totalmente ingenua, no ligada a ninguna idea política concreta e involucrada en un objetivo de investigación y búsqueda de la verdad sobre el mundo real. Lo que hace peor a esta situación desequilibrada es que muchos de los del lado de la ciencia objetiva, nunca se han dado cuenta de que estaban en medio el fragor de una guerra que iba en contra de sus investigaciones honestas y bien hechas.
 
Estos científicos veían la honestidad como un requerimiento esencial y una alta virtud en la ciencia y, naturalmente pero de forma ingenua, asumieron que todos esos que se llamaban a sí mismos “científicos”, compartían los mismos valores y objetivos que ellos. Y por ello y al menos en el corto plazo, la ciencia honesta fue sido bombardeada de forma devastadora y despiadada, por adversarios que perseguían objetivos muy diferentes, con una guía de trabajo muy diferente.
 
A este respecto, me refiero a dos obras generales sobre la escena cultural en USA y por extensión a occidente que ya en sus títulos captan el sabor de la gran transformación cultural. Una se titula “It’s a War, Stupid!”, escrita por el judío David Horowitz, Peter Collier y J.P. Duberg en 1997. Horowitz es uno de los escritores “neo-conservadores” más prolíficos. No nos engañemos, los “neo-conservadores” son en su mayoría activistas radicales comunistas que desde los años 60’s adoptaron un “conservadurismo”, que se caracterizaba particularmente por su apoyo militante a Israel. Horowitz se proclama a sí mismo como un “bebé de pañal rojo”, que creció en la atmósfera del partido comunista de la comunidad judía de Nueva York. “It’s a War, Stupid!” da el punto exacto por el cual y durante el siglo XX, los socialistas llevaron a cabo una guerra ideológica contra la sociedad tradicional. Como en cualquier guerra, la verdad es una de las primeras víctimas. El mensaje de Horowitz es que muchos de los que apoyan el tradicionalismo nunca se habían dado cuenta de lo que se les venía encima. Creo que un buen título de su obra podría haber sido “¡Despierta, Estúpido!”.
 
La otra obra es un libro de 1998 titulado “America’s 30 Years Wars: Who is Winning?”, de Balint Vazsonyi. Vazsonyi escapo de su Hungría natal durante la corta revolución anti-soviética de 1956. Habiendo vivido bajo dos regímenes uno implacable el comunista y otro como país colaborador de la Alemania de Hitler en la guerra, conoce los entresijos y las tácticas de cada uno. En su libro, su gran preocupación es que el socialismo/comunismo está transformando lentamente a los USA. Mientras que los medios explicaban de forma feliz el colapso de la Unión Soviética y que ello marcaba en fin de la “Guerra Fría”, de hecho los socialistas/comunistas internacionales están ganando a nivel mundial la guerra ideológica. Vozsonyi identifica en su libro cuatro principios fundamentales en los USA: la Ley, los derechos individuales, la garantía de la propiedad privada y una identidad cultural compartida. Y todo ello dice fuertemente enraizado en la herencia única inglesa y anglosajona. Y avisa que estos principios básicos están siendo reemplazados lentamente por el socialismo/comunismo. Hoy en los USA y se extenderá a todo occidente, ya hay grupos pro-derechos bajo mandato gubernamental, redistribución de la propiedad controlada por el gobierno y una imposición gubernamental de lo multirracial/multicultural que divide a la sociedad. Y no siempre fue así...
 
Si volvemos al inicio de este artículo, la psicología se inicia como ciencia con Darwin. En 1844 editó un manuscrito de 230 páginas donde desarrollaba la base de su teoría sobre la evolución. Nunca se publicó a pesar de que Darwin le dijo a su mujer que lo publicase en caso de fallecimiento. En 1859 su teoría fue presentada al público en los que Darwin describió como “corto abstracto”, siendo 490 páginas de texto y titulado “Sobre el Origen de las Especies por Medio de la Selección Natural o la Preservación de las Razas Favorecidas en la Lucha por la Vida”. Los elementos fundamentales de esta teoría son tres.
 
1) DIFERENCIAS. Las diferencias individuales en muchos de sus rasgos.
 
2) HERENCIA: Las diferencias individuales son heredadas.
 
3) SELECCIÓN: Las diferencias y rasgos individuales heredados pueden contribuir a éxitos diferenciales en la lucha por la vida. Si los tipos más exitosos en esta lucha por la vida difieren de la media de los individuos, si los supervivientes superiores tienen en común ciertos rasgos entonces la especie puede cambiar, es decir evolucionar, bajo la presión de la selección natural.
 
En su libro Darwin prácticamente evita la mención al hombre. De hecho el único comentario sobre el hombre es en un breve pasaje hacia el final “En el futuro distante, veo campos abiertos para investigaciones mucho más importantes. La psicología estará basada en una nueva fundamentación, y que es la necesaria adquisición de cada potencia mental y capacidad de gradación. La luz entrará en el origen del hombre y su historia” (Darwin, 1859, p. 458, 1ª edición). Fue Sir Francis Galton, medio primo de Darwin, quien inmediatamente siguió las implicaciones de la psicología en todo esto. Galton fue uno de los muchos científicos que tras la exposición de Darwin, reaccionó diciendo aquello de “¡Claro! ¡Por qué no habría pensado yo en ello!”. En 1865 Galton había publicado dos trabajos sobre la herencia en las diferencias individuales, publicadas bajo el título “Hereditary talent and Character” y que fueron más desarrolladas en su libro de 1869 “Hereditary Genius: An Inquiry into its Laws and Consequences”.
 
En su entusiasmo por descubrir las leyes de herencia, Galton desarrolló mucho en biometría e inventó muchas de las técnicas estadísticas, como la regresión, correlación, varianza que aún están en uso. Galton descubrió que las diferencias individuales en muchos rasgos estaban distribuidas siguiendo el patrón estadístico de la distribución normal. Fue Galton quien nombró la conocida curva de la campana como “normal” en el sentido de algo común en muchos individuos. También observó que los rasgos psicológicos eran tan heredables como los rasgos físicos. Él acuñó el término “eugenesia” (bien nacido), para la nueva ciencia del la herencia humana y la evolución, pensando en sus aplicaciones de esta nueva ciencia en beneficio de la humanidad.
 
Al inicio del siglo XX muchos progresistas sociales apoyaban la “eugenesia” y también eran herederos del darwinismo, como por ejemplo William James o G. Stanley Hall. Ellos veían esta nueva ciencia como una rama de las ciencias naturales. Pero tras el inicio en el que la evolución de Darwin era un aspecto central de la teoría de la psicología, durante el siglo XX Darwin se perdió como esencial en la psicología. A finales del siglo XX hubo un cambio teórico e ideológico. Los principios de Darwin eran habitualmente atacados como repugnantes ética y moralmente. Bajo esa óptica, verdad o falso es irrelevante, y solo valen las consignas para “sentirse bien”, no ofender. En esta atmósfera manipulada, los términos con mucha emoción como “racista”, “sexista”, “nazi” o “neo-nazi”, son aplicados a cualquiera que siga con la visión de Darwin. Son castigados por “determinismo genético”, que se ha rechazado como muy simplista. Pero es una crítica deshonesta. 

La etiquetas expuestas son como algo “multiusos”. De hecho, ningún científico darwinista ha sido jamás un “determinista genético”. Las actualmente llamadas ciencias sociales apoyan las imperantes nociones y eslóganes de la moderna democracia liberal. Estos incluyen: “igualitarismo”, “hacer tabla rasa hacia bajo en conocimientos”, “determinismo medioambiental” que asumen que herencia es socialmente insignificante, “igualdad biológica con relativismo cultural”, “la visión políticamente correcta” por la cual todas las culturas son iguales, excepto la malvada civilización cristiana occidental. El Marxismo y el Socialismo son vistos como el camino progresista hacia un futuro ideal.
Este cambio radical de la ciencia darwiniana a una igualitaria o ideología marxista, ocurrió no en base a una nueva prueba empírica, sino en oposición a muchos nuevos descubrimientos empíricos. Esta ideología anti-Darwin se originó dentro de los movimientos socio/políticos europeos del siglo XIX. 

Empezando por la revolución Francesa de 1789 y luego a través de Europa durante todo el siglo XIX, los judíos europeos fueron gradualmente “emancipándose”. Las últimas restricciones legales a sus actividades, como mínimo fuera de Rusia, terminaron con la nueva constitución alemana de 1871. A pesar de que los judíos europeos fueron tratados legalmente como iguales y ciudadanos de pleno derecho dentro de una enorme civilización cristiana, mucha de la “intelligentsia” judía permaneció amargamente hostil hacia la cultura tradicional europea. Quizás el ejemplo más influyente fue Karl Marx. A pesar de que su padre era un abogado que había sido bautizado como cristiano por razones de negocio y sociales, Marx fue el descendiente a través de ambos padres de una larga línea de estudiosos rabínicos.
 
Darwin formuló su teoría al mismo tiempo que Marx y Engels preparaban su “Manifiesto Comunista”. Al poco de su publicación en 1847, una oleada de revoluciones sacudió Europa. “El Capital” de Marx apareció en 1867, nueve años después del de Darwin y dos años antes del de Galton “Hereditary Genius”. Marx quiso dedicar “El Capital” a Darwin por sus parecidas teorías sobre la evolución pero aplicadas por Marx al materialismo y la noción de progreso en el mundo. Pero Marx no era ciertamente un biólogo. Según Marx, la humanidad había evolucionado por la selección natural de Darwin hasta la aparición de la lengua y la cultura. En ese momento un mecanismo diferente en la historia reemplazó a la evolución biológica. 

“Después de que los “medios de producción” fuesen a parar a manos privadas, todo ello al principio de la historia registrada, explicaba Marx, la lucha y la guerra entre clases socio-económicas se convirtieron en el motor decisivo del desarrollo humano. Junto a casi todas las personas bien educadas de su tiempo, Marx fue, según los estándares normales, un sexista y un racista. Pero el movimiento intelectual y político que lleva su nombre pronto guardó esos detalles y se puso a defender un igualitarismo radical que es también característico del actual y, “políticamente correcto”, liberalismo democrático.
 
Franz Boas, intelectual nacido en Alemania y que vivió la mayor parte de su vida en los USA, tiene el “honor” por encima de otros, de haber desplazado la evolución de Darwin. Pero para poder conocer al personaje y su influencia, debo de empezar con una reseña sobre su tio por parte de su mujer, llamado Abraham Jacobi.

1 comentario:

  1. Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Punto.

    Los majaderos pueden seguir buscando lo que quieran su famoso "eslabón perdido" que lo llevan claro, a no ser que mientan. Los de Atapuerca y similares lo serán ellos, nosotros tenemos algo más desde hace unos 10.000 años y nos hace diferentes al resto de especies y razas del planeta, el que no lo vea esta ciego.

    La única evolución en la que creo:

    https://alfashirt.de/textilien/t-shirt/7479/evolution-tiger-panzer-t-shirt

    Aunque naturalmente en la cadena falta algo claro y blanco...

    Un saludo.

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