lunes, 28 de diciembre de 2020

 
BARBAROSA (2)

Como dije al principio, los alemanes capturaron una enorme cantidad de tropas y material soviético durante su entrada en territorio enemigo. La explicación es bien sencilla, los alemanes cortaron de golpe el plan soviético de asalto a Europa y esas tropas acantonadas y preparadas para el ataque lo demuestra.

Eso también desmonta lo que dice la historia oficial sobre la candidez de Stalin que creyó firmemente en Hitler. Esa imagen de un crédulo Stalin y un traidor Hitler es ampliamente aceptada en los USA y en Europa. Evidentemente Suvorov se burla de esa creencia y nos dice que fue exactamente al contrario. De hecho, Suvorov afirma que fue Hitler el que fatalmente se equivocó de cálculo con Stalin, como mínimo durante casi un año y medio, cuando ya era demasiado tarde.

Mientras que podemos decir que Hitler tuvo éxito en frustrar el gran plan de invasión de Stalin, el líder alemán infravaloró fatalmente la magnitud y la agresividad de la amenaza soviética. Suvorov afirma que “Hitler comprendió que Stalin estaba preparando un gran plan de invasión, pero se equivocó en su cálculo de la magnitud de esa preparación… No vio lo grande y próximo que estaba ese peligro”. En este punto puedo discrepar de Suvorov ya que sí creo que Hitler vio esa invasión y por eso actuó lo más rápido posible cuando pudo reunir y preparar a tres millones de hombres en tres ejércitos: Norte, Centro y Sur. En lo que sí estoy de acuerdo en que no tuvo la información de la magnitud de las fuerzas soviéticas. Y aquí el Abwehr dirigido por Wilhelm Canaris, tuvo una culpabilidad clara.

Según Suvorov, los historiadores no explican correctamente por qué Hitler decidió atacar a la URSS en un momento en que UK no estaba conquistada, lo que le llevó a una peligrosa guerra en dos frentes. Esos historiadores oficiales simplemente se refieren a las ganas que tenía Hitler de obtener su “Lebensraum” o “Espacio Vital”. Suvorov aclara que Stalin no le dio otra opción a Hitler. La movilización secreta de la URSS fue de tan enorme dimensión que era muy difícil ignorarla. Era tan enorme que no podía ser disimulada, por ello la única opción para Hitler fue lanzar un ataque preventivo lo antes posible. Hitler golpeó dos semanas antes a Stalin. Era el único recurso del que Hitler disponía. Stalin no necesitó a Churchill, Roosevelt o el gran espía Richard Sorge, para prevenirle de un posible ataque alemán. Él ya había hecho sus propios preparativos para enfrentarse a Alemania. Pero como paradoja, al haber preparado Stalin sus tropas para una ofensiva y con esa mentalidad, no hizo nada por la defensa de la URSS.

Los alemanes disfrutaron de la ventaja temporal de la sorpresa, ya que lanzaron ese ataque dos semanas antes de que el Ejército Rojo estuviese completamente a punto para su ataque. La sorpresa fue mayor ya que Stalin no creía que los alemanes se atreverían a abrir un segundo frente en el Este, mientras todavía estaban luchando contra los ingleses. También contribuyó al espectacular avance inicial el valor y la profesionalidad de los soldados alemanes. La derrota soviética al inicio de la guerra (entre Junio y Septiembre de 1941), fue debido al hecho que el ejército alemán lanzó su ataque sorpresa justo en el momento en que la artillería soviética aun estaba movilizándose hacia la frontera, junto al aprovisionamiento de munición. La artillería no estaba preparada para una guerra defensiva y el 22 de Junio no estaba preparada para la ofensiva.

Debido al hecho de que Alemania no disponía de los recursos naturales para una guerra prolongada, Hitler debía someter a la URSS en cuatro meses es decir, antes del invierno. Aquí su cálculo falló. Durante el Verano y Otoño de 1941, Hitler golpeó muy duramente pero no destruyó la enorme máquina militar comunista. Algo que ayudó y mucho a Alemania en su ataque fue el poder disponer de los enormes recursos militares almacenados por el Ejército Rojo y que cayó en sus manos. En la Operación Barbarosa, Hitler lanzó 17 divisiones de tanques. Tras tres meses de combates, sólo quedaban una cuarta parte de esos tanques, mientras que las fábricas de Stalin no solo producían muchos más tanques, sino que de calidad superior.

Durante esos meses de ataque y victorias, los alemanes destruyeron el 75% de la capacidad militar de la URSS, y por ello y sin duda alguna eliminando la amenaza inmediata sobre Europa. Entre Julio y Noviembre de 1941, las fuerzas alemanas conquistaron 303 fábricas de municiones soviéticas, que producían anualmente más del 85% de toda la producción de municiones de la URSS. Sin embargo y tiene razón, Suvorov nos dice que eso no fue suficiente “El ataque de Hitler ya no podía salvar por más tiempo a Alemania. Stalin no sólo tenía más tanques, artillería y aviones, tenía más soldados y más oficiales, y además puso su industria en economía de guerra y pudo fabricar armamento en las cantidades que quiso”. El 29 de Noviembre de 1941, el Ministro de Armamentos Fritz Todo, informó a Hitler que desde el punto de vista de armamentos y economía de guerra, Alemania ya había perdido la guerra.

Stalin ganó porque un residual 25% de la gigantesca economía de guerra soviética, incluyendo un 15% de su producción de municiones, la mayor parte en fábricas en los Urales y Siberia, estaba intacta. Luego, con sólo una fracción de su poder inicial, Stalin todavía fue capaz de ganar batallas decisivas como Estalingrado, Kurks y Berlín y derrotar a las poderosas fuerzas alemanas y de sus aliados del Eje. También contribuyó a la victoria soviética la entrada en guerra de los USA, la ayuda muy sustancial americana por el Acta de Préstamo y Arriendo que la URSS jamás pagó y, por supuesto, el legendario estoicismo y dureza del soldado soviético. A pesar de que Hitler golpeó primero, es sabido que la URSS al terminar la guerra controló Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Checoslovaquia y la Alemania del Este. 

Llegados a este punto, hemos de recordar que Hitler retrasó varias veces la “Operación Barbarosa” y Suvorov nos indica “Imaginemos que Hitler retrasa una vez más su ataque a la URSS, y Stalin ataca a Europa el 6 de Julio de 1941… Imaginemos qué hubiese pasado si Hitler se hubiese convertido en la víctima del devastador ataque preparado por Stalin. En ese momento, Stalin no hubiese tenido sólo un 15% de su capacidad de producción del Comisariado de la Industria de Municiones, sino el 100%. En ese caso, ¿cómo hubiese acabado la II Guerra Mundial? En ese escenario, no es ilógico suponer que en Noviembre-Diciembre de 1941, las fuerzas soviéticas hubiesen alcanzado el Atlántico, conquistando Berlín, París, Amsterdam, Roma, Estocolmo y Madrid. 

Desde la publicación de su libro y otros previos relacionados con el mismo asunto, los académicos rusos han encontrado evidencias adicionales en los antiguos archivos soviéticos que confirman la tesis de Suvorov y obliga a una radical re-escritura de la historia de la II Guerra Mundial. Es evidente que muchos documentos fueron destruidos por los comunistas para blanquear su imagen de víctimas y no de agresores, pero también han salido a la luz documentos reveladores. Uno de los más importantes de esos documentos censurados y escondidos, es el texto completo del discurso secreto de Stalin del 19 de Agosto de 1939. Durante décadas, los líderes comunistas negaron que Stalin hubiese hecho ese discurso, insistiendo en que no hubo ninguna reunión del Politburó en esa fecha. Otros incluso dijeron que ese discurso fue una falsificación. 

La historiadora rusa T.S. Bushuyeva encontró una versión del texto entre los documentos secretos de los Archivos Especiales de la URSS y la publicó junto a un comentario en el influyente periódico ruso “Novy Mir” (Nº 12 de 1994). El escritor alemán Wolfgang Strauss lo indicó así como otros descubrimientos recientes de los historiadores rusos de nueva hornada y en Abril de 1996 lo publicó en en la revista mensual alemana “Nation und Europa”. Evidentemente, no conozco a ningún historiador en la Europa occidental que haya hablado de ese texto de Stalin hasta el momento. Hemos de tener en cuenta que este discurso se hizo mientras los oficiales soviéticos estaban negociando con representantes ingleses y franceses, sobre una posible alianza militar con UK y Francia, y mientras que los alemanes y los soviéticos negociaban a su vez un posible pacto de no-agresión entre sus países. Cuatro días después de este discurso de Stalin, el Ministro de Exteriores alemán von Ribbentrop, se reunió con Stalin en el Kremlin para firmar ese pacto de no agresión.

2 comentarios:

  1. Saludos. Muchas gracias por el artículo, siempre es un placer leer y aprender la versión no oficial de la segunda guerra mundial, que cada vez va ganando terreno a la oficial. La historia la escriben los vencedores a su antojo, manipulando la realidad.

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  2. Gracias Monchi 1560 por su participación.
    Cada vez les resulta más difícil esconder la verdad. Lo lamentable es que durante 80 años han dicho y culpado lo que han querido, sin resistencia alguna salvo casos muy concretos (Irving, Bochaca, Borrego, etc.).
    Saludos, Felipe Botaya

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