miércoles, 4 de febrero de 2015

ROMPER TABÚES SOBRE EL III REICH


Hoy quería recomendar un libro que, aunque fue editado en los noventa, es muy vigente y ayuda a entender de una forma objetiva algunos pasajes de la historia del III Reich que habitualmente no se tocan o se consideran “políticamente incorrectos”. Y fue el historiador alemán Ernst Nolte en su libro “Streitpunkte: Heutige und künftige Kontroversen um den Nationalsozialismus” (Puntos de Contención: Controversias actuales y futuras sobre el Nacionalsocialismo), Berlín und Frankfurt: Propyläen, 1993.

Es evidente que tras su derrota militar hace 70 años, el III Reich sigue siendo fuente de fascinación y misterio para millones de personas. Siempre he creído que ese período tan convulso de Alemania y su trágico final, explica mucho de lo que hoy sucede y cómo el mundo es como es. De todas maneras, historiadores, sociólogos, periodistas y personas con buena formación siguen debatiendo preguntas del tipo: ¿Cómo fue posible el régimen nacionalsocialista alemán? ¿Cuan profundo fue el apoyo popular a Hitler y su gobierno? ¿Fue el régimen Nacionalsocialista “reaccionario” o “moderno” o una combinación de ambos? ¿Representó el III Reich una aberración o una continuidad lógica de la historia alemana? ¿Cual fue el origen y la naturaleza precisa durante la guerra sobre la “solución final" del problema judío? y un largo etc. que sería imposible reproducir aquí.

Cuando lees el libro del Dr. Ernst Nolte ves claramente que hay pocas personas tan cualificadas como él para esa tarea ciclópea. El Dr. Nolte es profesor emérito de Historia de la afamada Universidad Libre de Berlín. Quizás es más conocido por su aclamado ensayo sobre el fenómeno del fascismo “Las tres caras del fascismo”. También es el autor de numerosos libros y artículos de historia. Es una persona para la que no es ajena la controversia y la polémica y fue el Dr. Nolte quien desató el furioso debate intelectual a finales de los años 80, sobre el legado de Hitler y el Nacionalsocialismo alemán conocido como la “Disputa de los Historiadores” o “Historikerstreit”. Nolte continua la discusión en ese su último y más polémico libro, un trabajo que contiene observaciones y datos internos muy interesantes y escrito con una narrativa leíble tanto para especialistas como para personas formadas. Este atractivo libro está editado por una editorial muy respetada.

Lo más llamativo de este libro es el trato informado y de mentalidad abierta de lo que él llama “Revisionismo Radical”. Con una candidez que es muy rara entre los especialistas más importantes, el Dr. Nolte confiesa que: “debo reconocer que, sin un examen más profundo, acepto como verdad la factualidad de los hechos, incluyendo la cifra de seis millones de víctimas y la gran importancia de las cámaras de gas como instrumentos de exterminación, como dijeron culpables y víctimas en los prolongados juicios de los años 60, y que no fueron cuestionados por los abogados defensores”

Sobre Hitler y de forma repetidamente clara en su libro, el Dr. Nolte, dice que no es “nazi ni apologista de Hitler”. Al mismo tiempo, trata de adentrarse en el Führer, presentando una visión compleja del líder que contrasta fuertemente con la imagen popular creada por los medios. Contraria de la ampliamente aceptada visión de Hitler como una persona sin educación o profundo entendimiento, solo las transcripciones de sus “charlas de mesa” con sus colegas le muestran como un hombre de extraordinaria inteligencia, percepción y amplios conocimientos. Entendía inglés y francés y algo de italiano. Leía todo tipo de libros y tenía un increíble conocimiento en muchos campos muy variados. Una lectura a las transcripciones de sus conversaciones con el ministro Albert Speer, por ejemplo, muestra que Hitler tenía una comprensión especializada en armamentos.

El Dr. Nolte tiene en cuenta el trabajo de Rainer Zitelmann, un joven historiador alemán que ha reunido pruebas que muestran que Hitler fue un remarcable “líder moderno” con visión estratégica, sutil e inteligente que los historiadores no han entendido o reconocido. Como el Dr. Nolte indica, el historiador británico Alan Bullock argumenta que “en el campo militar, las ideas e innovaciones de Hitler fueron mucho más avanzadas que las otros hombres de estado de su época”. Mucho más preciso que Churchill, Stalin y Roosevelt, Hitler definió la forma del mundo que emergería como consecuencia de la II Guerra Mundial. También definió la rivalidad en la Guerra Fría entre los USA y la URSS y el lugar de Alemania en el mundo de la posguerra. El Dr. Nolte mantiene que para entender el III Reich se requiere un conocimiento no sólo de los errores de Hitler, sino también de sus indiscutibles éxitos como líder político y hombre de estado.

Quizás el éxito más importante de Hitler, según el Dr. Nolte, fue el conseguir el apoyo de la gran mayoría del pueblo alemán. Eso fue debido en no poca medida a otro éxito: el éxito de Hitler el sacar a Alemania de la Gran Depresión mundial como consecuencia del “crack” de 1929, y creando una “economía milagro”, con empleo pleno y prosperidad con precios estables. Un “éxito increíble” fue el éxito de Hitler en cinco años de transformar una nación de desmilitarizada a la fuerza, en el poder militar más fuerte. Tras una visita a Alemania en 1936, David Lloyd George, que fue el premier británico durante la I Guerra Mundial, alabó a Hitler como “la más grande fortuna que ha tenido Alemania desde Bismarck y personalmente diría que desde Federico el Grande”

El III Reich de Hitler fomentó una imagen de sí mismo como totalitario, monocrático, y autoritario “Führerstaat”. Lamentablemente, dice el Dr. Nolte, demasiados historiadores han aceptado sin críticas esta imagen equivocada. Haciéndose eco de argumentos hechos por otros, incluyendo al historiador británico David Irving, el Dr. Nolte indica que la autoridad y el poder en el III Reich fue mucho más amplia y difusa que lo que mucho imaginan. Con la indulgencia de Hitler, los líderes políticos y un gran número de agencias estatales y del partido competían entre ellas, trabajando frecuentemente en proyectos cruzados.

Comentando, aunque creo que con cierta exageración, sobre este estado de cosas un frutrado Joseph Goebbels decía en su diario en 1942 “Cualquiera hace y permite cualquier cosa que quiere porque no hay una autoridad fuerte en ningún sitio... El partido hace sus propias cosas y no permite que se le influencie por nadie” El Dr. Nolte añade que ministerios del gobierno del III Reich al completo, permanecieron prácticamente “libres de nazis” y mientras que oficiales jóvenes eran comprometidos nacionalsocialistas, las fuerzas armadas permanecieron largamente libres de la influencia del partido nacionalsocialista. Sir Neville Henderson, embajador británico en Berlín en 1939, señaló que Hitler era esencialmente un hombre razonable y moderado, mientras que el Ministro de Propaganda el Dr. Goebbels se quejaba durante la guerra sobre la falta de decisión de Hitler. Y como añade Nolte, el historiador Hans Mommsen ha definido a Hitler como un “dictador blando”

En la vida cultural e intelectual, las numerosas rivalidades oficiales contribuyeron a fomentar un sorprendente grado de “pluralidad”. El Ministro de Asuntos Eclesiásticos Kerrl, criticó de forma ácida la visión “neo-pagana” del ideólogo del partido Rosenberg, quien por su parte denunció los escritos del Ministro de Educación Rust como ideológicamente equivocados. Si dibujamos paralelísmos entre el estilo de gobierno del III Reich de Hitler y el “New Deal” de Roosevelt, el Dr. Nolte sugiere que un grado de “caos”de las autoridades y agencias gubernamentales, puede ser una característica de cualquier estado moderno liberal y democrático.

Muchas veces mostrado como la quintaesencia del régimen “reaccionario”, el Dr. Nolte muestra una pruebas considerables que muestran que el III Reich fue, en muchos aspectos, una sociedad moderna. En años recientes el Dr. Nolte y otros, generalmente jóvenes historiadores, han enfatizado fuertemente cada vez más las “modernas” tendencias del III Reich, que presagiaban desarrollo en los USA y otras sociedades liberal-democráticas “En su esencia” ha concluido recientemente una historiadora que la Alemania Nacionalsocialista fue “una fuerza modernizadora anti-tradicional”

El Dr. Nolte toma nota aquí de la las políticas y planificaciones innovadoras del III Reich sobre urbanismo y medio ambiente, su promoción de viviendas modernas para la población en general, la educación de niños sobresalientes de familias pobres de forma progresiva en escuelas de élite, una fuerte proceso de democratización en las fuerzas armadas, el carácter del “partido del pueblo” del Partido Nacionalsocialista de amplia base y no sectario, y la eliminación del desempleo masivo y la creación de empleo a través de programas que podrían ser denominados como “Keynesianos”
Incluso la criticada maquinaria propagandística del Dr. Goebbels, podría ser descrita de forma más apropiada como un “instrumento moderno de gobierno de un modelo Americano, por el cual las democracias tratan de mantener su papel en la sociedad post-burguesa y perpetuar su sistema tecnocrático”

Creo que una premisa fundamental de este libro es la visión que tiene el autor del núcleo de la historia del siglo XX y que él considera que va desde 1914 hasta 1991, es decir desde el estallido de la I Guerra Mundial hasta la caída de la Unión Soviética. El Dr. Nolte define este periodo como la “Gran Guerra Civil Europea”, una lucha a vida o muerte entre las fuerzas del comunismo por un lado y el resto de Europa y el Oeste por el otro. Él dice:
La “Gran Guerra Civil Europea” del siglo XX fue la lucha a vida o muerte entre el comunismo, que primeramente llegó al poder en un gran país, Rusia, en 1917 y todas las demás fuerzas que el comunismo quería derrotar como “capitalistas” y “burguesas”, pero que estaban concentradas con sorprendente fuerza y decisión en la Alemania Nacionalsocialista...”. El punto álgido de esta lucha fue el combate titánico entre los ejércitos de la Unión Soviética y la Alemania Nacionalsocialista.
Dándole la vuelta a futuras controversias, el Dr. Nolte entra de lleno en la naturaleza del impacto del comunismo soviético o bolchevismo. Incluso más que en el caso de la Alemania Nacionalsocialista, él sugiere que los historiadores han aceptado muy rápidamente la propia imagen propagandística del régimen soviético. Y más allá muchos historiadores occidentales han fracasado en la apreciación de la sanguinaria realidad del comunismo soviético, o la verdadera amenaza que representaba para Europa.
En el momento de su muerte en 1953, dice el Dr. Nolte, Stalin puso de luto a millones de personas en todo el mundo, a pesar de que había matado en tiempos de paz a más civiles de los que causó Hitler más tarde durante la guerra. Stalin impuso la más grande y sanguinaria revolución social de la historia, la llamada “colectivización” de la agricultura, lo que quería decir la exterminación de millones de los granjeros rusos más productivos. Como dice también el Dr. Nolte, más y más pruebas están saliendo a la luz en los últimos años que muestran que Stalin estaba preparando el ataque contra Alemania y Europa en 1941, y que el ataque de Hitler denominado “Barbarroja” del 22 de Junio de 1941, fue de carácter preventivo. Esta tesis, que ya he tocado en otros artículos en este blog, demanda una drástica revisión de la imagen generalmente aceptada de toda la II Guerra Mundial y que fue presentada por el historiador ruso V. Suvorov en su libro “Icebreaker”.
Para millones de europeos en los años 20 y 30, la Estrella Roja y la Cruz Gamada representaron las únicas alternativas realistas para el futuro de Alemania y para todo el Occidente. Hitler fue el único líder europeo que se tomó en serio el peligro soviético para el orden, la cultura y la civilización de Europa. Sin la realidad de esta amenaza, la respuesta “fascista” de Alemania y otras naciones europeas es difícil de imaginar. Según el punto de vista del Dr. Nolte, Hitler fue un anti-comunista contra la decisión y energía espiritual del comunismo. Solo entre sus contemporáneos, luchó contra el comunismo con radicalidad y dureza “no-burguesa”.
La historia del mundo en el siglo XX solo se entiende cuando uno está dispuesto a reconocer la conexión hecha por los enemigos del bolchevismo, entre el temor a la aniquilación y reconocer la simple verdad de que las declaraciones de los anti-comunistas sobre las fechorías del bolchevismo fueron reales. Desde 1990 como mínimo, eso son hechos que no pueden ser ya discutidos y que incluso las exageraciones de la propaganda anti-comunista reflejaban un base real. Un día la cuestión de la jerarquía de motivos de Hitler y el Nacionalsocialismo serán un asunto de disputa entre la literatura académica y la tesis de la primacía del anti-comunismo será un punto esencial.
En toda esta lucha ciclópea que cita el Dr. Nolte y la lectura de la historia, él es totalmente consciente de que cualquier discusión franca sobre el papel de los judíos en el siglo XX, es hoy por hoy muy difícil y llena de amenazas. De todas maneras, cita las palabras del académico en el Holocausto judío Yehuda Bauer “La visión del Nacionalsocialismo fue afinada sobre los judíos en cuanto a que eran elementos extranjeros en la sociedad europea, con una religión y ancestros diferentes” En otro lugar el Dr. Nolte escribe “Para los sionistas, incluyendo a Herzl y Weizmann, el anti-semitismo fue una reacción enteramente natural de las “naciones anfitrionas” ante la permanente actividad de separación y agresividad de los judíos, que estaba basada en una superioridad intelectual”
Teniendo en cuenta la vieja tradición judía de celosa oposición a cualquier régimen que parezca amenazar a los intereses judíos, el Dr. Nolte dice que a las pocas semanas de la llegada de Hitler al poder, influyentes líderes judíos ya estaba llamando a una guerra económica contra Alemania. En el inicio de la guerra en 1939 en Europa, el líder sionista Chaim Weizmann emitió una forma de declaración de guerra contra Alemania y en Agosto de 1941 los líderes judíos soviéticos emitieron una apasionada llamada a los judíos del mundo para unirse en la lucha a vida o muerte contra la Alemania Nacionalsocialista.
Mientras rechaza hablar del “Bolchevismo Judío” como simplista, el Dr. Nolte señala el “hecho indiscutible” de que los judíos jugaron un papel altamente desproporcionado en la revolución bolchevique “Nada fue más claro que los judíos y miembros de otras minorías jugaron un papel muy importante en las revoluciones de Febrero y Octubre de 1917 en Rusia: de los diez hombres que se reunieron con Lenin el 23 de Octubre de 1917 y estuvieron de acuerdo en lanzar la revolución bolchevique, no menos de seis eran judíos “En referencia al papel judío en críticos primeros años del estado soviético” dice el Dr. Nolte “es muy dudoso de si el régimen bolchevique hubiese sobrevivido a la guerra civil rusa de 1917 a 1920, sin hombres como Trotsky, Zinoviev, Sverdlov, Kamenev, Sokolnikov y Uritsky”
Coherente con el fuerte alegato del Dr. Nolte por una mayor, mejor y objetiva visión del fenómeno de Hitler y el Nacionalsocialismo, éste presenta a menudo visiones no ortodoxas sin polémica, pero con una cierta reserva. Al contrario de esos que incesantemente insisten que “nosotros” no debemos “nunca olvidar” las “lecciones del Holocausto”, el Dr. Nolte llama para una evaluación de la era de Hitler lo más libre posible de estridencias, polémicas emocionales y propósitos no claros. Cualquier entendimiento abierto del III Reich, dice de forma persuasiva el Dr. Nolte, requiere una información consciente del contexto histórico de los hechos.
Mientras el Dr. Nolte no quiere presentar su libro como la última palabra en cuanto a los “puntos de contención”, acaba con una palabras de optimismo: “Espero sinceramente que en el futuro haya un pensamiento real sobre la era nacionalsocialista y que tenga un mayor papel en los libros académicos y que las controversias a las cuales la parte final de este libro está dedicado, se convertirán en asuntos específicos para la discusión”
A pesar de la imagen sesgada que predomina en los medios sobre la historia del siglo XX y que seguirá predominando todavía algunos años, libros como este dan un aliento de esperanza en que la verdad y el sentido común puedan y deban prevalecer.

1 comentario:

  1. El mundo es como uno lo ve, pero esto se encuentra influído por desde dónde uno lo ve, la realidad es la misma desde el pináculo de la torre de marfil que desde la salida de un albañal pero no se ven igual y por ende las experiencias subjetivas varían por necesidad...
    En occidente se nos ha condicionado tanto desde la cuna gracias al bombardeo por saturación (películas, libros, series, documentales, prensa, educación en los colegios, anuncios... etc, etc, etc) sobre la malignidad absoluta del periodo del III Reich y sus líderes, que por desgracia las razones y la verdad demostrada de los hechos que los héroes del blanco sobre negro a contracorriente nos hacen ver hoy en día, palidecen ante la respuesta condcionada de nuestras mentes y cuerpos, exactamente igual que el legendario perro de Pavlov, y nos impulsa a retirarnos de la luz de las verdades que estan emergiendo a buscar refugio en las sombras de la mentira que nos esclaviza. Simplificando: III Reich = Infierno de los Infiernos, si alguien dice algo bueno, lo que sea de ese Heimat = resultado salimos corriendo y automáticamente adoptamos la postura contraria, para defendernos del mal y de todo mal..., por si acaso

    Peeero... resulta que hay gente que vive fuera del bombardeo por saturación desde la cuna y no tienen problemas de condcionamiento canino y se atienen a ideología, hechos y razones:

    http://www.elconfidencial.com/multimedia/album/mundo/2014-03-25/asi-son-los-nazis-de-mongolia_106259/

    http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/28/internacional/1317196307.html
    Y por cierto, en este artículo podemos ver cuán largo es el brazo de los sicarios del pueblo elegido metiéndose en los más nimios asuntos de cualquier país porque tienen derecho y razón "divinos"... sin más comentarios.

    Lo triste es que en ocidente los que se llaman nazis y portan banderas sagradas, salvo alguna excepción no son más que otra tribu urbana que no hace nigún favor a los nacional-socialistas, más bien todo lo contrario, los auténticos herederos del III Reich hay que buscarlos en otras partes del mundo, arriba y abajo, aunque algún solitario aún quede por aquí...

    Un saludo.

    P.D.: Fantástico el icono de su página, seguro que Leónidas estaría de acuerdo en que es procedente. El encabezamiento en inglés da qué pensar... ¡Chapeau!.

    P.P.D: Le reitero lo deseable que sería que en sus libros, almenos, de publicidad a esta página.

    ResponderEliminar