domingo, 28 de junio de 2015

EL TABÚ DE LA VERDAD


“La verdad no teme ni ofende. Es la verdad” Puede ser dura y difícil, pero es incontestable. Esa gran frase que yo siempre he tenido en cuenta, no es la que la historia oficial defiende y sobre todo cuando esos supuestos investigadores son mantenidos por el sistema. En ese momento dirán lo que más les convenga, aunque ellos sepan que no es la verdad. Ese es el motivo por el cual muchos historiadores occidentales no se atreven a decir la verdad sobre los crímenes de estado durante el siglo XX y lo que estamos viviendo a alta velocidad del XXI.

Durante los años ochenta del siglo pasado, cerca de Moscú dos arqueólogos-historiadores indicaron el descubrimiento de unas fosas comunes inmensas en Kuropaty, cerca de Minsk, en la República Soviética de Bielorrusia. En un primer conteo las víctimas estaban alrededor de las 102.000, una cifra que luego se fijó entre 250 y 300.000 personas. En entrevistas con antiguos habitantes de la ciudad revelaron que desde 1937 hasta Junio de 1941, cuando Alemania inició la invasión preventiva contra la Unión Soviética, las matanzas no cesaron jamás. Un testigo dijo que “durante 5 años no podíamos dormir durante la noche debido a las descargas de los fusilamientos”...
 
Poco después de la caída del Muro, una comisión soviética dijo que las fosas de Bykovnia, en las afueras de Kiev, no eran culpa de los alemanes (como se dijo durante años...), sino de la policía secreta de Stalin. Entre 200 y 300.000 personas fueron asesinadas en Bykovnia según datos no oficiales. No nos engañemos, estas fosas representan una pequeña fracción del sacrificio humano que la élite de los marxistas revolucionarios ofrecieron a su fetiche ideológico. Realmente es muy difícil saber cuantos murieron fusilados, en hambrunas terroríficas o campos de trabajo inhumanos. El disidente marxista Roy Medvedev cifra esas muertes en unos 20 millones y el sovietólogo  Stephen F. Cohen ve esa cifra como muy conservadora. Robert Conquest la estima en entre 20 y 30 millones, mientras que Antonov Ovseyenko sugiere 41 millones de muertos entre 1930 y 1941.
 
Podemos contarlo como queramos, pero la mayoría de las víctimas fueron asesinadas antes de que los USA e Inglaterra le dieran la bienvenida a la Unión Soviética como su aliada. Esas pruebas sobre las matanzas comunistas de entonces estaban al alcance de cualquiera que quisiera saber. Además estaba el ejemplo de la Guerra Civil Española, donde los comunistas demostraron la catadura de la que estaban hechos y siempre bajo la supervisión de la Unión Soviética.
 
Debería darles vergüenza a los USA y a Inglaterra la ayuda y soporte que dieron a la Unión Soviética y que muchos de sus líderes históricos deberían haber pagado su ayuda a ese comunismo diabólico que asesinó a millones de seres humanos y dividió Europa tras el Telón de Acero. Durante los años 80‘s fue muy interesante la aportación del Ernst Nolte, de la Universidad Libre de Berlín y autor de los aclamados libros “Three Faces of Fascism”  (1966) y “The European Civil War 1917-1945” (1987). Nolte siempre declinó tratar la muerte de judíos de la forma tradicional. Nolte considera que  el llamado Holocausto no debe hacernos olvidar otros crímenes horribles por parte de los vencedores. Y por ello, la tesis de Nolte es que fueron los comunistas los que introdujeron en la Europa moderna el terrible hecho de las matanzas de civiles a una escala nunca vista, implicando la exterminación de categorías completas de personas (burguesía, campesinos, etc.). Un viejo bolchevique de la primera época Zinoviev, habló abiertamente en 1918 de la necesidad de eliminar a 10.000.000 de personas en Rusia, como mínimo...
 
En los años y décadas posteriores a la Revolución la clase media, clase alta, católicos y otros europeos estaban muy bien informados de todo esto y para ellos la amenaza comunista era muy real. Y eso queda demostrado en cada partido comunista local en los países europeos y su odio brutal contra los católicos, conservadores, fascistas e incluso social demócratas. La tesis de Nolte continuaba diciendo que la élite nacionalsocialista estaba muy bien informada sobre lo que ocurría en Rusia, a través de los “Rusos Blancos” anti-comunistas y los emigrados bálticos de origen alemán. Tanto ellos como la extrema derecha europea, veía a los bolcheviques y sus crímenes como actos de judíos y algo que ayudó a esta idea era que la inmensa mayoría de los líderes comunistas eran judíos. Algo que Nolte recalca es que entre los mencheviques la proporción era incluso mayor.
 
Sobre la hambruna y el terror en Ucrania a principios de los años 30 y el gulag stalinista, eran muy conocidos en los círculos derechistas europeos. Y Nolte añade que “el gulag vino antes que Auschwitz” y “que si no hubiese sido por lo que pasó en la Rusia Soviética, el fascismo europeo y especialmente el nazismo y la persecución de los judíos, no habría pasado en la forma en que pasó”. Es curioso observar que la comparación entre las atrocidades nazis y comunistas ha sido algo trabajado por estudiosos respetados. Sin embargo, el ataque a Nolte fue lanzado por el filósofo comunista Jürgen Habermas (Escuela de Frankfurt...), que no atacó a la parte de historiador de Nolte, ya que no estaba en posición de hacerlo, sino sobre sus implicaciones ideológicas. Habermas también atacó a un par de historiadores alemanes más y añadió otras cosas, como el plan de abrir museos de la Historia de Alemania en el Berlín Oeste y en Bonn, para acusarles.
 
Pero Nolte y su tesis siguió siendo el centro del “Historikerstreit”. Fue acusado de “historicista” y de “relativizar” el Holocausto y por poner en duda su carácter “único”. Muchos de los grandes nombres entre los historiadores de la República Federal y luego de Inglaterra y USA, también se añadieron a la caza. En Berlín los radicales de izquierda quemaron su coche, en Oxford, el Wolfson College le retiró la invitación para dar una charla, tras la presión israelí que había al igual que en  toda Alemania. En la prensa americana, los editores ignorantes permitieron que Nolte fuese presentado como un apologista del nazismo. Sólo Joachim Fest salió en su defensa
 
El sistema de campos de concentración fue una copia de los alemanes de los rusos y éstos de los ingleses. Nick Eberstadt, un experto en demografía rusa, concluye que “la Unión Soviética no sólo fue el país asesino original, sino el modelo”
 
Hay un trabajo interesante de Arno J. Mayer, de Princenton, llamado “Why Did the Heavens Not Darken” que además ilustra perfectamente que el trabajo de Nolte era muy necesario. Dice Mayer “El gran crimen en la actualidad es que virtualmente se ha olvidado la expulsión de los alemanes de sus hogares centenarios en Prusia Oriental, Pomerania y otros lugares. Unos 16.000.000 fueron desplazados y de los cuales 2.000.000 murieron en el proceso”. O que es pertinente en lo que dice Mayer es que su presentación de la muerte de los judíos europeos como el resultado del odio feroz al “judeobolchevismo” que penetró en la burguesía alemana y europea después de 1917, alcanzando su cúspide en el nacionalsocialismo y su gobierno”. Esta lectura de Mayer da apoyo a la tesis de Nolte.
 
Parece que Mayer no cree que haya algo que se aproxime a las decenas de millones de víctimas del régimen soviético. Y escribe que “un nexo de hierro entre la guerra total y la matanza a gran escala en la Europa del este”. Pero la mayor parte de esos asesinatos a gran escala sucedieron en tiempos de paz en la Unión Soviética y contra su propio pueblo. 

Los levantamiento masivos, con su acompañamiento de terror y matanzas masivas que caracterizaron a la historia soviética en los 20 y 30 del siglo XX son indicados anodinamente por Meyer como “la transformación general de la sociedad civil y política”. En otras palabras, Meyer dice que cada prueba de la hambruna de Ucrania, el Gran Terror y el Gulag, aunque existieron, es “revisionista”. Este es un aspecto del libro de Meyer que los críticos de la prensa masiva tenían la obligación de decir, pero que no hicieron. Y en eso Meyer falta a la verdad.

4 comentarios:

  1. Gracias por las referencias, muy útiles para completar la formación.

    Hay un refrán por Castilla que reza: "La verdad duele, pero no ofende". Antiguamente así sería a quienes se consideraban simples humanos, falibles y tenían el deseo más o menos sincero de ser gratos a Dios y por ende tratar de obrar correctamente, la verdad brillaba con luz propia y no había más que decir.
    Hoy en día se puede decir que "La verdad duele y ofende" a unas personas cuyo principal referente superior son ellas mismas, y ofende porque ¿cómo alguien inferior se va a atrever a restregar en la cara a seres superiores la verdad inconveniente que demuestra que no son santos, sabios, buenos, magnánimos...?, hagan la prueba, digan a un más o menos patriota estadounidense que son cómplices de un gobierno que bombardea poblaciones civiles, vieja tradición que han observado escrupulosamente desde la Segunda Guerra Mundial, y que ellos como ciudadanos se aprovechan de la política imperialista militar y financiera que con tanto dolor, ruina y sangre se mantiene hoy en día para que una parte cada vez menor de la población U.S.A. viva en su "american way of life". Tengan los datos verídicos a mano (que hay muchos) por si tuviesen la oportunidad de mostrárselos. Si realizan el experimento no duden en compartir sus resultados con nosotros, auguro que alguna cara roja va a haber y puede que no sea solo la del ciudadano del mejor país del mundo, vayan con protección...
    Si esto es así, probablemente, para simples ciudadanos imaginen lo que es el ámbito académico donde, como en una suerte de judicatura, los integrantes se consideran diosecillos con un cierto poder sobre la vida, el bien y el mal...

    Y ahora imaginen que la verdad se la restriegan en la cara a los que se saben elegidos por Dios (como los estadounidenses pensaban de si mismos, no es casualidad) para estar por encima de los demás y que a sus ojos somos simples animales a los que explotar...
    Sí, se van a ofender sin duda de que unos animales le llamen la atención a dios en persona, no lo duden, la represión va a ir a más.

    En fin, no creo que lo vea, pero afortunadamente el monstruoso y literal golem que hoy en día es USA no va a durar mil años tampoco, el mal suele llevar dentro de si la semilla de su destrucción y en 50 años más los conflictos raciales se van a ir acentuando y los hombres y mujeres blancas que tan colaboradores y tolerantes han sido genereación tras generación serán simplemente una minoría en el país de sus ancestros fundadores... ya se verá.

    Un más que acertado análisis de por qué los imperios, sean del tipo que sean, raramente duran más de 200 años, por lo que al sionista supongo que aún le queda un rato ya que podemos entender que comenzó en realidad a florecer con toda su fuerza en 1945, si no pasa nada habrá que esperar al año 2145, paciencia...

    https://www.youtube.com/watch?v=1NvsUbfAUQ8

    Un saludo.

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  2. Excelente Dorian, gracias por tu aportación. Efectivamente no hay imperio que dure 1000 años, ni siquiera 200, aunque el que tú yo sabemos sí lo hará porque no hay día que no aparezca alguna referencia (maléfica, por supuesto), del personaje y de su régimen... No pueden con él y le necesitan para justificar sus atrocidades actuales
    Saludos, Felipe Botaya

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  3. Muchas Gracias y un fuerte abrazo desde el Kessel Madrid mein Obergruppenführer.

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  4. Resiste hasta el final Dorian!
    En el frente Mediterráneo sigue la lucha!
    saludos, Felipe Botaya

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