¡QUÉ COSAS PASAN!

El Museum Den Bosch en Holanda, ha tenido la feliz idea de realizar una exhibición titulada “El Diseño en el III Reich”, dándole énfasis a la maldad del diseño nazi, su arte y su arquitectura y que el público saliese horrorizado de aquel régimen político. Todo un catálogo de intenciones que no se ha visto reflejado por el horror que supuestamente esperaban conseguir entre el público visitante.

En pocos días han vendido más de 10.000 entradas… algo inaudito. Y en una muestra de censura han prohibido los teléfonos móviles y hacerse selfies sonrientes junto a carteles, banderas y objetos originales de aquella época. Cualquiera diría que el público no ha captado el supuesto interés del museo en horrorizarles y lejos de ello parece que la gente está muy interesada en el avanzado estilo y diseño de la época Socialista Nacional, sobre todo por el durísimo contraste entre el arte y la arquitectura de entonces y la pobreza actual.

La página del museo nos dice que “la exhibición muestra la contribución del diseño al desarrollo de la malvada ideología nazi”. También nos dice que “se muestran elementos arquitectónicos y de mobiliario de la Casa de la Cultura Alemana y de la Cancillería del Reich. Los ejemplos muestran como los nazis se basaron en el diseño clásico como forma de poder y un símbolo de la cultura de la Nueva Alemania”.

La página web sigue “Las revistas originales que se pueden ver en la exhibición, muestran el público que le interesaba a los nazis de entonces. Desde madres a soldados, chicas jóvenes o visitantes internacionales, todos tenían su importancia para los nazis. Se muestra claramente como cada grupo objetivo tenía que ver con los nazis. Nada se dejaba al azar durante los rallies masivos”.

El Museum Den Bosch ofrece 277 piezas originales “que van desde un Volkswagen Escarabajo de los años 40’s, a estatuas hechas por el escultor favorito de Hitler, Arno Breker, los Juegos Olímpicos de 1936, carteles de propaganda, la cruz gamada, las películas de Leni Riefensthal y también otras piezas clave holandesas y alemanas”. El portavoz del museo dice que “Los objetos mostrados van desde sellos y cubertería con cruces gamadas a grandes piezas de mobiliario de hasta 5 metros de largo que estuvieron en la habitación de trabajo de Hitler. También carteles del Führer y de las famosas autopistas”.

Esta exhibición tan políticamente incorrecta empezó el 8 de Septiembre. Tras quedarse sin entradas en los primeros días, las entradas se pueden comprar en línea. Lo cómico es que los organizadores están, aparentemente, preocupados con el entusiasmo que ha despertado la muestra y están tomando ciertas precauciones para que no interprete la exhibición “de forma incorrecta”. Tiene que interpretarse como ellos dicen, no hay libertad de interpretación. Cualquier cosa relacionada con el Socialismo Nacional, debe ser siempre puesta en el contexto de algo existencialmente malvado.

El portavoz del museo, un tal Maan Leo, dijo que “Se han tomado medidas extraordinarias de seguridad, incluyendo la prohibición de hacer fotografías en el interior y permitir un turno de 50 visitantes cada vez”. La muestra acaba el 19 de Enero de 2020. Parece que no quieren que nadie muestre signos de felicidad o tranquilidad estando en medio de tanta maldad inimaginable.

Desde mi punto de vista, tras analizar la información de esta exhibición, creo que es una batalla perdida. El mundo moderno y progresista no tiene nada que pueda competir o hacer sombra al profundo conocimiento del Socialismo Nacional sobre la posición del hombre en su conexión con la naturaleza y la familia y cómo puede armonizar todo ello para una vida llena, feliz y al servicio de una idea superior. Los “demócratas” de hoy en el poder son incapaces de entender la llamada natural que sí entendió el Socialismo Nacional. Así estamos…

Quizás estoy equivocado, pero creo que cuando el público ve una exhibición como la del Museum Den Bosch, parece que siente algo en su interior, algo primordial que entiende perfectamente, que le conecta al instante y le da una  fuerza superior. Y a pesar de que los “demócratas” lo intentan sin descanso, no pueden ganar a la naturaleza y a lo primordial. Nunca lo harán. Su patético y absurdo intento continuado solo muestra su megalomanía psicótica. Todo lo que pueden hacer es engañar y explotar la naturaleza buena y sincera del ser humano. Parecen estar desesperados con aquella época, no pueden sobrevivir sin ella y los “malvados nazis”.