viernes, 7 de abril de 2017

LA RAZA EN LA ANTIGÜEDAD (1)


Hoy he vuelto a ver la película “Ulises” protagonizada por Kirk Douglas en 1960 y filmada en glorioso tecni-color. Es entretenida y aunque se supone basada en la “Odisea” de Homero, creo que es una adaptación libre en bastantes de sus escenas. De todas formas y a pesar de su lentitud con respecto a las películas actuales, aún se puede ver y sigue siendo cine para toda la familia con letras mayúsculas. Pero me surgió una pregunta tras ver a los griegos regresando a Itaca en un viaje pleno de infortunios ¿de qué raza son esos hombres? ¿Realmente eran prácticamente europeos de aspecto? ¿Era una licencia de Hollywood en una época sin corrección política, en que cada uno podía decir lo que quisiera sin problemas? La misma pregunta ya me había surgido con los romanos y su imperio que en las películas son iguales que los griegos de Ulises.

Veo grabados, pinturas, dibujos donde parecen ser de raza blanca-caucásica. Aunque no suele comentarse, no parece haber demasiada controversia acerca de ello y por lo tanto ahí queda. Es como la ley del silencio. Por otro lado en las cientos de películas y series en TV, y no sólo de Hollywood, que hemos visto y vemos, los actores que protagonizan esos relatos filmados son de raza blanca-caucásica. Tanto hombres como mujeres. Y eso hace surgir la otra pregunta de turno, pero bien formulada: ¿fueron los antiguos griegos y romanos de procedencia racial blanca europea-caucásica?

Es curioso como la mayoría de los historiadores actuales del mundo clásico permanecen en silencio sobre este asunto. Por ejemplo, lo que el profesor Cultura Griega de Cambridge Paul Cartledge escribe sobre Esparta, su especialidad, para lectores no-académicos pero con formación y hasta donde he podido leer no discute, ni habla sobre los orígenes raciales de los espartanos. Al estar en el mundo académico en España y al margen de algunos que lo dicen en persona y afirman el origen blanco-europeo, si se pregunta acerca del origen racial de los antiguos griegos la respuesta suele ser el encogerse de hombros, lo que me sugiere que parece que lo saben y que puede ser algo que no debe investigarse. Algo políticamente incorrecto... En la actualidad el mostrar interés sobre la raza de los antiguos se ve como algo negativo y cualquier evidencia de sus orígenes europeos e incluso nórdicos, ni se comenta por temor a despertar sentimientos peligrosos en nuestra sociedad acobardada, feminizada e infantilizada.

Hace escasamente unos 100 años, los europeos dábamos por hecho que los griegos y romanos eran, en su gran mayoría, de la misma raza que nosotros. La famosísima 11ª edición de la Enciclopedia Británica, publicada en 1911, indicaba “la supervivencia del pelo rubio y buena complexión, así como ojos claros entre las clases superiores en Tebas y en otras ciudades, mostraban que el humano de tipo rubio, característico del noroeste de Europa, ya había penetrado en tierras griegas antes de la época clásica”. Y añade que los primeros griegos o helenos, eran nórdicos “una de las tribus de pelo rubio de la parte superior de Europa, conocidos como los antiguos Keltoi”. Hace 60 años incluso Bertrand Rusell, el filósofo y socialista inglés, creía que los helenos “eran invasores de pelo rubio del norte, que trajeron la lengua griega con ellos”. Esto aparece en su libro “History of Western Philosophy” de 1946.

En el “The Penguin Historical Atlas de la Antigua Grecia” de 1996, se dice que “indudablemente dudosas teorías raciales son la base de esta reconstrucción”, pero no ofrece ninguna teoría explicativa y sólo concede que “el origen de los griegos sigue siendo un debate muy profundo”. Sin embargo, el autor hace esta declaración sorprendente “muchas de las ideas de los orígenes raciales fueron desarrolladas en el siglo XIX y, a pesar de tener cierto fundamento en la tradición histórica, arqueología o lingüística, se combinaban muchas veces con presunciones dudosas”. El autor no cita esas presunciones dudosas. La autora de “Not the Classical Ideal: Athens and the Construction of the Other in Greek Art”, (((Beth Cohen))), afirma que los tracios, primos distantes de los griegos, tenían “el mismo pelo negro y las mismas características faciales que los antiguos griegos”

De hecho, había una buena base en la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica para escribir sobre los rubios en Tebas. Tebas era la ciudad principal de Beocia, una rica región agrícola en la parte central-sur de Grecia. Los fragmentos de una guía de viaje del 150 AC, describe a las mujeres de Tebas “como las más altas, bonitas y más graciosas de toda la Hélade. Portan su cabello amarillo anudado en la parte superior de su cabeza”. Píndaro, un poeta lírico tebano de siglo V AC, se refiere a las griegas como “las Danoi de pelo rubio”, utilizando un nombre poético para las mujeres helenas. Así mismo, en la obra “Partheneia” del siglo VII AC, el poeta espartano Alcman, rezaba a la belleza de las atletas espartanas con su “pelo dorado” y sus “ojos violetas”. También escribió sobre las mujeres espartanas con sus “ojos de plata”, refiriéndose al gris claro. El poeta griego del siglo VII AC Arquilocus, mencionaba el “cabello amarillo” de una de sus amantes y Safo, también en el siglo VII AC, escribió sobre su “bella hija, dorada como una flor”.

Tan tarde como el siglo IV DC, Adamantio, un médico y científico de Alejandría, escribió en su obra “Physiognominica” que “de todas las naciones los griegos son los que tienen los ojos más feroces”, añadiendo que “en todos los lugares donde la raza Helénica y Jónica se ha mantenido pura, vemos a hombres altos, de excelente constitución, de piel clara y rubios”. Tras varios siglos de mezcla, creo que han cambiado al carácter racial de muchos griegos, pero aún sobreviven los rubios y “Xanthos”, que quiere decir rubio en griego, es todavía un nombre muy común para los varones.
 
La profesora Nell Painter de Princenton USA y autora del libro “The History of White People”, se queja de que “no pocos occidentales han intentado poner razas a la antigüedad, haciendo que la historia antigua sea una historia de la raza blanca”. Nos indica también que habitualmente los griegos pintaban sus estatuas de mármol (las originales, según dice, eran de color oscuro), y que la pintura se fue con el tiempo. Los europeos erróneamente consideraron por el mármol blanco que los griegos eran blancos. Es verdad que los griegos pintaban sus estatuas, pero las originales no eran de color oscuro. 

La Afrodita de Praxiteles, de la ciudad griega de Knidos, fue la más famosa y copiada estatua de la antiguedad. Cientos de copias han sobrevivido al tiempo. Los expertos han determinado a través de las partículas microscópicas de pintura que la Afrodita se había pintado en color rubio. Los romanos tenían su propio nombre para esta diosa, Venus, y también sus imágenes de culto eran pintadas con un color pálido de piel y pelo rubio-dorado (ver “On Blondes” de Joanna Pitman, 2003).
 
La obra maestar de Fidias, el Partenós de Atenas, se mantuvo en el Partenón durante casi 1000 años, hasta que se perdió, probablemente en el siglo V DC, así como la estaua de Atenea. Cuando el escultor americano Alan LeQuire hizo una reproducción a escala real del Partenón en el Parque del Centenario en Nashville, hizo dicha réplica basada en descripciones del trabajo original. La estatua de Atenea, inaugurada en 1990, tiene la piel clara, ojos azules y cabello rubio. Muchas figuras pequeñas de terracota del siglo IV DC en Grecia, han sobrevivido con  sus trazos originales de pintura. Muestran un pelo claro, entre rojizo y marrón y ojos azules, como las estatuas más grandes de la época de las Guerras Médicas de principios del siglo V AC. Incluso un examen superficial de los antiguos relieves, estatuas y bustos, revelan características europeas. Muchas de las caras podrían ser, fácilmente, celtas o vikingas. 

Hay más pruebas del aspecto de los griegos. Xenofanés, un griego jónico y filósofo que vivió en el siglo V AC, se divertía al comprobar que gente diferente creían que los dioses se parecían a ellos mismos “nuestros dioses tienen narices chatas y pieles negras, decían los etíopes. Los habitantes de Tracia” (a pesar de la observación de la profesora (((Cohen))), citada más arriba) “dicen que nuestros dioses son pelirrojos y ojos color avellana”. Un fresco del siglo IV AC que representa a una mujer tracia y que se encontró en el monte Ostrusha en el centro de Bulgaria, la muestra pelirroja y con rasgos europeos.

El poeta Hesiodo llamó a Troya la “tierra de las mujeres rubias”. De acuerdo con el historiador romano Diodoro Sicilus, que vivió en siglo I AC, el dios egipcio Set tenía “pelo pelirrojo”, un color que era “raro en Egipto, pero común entre los Helenos”. Plutarco, también del siglo I AC, nos dice que mientras el general tebano Pelopides estaba haciendo campaña en la Grecia central, tuvo un sueño en el cual un fantasma le urgía a sacrificar una virgen pelirroja si deseaba ser victorioso en la batalla del día siguiente.

11 comentarios:

  1. Bueno, esto más que un artículo parece un alegato en favor del nordicismo. Por lo tanto, será preciso hacer varias puntualizaciones:
    1) El colorido de las estatuas de dioses en la Antigüedad tenía más que ver con los atributos sagrados que se pretendían resaltar que con la taxonomía; por ejemplo, la famosa Diana del santuario de Efeso tenía el rostro y el cuello negro no porque evocase a las bellas mujeres africanas sino porque como "potnia theron" era la señora de los animales o la madre tierra, cuyo color simbólico es el negro. Esto lo vemos aún hoy en día en las llamadas "vírgenes negras" como Montserrat y muchas otras. Apolo es el bello dios rubio porque es un dios solar. De Haidoneo o Hades se resaltan sus negros bucles porque es el señor que a todos acoge en su reino de los muertos. Y así podríamos seguir.
    2) Está demostrado que Grecia sufrió muchas invasiones de pueblos centro-europeos, como España o Italia ¿Por qué siempre de arriba a abajo y casi nunca de abajo a arriba? Es sencillo: el nicho ecológico mediterráneo es más benigno y está más a salvo de las correrías de los bárbaros de las estepas. Pero eso no quiere decir que los recién llegados culturizaran a los morenitos mediterráneos que llevaban tras de sí un amplio bagaje desde el Neolítico, sino que -como siempre pasa- se produjo un intercambio de memes culturales que configuraron la cultura clásica griega que hoy conocemos.
    3) Los cabellos pelirrojos en el Mediterráneo arcaico eran más producto de la henna que de los genes. Los rubios eran más comunes pero minoritarios, aunque en Roma eran considerados propios de las prostitutas.
    4) El nordicismo fue una teoría con gran impacto en los países anglosajones y germánicos -que viene a ser lo mismo- debido al tradicional complejo de inferioridad de estos frente a las cultura clásica greco-romana. Como no se podía cuestionar su superioridad, se inventaron que ellos la habían forjado.
    5) Jonia -en la actual Turquía- fue la antorcha de la que surgió la Grecia Clásica y los jonios eran biológicamente pelasgos (vamos, morenos y mediterráneos).

    Al margen de estas consideraciones, suscribo el hecho de que a los arqueólogos nos miran como a bichos raros si nos preguntamos por la adscripción biológica de la población que estamos estudiando, aunque en los últimos momentos se están derribando barreras, sobre todo en el marco epistemológico de la arqueología evolutiva.

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    1. Ya se que el tiempo es escaso, pero vamos a liarlo todo un poco más gracias a Ivan Martínez que ha incluido la bibliografía en un excelente videoprograma:

      https://www.youtube.com/watch?v=XrpRJV6kAro

      Un saludo.

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  2. Hola Mª Luisa y gracias por tu aportación tan interesante. Mi artículo no pretende ser un alegato en favor los rubios, el nordicismo , ni nada de eso. Yo mismo soy de pelo negro. Pero me parecía y parece ya que estoy con la continuación, que es interesante hablar de este asunto que apenas se toca. Sabes que me gusta la provocación y que todos reflexionemos (yo me incluyo).
    En cuanto al colorido estoy de acuerdo contigo y la relación en cuanto a los animales y la tierra. LO delas vírgnese negras da para un libro.
    Un abrazo, Felipe Botaya

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    1. Pues objetivo logrado: has conseguido la provocación y también que todos reflexionemos. Si creer que existen razas en la especie humana es ser racista, pues bueno, soy racista. También afirmo que existen razas en la especie canina y en todas en general pero eso sí es políticamente correcto, porque al liberalismo-marxismo le ocurre como a las religiones reveladas; el hombre es una criatura aparte, creación directa de la diosa razón o del Yahvé de turno.

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    2. Es agradable ver logica y sentido comun.

      Gracias Maria Luisa.

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  3. Gracias Mª Luisa, el racista es quien ama a las razas diferentes y tiene claro que es así, pero sin ánimo peyorativo por ninguna de ellas. El anti-racista odia las razas (especialmente la blanca), no cree en ellas y busca la disolución de las mismas en un "melting pot"
    Que nos puedan llamar racistas no es ningún insulto, defendemos las razas y sus características y cada una en su territorio. Simple sentido común.
    Un abrazo, Felipe Botaya

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    1. https://www.youtube.com/watch?v=cI6oVn-Q8i8

      Y más abajo mi opinión sobre su cuento...

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  5. Let laD, ngeD vIyaj
    'a
    Hoch Qongbogh chalDaq tlha' Dat,
    je
    QIp
    law'


    qavan!

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    1. Es posible, que según el traductor de klingon que se use, el resultado no esté claro, por lo que lo pongo en Español, para los que no son Tigreton:

      "dificil leer, fácil entender
      pero
      los lobos han seguido en el cielo y la tierra,
      y
      estúpidos
      muchos

      saludo!"

      Una pena no haber podido utilizar el alfabeto klingon pero las entradas de blogger no admiten gráficos.

      Un saludo.

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